Propongo que hagamos viajes culinarios por nuestros países, que describamos los platillos más sabrosos de nuestras regiones, ciudades o provincias. que nos digas cómo es la gastronomía de tu páis.
Aquí es muy variada y es que no hay un sólo México, sino muchos Méxicos. Esta nación es un mosaico de culturas, lenguas, tradiciones, cosmovisiones y... gastronomías.
Cada región cocina distinto, cada una de las 33 entidades (32 estados y el Distrito Federal) tiene sus propias recetas y su forma de preparar platillos que tienen el mismo nombre.
Por ejemplo el mole, tenemos el rojo de Puebla, el verde de Morelos, el amarillo, el coloradito y el negro de Oaxaca. Este último, sin duda, el el más sabroso con ese sabor entre picante y dulce que tradicionalmente se sirve con guajolote (pavo) aunque se puede con pollo. Este es, dicen los expertos, el más mestizo de los platillos mexicanos, pues se prepara con varias especies de chile, chocolate, tortilla quemada, nueces, almendras y muchos otros ingredientes provenientes de América, Europa y Asia.
Tenemos el pozole, preparado en todas partes con un maíz especial (cacahuazintle), carne de cerdo y chile. Al servir se agrega cebolla, rábano, lechuga y orégano. También hay de colores, rojo, verde y blanco. En la costa se le agregan mariscos, en Guerrero le ponen chicharrón y mucha variaciones más. Dicen por ahí que los antiguos mexicanos, los Aztecas, usaban este caldo de manera ritual para comer carne humana, la de los muertos en sacrificio y que cuando los españoles trajeron el cerdo se dieron cuenta (los mexicas) de que el sabor era parecido al de la carne humana.
En fin, falta hablar de los tamales, los dulces, el pan, los quesos, las bebidas, los mariscos... y lo que ustedes quieran agregar.
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