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Ver la versión completa : Potencia negativa



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
29/08/2018, 05:20
“Si resistimos a nuestras pasiones, ello se debe más a su debilidad que a nuestra fuerza” (De La Rochefoucauld)

A pesar de la propensión de la mente a lo positivo (*), a reconocer algo que es, la mente tiene también una inclinación a lo negativo (**), cierta capacidad de rechazo. Hay potencias que se mantienen en una base negativa, como la del cansancio físico o el emocional (***); su potencia no pasa y deja de ser, sino que se renueva y actualiza su poder.

Algunas negaciones que no dejan de ser mantienen su carga a pesar de la insistencia dialéctica por invertirla. El cansancio de un deportista después de una carrera o el de una pareja después de una discusión no son los mismos que el de quien tiene asma o pasa por un divorcio. Algunas potencias negativas no son relativas a los valores positivos, sino que tienen, por ellas mismas, valor negativo; son "negativos positivos", inmediatos y con valor permanente; el valor positivo no converge en ellos, no es recíproco, sino que les es extraño, no les toca.

(*) La propensión a la sensibilidad no pasa primeramente por un contraste sin tenerlo, de alguna manera, resuelto; el contraste, podríamos decir, no es indiferente, sino que tiene preferencias, se inclina hacia un lado; el contraste se ciñe a los valores que la sensibilidad repite, es en ellos. Esto es, la sensibilidad no se quita ni se pone por abstracción.

(**) Una inclinación que, habitualmente, exige esfuerzo para hacerse consciente. Así sin más, naturalmente y sin esfuerzo, la causa no se relaciona con el efecto.

(***) No obstante, lo físico no se reconoce como se reconoce lo emocional. No es lo mismo estar físicamente cansando que emocionalmente cansado. El cansancio emocional no se advierte con signos visibles, sino por medio de empatía y siendo partícipes de los estados sentimentales de los demás. Si no fuese así, si pudiéramos conocer lo que siente el otro sin, de alguna manera, sentirlo uno mismo, conoceríamos sin objeto, no habría qué conocer; y si conociésemos los estados emocionales de los demás por signos visibles (****), serían referencias sin sentido a las que debiera dar impulso la arbitrariedad del hábito.

(****) El mundo emocional se puede considerar sensible, pero es una sensibilidad con un discurso distinto del de la generalidad sensible a la que estamos más dispuestos: los sentidos. El mundo físico produce sensaciones; el emocional, sentimientos (*****). No se podría llegar a la sensibilidad emocional por medio de los sentidos; las emociones requieren un nivel más complejo, un cauce distinto que no está disponible para el otro.

(*****) Algunos idiomas tienen expresiones como "sentimientos sensibles" y "sensibilidad sentimental", lo que, en el mejor de los casos, permite una reflexión inferior, al nivel del lenguaje, en esencia, irreflexiva. Sin embargo, la reflexión emocional no es en el lenguaje si no lo es primeramente en el sentimiento.