Lo gracioso es que el yo o el ego, éste que reclama por el existir, por el mal funcionar del mundo, por sus derechos y libre albedrío, se fue formando en el camino, no tenía existencia previa. Se es primero células, herencia, un poco de accidentes, respuestas automáticas, adiestramiento... después se es individuo. No hay nada que reclamar respecto al origen, es algo natural, como la lluvia. O bien tomar como una membrecía gratuita.
Marcadores