Descubre tu tipo de piel

Como ya sabemos existen diversos tipos de piel, aunque quizás no sepas con exactitud cuál es la tuya, así pues ¡vamos a descubrirlo.

Lo primero que debemos hacer es limpiar bien la cara y relajarla un ratito, ahora ya estamos preparadas para mirarnos bien al espejo.

Piel normal: Si tu piel tiene un aspecto sano y terso, no tienes poros abiertos, ni manchas, granos, puntos negros o acné.

Piel grasa: Presenta poros dilatados, espinillas o barros, y sueles tener la cara brillante.

Piel mixta:También puede ocurrir que tengas una piel grasa en la frente, nariz y barbilla, y en el resto de la cara una piel normal.

Piel seca-grasa:Si tienes la piel fina con pequeños poros, aunque sin puntos negros, y notas en ocasiones tirantez.
Piel seca-húmeda: Si por el contrario si que tienes puntos negros y notas una piel grasienta en frente, nariz y barbilla.

Piel envejecida: Cuando existe una gran sensación de sequedad, comiencen a aparecer arrugas e incluso manchas en los párpados y las sienes.

Piel sensible:es aquella que aunque de apariencia normal, tiende a la sequedad, se irrita con bastante facilidad y hasta se puede llegar a observar pequeñas venitas en la zona de la nariz.


A continuación, pequeños consejos de cómo cuidar cada tipo de piel. Lo primero que debes saber es que existen diversas causas que influyen negativamente en ella, como son pocas horas de sueño, las tensiones o preocupaciones, el tabaco, el alcohol, una mala alimentación, tomar poca cantidad de agua, e incluso llevar una vida excesivamente sedentaria; por el contrario, será beneficioso que tomemos al menos dos litros de agua al día, así como abundantes frutas y verduras.

Cuidado para cada tipo de Piel

Piel normal
Aunque es la piel más agradecida, deberemos limpiarla a fondo una vez a la semana, tanto rostro como escote y cuello, aplicando después una mascarilla durante 10 minutos, y retirando esta última con un pañito humedecido en agua caliente.

Piel grasa
Deberás evitar los dulces, el embutido y las especias fuertes, pues favorecen la aparición de granos. Te conviene una alimentación rica en minerales. Una vez a la semana deberás aplicarte un peeling, -pero que sea de grano pequeño, para evitar que éstos penetren en los poros-, después de limpiar tu rostro deberás aplicarte una crema exfoliante de 5 a 15 minutos. Tras el peeling , aplícate una máscara facial con efecto regenerador durante 20 minutos.

Piel mixta
Una vez al mes deberás hacerte un peeling por todo el rostro, exceptuando el contorno de los ojos, con una duración de 5 a 15 minutos, tras ésto, aplícate una máscara facial relajante y limpia tu cutis con la leche limpiadora; la mascarilla deberás utilizarla 2 veces a la semana. También para tu cutis es muy tonificante el zumo de manzana.

Piel seca-grasa
Mira de evitar la calefacción, el aire acondicionado y las luces de neón, tanto como te sea posible. Deberemos hacernos un peeling una vez al mes con una crema exfoliante rica en sustancias grasas; 2 veces a la semana utilizaremos una mascarilla con base de crema durante 20 minutos, que también deberemos utilizar tras el peeling, después aclararemos con abundante agua caliente.

Piel seca-húmeda
Hazte un peeling cada 3 semanas, con un exfoliante rico en sustancias grasas, y una mascarilla 2 veces a la semana.

Piel envejecida
Sería conveniente que en otoño e invierno enriquecieras tu piel con ampollas hidratantes regeneradoras o de vitaminas, aplícalas siempre después de la limpieza de cada noche. Deberás hacerte un peeling una vez al mes con una crema exfoliante rica en grasas y una mascarilla facial de 20 minutos, dos veces por semana.

Piel sensible
Debes protegerla todo lo que puedas del frío y el viento. Puedes hacerte un peeling suave y graso, cada 2 meses, seguido de una mascarilla de crema regeneradora, a los 20 minutos deberás limpiar bien tu rostro. También puedes aplicarte una mascarilla hidratante durante 20 minutos, dos veces por semana.

Fuente: Delamujerelportal.com