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Ver la versión completa : La superficialidad e incoherencia de los “diez mandamientos” del Decálogo



oswaldo8553
04/06/2018, 12:34
Los “diez mandamientos”, también conocidos como el Decálogo, son considerados por muchos en el judaísmo y el cristianismo como pilares de la ley del Viejo Testamento, la cual fue ordenada por ángeles bajo al comando de Jehová.

El Decálogo Incluye instrucciones como adorar solo a Jehová y guardar el día de reposo, así como también prohibiciones en contra de la idolatría, asesinato, robo, deshonestidad y adulterio.

Sin embargo, si observamos bien, concluiremos que los diez mandamientos son muy superficiales, si los comparamos con los mandamientos que Jesús dio en su evangelio.

A pesar de ser tan enaltecido por cristianos y judíos, los mandamientos del decálogo no difieren mucho de cualquier código de ética y buena conducta, existente en cualquier organización religiosa o filantrópica de todo el mundo.

Por su parte, los mandamientos que Jesús dio a los hombres, exhortan para que ellos tengan actitudes morales y de carácter dignas del Dios Padre verdadero, cuya esencia básica es el amor.

Además de la superficialidad, hay mucha incoherencia entre lo que Jehová prescribió en sus mandamientos y las actitudes que tomó a lo largo de la historia.

Jesús dijo que recibió del Padre los mandamientos que retransmitió a los hombres. Ahora bien, si los mandamientos que Jesús recibió del Padre son diferentes o exceden los mandamientos ordenados por los ángeles a mando de Jehová, se sigue que las fuentes no son las mismas, es decir, Dios Padre no es lo mismo que Jehová.


http://www.meldestilado.oswnet.com/pagina3.htm


http://www.iabr.oswnet.com/la_superficialidad_e_incoherencia_de_los_diez_mand amientos_del_decalogo.pdf


http://www.iabr.oswnet.com/page_04.htm


http://www.meldestilado.oswnet.com/la_superficialidad_e_incoherencia_de_los_diez_mand amientos_del_decalogo.pdf

oswaldo8553
06/06/2018, 17:06
Por ser más fáciles de cumplir, los "diez mandamientos" generan soberbia y presunción en aquellos que los cumplen, juzgando que eso es suficiente para agradar a Dios y considerarse discípulo de Jesucristo. Sin embargo, Pablo dice en Efesios 2: 8 y 9 que somos salvos por la gracia, por medio de la fe; y eso no viene por nuestros méritos, pues es don de Dios. Tampoco viene de las obras que hicimos o por el cumplimiento de la ley, para que nadie se gloríe.

En efecto, honrar a padre y madre, no matar, no cometer adulterio, no robar, no levantar falsos testimonios y no mentir ni siquiera deberían ter sido prescritos como “mandamientos de Dios”, pues es lo mínimo que se debería exigir para cualquier buen ciudadano, sea él monoteísta, politeísta, agnóstico o ateo.

Al referirse a uno de los mandamientos del Decálogo, Jesús dijo así en Mateo 5:21y 22: Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio.

Es importante observar que al decir “Oísteis que fue dicho a los antiguos“, Jesús no identificó el autor del mandamiento, lo que significa que lo que cualquiera podría haber enunciado ese mandato. Si Jesús admitiese que su Padre era el autor del mandamiento, por supuesto que no lo dejaría en “anonimato”, como lo hizo.

Además, al decir … Pero yo os digo Jesús dio un mandamiento diferente y mucho más digno que el banal mandamiento que Jehová dio en su Decálogo. “No matar” es un mandamiento muy superficial, que cualquier sociedad civilizada exige de sus ciudadanos, y el que transgredirlo por cierto sufrirá las penalidades consecuentes de su acción.

Esa es más una prueba que Jehová no es lo mismo que el Padre, pues Jesús no reiteró el mandamiento de Jehová, sino que dio su proprio mandamiento que él recibió de Dios Padre.


http://www.iabr.oswnet.com/page_04.htm


http://www.iabr.oswnet.com/la_ley_del_viejo_testamento_no_ha_sido_dada_por_di os_padre_sino_por_angeles.pdf

oswaldo8553
07/06/2018, 11:57
Los que defienden los mandamientos dados por Jehová citan un texto que está Lucas 18:20, donde un joven preguntó a Jesús cómo él podría tener la vida eterna, y Jesús le dijo: “Sabes los mandamientos: no adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre", que son algunos de los diez mandamientos. El joven respondió diciendo que todo aquello él había guardado desde su juventud.

Entonces Jesús le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Pero el joven oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

Esto significa que los mandamientos del Decálogo de Jehová son extremamente superficiales, no requiriendo nobleza de carácter de sus seguidores. A su vez, los mandamientos de Jesús exigen actitudes corajosas y de renuncia, basadas en los principios de amor y misericordia que Jesús recibió de su Padre.

Los fariseos obedecían rigurosamente la ley de Jehová del Antiguo Testamento, pero eso no les proporcionó ningún elogio a ellos por parte de Jesús. Por el contrario, fueron llamados "raza de víboras" y personas que "cuelan el mosquito pero tragan el camello" (Mateo 23:24).

Otro texto en que Jesús parece ratificar la ley del Antiguo Testamento y los mandamientos de Jehová es Mateo 5:17, donde Jesús dijo: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Sin embargo, yo entiendo que al hacer esa declaración, Jesús no estaba aprobando la ley del Antiguo Testamento, sino diciendo que esos mandamientos superficiales son sólo reglas con un mínimo de conducta moral, que deben ser exigidas de cualquier persona que convive en medio de una la colectividad, siendo ella laica o no.

Así que, por ejemplo, fue dicho en séptimo mandamiento del Decálogo: No adulterarás, mientras que Jesús dijo en Mateo 5:28 que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Esto significa que los mandamientos de Jehová son la “puerta ancha” y el “espacioso camino”, mientras que los mandamientos de Jesús son la “puerta estrecha” y el “angosto camino”, que Jesús mencionó en Mateo 7:13 y 14.

Cumplir mandamientos superficiales de Jehová, así como guardar días y fiestas religiosas, circuncidarse, no matar, no adulterar y otros más, es la tarea fácil. Lo difícil es cumplir los mandamientos de Jesús, que exigen renuncia y amor al próximo.

En el Viejo Testamento, apenas el pecado efectivo era reprobado. A su vez, en el Nuevo Testamento, la intención del corazón ya es suficiente para caracterizar el pecado, lo que torna las personas todavía más dependientes de la gracia e perdón de Dios Padre.