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Tema: Resumen de "La casa de los espíritus"

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    Forero Experto Avatar de Oscar Javier
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    Predeterminado Resumen de "La casa de los espíritus"

    En vista de que recientemente muchas personas ha solicitado el resumen de esta obra, aqui esta disponible.

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    RESUMEN 'LA CASA DE LOS ESPIRITUS'

    ***Descripción de los personajes principales:

    Clara: Es una niña hipersensible que desde muy temprana edad se destacó por sus poderes sobrenaturales como hacer que las cosas se movieran por sí misma como si tuvieran vida propia, leer la suerte y predecir el futuro.

    Rosa: Es la hermana de Clara, una mujer muy guapa, tan hermosa como un ángel, falleció. Rosa estaba comprometida con Esteban Trueba,

    Esteban Trueba: Es un esforzado hombre que trabajaba juntando dinero para casarse con “Rosa” en unas vetas en el norte del país.

    Pancha García: Tiene quince años y Esteban Trueba abusó de ella.

    ***Resumen

    Clara con la ayuda de sus poderes presagió una muerte en su familia, una muerte que sería por equivocación y así fue.

    Rosa, su hermana, falleció. Después de la muerte de Rosa, Clara no volvió a hablar hasta nueve años más tarde cuando anunció que se iba a casar con el novio de Rosa.

    Esteban Trueba, al fallecer su prometida, se queda viviendo en la ciudad, pero ya al cabo de un tiempo y cansado de la miserable vida en la ciudad, decide irse al campo donde fundo Las Tres María, que estaba convertido en una ruina. Pero eso no importaba pues él estaba decidido a nunca más ser pobre.

    En el campo puso a trabajar a los campesinos como nunca lo habían hecho, y él así con tanto trabajo logró olvidarse de Rosa. Pero se dio cuenta que necesitaba una mujer para satisfacer sus deseos sexuales por lo que se buscó una. Se llamaba Pancha García.

    Esteban la llevó a vivir a su casa, donde abusaba de ella, hasta que Pancha, con un estado maternal notable, abandonó la casa patronal y volvió a vivir con sus padres.

    Pancha llamó a su hijo Esteban, al igual que su padre.

    Esteban se convirtió en el patrón más respetado de la zona. Los campesinos todavía vivían en los tiempos de la colonia, nunca habían oído hablar de sindicatos ni de domingos festivos ni de sueldo mínimo, pero ya empezaban a infiltrase en los nuevos partidos de izquierda.

    Una vez Esteban, buscando placeres, prestó cincuenta pesos a Tránsito Soto, una prostituta que trabajaba en el Farolito Rojo pero que quería surgir en la vida. Ella prometió que se los pagaría. Esteban pensó que nunca más la volvería a ver.

    Poco después Esteban recibió una carta de su hermana Férula que decía lo grave que estaba su madre y que estaba muriendo. Entonces Esteban pensó que era el momento preciso para volver a la capital despues de nueve o diez años que había estado en Las Tres Marías.

    Antes de morir doña Ester Trueba, la madre de Esteban, hizo prometer a su hijo que se casaría con una mujer decente y cristiana. Entonces Esteban decidió ir a visitar a la familia Del Valle para ver si les quedaba alguna hija soltera. Es entonces cuando los Del Valle recordaron lo que había dicho Clara cuando volvió a hablar.

    Clara lo estaba esperando, y lo aceptó sin conocerlo. Dejaron pasar algunos meses por respeto al duelo de Esteban y a fin de año anunciaron su noviazgo de forma oficial.

    El año siguiente transcurrió con los preparativos para la boda. Esteban puso a trabajar una cuadrilla de albañiles para construir una casa sólida que luego la llamarían “la gran casa de la esquina”.

    Apenas terminó el duelo y estuvo lista la casa, se casaron en una discreta ceremonia y se fueron de luna de miel a Italia durante tres meses.

    Al volver se fueron a vivir a la gran casa de la esquina junto con Férula, quien sería la persona que cuidaría a Clara durante su embarazo.

    Esteban pasó más de un año sin visitar Las Tres Marías y cuando lo hacía, Férula lo disfrutaba mucho pues se sentía mucho más cerca de Clara.

    Esteban quería un hijo hombre para que su apellido se mantuviera por generaciones, pero Clara dijo “Es una niña y se llama Blanca”. Esteban, al nacer Blanca, estaba decepcionado.

    Un verano, la familia decidió ir a pasar las vacaciones a Las Tres Marías. Clara sólo lo conocía por referencias ajenas. Al llegar, todos los inquilinos los esperaban para darles la bienvenida encabezados por el administrador Pedro Segundo García, hijo de Pedro García el viejo. Nadie prestó atención a un niño desnudo y moquillento que se encontraba ahí y que tenía la misma edad de Clara. Era Pedro Tercero García, hijo de Pedro Segundo. Ese mismo día Blanca y Pedro Tercero se hicieron amigos.

    Desde el primer día Clara comprendió que había un lugar para ella en Las Tres Marías. Las vacaciones se alargaron y Clara no mostraba interés por querer volver a la capital.

    Clara estaba embarazada de nuevo y anunció que eran dos hombres y se llamaría Jaime y Nicolás, por lo cual Esteba se enfureció. Esa noche, Esteban salió. Fue al Cristóbal Colón, un lugar mejor que el Farolito Rojo. Le ofrecieron lo mejor y apareció Tránsito Soto. Ella quiso pagarle la deuda, pero Esteban dijo que prefería que le debiera un favor.

    Pocos días después, cuando Clara estaba casi lista para parir, murieron los padres de Clara, Severo y Nívea Del Valle. Clara se había enterado antes a través de un sueño en cual su madre caminaba sin cabeza. Efectivamente Nívea había sido decapitada en el accidente y la policía no pudo hallarla. Cuando terminaron los funerales, Clara convenció a Férula que la acompañara a buscar la cabeza de su madre pues ella sabía donde estaba. Fueron a buscarla con un chofer en un auto de alquiler y la encontraron, entonces Clara se dio cuenta que sus hijos estaban por nacer. El chofer volvió a casa y Jaime y Nicolás nacieron sin problemas. Clara se recuperó rápidamente del doble parto.

    Esteban volvió a pecar en ocasiones en que Clara se quedaba con los niños en la capital y él tenía que hacerse cargo del campo.

    Con el paso del tiempo, Esteban estaba seguro que Férula había sembrado en Clara la incapacidad para amarlo. El odio entre Esteban y Férula demoró mucho tiempo en estallar. En una ocasión, Esteban regresó a la capital sin avisar. Esa noche había temblado y Férula se acostó con Clara en busca de calor y tranquilidad pues ella le temía mucho a los temblores. Allí la encontró Esteban. Se abalanzó sobre ella y la acusó de pervertir a su esposa con pensamiento de solterona y la echó de la casa.

    Los años pasaron, y Blanca y Pedro Tercero habían crecido. Éste último había comenzado a hablar de justicia entre los trabajadores de Las Tres Marías. Era el único que se atrevía a desafiar al patrón. Un día Esteban lo pilló hablando de justicia y le dio una paliza delante de su padre.

    Pedro Tercero tenía dos amores, su padre y Blanca. Cada vez que Blanca iba de vacaciones a Las Tres Marías, se encontraban en el mismo sitio donde se habían visto por primera vez.

    Durante un verano, Blanca y Pedro tercero aprendieron a disimular su amor delante de los adultos, pero Clara los había comenzado a observar más cuidadosamente. En esos tres meses había llegado a amarse con aquella pasión arrebatada que los trastornó el resto sus vida.

    La familia volvió a la capital y, un día sábado en que los mellizos habían salido del internado para ver a su familia, mientras comían, apareció Férula, todos la vieron e incluso los tres niños gritaron “!Tía Férula¡”. Sólo Clara comprendió de inmediato lo que estaba pasando y dijo “Férula ha muerto”. Entonces fueron en busca del padre Antonio y le pidieron que por favor los llevara hasta la casa de Férula. Efectivamente había muerto.

    Durante los meses que estuvieron separados, Blanca y Pedro intercambiaron correo con nombres falsos y códigos que sólo ellos sabían. Cuando llegó el verano, Pedro Tercero había dejado de ser un niño tierno y había adquirido las proporciones de un hombre adulto. Era el único de Las Tres Marías que hacía frente al patrón, no haciendo caso a los consejos de su padre. Al llegar el verano, Blanca casi no le reconoce al verlo y esperó hasta la noche para saludarlo como siempre lo había hecho.

    Así transcurrieron los años, Clara anticipaba los temblores y Blanca y Pedro Tercero seguían viéndose a escondidas todas las noches en el mismo lugar. Vino un terremoto que dejó muchos muertos y heridos, entre ellos estaba Esteban Trueba que estuvo postrado en una cama durante cuatro meses. Las Tres Marías había sido destruido y Esteban encargó a Pedro Segundo su reconstrucción.

    Año y medio después del terremoto, Las Tres María volvió a ser lo que era antes.

    Poco a poco Clara fue cambiando. Se veía cansada y alejada de Esteban. Un día Clara hizo poner un pestillo a la puerta de su habitación y no volvió a aceptar a Esteban en su cama.

    En una cena de políticos conservadores en el pueblo, Esteban conoció a Jean de Satigny, quien buscaba un socio. Se hizo amigo de la familia y pasaba largas temporadas como invitado de honor en Las Tres Marías. Una noche, el Conde Jean de Satigny mientras fumaba, divisó a Blanca saliendo por la ventana de su habitación y entendió de inmediato a dónde iba. Al día siguiente el Conde pidió a Blanca en matrimonio y comenzó a tratarla con cierta preferencia. Había comenzado a decirse que el Conde pretendía a Blanca. Pero, Pedro García, el viejo, murió un poco antes de las elecciones presidenciales. Esteban se había enterado de las escapadas a medianoche de su hija y una vez interrogándola la golpeó. Entonces Clara defendiendo a Blanca le dijo a Esteban “Pedro Tercero no ha hecho nada que tú no hayas hecho. Esteban perdió el control y la lanzó sobre la pared. Clara no volvió a hablar con su marido nunca más en su vida. Dos días después Clara y Blanca abandonaron Las Tres Marías y regresaron a la capital. Esteban quería matar a Pedro Tercero y se enteró dónde estaba por parte de Esteban García, el hijo de Pancha. Lo fue a buscar y le lanzó un hacha que le rebanó tres dedos de la mano derecha.

    Jaime había entrado a la universidad y Nicolás vagaba buscando su destino. Clara estaba dichosa de vivir con sus hijos y se dispuso a iniciar una relación amistosa. Había tenido poco contacto con ellos en su infancia y había perdido las mejores horas con sus hijos.

    Blanca estaba embarazada. Al saberlo Esteban, se arrepintió de no haberle metido un balazo cuando pudo hacerlo. Entonces Esteban decidió casar a Blanca con el Conde Jean de Satigny. Obviamente Blanca no deseaba casarse con el Conde, pero tuvo que acceder. Esteban había dicho a Blanca que él mismo había matado a Pedro Tercero, pero Clara lo desmintió más tarde porque lo había visto en un sueño y la dejo tranquila. Después de la fiesta del matrimonio, Esteban extendió un cheque al Conde como regalo de bodas para que se llevara a su hija al Norte.

    Esteban, había arriesgado todo lo que tenía en su aventura política y Clara le había asegurado el triunfo, y así fue. Esteban fue elegido Senador de la República por el Partido Conservador.

    Pedro Tercero había abandonado Las Tres Marías después del encuentro con su patrón, lo acogió el Padre José Dulce María en la casa parroquial.

    En tanto, en la capital. Nicolás se enteraba que su novia Amanda estaba embarazada. Él le prepuso que se casaran pero ella no quiso y prefirió pedir ayuda a Jaime, el hermano de Nicolás que era estudiante de medicina. Jaime en un principio se opuso rotundamente pues él no tenía la experiencia suficiente para hacer un aborto, pero finalmente accedió. No tuvo problemas y salió todo bien.

    Jean y Blanca se fueron al Norte a vivir en una antigua mansión. Los cuartos más apartados de la casa fueron destinados para la manía de Jean por la fotografía. Allí instaló sus lámparas, sus trípodes, sus máquinas. Rogó a Blanca que no entrara jamás sin autorización a lo que bautizó “el laboratorio”. Blanca se llevaba bien con su esposo, las únicas veces en que discutían eran cuando ella intentaba averiguar sobre las finanzas familiares. Blanca dejó de pensar en Pedro Tercero, ahora eran recuerdos dulces y desteñidos que podía evocar en todo momento. Jean había organizado su negocio con mucho cuidado. El negocio de las gredas indígenas era secreto pues eran patrimonio histórico de la nación. Ese negocio, a Blanca le tenía sin cuidado.

    Un día, Blanca entró sin permiso al laboratorio y descubrió allí que era lo que su esposo ocultaba. En las paredes estaban cubiertas de escenas eróticas que revelaban la oculta naturaleza de su marido. Reconoció los rostros de los sirvientes de la casa. Blanca decidió que debía sacar a su hija de ahí. Salió corriendo de la casa y se dio cuenta que no llegaría muy lejos a pie y con una barriga de nueve meses, volvió a la casa, tomó el dinero que encontró y se fue a la estación a esperar el tren que la llevaría de vuelta a la capital.


    Alba tuvo suerte de no nacer en el tren, afortunadamente pudo sujetarse dentro de su madre por unas horas más para nacer en la casa de sus abuelos.

    Alba nunca vio un retrato del Conde porque Blanca se encargó de eliminarlos todos. Le dijeron que su padre había sido un noble caballero, inteligente y distinguido, que tuvo la mala fortuna de morir en el Norte a causa de una fiebre.

    La presencia de su nieta en la casa, ablandó el carácter de Esteban. El cambio fue imperceptible, pero Clara lo notó. En esa época la casa de los Trueba tenía casi todos los cuartos ocupados y se ponía la mesa para la familia, los invitados y un puesto de sobra para quien pudiera llegar sin anunciarse.

    Alba pasó su infancia entre dietas vegetarianas, artes marciales niponas, danzas del Tibet y otras cosas por el estilo. En los pocos momentos de ocio que tenía Blanca, se lamentaba que Alba fuera una niña solitaria sin amigos de su edad para jugar.

    Una noche de Navidad, Clara le regaló pinturas a Alba para que así “pudiera desahogarse” dijo Clara. Y así fue llenando las murallas de su dormitorio con un inmenso fresco.

    Alba era muy querida por sus tíos Jaime y Nicolás. Ellos jugaban con ella y le daban premios y regalos.

    Mientras, las relaciones del Senador Trueba con su familia no hizo más que empeorar con el tiempo. Esteban ya no comía en la casa, sino que lo hacía en el club.

    Blanca estaba con el apogeo de su belleza. Tenía muchos pretendientes que llenaban de regalos a Alba. Mientras, en Alba, crecía el temor por que su madre la abandonara, temor que perdió cuando conoció a Pedro Tercero.

    Alba tenía seis años cuando conoció a Esteban García. Fue en una oportunidad en la que él fue a ver a Esteban Trueba a la gran casa de la esquina, y mientras lo esperaba tuvo la oportunidad de compartir un momento con Alba.

    García había terminado el Liceo y quería una recomendación para entrar a la Escuela de Carabineros. Esteban quedó en hablar con una amigo suyo para que le diera una beca, el Comandante Hurtado. Clara murió el mismo día en que Alba cumplió siete años.

    El funeral de Clara fue un acontecimiento. Mucha gente acudió a dar sus condolencias. La muerte de Clara cambió para siempre el vivir en la gran casa de la esquina.

    Los años siguientes la casa se convirtió en una ruina. Jaime y Nicolás perdieron el poco interés que tenían en la familia.

    Esteban pensó que Férula tenía razón, se estaba quedando solo como un perro. El Senador Trueba luchaba contra sus enemigos políticos que cada día avanzaban más en la conquista del poder. Para Esteban, los partidos políticos eran todos marxistas menos el suyo. Tuvo la habilidad de ser el primero en llamar a la izquierda “enemiga de la democracia”.

    Pedro Tercero veía crecer a Alba y procuró estar cerca de ella, pero no llegó a considerarla realmente su hija, porque en ese punto Blanca fue inflexible.

    Alrededor de los dieciocho años, Alba abandonó completamente la infancia. Sacó la cuenta de que había sido feliz y se despidió de su niñez.

    Alba terminó el colegio y entró a estudiar Filosofía y Música a la universidad. Allí conoció a Miguel, estudiante del último año de Derecho. Era dirigente izquierdista. Alba le oculto que era nieta del Senador Trueba y usó su apellido de la cédula de identidad: Satigny. Alba, por amor a Miguel se atrincheró en la Universidad junto con otros estudiantes. Miguel se convirtió en el alma de la toma. La idea era no dejar el edificio hasta que se firmara el pliego de peticiones de los trabajadores. Alba fue reconocida por Esteban García y así se enteró Miguel de que ella no le había dicho toda la verdad. García llevó a Alba a su casa, donde ella pasó dos semanas en cama mientras la toma se disolvía pacíficamente. Miguel pensó que era injusto culpar a la nieta por las ideas de su abuelo y volvieron a pasear abrazados.

    Un año después, Miguel alquiló un pequeño departamento cerca de su trabajo, donde se juntaban para amarse. Miguel dijo a Alba que se venían tiempos muy malos.

    Tal como estaba pronosticado, los socialistas ganaron las elecciones. El senador Trueba pasó la noche en el Partido por temor a que lo reconocieran en las calles y le hicieran daño.

    Para Pedro Tercero, las elecciones fueron un cambio brutal. El único manchón en su tranquilidad era Blanca. Había adquirido la certeza de que Blanca era la única mujer para él. vio que era necesario colaborar con el gobierno, pues éste no tenía gente suficiente para cumplir todas las funciones. Ese día Pedro Tercero dijo a Blanca que era ahora o nunca para casarse. Se enojaron y se separaron. Blanca lo llamaba al Ministerio, pero le decían que el compañero García no estaba. Y así intentó toda la semana. Blanca no dijo a nadie lo que había pasado. No volvieron a verse en dos años.

    Los cambios estaban en marcha, Las Tres Marías fue uno de los últimos fondos que expropió la Reforma Agraria en el Sur. Esteban Trueba se enteró de que había perdido la tierra cuando le notificaron que iban a pagársela con bonos del Estado. Esteban fue a Las Tres Marías, donde fue tomado prisionero por los inquilinos. El hecho fue difundido por la televisión y el Presidente pensó que podía ser el detonante que haría estallar el polvorín donde se asentaba su gobierno en el precario equilibrio. Blanca y Alba se enteraron y pensaron que era el momento de volver a ver a Pedro Tercero. Se presentaron en el Ministerio y entraron a la fuerza a ver a Pedro Tercero. Era el reencuentro después de dos años. Pidieron a Pedro Tercero que los acompañara a ella y a su hija a buscar al Senador Trueba, fue en ese momento en que Alba se enteró que Pedro Tercero era su padre. Pedro Tercero sacó a Trueba de Las Tres Marías.

    El Presidente aparecía casi todos los días en televisión para denunciar la guerra sin cuartel de la oposición.

    El día del golpe militar, Jaime fue llamado a la Presidencia por sus servicios médicos. Jaime notaba algo raro en el ambiente y decidió llamar a Blanca para decirle que no se moviera de su casa cuando vio al Presidente con un casco de combate.

    Se oían algunos disparos lejanos. El Presidente se había despedido del pueblo por la radio. No estaba dispuesto a abandonar su cargo y dijo: “Se equivocaron conmigo, traidores. Aquí me puso el pueblo y sólo saldré muerto”. Entonces comenzó el Bombardeo.

    Jaime había sido tomado prisionero y estaba siendo víctima de torturas mientras Alba trataba de obtener alguna información de la gente que le importaba. Dos semanas después se enteraron de la muerte de Jaime.

    Una gran parte de la clase media se alegró con el golpe militar, porque significaba una vuelta al orden, a las costumbres.

    Pasaron los meses, y llegó a ser evidente que los militares se habían tomado el poder para quedárselo.

    Blanca escondió a Pedro Tercero en los cuartos vacíos de la gran casa de la esquina porque era buscado y estaba llamado a presentarse ante las autoridades. A los pocos meses, Blanca comprendió que no podría tenerlo mucho tiempo ahí y le pidió ayuda a su padre. Alba dijo que ella podría meterlo en una embajada. Trueba lo llevó a la sede del Vaticano disfrazado de obispo con un salvoconducto que le permitiría vivir en el extranjero con Blanca. fue la primera vez que Blanca y Alba se separaban. Se fueron a Canadá.

    La casa de Trueba era vigilada. Una noche, los militares se llevaron a Alba sin que el Senador Trueba pudiera hacer algo por impedirlo. Alba estaba siendo interrogada por Esteban García acerca del paradero de Miguel, lo cual fue un alivio para Alba pues supo que no había sido detenido. Alba estuvo en manos de García mucho tiempo, a los pocos días él se dio cuenta que no lo había reconocido.

    Esteban Trueba fue a hablar con Tránsito Soto al Cristóbal Colón. Le pidió ayuda para que encontrara a Alba. Tránsito tenía muy buenas relaciones con el gobierno y ella mejor que nadie podría convencer a los hombres fuertes de las Fuerzas Armadas.

    Dos días después, Tránsito llamó a Esteban y le dijo: “Soy Tránsito Soto, patrón. Cumplí su encargo”.

    Alba fue soltada en un basural cerca del Barrio de la Misericordia. Esteban Trueba murió apaciblemente en los brazos de Alba, confundiéndola con Clara y a ratos con Rosa. Esteban Trueba pudo morir feliz, murmurando su nombre, Clara, clarísima, clarividente...





    ANÁLISIS DE LA OBRA

    En este libro Isabel Allende narra sus recuerdos de infancia, aquellos que poblaron la vieja casona habitada por sus abuelos, aquella que le abrió el mundo de la fantasía y el mundo de los libros. Vivió Isabel Allende los primeros momentos de la dictadura y aparece esta vivencia en la novela, así como también aparece la visión de la historia de Chile a través de las mujeres, personajes claves, que componen esas cuatro generaciones de la dinastía de los Trueba.

    ***


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    Predeterminado Re: Resumen de "La casa de los espíritus"

    A petición de algunos usuarios, les presento algunas valoraciones que se han hecho sobre esta obra. Espero que les sea util a quien lo necesite.

    LA CASA DE LOS ESPIRITUS
    Inspirada en su propia familia, es la saga de una poderosa familia de terratenientes latinoamericanos, primero en su esplendor y luego en los años de decadencia. La trayectoria de los diversos personajes, cuyas peripecias abarcan casi un siglo, acaba configurando una suerte de parábola que traspasa el marco geográfico donde se inscribe la acción prefigurando el destino colectivo de Latinoamérica.
    La casa de los espíritus nos introduce en la saga de una poderosa familia de terratenientes latinoamericanos como en un caleidoscopio de historias asombrosas, donde el tiempo no es seguido por relojes ni calendarios, donde los objetos se animan, y los fantasmas o aparecidos se sientan a la mesa y dialogan con los humanos. El pasado y el futuro se mezclan. El presente y su realidad giran como en una calesita de la vida donde todo es posible.
    La casa de los espíritus muestra un reino matriarcal, profundamente femenino. En ese reino la mujer es el pívot alrededor del cual giran la vida y la muerte, los nacimientos y el dolor por los cambios sociales. La relación entre madre, hija y nieta es muy fuerte, donde no sólo la madre protege y educa a la hija; la hija también puede desempeñar el mismo papel para con la madre. Allende parece creer en la existencia de una Madre Tierra Diosa que representa a la naturaleza femenina. La mujer, al morir, vuelve a la Naturaleza y se reincorpora a sus orígenes
    Todo se entrelaza con los acontecimientos de la época, con sus cambios y transformaciones y con las consecuencias de esas mutaciones sociales impredecibles. El esplendor primero de la familia y luego la decadencia, todo relatado en casi un siglo que trata de ser un racconto detallado del destino de toda Latinoamérica.
    Muchos de los familiares de Isabel Allende han servido de modelo para sus novelas; Clara del Valle, según confesión de la propia autora, es un personaje inspirado en su abuela, quien experimentaba con la telepatía porque no confiaba en el correo. Esteban Trueba, quien sin duda es el personaje de su abuelo, sus hijos, legítimos y naturales, sus nietos, todos siguen en la narración, aún después de muertos. Son relaciones familiares marcadas por el drama y la extravagancia que desembocan en un final feroz, que sin embargo conllevan hacia una laboriosa reconciliación.


    LA CASA DE LOS ESPÍRITUS

    La casa de los espíritus narra la vida de la saga de los Trueba, una historia en la que se entrelazan el amor, los conflictos familiares, la incomprensión y la ternura, donde cada uno de sus miembros busca su propia identidad en medio de los azarosos acontecimientos que salpican la historia del siglo XX de cualquier país de América Latina.
    En uno de estos países sin nombre, Esteban Trueba, un terrateniente severo, de carácter brusco y marcado por una profunda soledad interna, vuelve a la ciudad para acompañar a su madre en sus últimos días antes de morir, y para para buscar una esposa. Entonces reencuentra a Clara, a quien conoció cuando era apenas una tímida niña, la hermana de la hermosa Rosa, que un día fue su prometida.
    Desde que Rosa murió, Clara no había vuelto a hablar. Con poderes telepáticos y dotada de una espiritualidad que le permitía incluso mover los objetos, Clara vuelve a tomar la palabra para afirmar que es Esteban Trueba el hombre que espera, y que se casará con él.

    El matrimonio se traslada a vivir al campo, en una inmensa casa que Esteban convierte en su cuartel de operaciones políticas y Clara llena de amigos espiritualistas, artistas e intelectuales. Allí nace Blanca, independiente y rebelde, unida desde la infancia al hijo del patrón, que lucha contra los te-rratenientes y defiende los derechos de los campesinos.
    Esta historia de amor, que ya no se romperá, desata la furia de Esteban, que no duda en utilizar todas las tácticas a su alcance para luchar contra el comunismo, mientras el amante de su hija Blanca se aproxima cada vez más a la oposición socialista.

    Sin embargo, los estrechos límites en los que se desarrolla la vida de Esteban se verán desbordados por los acontecimienotos políticos que sacuden el país, por la decadencia de su hacienda y el enfrentamiento de los miembros de su familia, empeñados en trazar su propio destino lejos de la severa vigilancia del terrateniente.
    La primera novela de Isabel Allende, que pronto se convirtió en best seller y cosechó las mejores críticas en Europa y América, fue llevada al cine de la mano de actores como Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close, Winona Ryder y Antonio Banderas.
    Terra / Belén Sánchez

    LAS MEJORES NOVELAS / LA CASA DE LOS ESPIRITUS / ISABEL ALLENDE
    La exagerada y reciente Historia de Latinoamérica

    ZOE VALDES

    Isabel Allende se dio a conocer en 1982 con La casa de los espíritus, una novela que se puede adquirir mañana con EL MUNDO por un suplemento de 275 pesetas. La obra, en la que se relatan las aventuras y desventuras de una familia chilena a través de cuatro generaciones, es analizada por Zoé Valdés, quien no duda en calificarla como la gran novela latinoamericana del siglo XX. La escritora chilena valora el lugar que el libro ocupa en su trayectoria en una entrevista concedida para la ocasión y también se ofrece en estas páginas una guía para conocer a todos los protagonistas de una historia inmortalizada en su momento por el cine.

    Demoré varios años después de su publicación antes de iniciar la lectura de la novela que consagró definitivamente a Isabel Allende. Es algo que hago siempre con los libros o películas que intuyo tendrán un valor importante para mí, pocas veces asisto a un estreno sólo porque la crítica me obligue, y prefiero guardar un libro hasta tres meses o algunos años más tarde de la edición para sumergirme en su lectura. Salvo, por supuesto, cuando debo hacerlo por inminentes razones profesionales.
    La casa de los espíritus la leí después que había pasado incluso el éxito de la película. La película aún no la he visto, aunque me apetece verla no sólo por la pléyade de actrices y actores que hicieron la novela aún más célebre, sino sobre todo porque resulta inevitable que nos pique la curiosidad de comprobar si una historia tan magistralmente narrada por su autora no ha sido traicionada en la gran pantalla, siendo la propia historia fruto creador de una protagonista directa, además de que la densidad filosófica y la belleza literaria son insuperables en el texto, y constituyen claves esenciales de su capacidad de seducción, bordando delicadas y perdurables emociones en la sensibilidad y en el pensamiento del lector.
    Isabel Allende nos cuenta una gran saga familiar, la existencia de cuatro generaciones en la familia Trueba, deteniéndose con preferencia en los personajes femeninos: Nívea, Rosa y Clara, Blanca, y por último Alba; aunque a todo lo largo de la novela quien habla en los momentos trascendentales es el senador Trueba, eje central del cuerpo sustancial histórico-político en el aspecto cronológico, salvo en el final, donde la que toma la palabra es Alba, en una suerte de relevo espiritual y social.
    Esteban Trueba, el patrón, representa el autoritarismo de las clases altas de ese país, que no es otro que Chile. Sin embargo, si bien el senador Trueba es el hilo conductor de varias generaciones, Clara, su mujer, es la sonoridad telúrica de la cultura, de la imaginación, la resonancia lírica de esas mismas generaciones en su diversidad mestiza.

    Insisto en hacer hincapié en el lenguaje, ya que la novela, escrita con una limpieza excepcional, incorpora localismos que gracias a la nitidez con que la escritora asumió el tejido apretado de la obra se convierten de inmediato en universales. Creo que La casa de los espíritus es la novela por excelencia de la más reciente historia latinoamericana, donde se reflejan sin ambigüedades las hondas contradicciones entre el campo y la ciudad, la lucha de clases, las confusiones o certezas ideológicas, las diferencias.

    Aceptar las exageradas propuestas de esta multiplicidad de realidades en una novela es un riesgo que no cualquier escritor está dispuesto a asumir. Porque Isabel Allende expone los horrores de la junta militar, pero también los peligros no menos siniestros de una dictadura marxista; los personajes jamás deambularán con pasos extremistas y dislocados de un discurso a otro, viajarán por dentro de ellos con desplazamientos excesivos, eso sí, chocando con sus negaciones, trastabillando de un estado de ánimo a otro, acertando, equivocándose, viviendo el laberinto indisoluble de la duda o la verdad de los seres humanos.

    Así Pedro Tercero García, el cantautor con ideas izquierdistas irá a parar a un oscuro despacho totalitario donde para nada le valdrá la guitarra que siempre le acompañó y que le dio la celebridad en el corazón del pueblo. Sin renunciar a su pasado, éste terminará en el exilio.

    Miguel, el revolucionario, será el eterno esperado por Alba, quien encarcelada por los militares, torturada en campos de concentración, representa el sacrificio; pero lo más importante es que Alba, la redención a través de la escritura, de la palabra, es salvada por su abuelo, el anciano y desvalido senador Trueba, un lejano aunque sólido indicio de la fundación de la Tierra, en combinación con Tránsito Soto, la antigua prostituta devenida nueva rica.

    Pero el personaje que sostiene de una punta a la otra el equilibrio de la fábula se llama Clara, clarividencia constante, horizonte latente, viva y extraordinariamente fantasmal, referencia indiscutible al realismo mágico. La casa de los espíritus es una de las grandes novelas del siglo XX, por su sinceridad al traducir la complejidad de la vida en literatura, asociando espiritualidad y filosofía, realidad política y poética.

    Zoé Valdés es escritora. Entre sus obras destaca La nada cotidiana, que se publicará en esta colección.


    La casa de los espíritus
    Isabel Allende
    Es sin duda unos de los títulos más leído de la escritora chilena nacida en Lima y sobrina del que fue presidente de Chile, Salvador Allende.

    Isabel Allende combina con maestría las claves de la novela histórica con el elemento mágico ya tradicional de la literatura iberoamericana.

    El éxito de ventas de ésta su primera novela marcó la gran acogida que tuvieron sus libros posteriores, sin menoscabo de la calidad. Con La casa de los espíritus la autora rescata parte del pasado de su país a través de la historia de varias familias, donde añade apuntes autobiográficos.

    Esteban Trueba, un humilde minero que prospera a base de tenacidad y trabajo, se convierte en un terrateniente iracundo, lujurioso, que casa con Rosa, queda viudo, casa con la hermana de Rosa, Clara, y creará todo tipo de conflictos familiares por culpa de su carácter terrible.
    Como toda novela histórica que se precie, la intriga debe estar presente aunque sea en pequeña medida. Y así lo entiende y lo cumple Isabel Allende, que vio su libro llevado al cine en 1993.
    Terra - Lola Canales




    ISABEL ALLENDE
    "Mi vida es parte de lo que escribo"
    P. "Retrato en sepia" retoma los personajes de "La casa de los espíritus" e "Hija de la fortuna".

    R. No es una continuación, se puede leer en forma independiente. Pero retomo algunos personajes. La protagonista de "Retrato en sepia" es la nieta de los protagonistas de "Hija de la fortuna". Y cuando estaba escribiendo el libro, se me ocurrió que también podía tomar algunos personajes de mi primera novela, "La casa de los espíritus". Esa novela transcurre más o menos desde comienzos del siglo XX hasta los años setenta. Entonces pensé que podía unir los tres libros como una trilogía, y este último me sirvió de puente. Releer partes de "La casa de los espíritus" para poder calzarlas fue un proceso interesante. Y además, estaba forzada por lo que había dicho en la primera novela hacía veinte años.

    P. La protagonista de "Retrato en sepia" tuvo un trauma que le hizo olvidar los cinco primeros años de su vida. Cuando decide reconstruirla, aparecen estos personajes, que son parte de su pasado.

    R. Claro, ella tuvo un trauma, pero no es sólo por eso que recuerda el pasado. Su familia se encargó de borrar todo lo que tuviera que ver con el pasado. Esto fue saliendo a medida que fui escribiendo, no fue un esfuerzo conciente. Sin embargo, cuando terminé la novela, una periodista me recordó que algo muy similar había ocurrido en mi propia vida.
    Cuando yo tenía cuatro o cinco años, mis padres se separaron y mi padre desapareció de mi vida. Mi madre y mi familia se encargaron de borrar su nombre, romper las fotografías y sacar de mi vida cualquier cosa que pudiera recordarlo. Y yo crecí con esa especie de hoyo en la memoria. Eso es más o menos lo que le pasa a la protagonista, pero también se podría extender un poco más la idea y decir que es una metáfora de lo que pasó en Chile y en tantas partes, donde después del trauma de un golpe militar, la sociedad, la censura y la represión se encargaron de borrar el pasado, de cam-biarlo, de usar eufemismos, y así quedó un hoyo en la memoria colectiva.

    P. Usted no hace una diferencia tajante entre su literatura y su vida.

    R. - Uno siempre escribe sobre lo que le importa, y mi vida es parte de lo que escribo. ¿Por qué es-cribir una novela sobre California, si no es porque vivo allí? Vengo de Chile, como la protagonista de "Hija de la fortuna", y termino en California. ¿Siguiendo qué? Un amor. Ella no se había movili-zado por el oro, sino por un amor. Y eso es un poco lo que me pasó a mí. Cada uno de mis libros responde a un momento de mi vida, en que he tratado de aclarar la confusión de ese momento. "La casa de los espíritus" es sin duda una novela muy nostálgica en la que trato de recuperar el mundo que había perdido al irme al exilio. "El plan infinito" es la historia de mi marido. En realidad me casé con él para quitarle la historia, y ahora ya estoy clavada con un marido.

    P. - Escribió "La casa de los espíritus" en 1981, cuando ya estaba en el exilio.

    R. - Vivía en Venezuela. Me fui de Chile a principios de 1975. Llegamos con visa de turista, sin dinero, sin conexiones. Pero nos fuimos arreglando y vivimos allí trece años. Hice toda clase de pequeños trabajos hasta 1978, cuando conseguí entrar como administradora en un colegio. Ese fue el trabajo seguro que tuve en Venezuela. El 8 de enero de 1981 supimos que mi abuelo se estaba muriendo en Chile. Comencé esa misma noche a escribirle una carta, aunque sabía que iba a morir antes de recibirla. Y efectivamente, murió unos días más tarde. Pero seguí escribiendo todas las noches, en la cocina del departamento en que vivíamos. Así fue saliendo la novela, que se me esca-pó de las manos, porque al principio fue una carta, después una especie de crónica familiar y des-pués ya no sabía qué era. A fin de año me encontré con quinientas páginas con manchas de café, de sopa, de mantequilla.

    P. - Sé que no pudo publicarla hasta que apareció en escena la agente Carmen Ballcels, que también representa a Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y otros autores del "boom".

    R. - Le envié la novela a Barcelona, y a los seis meses ya se publicaba en Europa. Carmen lanzó muy bien la carrera de muchos escritores, pero también es cierto que había una necesidad en el mer-cado literario, por llamarlo así. España había vivido cuarenta años bajo la dictadura de Franco, con una censura tremenda. Y ella encontró a estos estupendos autores latinoamericanos y se creó ese movimiento extraordinario que fue el "boom". Yo tuve la suerte de venir después, cuando ya el ca-mino estaba pavimentado. Mi trabajo fue mucho más fácil, no tuve que conquistar a nadie.

    P. - Se dice que parte del éxito de los escritores latinoamericanos se debió al realismo mágico, que en Europa atrajo tanto.

    R. - Yo tengo nueve libros publicados y hay realismo mágico en tres de ellos. Pero la gente sigue relacionándome con el realismo mágico, no sé por qué.

    P. - ¿Pesó en su vida el hecho de llamarse Allende?
    R. - No sé si pesó, pero tuvo importancia. Fue un poco como un título de nobleza. De esto no me di cuenta hasta que salí de Chile y vi que la figura de Salvador Allende tenía una dimensión interna-cional. Era un apellido que tenía muchos ecos de muchas clases. Pienso que el interés que suscitó "La casa de los espíritus" tuvo que ver con el apellido, pero nueve libros más tarde ya no es el ape-llido lo que llama la atención. En 1982, cuando apareció la novela, todo lo que había sucedido en Chile estaba muy vigente. Había mucho interés, estábamos en uno de los momentos más atroces de la dictadura.

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  3. #3
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    Predeterminado Re: Resumen de "La casa de los espíritus"

    Me """encuentro """ en el foro...con este pequeño resumen de ""La Casa de los espíritus "" de Isabel Allende. Y de varias de sus novelas..
    Su primera novela, escrita en la cocina de su casa en miles de papeles en forma desordenada, porque fue el comienzo de una carta apara su abuelo en Chile y ella se fue ""entusiasmando"" y termina escribiendo esta épica novela que narrar los tiempos de 4 generaciones en el Chile de antes de Allende y después de él...con la dictadura de Pinochet...
    Una novela que nos hace leerla sin parar...( eso les pasa a casi todos, a los que les gustan las novelas, en que e cuentan hechos novelados, pero que fueron reales. )
    Para leer y recordar.

  4. #4
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