RodolfoCarmona
16/02/2002, 13:54
Remuevo el café de media tarde,
aspiro al calor de un buen habano
sentado en el salón en que me abandono
al refugio azul de tu recuerdo.
Es hora de hablarte de lo nuestro,
de abrirnos la ventana sin vacíos.
Apartando los reproches a un lado
y el dolor punzante que dejaste.
Prometo no decirte que te amo.
Prometo dejar dejar en el armario el desaliento.
Prometo cumplir lo que te dije.
Que bien te va. Qué bueno.
Yo aquí, ya ves, en el destierro,
haciendo aún el esfuerzo de olvidarte.
aspiro al calor de un buen habano
sentado en el salón en que me abandono
al refugio azul de tu recuerdo.
Es hora de hablarte de lo nuestro,
de abrirnos la ventana sin vacíos.
Apartando los reproches a un lado
y el dolor punzante que dejaste.
Prometo no decirte que te amo.
Prometo dejar dejar en el armario el desaliento.
Prometo cumplir lo que te dije.
Que bien te va. Qué bueno.
Yo aquí, ya ves, en el destierro,
haciendo aún el esfuerzo de olvidarte.