A veces es bueno enfadarse , liberarnos de toda la rabia que sentimos hacia una situación o hacia nuestra pareja cuando no se comporta como queremos o esperamos de ella. Una liberación controlada de nuestros sentimientos no es negativa, al contrario, pero debemos siempre controlar esas descargas. Si podemos exteriorizar todo aquello que nos perturba o nos molesta, seguramente podremos arreglarlo con más facilidad sólo porque lo compartimos. Y después de un enfado, de una situación tensa donde hemos descargado adrenalina, nuestro cuerpo es capaz de relajarse y de escuchar o analizar el origen de ese enfado.
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