El lobo y la princesa

[oaguero]

El lobo y la princesa

Lobo, viejo lobo solitario. Caminas y caminas por la gélida estepa, por angostos y escarpados senderos de la vida desde hace ya muchos crudos y largos inviernos.
Tu única compañera, la soledad, tu único refugio, la noche, tu único consuelo, tus lejanos recuerdos, si es que acaso conservas alguno.

Triste caminaba el lobo, desterrado, despojado de todo cuanto una vez tuvo (que fue mucho y de lo que ya no queda nada), pero sin detenerse, siempre hacia delante ...jamás anduvo sobre sus propias huellas.

Caminaba en la oscuridad, caminaba bajo la lluvia, y sus patas sobre el fango helado...caminaba.
Caminaba, caminaba, siempre caminaba...pero, ¿hacia dónde?... ¿Dónde está tu norte lobo? Si hace ya muchísimas lunas que perdiste tu brújula, tu estrella Polar. ¿Por qué sigues caminando? ¿Qué buscas, lobo?

Frío, hace frío, y te cala en los huesos, en el cerebro, pero sobre todo en lo más profundo de tu alma, que de tanto y tanto frío se ha vuelto frágil, como de cristal helado, que podría romperse en mil pedacitos con un simple suspiro.

Silencio, tremendo y pavoroso silencio en la noche sin luna que te daña los oídos, únicamente roto por tus quejumbrosos aullidos.

-Oh! Lobo! ¡Mirad, una luz en el horizonte!-

Y él la miró, levantó sus orejas, afinó su hocico,y aun sin esperanza alguna, se encaminó hacia ella.
La lluvia era tan intensa que casi cegaba, pero la luz continuaba allí, blanca, como una estrella, como un faro entre la espesa niebla del mar.
Y fue acercándose el cansado animal, aún receloso, desconfiado.

Llegó a un enorme castillo en lo alto de una colina, cruzó el foso de agua helada y se encaramó al puente. Rasgó con sus pezuñas el portalón, una y otra vez. Por fin oyó pasos...
...una especie de duende le abrió, y con un gesto le indicó que pasara. Contempló bajo el quicio de la puerta el interior del castillo aún con suspicacia; volvió a mirar al duende, quien le asintió con la cabeza.

Por fin se decidió a atravesar el umbral. Se encaminó hacia unas largas escaleras de pulido mármol, con balaustrada de oro y más de cuatrocientos peldaños que subió uno a uno.
Llegó a la puerta de una estancia custodiada por dos soldados perfectamente uniformados, inmóviles, con sus brillantes yelmos y doradas armaduras quienes le abrieron las puertas.

Al fondo...oh! Dios! se frota los ojos con sus pezuñas...una hermosa princesa sentada junto al fuego, vestida con sedas y satén morados. Mirada dulce, gesto complaciente.

-Acercaos lobo- dijo con la más angelical voz que jamás había escuchado la bestia. Y él se acercó muy despacito, bajando las orejas como un sumiso perrito. Llegó hasta ella quien le miró con una profunda y cálida mirada de ojos pardos, apacible, reconfortamte.
Y el animal se extrañó mucho de que aquella frágil dama no tuviese miedo de su aspecto fiero ni de sus blancos y afilados colmillos.

-Descansad lobo, aquí, junto al calor de las brasas-
Él la miró y se tumbó a sus pies. Ella extendió su mano y le acaricio su largo pelo.

-Lobo, vuestra soledad ha terminado, vuestro largo camino bien merece un descanso. Quedáos conmigo, seréis mi fiel servidor. Deberéis cuidar de mí y me defenderéis de malvados, bestias y dragones-

Asintió con la cabeza el animal, y allí, tumbado a su lado, al calor del fuego, descansó.

Desde aquella noche el lobo durmió siempre junto a su Princesa, con un ojo abierto y otro cerrado.

Desde aquella misma noche se acabó la soledad, el hambre y el frío, sobre todo el de su alma.

Desde aquella bendita noche, el lobo encontró su verdadero sendero en la vida, su norte, su estrella Polar...
SU PRINCESA DE OJOS PARDOS

[tulipan]

Que lindo cuento corto... Felicitaciones Oscar, muy buena eleccion, gracias por compartirlo!

La Tulipan... Con los pies en la tierra vengo yo!!!

[masoja0382]

Muy pero muy bueno

[Carolina Azucena]

TE MERECES UN 10.

[diego84]

Enhorabuena...felicitaciones, tienes un excelente dominio del lenguaje y de la imaginaciòn.

[alcatraz]

lindo...nunca lo habia leido... me encanto.