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Séneca
No he estudiado en seminario, pero primero como miembro de una secta evangélica legalista y luego como católico -miembro de un movimiento católico ultraconservador-, en ambas medio atento a sus mundos, entré en contacto con sus puntos de refuerzo. Debo aclararte que no soy biblista como Emeric, pero sí estudié teología católica, específicamente, sus nociones patrísticas y escolásticas. La patrística constituyó un movimiento de intelectuales y pensadores cristianos de la antigüedad clásica cuya finalidad era casi siempre armonizar el ámbito del pensamiento grecoromano con sus creencia y tradiciones, excepto el indócil Tertuliano, que siendo producto del mundo grecoromano, atacaba cualquier aproximación al mismo: "que tienen que hacer Jerusalén con Roma". La escolástica es el producto teológico y a la vez filosófico más destacado de la Edad Media, en el cual se pretendía racionalizar, bajo la guía de Platón y principalmente de Aristóteles, en filosofía, y de la patrística, en teología, todo el corpus doctrinal cristiano, entendido como lo aceptado sólo por el purificador magisterio eclesial. Puedo decirte, por lo que he leído, que muchos teólogos católicos, especialmente los papistas, ya no son tan racionalistas como en su tiempo lo fue Santo Tomás de Aquino -claro: no tanto como Descartes y Leibniz-, ya que enfatizan, siguiendo la línea del Papa actual, y, acercándose a Friedrich Schelling, que la razón no puede abarcar toda la experiencia de fe, sin reducirla. Hasta aquí todo parece bien. Sin embargo, no desracionalizan ,en otras palabras, no dejan de usar la razón o la ciencia como auxiliar de sus dogmas y doctrinas. Y esto también lo vi en algunos predicadores y estudiosos protestantes.O sea, que si la razón o la ciencia demuestran alguna inconsistencia en la doctrina religiosa, la razón o la ciencia son limitadas, pero cuando les favorece no cesar de acudir a la ciencia y la razón. Me parece que esto constituye una gran deshonestidad -por no decir descaro- de parte de estos teólogos -por no decir: aduladores y justificadores de la doctrina-.
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