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Ver la versión completa : Renovación y reemplazo, satisfacción de la espera



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
02/02/2019, 08:58
“Pero el juicio de la gente común no comprende gran cosa de la desesperación, así (por no citar más que un caso que, si se lo comprende bien, hace entrar a millares de millones de hombres en el rubro de la desesperación), lo que la mayoría no ve es, precisamente, que una forma de la desesperación consiste en no estar desesperado, en ser inconsciente al respecto” (Sörel Kierkegaard, La enfermedad mortal)

Matices emotivos como los gestos tienen la expectativa de ser vistos. No son señales expresivas, no indican qué le pasa a uno, sino que se mandan prioritariamente al otro. Los gestos son señales dirigidas al otro en las que el “yo”, tal y como se conoce, no tiene, en principio, protagonismo; su papel es, contrariamente, secundario e histórico, titubeante e inesencial.

Hablar de estar dirigidos hacia el otro puede tomar la cuestión de la orientación en un sentido demasiado literal. No es una dirección hacia él como cuando te estoy mirando, que, al mirarte, te veo (*). La intención en la expectativa de la mirada no está íntima y primeramente vinculada con la vista sino en una fase tardía y aparente (**); esto es, en la expectativa de la mirada se espera ver algo independientemente de qué se ve; hay una selección de objetos al margen de su solución dialéctica, lo que se ve al mirar debiera haberse visto desde el principio y, dicho irónicamente, antes de la mirada, sin recurrir a la incertidumbre de su concepto.

(*) Que antes de mirarte te tenga que ver no es una proposición vacía de la que podría prescindir la especulación (***). La falta de contenido de las proposiciones tautológicas, que insisten en decir, como se dice, dos veces lo mismo, no debiera pasarse por alto. Las proposiciones evidentes son las que más reflexión exigen, de las que más debiéramos dudar y sospechar; no son una pérdida de tiempo reflexivo. Antes bien, semejante simplicidad y univocidad indica, antes de nada, una profunda insensibilidad ante un problema primero.

(**) La "mirada", tal y como la uso, es una figura de la reflexión, un apoyo especulativo; no obstante, sigue un modelo básico que muy rara vez cambia, si no nunca.

(***) La mirada no se produciría de no haber vista, ver es más primario que mirar; la mirada extiende la vista, en cierto modo, la reemplaza plegándose y concentándose, limita su extensión.