ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/04/2018, 07:17
En un libro que leí hace tiempo, un conocido y respetado sociólogo decía que, por aquel entonces (*), la modernidad no había logrado “colonizar” la sexualidad, hacerse con su espacio y resolver el conflicto por el que hay intimidad.
Se refería, por un lado, a que la sexualidad y su pulsión eran demasiado fuertes, y, por otro, a que, hasta entonces, no habían surgido formas de hacerse con el espacio que la sexualidad ha ocupado hasta ahora y, salvo que la humanidad haga como quería Schopenhauer (**), seguirá ocupando.
Así pues, me pregunto por qué espacio "des-ocupado" por la sexualidad sería ocupado, activamente, por otra cosa o actividad.
(*) El libro al que me refiero fue escrito en los años 80 del siglo XX. Entonces, no se sabía el importantísimo peso sociológico que han tenido las nuevas tecnologías (***), lo bien que nos hemos amoldado a ellas y la falta de extrañeza con la que las admitimos. En los años ochenta, no asaltaban imágenes pornográficas en los pocos ordenadores que había. En todo caso, la pornografía, por más artificial que sea, se sirve de impulsos naturales, y en tanto ésto, su colonización no llega a término, esto es, a ser colonizada sin una no-colonización.
(**) Mucha de la moderna teoría sociológica estaba influida por el psicoanálisis. Freud no reconoció nunca del todo la influencia de Schopenhauer, aunque sí la importancia que daba el filósofo a los procesos inconscientes, más orgánicos e instintivos. En este caso, no hablo de Freud, sino de Schopenhauer. En el libro no se hacía referencia, en momento ninguno, a quien defendiera una especie de imperativo por el que los hombres dejasen de mantener relaciones sexuales para terminar con la humanidad (****).
(***) Se intuía muy indeterminadamente, sin claridad; se podía especular con el avance tecnológico, pero no se esperaba la acogida y el sitio que ha surgido para él. Algunos pensadores sostuvieron, ciertamente, una actitud muy crítica al respecto, pero, según mi parecer, no sabían a qué se referían sino, como digo, demasiado indeterminadamente.
(****) El viejo cascarrabias recomendaba algo que, al menos en su juventud, no practicó (*****). La sexualidad, sin embargo, va mucho más lejos que practicar sexo.
(*****) Se le ha tenido, con cierta razón, por hipócrita. Ahora bien, la debilidad del filósofo no desdice ni ensombrece tantas de las verdades de las que hablase.
Se refería, por un lado, a que la sexualidad y su pulsión eran demasiado fuertes, y, por otro, a que, hasta entonces, no habían surgido formas de hacerse con el espacio que la sexualidad ha ocupado hasta ahora y, salvo que la humanidad haga como quería Schopenhauer (**), seguirá ocupando.
Así pues, me pregunto por qué espacio "des-ocupado" por la sexualidad sería ocupado, activamente, por otra cosa o actividad.
(*) El libro al que me refiero fue escrito en los años 80 del siglo XX. Entonces, no se sabía el importantísimo peso sociológico que han tenido las nuevas tecnologías (***), lo bien que nos hemos amoldado a ellas y la falta de extrañeza con la que las admitimos. En los años ochenta, no asaltaban imágenes pornográficas en los pocos ordenadores que había. En todo caso, la pornografía, por más artificial que sea, se sirve de impulsos naturales, y en tanto ésto, su colonización no llega a término, esto es, a ser colonizada sin una no-colonización.
(**) Mucha de la moderna teoría sociológica estaba influida por el psicoanálisis. Freud no reconoció nunca del todo la influencia de Schopenhauer, aunque sí la importancia que daba el filósofo a los procesos inconscientes, más orgánicos e instintivos. En este caso, no hablo de Freud, sino de Schopenhauer. En el libro no se hacía referencia, en momento ninguno, a quien defendiera una especie de imperativo por el que los hombres dejasen de mantener relaciones sexuales para terminar con la humanidad (****).
(***) Se intuía muy indeterminadamente, sin claridad; se podía especular con el avance tecnológico, pero no se esperaba la acogida y el sitio que ha surgido para él. Algunos pensadores sostuvieron, ciertamente, una actitud muy crítica al respecto, pero, según mi parecer, no sabían a qué se referían sino, como digo, demasiado indeterminadamente.
(****) El viejo cascarrabias recomendaba algo que, al menos en su juventud, no practicó (*****). La sexualidad, sin embargo, va mucho más lejos que practicar sexo.
(*****) Se le ha tenido, con cierta razón, por hipócrita. Ahora bien, la debilidad del filósofo no desdice ni ensombrece tantas de las verdades de las que hablase.