tutifruti
01/01/2018, 10:17
DIVAGANDO
Las fiestas ya casi se han terminado.
Faltan los regalos del día de Reyes. Se sigue todavía la tradición, pero ha quedado muy diluida por las interferencias de otros países. Ahora muchos de los regalos se dejan al pie de un árbol lleno de luces. Pero convenía que las vacaciones escolares los niños se distrajeran de alguna manera. Creo que fue éste el motivo principal por lo que muchos aceptaron este adelanto de regalos.
La mayoría sin embargo se resiste todavía a meter casi a la fuerza la innovación de Papa Noel, o Santa Claus.
Sea como fuere la cuestión es que los días festivos se van pasando. Unos aceptan alegres el cambio y los más reticentes lo acomodan repartiendo los regalos en dos días.
Las amas de casa metidas muchas horas en la cocina.
También esto ha cambiado, cada vez hay más familias que optan por desplazarse a un restaurante. En muchas ocasiones es porque las familias van aumentando y las viviendas no. Prácticamente no hay espacio para todas las personas, faltando incluso algo tan poco valorado como pueden ser las sillas.
Ir de restaurante es un descanso para el ama de casa. Lo que se pierde en intimidad y sabor navideño, lo gana la mujer que desde años estos días son sin dudarlo los más ajetreados.
Este año a mí particularmente me ha tocado vivir el día festivo dedicado a la reunión familiar quedarme en casa por motivos de salud. Nada importante por suerte, pero sí lo suficiente, como para quedarme en mi casa, alejada de toda la familia que desde hace muchos años la dedican a encontrarse, por lo menos este día todos los hermanos, tíos sobrinos nietos y parejas de los nietos, total más de 20 personas, que no caben en ningún domicilio. Total
El teléfono móvil se ha convertido en el corre ve y dile familiar, Nos han ido mandando fotos, de ellos, de la comida servida en una larguísima mesa. Uno de los hijos trae gorros rojos, que los demás se encasquetan, dando a la vista una sensación de alegría y buen humor.
Este año me ha tocado vivirlo a distancia. Ya estoy mejor, pero pensando nostálgicamente en otros años, en el momento de brindar deseando a todos los concurrentes lo mejor de la vida.
Mentalmente brindé con ellos delante de la foto que mandaron.
Otro año será pensé.
En fin… cosas que la vida nos trae aunque no lo queramos,
Enero 2018
Las fiestas ya casi se han terminado.
Faltan los regalos del día de Reyes. Se sigue todavía la tradición, pero ha quedado muy diluida por las interferencias de otros países. Ahora muchos de los regalos se dejan al pie de un árbol lleno de luces. Pero convenía que las vacaciones escolares los niños se distrajeran de alguna manera. Creo que fue éste el motivo principal por lo que muchos aceptaron este adelanto de regalos.
La mayoría sin embargo se resiste todavía a meter casi a la fuerza la innovación de Papa Noel, o Santa Claus.
Sea como fuere la cuestión es que los días festivos se van pasando. Unos aceptan alegres el cambio y los más reticentes lo acomodan repartiendo los regalos en dos días.
Las amas de casa metidas muchas horas en la cocina.
También esto ha cambiado, cada vez hay más familias que optan por desplazarse a un restaurante. En muchas ocasiones es porque las familias van aumentando y las viviendas no. Prácticamente no hay espacio para todas las personas, faltando incluso algo tan poco valorado como pueden ser las sillas.
Ir de restaurante es un descanso para el ama de casa. Lo que se pierde en intimidad y sabor navideño, lo gana la mujer que desde años estos días son sin dudarlo los más ajetreados.
Este año a mí particularmente me ha tocado vivir el día festivo dedicado a la reunión familiar quedarme en casa por motivos de salud. Nada importante por suerte, pero sí lo suficiente, como para quedarme en mi casa, alejada de toda la familia que desde hace muchos años la dedican a encontrarse, por lo menos este día todos los hermanos, tíos sobrinos nietos y parejas de los nietos, total más de 20 personas, que no caben en ningún domicilio. Total
El teléfono móvil se ha convertido en el corre ve y dile familiar, Nos han ido mandando fotos, de ellos, de la comida servida en una larguísima mesa. Uno de los hijos trae gorros rojos, que los demás se encasquetan, dando a la vista una sensación de alegría y buen humor.
Este año me ha tocado vivirlo a distancia. Ya estoy mejor, pero pensando nostálgicamente en otros años, en el momento de brindar deseando a todos los concurrentes lo mejor de la vida.
Mentalmente brindé con ellos delante de la foto que mandaron.
Otro año será pensé.
En fin… cosas que la vida nos trae aunque no lo queramos,
Enero 2018