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Ver la versión completa : Reemplazo especulativo y ejecución



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
09/03/2019, 07:50
“Así una intención del alma se dice causa universal, porque es un signo predicable de varios; y también se dice singular, porque es una cosa y no varias cosas” (Guillermo de Ockham, Suma de lógica)

En la cocina de casa hay tres cafeteras de distinto tamaño sobre la encimera. “Estorban mucho, las voy a cambiar de sitio”, ha comentado mi mujer. A lo que he respondido, “habrá que ver dónde las quieres poner, piensa que la ocupación del espacio no se corresponde con su abstracción y pensamiento”. Me ha mirado irónicamente, y ha hecho una broma sobre mis especulaciones espaciales en la cocina, a lo que he contestado, “tú ríete, pero la ejecución del espacio es algo que la sola especulación jamás podría determinar (*)”.

(*) El pensamiento espacial carece primeramente de una posición vacía (**), sin que el espacio sea ocupado. Una vez el espacio es ocupado, no antes, puedo, de alguna manera, abstraerlo y manejarlo a mi antojo (***).

(**) El vacío no es una afectación de la nada, como pretender quitar algo que no haya. El espacio no se alcanza sino estando ya en él. El espacio es algo que está (****), dicho directamente y sin demoras, puesto.

(***) Las posibilidades del antojo no son infinitas, no se pueden extender sin un límite positivo, a saber, directamente opuesto. El espacio no deja de seguir un impulso a ser incansablemente realizado (*****), esto es, una y otra vez. Si dejase de serlo, en lo que insiste la especulación, el impulso se alcanzaría inductiva y dialécticamente, en esencia, sin una posición primera.

(****) No se trata de una posición que se alcance, no está sujeta a reemplazo; su no ser sólo es segundamente y con esfuerzo.

(*****) La realización está fija y, su consecuencia, asegurada. No sería, por tanto, en el vacío, sin tener nada delante (******).

(******) La dificultad de dar contenido a una idea abstracta, estar preparado para lo que no viene consigo, está en reconocer las especies negativas de las que depende y que su actividad, incondicionalmente, atraviesa (*******); lo negativo, así visto, es un momento sin permanencia, destinado a pasar.

(*******) La fase negativa no es inmediatamente consciente, sino que llegar a ella exige esfuerzo de una mediación (********). La mediación, sin embargo, y, asimismo, no resuelve el problema con el que carga, sino que lo reemplaza repitiendo su defecto formal: en esencia, hace depender lo negativo de una raíz "positiva" sin nada propiamente "negativo" que lo complique.

(********) El esfuerzo implica, más o menos lentamente, cansancio, esto es, un opuesto con el que se relaciona dialécticamente, satura el haber de su disposición. La capacidad resolutiva del esfuerzo no es, por lo general, consciente de lo menos inmediato. Su conciencia de sí, por decirlo de esta manera, el enlace consigo misma, espera lo más próximo e inmediato, y niega lo más distante, justamente, la dialéctica que el esfuerzo no reconoce hasta que se topa con ella y la niega como fin, el último término desde el que vuelve a empezar (*********).

(*********) Una positividad imprescindible para que el moviminto siga siendo sin cesar.