Hola a todos! Hace unos meses hice una pequeña historia y la pongo aquí para que puedan leerla y decirme que les parece

***CONDICIONES PARA LA PAZ***
Amanece un nuevo día en la ciudad que ha estado meses y meses sin dormir. El sol sale sin prisas, bañando de luz cualquier recóndito lugar que ha permanecido tanto tiempo en penumbra. Eso es lo que conlleva una guerra. Mientras la gente busca víctimas de la barbarie, se pregunta si este ha sido el fin de un ayer, y si algún día conseguirán llegar al mañana. Varios meses escondidos, y ahora salen de sus escondites, buscando algo con lo que sujetar los pilares de su país; buscando algo con lo que sepultar los restos de un pasado, los recuerdos que perduraran en sus mentes aunque hagan el esfuerzo en olvidarlos. Buscando a cada persona por su nombre, recontando los supervivientes; así comienza el nuevo día. Yair y Zulema saben bien que del sufrimiento a la desesperación hay una línea muy delgada de separación, y ellos están a punto de atravesarla.
Han encontrado su cuerpo, despojado de toda vida, bañado en su propia sangre y en sangre de su propia patria. Somos conscientes de que una guerra es un crimen, pero más criminal es la persona que arrebata la vida de quien posee más inocencia: la de un niño.
Se escuchan llantos, gritos y maldiciones. Una vez más la guerra se ha llevado vidas inocentes, en este viaje se ha llevado a Khalil, hijo de Yair y Zulema. Ahora lo único que les queda es ese pequeño papel. Un papel lleno de esperanzas; un papel hecho con la mayor ilusión del mundo, la ilusión de un niño; un papel ensuciado de dolorosos recuerdos en un refugio bajo tierra; un papel que Khalil defendió con su propia vida, guardándolo bajo sus ropas, cerca de su pecho. Un papel cuyo precio fue alto… demasiado alto.
“1 SEMANA ANTES”
Nos situamos en un pequeño refugio, está lejos del centro de la ciudad. Yo soy Khalil, tengo 11 años. Esta mañana encontré esta pequeña libreta y decidí escribir en ella. Siempre me ha gustado escribir, cuando iba a la escuela sacaba notas muy buenas en mis redacciones; hoy hace 7 meses que no he pisado mi clase, 7 meses que no veo a mis compañeros, me pregunto si estarán vivos… La vida desde entonces se ha hecho muy difícil. Somos muchos aquí dentro y la comida comienza a escasear ¿cuánto más durará esto? Se oyen rumores entre estas paredes, hay gente que dice que la guerra va a acabar, pero hay otros que dicen que esto nunca terminará. Estoy harto de vivir así, ya lo he pensado; lo tengo decidido: voy a escribir lo que yo creo serán las condiciones para la paz entre ambas regiones. Si se las hago llegar a los soldados seguramente entenderán que esta guerra es un malentendido y bajaran las armas. ¡Es perfecto! Mis padres se sentirán orgullosos de mi: Khalil, el niño que acabó con la guerra; suena bien ¿no? A veces a los mayores hay que echarles un cable, si nos escucharan más a menudo… A menudo no se escuchan ni entre ellos, ayer mismo mis padres le dijeron a mi tío Adam que no saliera del refugio, pero él no hizo caso. No ha vuelto, mis padres me han dicho que se ha ido a un sitio mejor, seguramente está hacia el norte, donde no se oyen caer las bombas, pero no entiendo porque mis padres lloran, ¿será la alegría de que mi tío a podido escapar? La verdad, no lo sé, no entiendo eso que dicen de “toque de queda”, y que hay soldados fuera que no dejan salir; quizás mi tío era amigo de ellos y le dejaron. Entonces ya sé, cuando vaya a entregar mi papel escrito le diré a los soldados que soy sobrino de Adam, su amigo.
Así bien, escribiré aquí mis condiciones para la paz:

"Señores soldados, soy Khalil y he encontrado la solución al problema de la guerra. Es muy sencillo, lo único que se tiene que hacer para acabar con esto es conseguir que en las calles podamos jugar los niños y podamos ir a la escuela durante los días de cada día. Que intentemos reírnos de nuestras diferencias en vez de llorar o enfadarnos por ellas. Todos podemos conseguir nuestras metas e ilusiones, solo hace falta en nuestros corazones un poco de amor aliñado con una pizca de esperanza. Unidos podemos conseguirlo. Sólo tenemos que aprender a ser mejores personas."

Aquella noche Khalil aprovechó aquel silencio que no había escuchado desde hacía 7 meses, un silencio que invadió el refugio dejando dormir a todas aquellas personas demacradas por la falta de sueño desde hacía tanto tiempo.
Al amanecer se oyó un disparo. Yair y Zulema despiertan sobresaltados y pueden ver que Khalil no está en su cama. Con el corazón en un puño salen del refugio. Saben que la guerra acabo durante la madrugada, pero se llevó a su última víctima. Amanece un nuevo día en la ciudad que ha estado meses y meses sin dormir…