RodolfoCarmona
29/12/2001, 12:57
Soñe con una despedida.
Tres abrazos en la noche,
tres sollozos de un adios que se consuma.
Amistad que se deshace en su ternura
como hielo antártico en un oleaje de diario.
¡Como hinca sobre el pecho su puya de roble,
su estoque mortal y taurino, la vida!
En este teatro de burlas y de ñaque
es complicado y hermoso encontrar un amigo.
Por eso duelen tanto las partidas.
Se me queda el rostro envejecido
-este acontecer destroza el corazón como un sablazo-.
No sé decir adios.
No quiero decir adios, amigo.
Abrázame.Es demasiado oscura esta estación
y está Londres con los ojos cerrados y amarillos.
Estos versos para hacerte recuerdo, presente, estallido.
Estos versos que son diez años sin creernos.
Estos versos que son una batalla ganada a la memoria.
¿Te acuerdas, Kareem, cuando el sol salía en tu pintura,
cuando el sol dejó de ser un verso,
para ser nosotros cada día?
Tres abrazos en la noche,
tres sollozos de un adios que se consuma.
Amistad que se deshace en su ternura
como hielo antártico en un oleaje de diario.
¡Como hinca sobre el pecho su puya de roble,
su estoque mortal y taurino, la vida!
En este teatro de burlas y de ñaque
es complicado y hermoso encontrar un amigo.
Por eso duelen tanto las partidas.
Se me queda el rostro envejecido
-este acontecer destroza el corazón como un sablazo-.
No sé decir adios.
No quiero decir adios, amigo.
Abrázame.Es demasiado oscura esta estación
y está Londres con los ojos cerrados y amarillos.
Estos versos para hacerte recuerdo, presente, estallido.
Estos versos que son diez años sin creernos.
Estos versos que son una batalla ganada a la memoria.
¿Te acuerdas, Kareem, cuando el sol salía en tu pintura,
cuando el sol dejó de ser un verso,
para ser nosotros cada día?