ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
14/07/2018, 07:30
“Omnis determinatio est negatio” (Spinoza)
Los momentos más reflexivos son imprevisibles. La capacidad reflexiva, llegado cierto punto, se excede en su reflexión, se satura; los extremos no convergen.
La no convergencia de los extremos se podría considerar una proposición negativa sintética (*). Lo negativo, que va de afuera a adentro (**), no al revés, es inherente al proponer, impone una dialéctica contrapuesta a sí misma.
(*) Uso conscientemente terminlnología kantiana. Dicho intuitivamente quiere decir negar se corresponde "representativamente", a distancia con el ser; la cosa es anteponiéndole artificialmente un "no", su afectación. No hay nada, en puridad, que sea de ese tipo. Es, contrariamente, algo a lo que se llega, su composición.
(**) Es el movimiento primario de lo negativo, lo que es. No hay negación sin oposición (***), sin qué negar. El ser es primeramente, afirmativamente; sólo segundamente, no es.
(***) Sin embargo, la negación y la oposición no son lo mismo. La negación es una oposición más compleja, esto es, con más recorrido, y más determinada. En cierto modo, la oposición es más especulativa que la negación.
Los momentos más reflexivos son imprevisibles. La capacidad reflexiva, llegado cierto punto, se excede en su reflexión, se satura; los extremos no convergen.
La no convergencia de los extremos se podría considerar una proposición negativa sintética (*). Lo negativo, que va de afuera a adentro (**), no al revés, es inherente al proponer, impone una dialéctica contrapuesta a sí misma.
(*) Uso conscientemente terminlnología kantiana. Dicho intuitivamente quiere decir negar se corresponde "representativamente", a distancia con el ser; la cosa es anteponiéndole artificialmente un "no", su afectación. No hay nada, en puridad, que sea de ese tipo. Es, contrariamente, algo a lo que se llega, su composición.
(**) Es el movimiento primario de lo negativo, lo que es. No hay negación sin oposición (***), sin qué negar. El ser es primeramente, afirmativamente; sólo segundamente, no es.
(***) Sin embargo, la negación y la oposición no son lo mismo. La negación es una oposición más compleja, esto es, con más recorrido, y más determinada. En cierto modo, la oposición es más especulativa que la negación.