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Ver la versión completa : La maleta roja



tutifruti
28/12/2017, 15:02
Primera parte


Salía a la misma hora. El recorrido era siempre el mismo, no muy lejos del lugar donde había pasado la noche, existía una plazoleta no demasiado grande, con muchas sillas ancladas en el suelo, dispuestas de manera que aunque fueran varias personas, podían estar agrupadas, o si lo preferían buscaban las que sólo habían dos lugares para sentarse, y si tenía la precaución de dejar la bolsa de mano que llevaba, sabía por experiencia que nadie invadiría su intimidad.


A aquellas horas tempranas, se cruzaba con muchas personas que estaban paseando sus mascotas. Los miraba con disimulo, para asegurarse que dejaban limpio el lugar. Aunque existía un sitio vallado para perros, se dio cuenta que la mayoría de las personas no entraban allí, preferían caminar libremente por la plaza.


Miró de reojo su maleta roja que había depositado en el suelo, la tenía muy cerca, con la intención de que si algún desaprensivo quisiera robársela, él, siempre podría intentar evitarlo, al precio que fuera.


Le entraba un sudor frío sólo de imaginar, que le podían sustraer aquel pedazo de su vida. Porque ya había llegado a la conclusión, que aquella maleta roja contenía todas sus pertenencias. No eran gran cosa, pero era lo único que le quedaba.


Una vez tuvo una familia. Ahora sólo tenía aquella maleta donde guardaba celosamente sus cosas. Se la quedó mirando como si su mirada fuera un potente rayo láser que pudiera atravesar y pudiera ver lo que tenía allí dentro.


Cada noche lo repasaba antes de dormir. Y después tenía una pequeña cadena, que se aseguraba que le quedara bien cogida a su muñeca, ni demasiado larga ni demasiado corta lo justo para poder moverse con cierta comodidad.


En aquella gran sala, donde pasaba la noche, nadie se preocupaba de nadie. Sólo estaban pendientes de no perder lo único que poseían.


Aquel era el peor momento del día. Verse en un lugar de acogida para personas que como él, lo habían perdido todo.


Primero fue el trabajo. Luego…no podía decir que a su familia, porque nunca la tuvo. Había estado en contacto con varias mujeres, pero su relación siempre duró muy poco. De sus padres tenía un vago recuerdo. Peleas, gritos, insultos y finalmente una separación. No se sentía unido a ellos, al contrario el único recuerdo que le dejaron fue sentirse abandonado a su suerte desde muy joven.


Con las mujeres fueron unos contactos carnales que nada tenían que ver ni con una familia, ni con una estimación. Salió de su pueblo natal, con la esperanza de formar algo parecido a un grupo familiar, creía que en cuanto encontrara trabajo, todas las cosas le saldrían redondas, pero no sucedió nada de esto.

tutifruti
29/12/2017, 14:57
De repente se encontró en una gran ciudad completamente desconocida, que no lo acogía con cariño, al contrario le mostraba su lado más hostil. La gente corría de un lado a otro sin prestar atención a nada que no fueran ellos mismos. El amigo que le sugirió el traslado en busca de un trabajo digno, no le pudo conseguir el puesto laboral prometido.

Con esta circunstancia no contaban. Tenían plena confianza en que en alguna empresa lo contratarían, pero no era un hombre de grandes estudios, lo más básico era su carta de presentación, y debido a ello, no lo acogieron en aquella fábrica, donde se suponía serviría como jornalero para acarrear arriba y abajo las mercancías. Le aseguraron que si había alguna vacante, se lo haría saber.

Y ahora estaba pagando las consecuencias. El amigo, no resultó serlo, se desentendió amablemente, pero lo dejó en la estacada, aduciendo que las cosas en pocos meses habían cambiado considerablemente, los trabajos escaseaban, y no podía ofrecerle ni una triste habitación para dormir, que era lo que él, cándidamente había supuesto que sucedería.

Ambos se conocían de tiempo atrás, porque coincidieron en la recolecta de uva, en una plantación. Allí hablaron de esa gran ciudad, donde esperaban aposentarse y vivir cómodamente.

Volvió a mirar su maleta roja. Allí estaban todas sus posesiones. Llevaba encima la documentación, y en la maleta con ruedas, la escasa ropa que tenía.

Ciertamente en aquellos momentos se sentía hundido. Sólo atinaba a sentarse en aquella plaza, que al principio del día estaba completamente vacía. Meses atrás se sentaba en una de las sillas, y se alzaba el cuello del anorak, porque hacía frío, ahora al cabo de dos meses, el clima había cambiado bastante, por las mañanas aún se dejaba sentir una temperatura baja, pero en cuanto el sol empezaba a bañar los edificios, se iba caldeando. Como no tenía nada mejor que hacer, se dedicaba a observar las sombras de los árboles que se reflejaban alargadas, y que a medida que pasaban las horas, los tonos oscuros iban variando de forma y de tamaño. No le hacía falta mirar el reloj para saber la hora. Aunque hubiera querido, no lo hubiera podido hacer, ya que fue de lo primero que se desprendió. Con el escaso dinero que le dieron por él, pudo desayunar unos días, sin tener que recurrir al que llevaba bien escondido. Era poca cosa, pero lo suficiente para no perder por completo la dignidad.

Un día siguió a un hombre, que como él, parecía andar solo por aquella enmarañada urbe, llevaba consigo una bicicleta, a la que había añadido un carrito de cuatro ruedas, adornándolo con una banderita de tela azul, que ondeaba inquieta al viento mientras él, pedaleaba. Le indicó que cerca de la plaza había unos comedores para gente sin techo, donde les daban algo caliente para desayunar, y luego pasadas unas horas, les ofrecían una comida. Y los que se prestaban a ello, tenían durante un cierto tiempo un lugar para dormir.

Aunque se sentía incómodo, tuvo que aceptarlo. Después de pasar dos noches a la intemperie que lo dejó completamente hundido, decidió aceptar el lugar para dormir.

Se sentía completamente defraudado, lo que estaba viviendo no tenía nada que ver con lo que esperaba que sucediera. Maldijo el momento en que depositó su confianza en el amigo, que le había ofrecido un plan de vida más o menos digno.

Debido a esta gran decepción, ahora se había encerrado en sí mismo, y dejaba que las horas pasaran lánguidamente. Ni tan sólo se dedicaba a mirar a los transeúntes que circulaban por la plaza, todos le parecían tan deshonestos como lo había sido su mal etiquetado amigo.

La única solución que le quedaba era volver a sus orígenes. Pero no tenía el valor de volver y enfrentarse a quienes lo conocían. Imaginaba que todos le mirarían con sorna.

Se dio cuenta que nunca había gozado de grandes amistades. Quizás éste fuera uno de los motivos por los que en su momento huyó de su pequeño pueblo, alardeando que iba en busca de una mejor vida, y sobre todo daba por seguro que se ganaría bien el sustento. Por lo menos eso fue lo que ocurrió en el campo de vides donde trabajó de sol a sol durante unos meses. Gracias a esto no estaba en la completa miseria, pero no tenía suficiente, para poder pagarse una pensión, por humilde que fuera. El dinero lo llevaba encima y muy escondido, por el miedo a que le robaran, incluso cuando iba a pernoctar, lo llevaba dentro de la ropa interior.

Se decía a sí mismo que eso no era vida. Pero no sabía cómo salirse del hoyo que él mismo había cavado.

Nunca tenía que haber salido de su pequeño pueblo natal, pero entonces le parecía de lo más aburrido, y la perspectiva de ir como bracero a la recolección de uvas en el país vecino, aunque desconociera su lengua le parecía atractivo. De esta manera dejó pasar unos años de su juventud.

Ahora sentado en la silla de la plaza de la gran ciudad repasaba minuciosamente lo que habían sido los últimos meses de su vida. Se dejó engatusar por su amigo – ahora comprendía que no merecía este nombre – pues un amigo aunque su vida también fuera precaria, no te deja abandonado a tu suerte. Hubiera dormido en el suelo, pero bajo un techo, sin necesidad de acudir a los servicios sociales. El, también tenía su dignidad, y verse en aquel lugar, donde todos estaban igual o peor que él mismo, le produjo una sensación de amargura que no sabía cómo describir.

Ya no tenía remedio, lo hecho, hecho estaba. No había marcha atrás.

Suspiró mientras veía pasar por delante a un perro, probablemente sin dueño, iba husmeando en busca de comida. Lo vio cómo se paraba ante la fuente, tuvo muy claro que quería beber agua, pero no tenía la posibilidad de abrir el grifo. Sintió pena por el animal. Se levantó y empujó hacia dentro el émbolo metálico, hasta conseguir que manara agua. El animal bebió ansioso. Luego le miró agradecido.

Si hubiera tenido algo de comida, no hubiera dudado en dársela. Recordó cuando era niño, que allí donde vivía, a los perros no se les trataba con tanta consideración como en la gran ciudad, allí dormían en el granero, si tenían suerte de que lo hubiera, o bien acurrucados el lado de la puerta de entrada de la casa, soportando las inclemencias del tiempo, sin que a nadie eso le importara.

El perro le siguió hasta su silla, sin duda esperando algo de comida.
Lo miró detenidamente, no sabría decir de qué raza era. No estaba demasiado sucio, por lo que supuso era recién abandonado. De pronto comprendió que a él, le sucedía casi lo mismo. Buscaba desesperadamente además de comida, un poco de atención, de afecto, cosa que parecía impensable en aquella mole de asfalto y coches que ensordecían al pasar rápidos por las calles. Eso era una gran ciudad. Coches y asfalto, semáforos y gente que circulaban como manadas, en cuanto cambiaba a verde la luz.

Y de repente pareció que se hizo la luz en su cerebro.

Volvería al lugar del que nunca tenía que haber salido. En cuanto hubiera comido su plato caliente del día, emprendería el retorno. Ciertamente con el rabo entre las patas, como aquel pobre perro, que en cuanto se levantó, no se le ocurrió nada mejor que seguirle.

Calculó el dinero que le quedaba, pensando si tendría suficiente para pagar el viaje de retorno, y que le quedara algo para afrontar lo más necesario.

Al llegar a la estación lo hizo acompañado del perro. Él ya lo había previsto, por lo que de su comida separó un poco de pan, con el que rebañó el plato. Se lo dio, y el can se arrimó a él, buscando con su cabeza una caricia. Llegó a la estación y preguntó el precio del billete, y le dijeron, que tenía que pagar un plus por el animal.

Miró el dinero que había separado y tenía en su mano, con pena se dio cuenta que no alcanzaba para pagar los dos billetes, le faltaba algo para alcanzar el importe. Era muy poca cosa. Y en aquellos momentos no podía hurgar dentro de su ropa interior para buscar lo poco que le faltaba.

El hombre que estaba tras él, fue quien consciente más o menos de la situación. Le dio lo poco que necesitaba, aduciendo que el tren estaba a punto de llegar, y no podía perder más tiempo.

Le dio las gracias. Sintió un alivio enorme al comprobar que aún quedaban personas buenas. Descubrirlo fue realmente fascinante. El mundo le pareció mucho mejor que antes.

Cuando se fue de su pequeño pueblo, iba solo con su maleta roja, ahora emprendía el camino de regreso, con su maleta y un perro.

Se autosugestionó que no volvía derrotado. Tampoco volvía rico, como había presumido tiempo atrás. Simplemente volvía a sus orígenes.

tutifruti
01/01/2018, 14:14
EL REGRESO
La mascota

Cuando subió al tren buscó un lugar donde quedara al abrigo de miradas indiscretas, tenía la sensación que era objeto de un minucioso examen por parte de los pocos viajeros que iban cómodamente sentados. La mayoría enfrascados en sus asuntos. Alguno con la cabeza apoyada en el cristal, con los ojos cerrados. Él se quedó muy cerca de la puerta obligando al can a sentarse junto a su maleta.

Tenía el pensamiento revuelto, lleno de imágenes vividas antes de su partida. En estos momentos le parecía que hacía un siglo que salió del lugar a donde se dirigía. Recordaba la fuerza interior que le obligó a salir de lo que llamaba rutina aburrida. Quería ser otro hombre. Quería despertar admiración a las personas que tuviera delante. Tener dinero suficiente para poder permitirse un capricho de vez en cuando.

Cabizbajo se dijo, que no consiguió nada de lo que había soñado durante años. Al quedarse sin familia fue cuando se decidió a dar aquel gran paso. Mal vendió la casa en la que había vivido con sus padres, y partió a un país extraño, donde los rumores decían que se podía ganar bien la vida, durante la recolección de la uva. Y fue cierto. Pero aquello duraba poco tiempo. Allí les daban incluso un lugar donde vivir.

Pero aquello no dejaba de ser una rutina, tanto o más pesada de aquella que había huido meses atrás. Con una diferencia en aquellos momentos no se sentía un inútil, un don nadie, era un hombre que trabajaba y podía incluso ahorrar algún dinero.

Allí conoció a mucha gente que como él mismo buscaba un respiro a sus aspiraciones. Aquel a quien confió algo de su vida se ofreció para ayudarle si iba a la gran ciudad pero todo se vino abajo.

No tuvo esa habitación que le ofreció en un principio, porque encontró a alguien en mejores condiciones económicas, y ante el dinero, nadie escapa a su brillo.

El único dinero que le quedaba era el justo para poder desplazarse, y pagarse algo de comida, por lo menos una vez al día, y aunque le costara un esfuerzo enorme, volver del lugar del que salió años atrás.

Hizo una pausa en sus recuerdos. Miró al perro que dormitaba a su lado. Le acarició la cabeza, y en correspondencia a aquel gesto, movió la cola enérgicamente.

Cuando llegó a su destino era mediodía, y un sol abrasador inundaba la estación. Fue el único pasajero que se bajó en aquel pequeño pueblo. Estaba completamente desierto. Pasó por delante de las taquillas y estaban cerradas. Entonces le vino a la memoria que aquella estación al no tener una gran afluencia de viajeros, sólo las abría una hora antes de la partida del tren. Durante todo el día solamente salían dos trenes, uno por la mañana temprano y otro a media tarde. Igualmente las llegadas eran dos, la que había bajado él, y la otra ya anochecido.

Le llamó poderosamente la atención, el silencio reinante. Acababa de dejar el bullicio de la gran ciudad, y lo de ahora le parecía algo imposible. Salió a la calle y tuvo que ponerse la mano como visera, porque el sol le deslumbraba. Rogaba para que no apareciera nadie y fuera reconocido. No le apetecía nada tener que dar explicaciones de su vuelta.

Llegó hasta donde había sido su hogar. Desde fuera la casa parecía no haber cambiado en nada, las mismas manchas de la pared, le hicieron recordar, que mientras fue su inquilino, dejaba para mejor momento darle una capa de cal blanca. Por lo visto a quien se la vendió años atrás, seguía el mismo camino. Las ventanas tenían los postigos cerrados, cosa habitual, para impedir que el calor de la calle se colara dentro de la vivienda.

Caminó con paso lento y cansino hasta el local destinado a albergar a los ciudadanos en todas las reuniones importantes, donde se servía bebidas y café.

Con el corazón latiéndole desacompasadamente entró en el lugar sintiendo acto seguido, la frescura y la oscuridad que reinaba allí dentro. Se vio reflejado en el gran espejo del fondo, y entre las botellas de licor puestas en orden en una estantería, pudo ver su imagen. Se había dejado barba, acuciado por las circunstancias, no podía permitirse el lujo de permanecer demasiado tiempo en los lavabos de los servicios sociales donde había pasado los últimos meses. Suspiró aliviado, puesto que estaba seguro nadie le reconocería. La figura que le miraba, pensó que no tenía nada que ver con su persona. El muchacho que le atendió, tampoco le era conocido, y este detalle le hizo sentir mucho mejor.

Pidió por favor que le pusieran en algún recipiente un poco de agua para el perro, mientras preguntaba si podía quedarse en el local, con el animal. El chico, se encogió de hombros diciendo que como no había nadie más, podía tenerlo a su lado, pero que si entraba alguien en aquel momento y no le apetecía tener a un perro como compañero, debería tenerlo fuera.

Hubiera querido preguntarle muchas cosas, pero se abstuvo. Se bebió el café con leche, y partió en dos el bollo que había pedido, dándole al can su parte.

Salió del lugar, tras haber visitado los aseos. Los habían pintado recientemente, haciendo desaparecer todas las inscripciones y dibujos obscenos que había tiempo atrás. Él fue uno de los que contribuyó en su momento a embadurnar aquellas paredes.

Mientras volvía al calor sofocante de la calle, su pensamiento estaba metido de lleno en calcular cuánto tiempo le duraría el escaso dinero que poseía. Apenas nada, el viaje en tren había disminuido bastante su poder adquisitivo.

Nada había cambiado en el lugar.

Sin darse cuenta sus pasos le llevaron otra vez hasta su antigua casa, tenía la esperanza de encontrar a alguien, para pedir trabajo, cuando la vendió, ahora le parecía que hacía un siglo pudo sacar más dinero del previsto, porque en la parte trasera tenía unos metros de tierra para poder cultivar lo indispensable para comer. De niño en su casa nunca faltaron los frutos del huerto, su padre lo trabajaba, pero de eso casi ni lo recordaba, su padre murió siendo él un niño, y su madre y él mismo trabajaban sin descanso para subsistir. Guardaba de aquellos años una tristeza enorme.

La misma tristeza que ahora le invadía. Se preguntaba dónde estarían los vecinos, alguno quedaría de sus tiempos adolescentes, pero el pueblo parecía un lugar abandonado.
El ruido de la puerta de la que había sido su casa, le obligó a mirar sin disimulo hacia allí.

Caracolamarina
02/01/2018, 11:24
¡¡Hola tutifrutti!! ...Buenos días...En Córdoba todavía...entro al foro en locutorio...Veo tus post...Como me voy hoy en la noche parto...llego mañana 6.30 am...a Buenos Aires...Así que en casa te leeré con calma...y "" buena letra"...me alego, muchoooo querida amiga, que estes por acá...y escribas...
Será un placer leerte, cuando llegue a casa....
Cariños...ABRAZOS DE AÑO NUEVO...( TODAVÍA SE PUEDE JEJEJEJEJEJE ).....
Saludos y saludines para todos ...los "" silenciosos"" y para los que dicen....

tutifruti
02/01/2018, 14:02
Me gusta que vuelvas. Y tenías mucha razón, SILENCIOSOS hay muchos, muchos más que de los que DICEN. Un abrazo y desearte un buen viaje.

Caracolamarina
03/01/2018, 13:30
¡¡hOLA TUTIFRUTTI!! DE NUEVO POR ACÁ...EN LA CIUDAD ENORME Y BULLICIOSA...

ME ENCUENTRO CON ""SORPRESAS"" ALGUNOS DE ELLAS...ME DEJAN DE plop plop...( la del Foro me deja con tres PLOP Anécdotas...) Escribí allí pidiendo mesura...Veremos que pasa...

La otra sorpresa es muy buena...A mi nieto Andrés le darán la ciudadanía en Chile por tener madre y abuelos chilenos...la ley de allá lo dice...Eso es lo mejor...Jessy empieza esta semana a hacer todos los trámites...que le pedirán.

Así que, por ese lado de los trámites, mi hija los podrá hacer todos los que piden.

Bue...tal como te dije...Hoy leo tu relato, que esta MUY BUENO...Has retratado a un ser depresivo y triste de la mejor manera...sus soliloquios y sus formas son tal como se dan estos caracteres...
Mejor todavía ...porque has escrito la correlación de la trama.
FELICITACIONES..querida amiga...Un placer enorme leerte...

Bue...por acá hay mucho que hacer...así que Nos vemos...Nos leemos.
Saluditos y cariños para ti...

tutifruti
04/01/2018, 08:26
Me alegro mucho por las buenas noticias que cuentas. A veces la vida se porta bien.
Y también me alegro que te guste mi relato. Poco a poco iré subiendo la historia. Besitos

tutifruti
05/01/2018, 07:26
Salió una mujer que llevaba unpañuelo en la cabeza, al estilo árabe, en la gran ciudad también las veíacircular, y allí no le llamaba la atención, pero aquí sí que lo hizo. Cuandovendió su propiedad, desde luego no fue a personas de otra cultura. Lasiguió con la mirada, pero se mantuvo a una distancia prudencial. Estabaindeciso, su idea en un principio era la de pedir alojamiento a cambio detrabajar el huerto, pero no contaba con tropezarse con una mujer con una maneratan diferente de enfocar la vida. Había escuchado muchas historias cuandoestuvo en la barema, y también algún comentario de las personas que como éliban a los comedores sociales. Los comentarios casi nunca eran a su favor.

Se acordó de lo reticente quehabía estado para ir a parar a aquel lugar, pero ahora se alegraba de ello,puesto que consiguió alimentarse, sin gastar apenas nada. De esta manera aúnposeía algo de dinero.

Recorrió el pueblo sinencontrar a nadie que pudiera reconocerlo. Necesitaba pensar en la manera deabastecerse de comida y dónde pasar lanoche.

Se fue directo hasta loscampos de árboles frutales situados a un kilómetro escaso del núcleo urbano.

Buscó una sombra, y apoyado enun tronco dejó vagar el pensamiento. Oía el murmullo del pequeño riachuelo, queno siempre levaba agua, que ahora discurriera tranquilamente, le llevó a laconclusión que había llovido recientemente.

El perro, olisqueaba todo loque tenía a su alcance, cuando le vio sentado en el suelo, se dispuso adescansar a su lado. Se pasó la mano por la tupida barba. Después alzó lamirada y se fijó en los frutos que tenía a su alcance. Por lo menos no sequedaría en ayunas.

Se quitó la chaqueta la doblóy la puso sobre la maleta a modo de almohada. Necesitaba tener la menta biendespejada, para poder planificar su vida de ahora en adelante.

Al estar en contacto tandirecto con la naturaleza, le hizo recordar los días pasados en la recolecciónde uvas. –de esto todavía no había transcurrido ni un año desde que lodejara- El dueño de la plantación en laque había trabajado durante tres temporadas, les dijo a la mayoría de losjornaleros, que deberían buscarse otramanera de ganarse la vida, argumentando que habían llegado unas máquinasespeciales, que cambiaba por completo la manera de recolectar las vides. El capatazse quedó con un número exiguo de personal. Y aquí empezó el declive de su vida.

Mientras estuvo en aquellugar, tenía dinero y alojamiento. Ciertamente que el trabajo era muy duro,pero tenía sus compensaciones. Era joven y corpulento y no se le daba nada mallas relaciones con las mujeres. No buscaba nada serio, por lo que se limitaba asaciar sus necesidades. Ni se había planteado nunca buscarse una novia. Reconoció que tampoco era demasiado fogoso,ya que no tenía la urgencia de muchos de los hombres que estaban allí, y quehacían muchos viajes a la ciudad en busca del placer carnal.

Llegó a la conclusión, que sino encontraba trabajo allí, no le quedaría más remedio que ir al pueblo máscercando en su busca. Pero lo que peor se presentaba era sin dudarlo la casidesertización del pueblo. Seguro que la mayoría habían hecho lo mismo que tuvoque hacer él. Buscarse la vida en otro lugar. Parecía un pueblo fantasma.

Cuando se quedó huérfano, pasóunos días con unos parientes lejanos a los que casi ni conocía, se dio cuentaenseguida, que era una carga para ellos. Ese fue el motivo por lo que salió deallí repleto de esperanzas y buenos deseos. Cuando les dijo que quería probar fortuna en otrolugar, sus parientes, no le pusieronningún inconveniente. Sólo lerecomendaron que vendiera la casa donde había vivido, para no tener que ir porel mundo sin un poco de dinero. Le acompañaron y fueron ellos mismos los quehicieron todos los tratos. Ya era mayor de edad, y pudo firmar los documentosde la venta. Siempre tuvo la sensación, que respiraron aliviaos, el día que loacompañaron hasta la estación.

¿Cuántos años habíantranscurrido?

Quizás fueran diez. Y en este tiempo se había convertido en un serintrovertido. No le gustaba nada formar parte de los grupos que todas las noches se reunían,fuera donde fuera. Había estado en varias plantaciones y en todas, las manerasde proceder eran las mismas. Era consciente que no supo hacer grandes amigospor su carácter taciturno, y cuando por fin se decidió a abrir su alma a uncompañero al que conocía desde tiempo atrás, confió demasiado en él, se creyó apies juntillas todo lo que le explicaba de vivir en una gran ciudad, en la quele decía que tenía un pequeño piso,ofreciéndole una habitación. Sus charlas sobre esta cuestión, le daban alas asu poca imaginación, y llegó a creer de verdad que su lugar estaba en el sitioque tan bien le describía su compañero – ahora ya sabía que no podía nombrarlocomo amigo- Demasiado tarde se diocuenta de aquel fracaso.

Los meses que pasaron desdeque dejó la pequeña vivienda, fueron en verdad los más amargos de su vida. Todoacabó cuando su supuesto amigo conoció a una mujer y la llevó al pequeñodomicilio. Allí estaba de más, simplemente sobraba, se cumplió el refrán de quedo son compañía y tres son multitud. Tan sólo le dio dos semanas para buscarsedonde dormir. Casi se le estaba agotando el dinero que había conseguido ahorrardurante los años de trabajo. Se hizo el firme propósito de dejar apartado lo imprescindible, para poder subirse a untren y marcharse de aquella gran ciudad, llena de gente que parecía ignorartodo lo que no fueran ellos mismos.

Una de tantas decepciones quela vida le iba proporcionando.

Y ahora sentado bajo lafrondosa copa de un árbol, su pensamiento rebuscaba con premura, lo que teníaque hacer.

En un arranque de buen humorpensó que debía ponerle un nombre a aquel perro, que como él mismo estabaabandonado a su suerte. Cada vez que compartían lo poco que comía, le decía“Toma”. Y pensó que era un buen nombre.

Dijo Toma en voz alta, y elcan saltó sobre sus rodillas en busca de algo que comer, pero esta vez no teníanada. Miró hacia arriba y el frutal tenía unas manzanas que parecían estar ensu punto. Se levantó perezosamente, y cogió una, la restregó en su camisa, ymordiéndola le ofreció un trozo al perro.

Con este gesto se sintióseguro. En muchos meses por primera vez comprendió que estaba en el buencamino. Su vida empezaba de nuevo. Se armaría de valor y buscaría trabajo, enel campo siempre había cosas para hacer. Desbrozar de malas hierbas, re*****frutos. Lo difícil sería encontrar un lugar donde pasar las noches.

Volvería a su antigua casa,poniéndose en contacto con la gente que ahora vivía allí. Si no lo habíanderruido, en el fondo del huerto había un pequeño lugar de madera, donde seguardaban los aperos de labranza, lo recordaba de cuando era niño.

tutifruti
05/01/2018, 07:29
[Salió una mujer que llevaba un pañuelo en la cabeza, al estilo árabe, en la gran ciudad también las veía circular, y allí no le llamaba la atención, pero aquí sí que lo hizo. Cuando vendió su propiedad, desde luego no fue a personas de otra cultura. La siguió con la mirada, pero se mantuvo a una distancia prudencial. Estaba indeciso, su idea en un principio era la de pedir alojamiento a cambio de trabajar el huerto, pero no contaba con tropezarse con una mujer con una manera tan diferente de enfocar la vida. Había escuchado muchas historias cuando estuvo en la barema, y también algún comentario de las personas que como él iban a los comedores sociales. Los comentarios casi nunca eran a su favor.

Se acordó de lo reticente que había estado para ir a parar a aquel lugar, pero ahora se alegraba de ello, puesto que consiguió alimentarse, sin gastar apenas nada. De esta manera aún poseía algo de dinero.

Recorrió el pueblo sin encontrar a nadie que pudiera reconocerlo. Necesitaba pensar en la manera de abastecerse de comida y dónde pasar la noche.

Se fue directo hasta los campos de árboles frutales situados a un kilómetro escaso del núcleo urbano.

Buscó una sombra, y apoyado en un tronco dejó vagar el pensamiento. Oía el murmullo del pequeño riachuelo, que no siempre levaba agua, que ahora discurriera tranquilamente, le llevó a la conclusión que había llovido recientemente.

El perro, olisqueaba todo lo que tenía a su alcance, cuando le vio sentado en el suelo, se dispuso a descansar a su lado. Se pasó la mano por la tupida barba. Después alzó la mirada y se fijó en los frutos que tenía a su alcance. Por lo menos no se quedaría en ayunas.

Se quitó la chaqueta la dobló y la puso sobre la maleta a modo de almohada. Necesitaba tener la menta bien despejada, para poder planificar su vida de ahora en adelante.

Al estar en contacto tan directo con la naturaleza, le hizo recordar los días pasados en la recolección de uvas. –de esto todavía no había transcurrido ni un año desde que lo dejara- El dueño de la plantación en la que había trabajado durante tres temporadas, les dijo a la mayoría de los jornaleros, que deberían buscarse otra manera de ganarse la vida, argumentando que habían llegado unas máquinas especiales, que cambiaba por completo la manera de recolectar las vides. El capataz se quedó con un número exiguo de personal. Y aquí empezó el declive de su vida.

Mientras estuvo en aquel lugar, tenía dinero y alojamiento. Ciertamente que el trabajo era muy duro, pero tenía sus compensaciones. Era joven y corpulento y no se le daba nada mal las relaciones con las mujeres. No buscaba nada serio, por lo que se limitaba a saciar sus necesidades. Ni se había planteado nunca buscarse una novia. Reconoció que tampoco era demasiado fogoso, ya que no tenía la urgencia de muchos de los hombres que estaban allí, y que hacían muchos viajes a la ciudad en busca del placer carnal.

Llegó a la conclusión, que si no encontraba trabajo allí, no le quedaría más remedio que ir al pueblo más cercando en su busca. Pero lo que peor se presentaba era sin dudarlo la casi desertización del pueblo. Seguro que la mayoría habían hecho lo mismo que tuvo que hacer él. Buscarse la vida en otro lugar. Parecía un pueblo fantasma.

Cuando se quedó huérfano, pasó unos días con unos parientes lejanos a los que casi ni conocía, se dio cuenta enseguida, que era una carga para ellos. Ese fue el motivo por lo que salió de allí repleto de esperanzas y buenos deseos. Cuando les dijo que quería probar fortuna en otro lugar, sus parientes, no le pusieron ningún inconveniente. Sólo le recomendaron que vendiera la casa donde había vivido, para no tener que ir por el mundo sin un poco de dinero. Le acompañaron y fueron ellos mismos los que hicieron todos los tratos. Ya era mayor de edad, y pudo firmar los documentos de la venta. Siempre tuvo la sensación, que respiraron aliviaos, el día que lo acompañaron hasta la estación.

¿Cuántos años habían transcurrido?

Quizás fueran diez. Y en este tiempo se había convertido en un ser introvertido. No le gustaba nada formar parte de los grupos que todas las noches se reunían, fuera donde fuera. Había estado en varias plantaciones y en todas, las maneras de proceder eran las mismas. Era consciente que no supo hacer grandes amigos por su carácter taciturno, y cuando por fin se decidió a abrir su alma a un compañero al que conocía desde tiempo atrás, confió demasiado en él, se creyó a pies juntillas todo lo que le explicaba de vivir en una gran ciudad, en la que le decía que tenía un pequeño piso, ofreciéndole una habitación. Sus charlas sobre esta cuestión, le daban alas a su poca imaginación, y llegó a creer de verdad que su lugar estaba en el sitio que tan bien le describía su compañero – ahora ya sabía que no podía nombrarlo como amigo- Demasiado tarde se dio cuenta de aquel fracaso.

Los meses que pasaron desde que dejó la pequeña vivienda, fueron en verdad los más amargos de su vida. Todo acabó cuando su supuesto amigo conoció a una mujer y la llevó al pequeño domicilio. Allí estaba de más, simplemente sobraba, se cumplió el refrán de que do son compañía y tres son multitud. Tan sólo le dio dos semanas para buscarse donde dormir. Casi se le estaba agotando el dinero que había conseguido ahorrar durante los años de trabajo. Se hizo el firme propósito de dejar apartado lo imprescindible, para poder subirse a un tren y marcharse de aquella gran ciudad, llena de gente que parecía ignorar todo lo que no fueran ellos mismos.

Una de tantas decepciones que la vida le iba proporcionando.

Y ahora sentado bajo la frondosa copa de un árbol, su pensamiento rebuscaba con premura, lo que tenía que hacer.

En un arranque de buen humor pensó que debía ponerle un nombre a aquel perro, que como él mismo estaba abandonado a su suerte. Cada vez que compartían lo poco que comía, le decía “Toma”. Y pensó que era un buen nombre.

Dijo Toma en voz alta, y el can saltó sobre sus rodillas en busca de algo que comer, pero esta vez no tenía nada. Miró hacia arriba y el frutal tenía unas manzanas que parecían estar en su punto. Se levantó perezosamente, y cogió una, la restregó en su camisa, y mordiéndola le ofreció un trozo al perro.

Con este gesto se sintió seguro. En muchos meses por primera vez comprendió que estaba en el buen camino. Su vida empezaba de nuevo. Se armaría de valor y buscaría trabajo, en el campo siempre había cosas para hacer. Desbrozar de malas hierbas, re***** frutos. Lo difícil sería encontrar un lugar donde pasar las noches.

Volvería a su antigua casa, poniéndose en contacto con la gente que ahora vivía allí. Si no lo habían derruido, en el fondo del huerto había un pequeño lugar de madera, donde se guardaban los aperos de labranza, lo recordaba de cuando era niño.

tutifruti
05/01/2018, 07:35
Queda claro que la informática tiene cosas muy raras. Surge un problema y no me deja solucionarlo. Donde pone EDITAR / BORRAR, no me deja borrarlo. Si alguien me puede explicar el motivo lo agradecería. De todas las maneras veo que he conseguido subirlo de manera que sea fácil la lectura, donde la letra está en azul.

tutifruti
09/01/2018, 06:55
Pero ahora no podía hacerlo, se sentía demasiado cansado, demasiado inseguro. Teniendo solucionado de momento la comida, esta noche la pasaría al raso. Seguro que mañana estaría mucho mejor, se daría un tiempo para asimilar su nueva condición de vagabundo, porque desgraciadamente, comprendía que era eso. Era un sin techo.

Llegar a esta conclusión no le daba precisamente buenas vibraciones. Si nunca se hubiera marchado ¿qué hubiera sido de su vida? Era inútil pensar en esto. Quizás más adelante lo podría hacer sin sentirse como un estúpido, pero ahora le era imposible.

Buscó en el árbol las manzanas más maduras, eso sería su cena. Pensándolo mejor en lugar de dos arrancó el doble, no le importaba repetir el menú para mañana desayunar. Esta noche la pasaría allí, se encogió de hombros, no le disgustaba en absoluto dormir bajo las estrellas, mañana temprano recorrería el pueblo antes de que los habitantes merodearan por las calles, ya había pensado cómo se presentaría en su antigua vivienda, pero esta noche lo planificaría mejor, con todo detalle. Le dio a Toma una porción del fruto recogido, y después ambos bebieron un poco de agua del riachuelo. Se dijo que en realidad no le importaba pasar las próximas horas en la soledad de aquel campo de frutales. Buscó una posición cómoda, y al cabo de poco rato tenía a Toma, con el hocico encima de sus piernas. Le acarició la cabeza mientras pensaba en si era buena idea ir en busca de un lugar donde cobijarse, llevando a un perro como acompañante.

Seguro que mañana por la mañana lo vería mucho mejor que hoy.

= = = = = = = = = = = = = = =

Había dormido mejor de lo que esperaba. Se desperezó sin prisas, se alisó la ropa y se puso en camino hacía el bar donde el día anterior se tomara algo caliente.

Allí tantearía la situación a seguir. Necesitaba información y seguro que aquel muchacho joven, se la podría dar. Por supuesto que no le diría que años atrás había pertenecido al lugar. Pensó con añoranza en su casa, que vendió siguiendo los consejos de sus parientes.

Volvió a pedir lo mismo que ayer. Partió en dos el bollo, y se lo dio a Toma, que se relamió de gusto. En el centro de la plazoleta había una fuente, y se llevó al perro para que pudiera beber a su gusto. Miró a su alrededor, para asegurarse de que nadie lo estaba vigilando. Parecía un pueblo desértico, Volvió a entrar en el bar, para entablar una conversación con el muchacho.

Al hacerle las preguntas, decidió darle un marcado acento francés, cosa muy fácil, después de haber pasado años en el país vecino.

Se enteró que en los últimos tiempos, el pueblo se había quedado casi vacío. La gente joven –Tal como hiciera él mismo- se había ido en busca de mejoras laborales. Sólo quedaron unos pocos viejos que o bien se fueron muriendo o sus hijos al cabo del tiempo los vinieron a buscar para llevarlos con ellos. El Ayuntamiento hizo un llamamiento, ofreciendo a matrimonios jóvenes un lugar donde vivir a cambio de trabajar en el campo, y sobre todo, la demanda era especial para incluir niños, poder volver a abrir la escuela, y dar vida al lugar que en cuestión de años se había convertido en un pueblo fantasma.

Escuchaba atentamente la historia.

No se le había ocurrido ir al Ayuntamiento en busca de información. Ahora tomó la decisión de ir en busca de todo lo que necesitaba.

Dio las gracias al muchacho sin hacer ningún comentario ni a favor ni en contra. Al fin y al cabo aún no sabía cómo le iría la gestión.

Cuando llegó al ayuntamiento se encontró con la desagradable sorpresa de encontrarlo vacío. Un letrero escrito a mano decía que el recinto estaría abierto los hueves y los sábados de diez a trece.

No tenía ni idea del día en que vivía como tampoco sabía la hora, por las sombras que se reproducían en el suelo calculó que no era mediodía.

Miró a Toma como si buscara en el perro alguna respuesta, que evidentemente no halló.

Volvió al bar y directamente le preguntó al muchacho cuándo abrirían al público el Ayuntamiento. Éste se dio la vuelta para mirar en un calendario que estaba colgado justo detrás de él. Le pareció que aquel dependiente por primera vez lo miraba y se interesaba por su persona.

Le dijo que mañana a primero hora estaría el alguacil y alguno de sus compañeros. Allí el trabajo no era excesivo, con los dos días semanales, tenían de sobra para las gestiones que se tramitaban. Si era urgente lo que necesitaba podía desplazare hasta el pueblo más cercano, porque hoy estaban allí, para ayudar a quien lo necesitara. Le dijo que en pocos minutos llegaría el autobús de línea, que hacía el recorrido, tres veces a la semana.

Pensó enseguida en que tendría que pagar el billete, y eso no le gustó nada, pero por otra parte tampoco le apetecía estar deambulando por el pueblo desértico con aquel calor insoportable. Sí, de momento podía desprenderse de algo de dinero. Se saltaría la comida. Recordaba más o menos cómo era aquel pueblo cercano, cuando vivía allí, había ido más de una vez, incluso andando. En realidad eran casi calcados el uno del otro. Se preguntó si estaría tan solitario como el suyo. Se le encogió el corazón al pensar en la soledad que allí reinaba. Cogió el perro en brazos, y preguntó al conductor se podía llevarlo. El hombre le contestó de manera vaga, si el animal no molestaba, podría, pero si algún pasajero se quejaba tendría que abandonar el trasporte. Miró el fondo del vehículo y sólo había un matrimonio mayor sentados al final, para poder dejar todas las bolsas que llevaban, era muy evidente que venían de hacer una compra importante de productos comestibles.

El trayecto duró apenas quince minutos.

Al bajar quedó sorprendido de la diferencia enorme que existía entre los dos pueblos. La plaza donde tenía la parada el autobús era casi idéntica que la que había dejado atrás, pero el bullicio reinante no tenía nada que ver. Recordó dónde estaba la casa Consistorial, y se dirigió hacia allí, en busca de información.

Un letrero puesto en un lugar visible le dejó perplejo.

tutifruti
09/01/2018, 06:57
Hoy tenían una reunión todos los hombres que anteriormente se hubieran inscrito. Se trataba de buscar una pareja, para poder acceder al censo de la población, y de esta manera perpetuar la ciudadanía del lugar.

Este pueblo como muchos otros se había quedado sin gente joven. Ahora todo dependía de volver a iniciar la convivencia.

El hombre que le estaba atendiendo dio por sentado que él, era otro de los candidatos, le preguntó su nombre, y sin más preguntas le dijo que si de las mujeres que no tardarían demasiado en llegar, se ponía de acuerdo con alguna, para formar una familia, tendría muchas oportunidades para que los inscribieran, y entonces sin demasiada demora les adjudicarían una vivienda.

No supo qué responder.

Acababa de inscribirse para una unión relámpago con una mujer que por lo que suponía también se hallaba como el mismo en apuros, y que pensó buscaba un techo en el que cobijarse.

De golpe lo entendió todo.

El vacío de su pueblo natal. Todos se habían volcado en aquella iniciativa del pueblo cercano en el que daban prioridad a las parejas para ofrecerles casa y un trabajo, que les ayudara a subsistir.

Pensó que aquella circunstancia le sería de mucha ayuda. Nadie le haría demasiadas preguntas del motivo por el que se había inscrito en el último momento.

En un rincón de la plaza se había colocado unas mesas y unas sillas, donde algunos hombres hablaban animadamente. Otros como él mismo estaban taciturnos y miraban a su alrededor como si estuvieran asustados.

Se preguntó cuál era su estado de ánimo.

No supo que respuesta dar. Sólo sabía que aquello le podría proporcionar una manera digna de vivir, tener un techo que le mantuviera alejado de los fuertes calores, y del frío invierno. A cambio de esto, debería buscar una mujer con la que compartirlo.

Oyó diversos comentarios.

La idea la había tenido el alcalde del pueblo, porque en otros lugares, esta experiencia, ya la habían hecho, pero al revés, se habían desplazado los hombres en busca de mujeres. Y la mayoría comentaban que había dado un buen resultado.

La novedad de ahora sería que las mujeres tenían que encontrar a su pareja. Y enseguida se hizo la pregunta más lógica. Cómo serían aquellas personas que se atrevían a ir en busca de un hombre, para poder subsistir.

¿Estaba él, dispuesto, a renunciar a su libertad a cambio de alojamiento y trabajo?

josedavid95
09/01/2018, 13:15
Muchas gracias por el aporte :-|

tutifruti
09/01/2018, 14:27
Muchas gracias por el aporte :-|


De nada es un placer saber que te leen, y comentan. Gracias

tutifruti
15/01/2018, 06:34
Se pasó la mano por la tupida barba. Todo dependía del tipo de féminas que llegaran. Seguro que la mayoría serían mayores. –viudas probablemente, que al faltarles el marido, se veían incapaces de llevar a cabo todas las tareas. O quizás les era insoportable vivir en soledad perpetua por no haber encontrado en su momento a un hombre que estuviera a su lado.

Sí, la soledad no era buena consejera, de eso él, podría dar lecciones.

Dejó apartados los pensamientos, ya que el ruido del autocar que acaba de llegar, hizo que todos sin excepción dejaran de hablar para centrarse en las mujeres que empezarían a bajar de allí.

Hubo un silencio, que se rompió en un aplauso unánime, en cuanto empezaron a bajar las recién llegadas.

Iban todas aceptablemente vestidas. Desde luego no para desfilar ante una alfombra como modelos, pero se las veía limpias y aseadas.

Con la primera mirada pudo comprobar que las edades eran muy dispares. En contra de lo que esperaba algunas de ellas estaban en esas edades en las que no puedes preguntarle a una mujer por sus años, era mejor la incertidumbre. Le llamó la atención que no mostraran ningún tipo de timidez. Si en algún momento la sintieron, ahora la habían dejado atrás, para mostrarles a sus futuros pretendientes la mejor sonrisa.

No podía centrarse en nada. El olor de la comida que emanaba del bar, le llenó los sentidos. Y un gran placer le invadió al pensar que hoy, por el mero hecho de haberse inscrito, comería caliente, cosa que no hacía desde que dejó los comedores sociales de la gran ciudad.

Se dio cuenta que había perdido de vista a Toma. Pero ahora mismo era lo que menos le preocupaba. Estaba aturdido pensando en la comida, y en que debería intentar buscar un acercamiento con alguna de aquellas mujeres, que de alguna manera estaban buscando una pareja. Cada cual tendría sus motivos.

El alcalde hizo un pequeño discurso, y acabó diciendo que ahora lo más importante era mostrarse abierto y buscar conversación con más de una mujer, para poder calibrar mejor por quien decidirse. El alcalde elogió a aquellas mujeres, que tenían la valentía de afrontar posiblemente una situación delicada. Les dijo que eran como esas heroínas que sabían buscarse un nuevo camino en sus vidas. No todo el mundo sabía renunciar a un pasado, para centrarse en un futuro mejor.

Todo acabó entre aplausos, y acto seguido se sirvió la comida.

Empezaron a sentarse ante aquellos largos tablones apoyados en caballetes, y recubiertos con un blanco papel a modo de mantelería. Enseguida pensó que le recordaba mucho a los comedores sociales. Pero para su deleite la comida aquí tenía mejor aspecto y olía estupendamente.

Intencionadamente buscó un lugar para sentarse, al final de una de las mesas, porque sabía que de esta manera sólo debería hablar con una persona, además pensó que siendo zurdo, no molestaba a nadie al comer. Esto ya lo aprendió cuando iba a la escuela, y sus compañeros se quejaban del poco espacio que existía entre su brazo izquierdo con el del chico que tenía a su lado.

Parecían tener en general grandes cosas para explicar. Pero él, cuando tuvo delante su plato lleno, se dedicó a dar buen recaudo. Delante se sentaron un hombre y una mujer de mediana edad, que enseguida se pusieron a hablar. Luego pensó que por lo menos tenía que mirar a la persona que tenía a su derecha, y presentarse.

- Hola me llamo Pedro.

La mujer que tenía a su lado le sonrió abiertamente y le dejó sorprendido con la pregunta que le hizo.

. Yo soy Araceli, pero más que tu nombre me gustaría saber por qué te has inscrito en esta lista de hombres en busca de pareja.

Se la quedó mirando, perplejo por su desparpajo. Pero comprendió que era una pregunta muy lógica.

.- En realidad ha sido por casualidad, no sabía de la existencia de esta reunión hasta hace un par de horas. He venido en busca de trabajo, y me han tomado por uno de los hombres que han llegado hasta aquí, buscando la manera de enfocar una nueva vida. ¿Y tú?

Pensó que si ella había tenido la valentía de preguntar sin tapujos, él también podía hacerlo.

tutifruti
15/01/2018, 06:36
Por primera vez se miraron a los ojos, él, dejó de fijar su vista en el suculento plato que tenía ante sí, para examinarla abiertamente.

No podría decir su edad, pero calculó que no era muy mayor. Iba vestida con unos tejanos, y un jersey llevando anudada en la cintura, una chaqueta de punto, con las mangas colgando por delante.

. Yo también necesito trabajo, pero sobre todo una casa donde poder vivir. Estoy cansada de deambular sin rumbo fijo. Dejé mi casa tiempo atrás porque quería encontrar algo distinto a lo que tenía. Precisaba sensaciones nuevas.

. ¿Las encontraste?

.- De alguna manera sí.

.- Deduzco que no era lo que esperabas.

.- No, ni mucho menos.

. Ahora también te puede salir mal. De entrada veo un poco descabellada la idea de unirse a alguien para tener una casa donde vivir. Yo todavía no estoy demasiado seguro de si me atrae la idea, pero realmente necesito todo lo que ofrece este pueblo. Un hogar, un trabajo, y ese dinero que nos adelantan para que podamos empezar sin demasiados contratiempos, difícilmente se encontrarían en otro lugar.

. Desde luego es arriesgado, pero yo estoy dispuesta a todo lo que haga falta, para conseguir una pareja, una casa y un poco de estabilidad económica. Me he sentado a tu lado, porque de todos los hombres que he visto por aquí, me has parecido el más idóneo. Pareces un poco perdido como yo misma.

La escuchaba hablar sin perder ni una palabra. Había terminado la comida de su plato, Se sentía bien después de saborear la comida. Pensando que sería una delicia poder disfrutar a diario de cosas parecidas.

.- Creo que nuestra conversación ha sido muy interesante. Pero me parece necesario conocer a más personas. Quién sabe si los dos encontraremos a alguien más apropiado. Por mi parte – dijo Pedro- como no tenía nada en perspectiva, tampoco me puedo hacer a la idea de nada. Pero insisto en que deberíamos conocer a más personas. ¿Estás de acuerdo?

.- Sí, por supuesto que sí.

La plaza había quedado por completo en la sombra, y cuando se terminó de comer, entre todos desmontaron las mesas, apilando en un rincón todas las sillas plegables, y se anunció con gran pompa que ya pasado el calor del mediodía, se iniciaría el baile, para que se pudieran conocer mejor todos los participantes. Otra vez los aplausos llenaron la plaza. Y cuando la música sonó, la mayoría se dispusieron a bailar.

Pedro se quedó sentado en una silla, no apartando la vista de su maleta. Se dio cuenta que era el único que venía con equipaje, lo cual indicaba posiblemente que ya tenían un lugar donde vivir, y que si habían acudido en busca de pareja, no era por esa necesidad. Seguro que buscaban una compañía con la que compartir su vida.

Se levantó y cogiendo su maleta decidió inspeccionar al pueblo.

El bullicio de la fiesta quedaba amortiguado a medida que se perdía por las calles estrechas y la mayoría sin asfaltar. Comprobó que solo estaban asfaltadas la calle principal y la plaza de dónde provenía. El pueblo se veía muy abandonado, la mayoría de las viviendas, necesitaban urgentemente una reparación, sobre todo en los tejados. Sabía por experiencia que, las casas en cuanto las tejas empezaban a caerse, todo lo demás no tenía demasiado tiempo de vida. No en vano cuando estuvo trabajando en las baremas, muchas veces antes de iniciar la recolección, el propietario les obligaba a reparar aquella parte del lugar destinado a dormir y a asearse.

josee111
15/01/2018, 12:41
excelente post amigo :cry:

tutifruti
16/01/2018, 05:42
excelente post amigo :cry:

Siempre es un placer saber que alguien lee y comenta. Gracias por hacerlo. Saludos

tutifruti
21/01/2018, 09:44
Recorrió todo el pueblo, que evidentemente estaba vacío. Todo el personal se hallaba en pleno rescate de una pareja. Pensó en la mujer que se sentó a su lado. No le disgustó su manera de hablar tan franca, pero no sabía exactamente si estaba dispuesto a vivir con alguna mujer a cambio de una casa. La convivencia a veces podría resultar incómoda. En una balanza imaginaria puso sus necesidades, y tener que soportar a una persona desconocida, que como él mismo necesitaba un lugar donde vivir, y un trabajo, no estaba demasiado seguro que pudiera salir completamente bien.
Decidió volver a la plaza. Tenía razón el alcalde cuando dijo que deberían conocerse un poco, y saber si en el próximo encuentro ya estaban dispuestos a aceptar una nueva vida.
Esta vez buscaría para el retorno, las callejuelas pequeñas, con casas a lado y lado. Casas que todas ellas necesitaban un remiendo. Decidió entrar en una de ellas, empujó una puerta de madera cuarteada, y el olor a humedad, casi le tumba de espaldas. No obstante, acabó de abrir el portón, y se encontró ante una chimenea donde antaño también servía de fogón. Aún quedaban los utensilios de hierro, en el que apoyar la olla, junto con una cadena que colgaba del techo. En un rincón había espacio para colocar una mesa y sillas, y también algún aparador. Unos metros más allá, había dos habitaciones, cuyas ventanas daban a lo que posiblemente en su tiempo era un pequeño huerto. Más o menos era como la que había vivido él.
Empezaba a oscurecer y apenas veía allí dentro. Decidió ir en busca de la muchedumbre, y hablar con alguien más.

Casi se tropieza al ir a salir. Allí junto a la puerta había una persona. Por un momento se asustó. Pero enseguida reconoció la voz. Era Araceli.
.- ¿Eres Pedro?

- En efecto ¿Hace mucho que estás aquí?
.- Acabo de llegar. He querido conocer el pueblo en el que voy a vivir. Por lo visto tú también has pensado lo mismo.
.- Más o menos. Iba a reunirme ahora con los demás. Haré caso de las palabras del alcalde, intentaré hablar con otras personas.
.- Yo lo hice, pero no he podido sacar nada en concreto. Es muy poco tiempo para tomar una decisión. De una cosa estoy muy segura, y es que haré lo imposible para quedarme aquí. Tengo un motivo muy importante.
Juntos y en silencio repasaron la vivienda.
Habían salido de la destartalada casa emprendiendo el camino hacia la plaza. Pedro se preguntaba si sería correcto hacer preguntas directas. Por un momento le pareció que ella con sus palabras le estaba animando a hacerlas. No obstante guardó silencio.
Ante su silencio fue Araceli quien continuó hablando.
-. Creí que me preguntarías mi motivo. ¿No te interesa saber cuál es?
.- Pues me parece que no es de mi incumbencia, pero sí que sería interesante para comprender por qué una mujer, sea cual sea su edad toma una decisión tan drástica. Seguro que motivos no te faltan. Y si te sirve para apaciguar un poco los ánimos, dímelo.
.- Con la condición que tú me hagas saber los tuyos. Tengo un hijo de casi dos años, del que me han quitado su tutela, por no poder mantenerlo como corresponde a su edad. Razón no les falta. He perdido mi trabajo. Sólo de vez en cuando consigo algo de dinero, pero no es suficiente para vivir, y mucho menos pagar un alquiler. Podré recupéralo en cuanto demuestre que tengo una casa. Este es mi principal motivo. Necesito aliarme con alguien para demostrar al tribunal de menores que puedo hacerme cargo de él, antes de que lo den a alguna familia de acogida, eso es lo que más temo. Sé de casos que suceden cosas verdaderamente tristes, niños encariñados con sus padres adoptivos
temporalmente, y que llegado el momento los separan. No quiero que esto me suceda a mí.
Hubo un silencio. Realmente Pedro ni por un momento pensó en algo parecido. Habían llegado a la plaza, y antes de mezclarse con todos los demás, Araceli le apremió para que le contara cuál era su situación.
.- La mía creo que no es tan dolorosa como la tuya.
Le explicó en pocas palabras, cómo había ido dando tumbos por la vida desde que era un adolescente. Cómo llegó a los servicios sociales, Y de la manera más peregrina acudió esta mañana a la reunión del conjunto de hombres y mujeres que querían rehacer su vida al precio que fuera.
.- ¿Habías pensado en alguien en concreto?
.- La verdad es que no.
.- Para los dos, nos puede resultar molesto o desagradable tener que buscar a alguien entre gente desconocida. ¿Crees en las casualidades?
.- Nunca lo he pensado. – Dijo Pedro como si hablara consigo mismo.
.- Yo sí, parece como si de alguna manera el destino, hubiera jugado con nosotros. Hemos comido uno al lado de otro, y luego por casualidad, nos hemos encontrado en un lugar apartado de los demás. Ambos hemos tenido el mismo pensamiento. Por algún motivo esa casa nos ha llamado la atención. ¿Te parece que podrías vivir a mi lado? No es una declaración de amor ni mucho menos. Es un pacto entre dos personas que se necesitan mutuamente, para salir de atolladero en el que se encuentran.
Pedro se quedó sin saber qué decirle. De repente, todo era nuevo. Esta mañana, no tenía ni idea de la situación del pueblo cuyo alcalde era un hombre capaz de hacer lo necesario, para despertar de nuevo a aquel montón de casas la mayoría abandonadas.

.- Se puede probar. Si nos dan un lugar para vivir, y un trabajo podemos intentar la convivencia. Supongo que a ninguno de los dos nos importa demasiado la vida anterior del otro. Lo que cuenta en definitiva es poder subsistir.
.- Si nos ponemos de acuerdo, hoy mismo podríamos hablar con el alcalde. ¿O te parece demasiado precipitado? – Preguntó Araceli-
.- Sí que lo es. Pero a veces estas cosas hechas sin profundizar suelen dar buen resultado.
Una vez dichas las palabras pensó en que las estaba diciendo para convencerse a sí mismo.
En la plaza se habían formado varios corros de personas, no cabía duda que estaban ultimando el contacto. Todos sabían que en siete días volverían a verse para dejar completamente solucionado el asunto. Pedro los miró y le pareció ver en sus caras una esperanza que antes no sentían. Él mismo estaba en estas condiciones.
No fueron los únicos que quisieron mantener una conversación con el alcalde.
Al salir del lugar Araceli y Pedro sabían que acababan de comprometerse a vivir bajo el mismo techo durante un tiempo indefinido, a cambio de un trabajo y un sueldo no demasiado abundante. Pero tenían casa, y los gastos que conlleva un domicilio compartido, con el agua y la luz pagada. Los dos estaban de acuerdo en que la convivencia se basaría en una ayuda mutua para seguir adelante. En ningún momento mencionaron si entre ellos dos forzarían una relación más estrecha. Ella dejó muy claro que no buscaba un hombre en la cama, necesitaba desesperadamente alguien a quien presentar en los Servicios de acogida de menores, demostrando que no vivía sola, y que tendría unos ingresos fijos. Todo lo demás carecía de importancia.
La entrevista con el alcalde fue un éxito. Araceli salió de la casa Consistorial, con un certificado que avalaba que a partir de máximo dos semanas dispondría de una casa. En el acta el alcalde estampó el sello. Ella lo guardó doblado en su billetero, como lo que en realidad era: un tesoro indispensable para tener a su hijo.

tutifruti
01/02/2018, 06:37
No veo ningún interés en saber el desenlace de esta historia, y eso desanima bastante.

tutifruti
04/02/2018, 13:54
La jornada tocaba a su fin, estaban alrededor del autocar que había trasladado a las mujeres, a punto de emprender el viaje de retorno, sabiendo que la mayoría de ellas volvería en una semana, trayéndose consigo aquellas pequeñas cosas que formaban parte de su vida anterior. Las despedidas suelen ser tristes, pero esta vez, no lo fueron. Las que no habían encontrado a su pareja, pensaban que el día había transcurrido amenamente. Las que ya habían llegado a una conclusión se iban llenas de esperanza, con la cabeza llena de pensamientos positivos. Eran valientes y lo sabían. Dejar atrás para siempre todo aquello que las había atormentado era lo mejor que les podía suceder.

.- Pedro, en cuanto vuelva con el niño quiero que sepas, que trabajaré tan duro como tú mismo, en lo que haga falta. No me asustan las tareas por duras que éstas sean. Si puedo venderé alguna pertenecía para no llegar con las manos completamente vacías.
.- Tranquila. Yo me quedo aquí, no tengo nada ni nadie que me retenga en ningún lugar. Me gustaría que nos adjudicaran la casa en la que hemos estado. Si lo consigo empezaré a trabajar en ella, para que cuando vuelvas por lo menos no esté en ruinas. Me siento como si hubiera firmado un contrato laboral, del que estoy convencido saldremos adelante.

.- A mí me sucede algo parecido. Creo que puede funcionar.
Pedro se quedó en pie junto al vehículo, y esperó a ver a Araceli aposentada en su asiento. Se dedicaron mutuamente una sonrisa.
Pedro volvió sobre sus pasos y analizó a los hombres que como él, se habían formado una idea de cómo podría ir su vida a partir de ahora. Todos hacían comentarios llenos de ilusión y de esperanzas.
Le llamó la atención la variedad de edades que había entre ellos, y al recordar a las mujeres recién llegadas, imaginó que pudieron elegir.
Se sorprendió al comprobar que él, no sentía nada de todo aquello. Araceli le había dicho que todo lo estaba haciendo por su hijo. Era una buena causa desde luego. Él en cambio sólo buscaba un refugio, aunque tuviera que trabajar muchas horas al día. El trabajo no le importaba, en cambio ahora en la soledad compartida con aquellos hombres que le eran completamente desconocidos, pensaba que quizás podría pasar aquellos días en alguna de las casas que aún se mantenían en pie.

Se metió en el grupo para saber cuáles eran los planes que tenían en mente.
Todos buscaban una mujer para compartir sus días y sus noches, y por los comentarios que hacían, comprendió que las recién llegadas también ansiaban encontrar a un hombre con los mismos fines. Surgió otra vez la soledad como base de fondo.

Con Araceli no hablaron de cómo sería su vida de ahora en adelante. Sólo habían llegado a la conclusión que necesitaban un hogar. Ambos dejaron muy claro que aquello sería como un contrato comercial, los dos se aprovechaban de las circunstancias en su propio beneficio. Entre ellos quedaba por completo descartada una unión romántica o apasionada. Necesitaban un lugar donde vivir y aquel pueblo se lo estaba ofreciendo a cambio de ayudar a resucitarlo. Con un apretón de manos sellaron aquel contrato, puesto que los dos habían conseguido lo que necesitaban. Y con esta intención se despidieron.
La charla con los demás tertulianos del pueblo fue de provecho. Todos querían saber qué casa les asignarían, para poder empezar a trabajar en ella. En siete días sabían sobradamente que no conseguirían grandes cosas, pero todos estuvieron de acuerdo que por lo menos al día siguiente ya podrían hacer un cálculo del material que necesitarían.

El Alcalde estaba entre ellos, atendiendo a las preguntas que iban surgiendo.
Pedro se adelantó para hablar con aquel hombre que se mostraba muy satisfecho de sus logros. Le comentó que hacía escasos momentos había entrado en una de las casas abandonadas, que realmente necesitaba una reparación urgente del tejado. Si se la adjudicaban a él, podría empezar enseguida a trabajar en ella.

Se dio cuenta de que todos los hombres tenían los ojos fijos en su figura. Se vio obligado a dar algún detalle.

.- La hemos descubierto con Araceli. Estamos dispuestos a empezar de nuevo. Sería un buen comienzo poderlo hacer cuanto antes mejor, de esta manera cuando vuelva dentro de unos días, será como si volviera al hogar.
Nadie de los presentes tuvo nada en contra.
Pudo observar que de todos, tan sólo había una pareja, ya entrada en años. No tuvo ninguna duda que ellos poseían una casa desde mucho tiempo atrás. Fueron ellos mismos los que comentaron que tenían tres hijos, que abandonaron el pueblo años atrás, y que sólo volvían para las vacaciones estivales.
El Alcalde miró su reloj.

.- Se nos está echando la noche encima. Deberíamos ir a descansar, y mañana temprano ya podremos ir en busca del material necesario para los arreglos. A las siete espero a los que puedan venir, lo hagan, y traigan una lista de las cosas que crean necesarias. Confío que en la localidad más cercana, el Estado ya habrá ingresado una cantidad de dinero para poder empezar con las obras.

.- Si no hay inconveniente, me quedaré a dormir en cualquiera de las casas. ¿Puedo ir a la que visitamos con mi pareja? – Preguntó Pedro-
A él mismo se le hizo rara la pregunta. Le parecía que no era él, quien hablaba.
El matrimonio mayor, se opuso radicalmente.
.- No puede quedarse en este lugar. Debe estar lleno de porquería y sin ningún lugar decente para dormir.

Pedro se quedó por unos momentos sin saber qué decir. Razón no les faltaba, pero…

tutifruti
08/02/2018, 15:44
Después de subir algún escrito, una siente le necesidad de averiguar si gusta o no lo publicado. Supongo que entra dentro de una normalidad. Pero como dice muy bien Caracola, los que más abundan son los silenciosos. Esos lectores que pasean sus ojos por las letras, pero sin dejar comentarios.

En fin... son cosas de la vida, que le vamos a hacer!!!!

Caracolamarina
08/02/2018, 19:16
¡¡¡¡¡¡¡¡Hola tutifrutti!!!!...

LLEGUE AYER A BUENOS AIRES...UYUYUYYYYY ESTUVE 10 DÍAS INTENSOS...DE TRAMITES Y AMISTADES...ESTUVIMOS SIN INTERNET...POR VARIOS DÍAS ALLA EN EL DEPTO...JESSY Y ANDRES DEL TOMATE POR ESO...

UYUYUY PARA PEOR EL AUTITO ANDUVO FALLANDO

MI HIJA...BUE...ELLA TIENE SU GENIO...

YO ME VINE...PORQUE ACÀ TENGO QUE VERME CON DR CARDIOLOGO EL LUNES...ME CAMBIAN LA MEDICACION Y...LISTO ....

ASI QUE AHORA EMPEZARE A LEERTE TODOOOOOOOOOO

QUERIDA AMIGA....EN LOCUTORIO ALLA SOLO ENTRE A VER MIS POST...LEER ERA POCO MENOS QUE IMPOSIBLE PORQUE MUCHA BULLA EN LOCUTORIO...ASI QUE...

¡¡¡¡¡¡¡ME PONGO AL DIA!!!!

CARIÑOSSSSSSSS SALUDOS A WOODY...

Caracolamarina
08/02/2018, 20:06
La desolaciòn del personaje, está graficada en sus momentos de reflexión...La pérdida de su reloj...los dìas en que vaga buscando lo que lo pueda anclar en la vida...
Excelente...querida tutifrutti...




"""""Ciertamente en aquellos momentos se sentía hundido. Sólo atinaba a sentarse en aquella plaza, que al principio del día estaba completamente vacía. Meses atrás se sentaba en una de las sillas, y se alzaba el cuello del anorak, porque hacía frío, ahora al cabo de dos meses, el clima había cambiado bastante, por las mañanas aún se dejaba sentir una temperatura baja, pero en cuanto el sol empezaba a bañar los edificios, se iba caldeando. Como no tenía nada mejor que hacer, se dedicaba a observar las sombras de los árboles que se reflejaban alargadas, y que a medida que pasaban las horas, los tonos oscuros iban variando de forma y de tamaño. No le hacía falta mirar el reloj para saber la hora. Aunque hubiera querido, no lo hubiera podido hacer, ya que fue de lo primero que se desprendió. Con el escaso dinero que le dieron por él, pudo desayunar unos días, sin tener que recurrir al que llevaba bien escondido. Era poca cosa, pero lo suficiente para no perder por completo la dignidad."""""


La tristeza y la desolación...de sentirse a la deriva...en lo que había sido su lugar....

"""""Sin darse cuenta sus pasos le llevaron otra vez hasta su antigua casa, tenía la esperanza de encontrar a alguien, para pedir trabajo, cuando la vendió, ahora le parecía que hacía un siglo pudo sacar más dinero del previsto, porque en la parte trasera tenía unos metros de tierra para poder cultivar lo indispensable para comer. De niño en su casa nunca faltaron los frutos del huerto, su padre lo trabajaba, pero de eso casi ni lo recordaba, su padre murió siendo él un niño, y su madre y él mismo trabajaban sin descanso para subsistir. Guardaba de aquellos años una tristeza enorme.""""



El describirse a si mismo...en sus formas de ser...le da al personaje...la calidad de su carácter...( no es un hombre de pasiones emocionales )

"""Mientras estuvo en aquel lugar, tenía dinero y alojamiento. Ciertamente que el trabajo era muy duro, pero tenía sus compensaciones. Era joven y corpulento y no se le daba nada mal las relaciones con las mujeres. No buscaba nada serio, por lo que se limitaba a saciar sus necesidades. Ni se había planteado nunca buscarse una novia. Reconoció que tampoco era demasiado fogoso, ya que no tenía la urgencia de muchos de los hombres que estaban allí, y que hacían muchos viajes a la ciudad en busca del placer carnal.

Llegó a la conclusión, que si no encontraba trabajo allí, no le quedaría más remedio que ir al pueblo más cercando en su busca. Pero lo que peor se presentaba era sin dudarlo la casi desertización del pueblo. Seguro que la mayoría habían hecho lo mismo que tuvo que hacer él. Buscarse la vida en otro lugar. Parecía un pueblo fantasma.""""



La compañía de un perro...le da al personaje...la calidad de humanidad...que no ha perdido a pesar de sus tribulaciones...

""""Buscó en el árbol las manzanas más maduras, eso sería su cena. Pensándolo mejor en lugar de dos arrancó el doble, no le importaba repetir el menú para mañana desayunar. Esta noche la pasaría allí, se encogió de hombros, no le disgustaba en absoluto dormir bajo las estrellas, mañana temprano recorrería el pueblo antes de que los habitantes merodearan por las calles, ya había pensado cómo se presentaría en su antigua vivienda, pero esta noche lo planificaría mejor, con todo detalle. Le dio a Toma una porción del fruto recogido, y después ambos bebieron un poco de agua del riachuelo. Se dijo que en realidad no le importaba pasar las próximas horas en la soledad de aquel campo de frutales. Buscó una posición cómoda, y al cabo de poco rato tenía a Toma, con el hocico encima de sus piernas. Le acarició la cabeza mientras pensaba en si era buena idea ir en busca de un lugar donde cobijarse, llevando a un perro como acompañante.""""


Se puede sobreponer...( el sentido de su carácter...) Empieza la búsqueda de su...¿ bienestar? o le cambia la óptica ...va en busca de lo que pueda encontrar...

""""Pensó enseguida en que tendría que pagar el billete, y eso no le gustó nada, pero por otra parte tampoco le apetecía estar deambulando por el pueblo desértico con aquel calor insoportable. Sí, de momento podía desprenderse de algo de dinero. Se saltaría la comida. Recordaba más o menos cómo era aquel pueblo cercano, cuando vivía allí, había ido más de una vez, incluso andando. En realidad eran casi calcados el uno del otro. Se preguntó si estaría tan solitario como el suyo. Se le encogió el corazón al pensar en la soledad que allí reinaba. Cogió el perro en brazos, y preguntó al conductor se podía llevarlo. El hombre le contestó de manera vaga, si el animal no molestaba, podría, pero si algún pasajero se quejaba tendría que abandonar el trasporte. Miró el fondo del vehículo y sólo había un matrimonio mayor sentados al final, para poder dejar todas las bolsas que llevaban, era muy evidente que venían de hacer una compra importante de productos comestibles.""""

Caracolamarina
08/02/2018, 20:25
El relato atrapa...desde el principio...El personaje, que está en un estado depresivo por sus circunstancias de vida...
Sin embargo, la búsqueda de algo mejor...tiene el valor, de su superación anímica...

El encuentro con esta "" novedad"" en el pueblo vecino....ya nos hace atisbar a los lectores, que la vida de este hombre, puede tener un giro...

El personaje de Araceli....La contrapartida de él, en sus formas de comunicarse...

Las circunstancias favorables...que ambos pueden ver...en lo que les ofrece el alcalde...del pueblo....

La decisión de ambos...que...es la de dos ""naufragos"" tratando de aferrarse a la vida misma...

Y...

¿ Pedro...podrá adecuarse a una convivencia de ese tenor...con un hijo de Araceli...que es pequeño...?

Podrá Araceli, tener la paciencia y disposición, para poder comprender y entender a ESTE HOMBRE...INTROVERTIDO Y ALGO TACITURNO EN SUS FORMAS?


SEGUIMOS LEYENDO LO QUE VIENE...en estas vidas...a las cuales"" nos asomamos""

APLAUSOS querida tutifrutti...

Saludos y cariñossss...querida amiga...escritora.

Espero leer que sigue...muy luego...

¿ Que pasará? con estas dos vidas, aparentemente al garete?¿?¿?

Sigoooooooo

tutifruti
09/02/2018, 15:06
Caracola, eres como un torbellino. Llegaste ayer, y ya has tenido tiempo de publicar en un montón de hilos. Me imagino que estar a tu lado debe ser algo parecido a tener un ventilador que no para de dar vueltas. Yo prefiero la calma. Pero bueno cada cual es como es, y en eso está precisamente la vida cotidiana. Cada cual con sus maneras busca lo más parecido a la felicidad.
Me alegra si encuentras entretenida la historia. Es una historia que no tiene nada en particular. Ya lo irás viendo.

Caracolamarina
09/02/2018, 15:29
UYUYUYYYY..Mi querida tutifruti...Un torbellino fui cuando era muy joven..

Ahora, soy un remolino, de esos que los niños los tienen que soplar, para que den vueltas y vueltas...

Llegué el Miércoles...7... vía KLM...

Y no creas...también me gusta la calma...y allí es cuando escucho melodías hermosas...acompañada de...mi misma...

Lo que pasa acá en el foro...es que yo escribo ràpido...( acuérdate que estudié en principio mi EM...en un Instituto Comercial...escribo muy rápido en el teclado ( Dactilografía...materia en la que fui...primera alumna...) Después acuérdate que soy eminentemente VISUAL...o sea...mis pensamientos a full...rápidos no necesito "" borradores""" jejejejejeje

Pues bien...

Quizás, somos amigas, porque tu eres AUDITIVA... o sea...muy diferente...complemento ambas...eso si...
Y pòr supuesto entre ambas...siempre habrá ( bue...me lo has comentado...ya antes ) estas formas...son las que nos dan la impronta...de que somos diferentes....pero....parecidas...FEMINAS AL FINAL...

¡¡¡Imaginate!!! Tu elegiste tener 6 hijos...si no me falla la memoria...yo elegí tener 2...tu has sido anfitriona familiar siempre...yo a veces...tu tienes aficiones extracurriculares en el arte...yo me he estudiado, lo que se me ha puesto, por delante...tu eres una devota señora de su hogar...yo una trashumante, que vivo viajando...de país en país...aunque sea acá al lado...de Los Andes...tu eres una lectora incesante...yo una cinéfila adicta...tu has conservado un maridito...yo...no...tu tiendes a ser introvertida...yo una extrovertida al mango...sin remedio...charleta...y a veces insufrible...jejejejejeje

Bue....Tu relato, es excelente...Muy bien escrito... con los personajes bien delineados... lo que conforma el ""alrededor"" interesante, como ha sido el caso del "" vaciamento"" de los pueblos...por los intríngulís de la economía a nivel mundial...

Este hecho --En Latinoamérica se ha visto...

De eso, ya escribía... Pierre Bordeau en el año 1991...en el libro La Ciudad sitiada""

Ya ves...tenemos tantas diferencias....pero prima algo inasible ...intangible...que es...LA AMISTAD....

Te mando Cariñossssss saluditos de esos lindos y saludos para el Woody...

tutifruti
10/02/2018, 08:27
Ja, ja uy uy, fallaste en el número de hijos, son siete. Uno para cada día de la semana. La niña que nació la última, yo siempre digo que le corresponde ser el domingo. Bromas a parte. Nos has descrito muy bien, somos completamente distintas, pero lo esencial, la amistad unos une. Hoy no cocino, iremos a comer a casa de un hijo, y veremos a los nietos. Pasaremos un día diferente. De vez en cuando se agradece este cambio. Eso de que te sirvan la comida siempre es un placer. Nos iremos viendo por acá. Un abrazo.

tutifruti
11/02/2018, 09:08
.- Nuestra casa es grande, no podemos permitir que tenga que pasar por esto – dijo la mujer- Antes vivíamos cinco personas. Hay sitio de sobras.
El alcalde le dio una palmada en el hombro
.- Acepte, son buena gente. Aquí todos deseamos lo mismo. Empezar de nuevo. Mañana a las siete, pasaré a re*****les e iremos en mi coche, para hacer todas las gestiones. Lo primero sacar el dinero que ya está ingresado a una cuenta bancaria, con este efecto. Tendré que llevar muy bien anotados todos los gastos. El dinero deber de ser ampliamente especificado.

Pedro durmió en una de las camas que había en el piso superior de la casa del matrimonio que lo habían invitado. Parecían unas buenas personas, ansiosas de demostrar su agradecimiento por el mero hecho de querer vivir sin demasiadas comodidades, en aquel pueblecito en plena montaña.
El día había sido agotador, ahora en el silencio de la casa se daba cuenta.
Y se hizo la gran pregunta. ¿Qué pasaría de ahora en adelante?

El matrimonio mayor le despertó, había dormido de un tirón toda la noche. El sol empezaba a despuntar.
El aroma del café le llenó los pulmones, y la cálida voz de la mujer le decía que comiera tranquilo.
.- No puedo pagarles todos lo que están haciendo por mí.
.- Si te quedas a vivir aquí, y parece que ya tienes planeado hacerlo, siempre tendrás un momento para ayudarnos en lo que haga falta. Ahora apresúrate porque el Alcalde os pasará a re***** a los que ayer firmasteis al acuerdo. Nos veremos a la vuelta, y nos explicarás qué es lo que piensas arreglar de la casa abandonada.
= = == = = = = = =

Habían pasado ya tres días. El primero fue totalmente perdido en lo que relacionado al trabajo en sí, de adecentar la vivienda. Pero por lo menos tenía a pie de puerta el material. Eso le dio un respiro.
El primer día todos los hombres disponibles se ayudaron mutuamente en arreglar los tejados de las viviendas que necesitaban urgentemente hacerlo. Sabían que la lluvia era su peor enemiga, y aunque el cielo no presagiaba nada de eso, todos conocían las tormentas de verano. Aguaceros impresionantes en corto espacio de tiempo. Formaron un buen equipo, trabajaban en silencio, sin descanso.
Pedro se mantenía poco hablador, no quería que le hicieran preguntas. Se daba cuenta que no tenía respuestas, él ya se había preguntado un montón de cosas y todas quedaron en el aire.
En algún momento antes de dormir en la casa del matrimonio mayor, que acogió encantada a todo el equipo que trabajaba sin descanso ellos argumentaban que era un placer poder ayudar en lo que fuera, estaban encantados del rumbo que estaba tomando el pueblo, sabían que tardaría en volver a ser lo que fue años atrás, pero sentían la ilusión al ver cómo todos estaban contentos de poder empezar de nuevo. Era cuando estaba en aquella cama mullida y confortable, que le asaltaban todos los pensamientos, durante la jornada al aire libre acarreando tejas y demás material necesario, no tenía tiempo de pensar en nada. Después en aquella confortable cama, el sueño y el cansancio se apoderaban de él.

¿Cómo sería su vida de ahora en adelante?
Descartaba los temores, en cuanto se veía a sí mismo en aquella plaza de la gran ciudad, rodeado de gente extraña, que ni se apercibía de su presencia, era como si fuera invisible Tampoco él, hacía nada para entablar conversación si alguien se sentaba cerca. Se animaba pensando que por difícil que fuera la convivencia con Araceli, siempre sería mejor que tener que dormir a la intemperie, y pasar el bochorno de ir a comer a los servicios sociales. Pensando en aquella plaza y su soledad, descartaba todos los temores.

Tener un lugar donde poder cobijarse, era lo único que de momento le importaba. Cuando llegara ella, ya hablarían sobre cómo enfocarían su vida. De momento lo único que importaba era que los dos habían cubierto sus urgentes necesidades. Con este pensamiento se dormía en aquella casa, donde fue acogido de una manera casi familiar. Esto nunca antes lo había vivido. En su casa de niño lo más frecuente eran las discusiones, después con sus parientes, nunca recibió ni palabras ni gestos de cariño. Si los hubiera tenido, estaba seguro que no hubiera buscado esa libertad, esas ansias de conocer algo mejor. Por eso se fue al país vecino en busca de trabajo y de dinero.

Se arrebujó en las sábanas y mentalmente dio las gracias al matrimonio que sin conocerlo lo había acogido como si fuera de la familia. Claro que él, no era el único beneficiado. En aquella casona grande, estaban durmiendo dos hombres más, que tampoco tenían a donde ir. A cambio, una vez finalizadas las horas laborales, se dedicaron a repasar las tejas, y cambiar las que no estaban en buen estado. En agradecimiento por las mañanas se encontraban con un desayuno y saboreaban todos los aromas penetrantes del café recién hecho.
Por primera vez en su vida se sentía acogido y querido. Y con esa ilusión empezaba la jornada laboral.
Las cuatro casas que se habitarían primero ya estaban con los tejados renovados, y a partir de aquí, cada uno se dedicaría a adecentar la que les serviría de hogar.

Pedro se plantó en medio de la entrada de la que sería su casa. Miró detenidamente lo que le rodeaba, para empezar a subsanar lo más necesitado. No quería dedicarse a las dos habitaciones del fondo, pensó que eso lo tendría que hacer cuando Araceli estuviera presente. Pero sí que podía pintar de blanco el comedor y la cocina, de esta manera nada más entrar en la casa, ya parecería que todo estaba bien. Se aseguró que las ventanas estuvieran en condiciones de ser cerradas. Cambió un cristal roto, y aquella noche cuando se fue a dormir, pensó que todo empezaba a rodar bien “su” casa tenía mejor aspecto.
Las mujeres que abandonaron el pueblo días atrás, ya estaban a punto de llegar. Los hombres parecían nerviosos y por supuesto entre esperanzados y asustados. Tuvo que admitir que él también.
Como la otra vez el Alcalde volvió a demostrar su energía y ganas de complacer a las recién llegadas, porque se pusieron de nuevo las mesas alargadas en la plaza, para comer todos juntos.
Esta vez venían con sus equipajes

tutifruti
18/02/2018, 07:09
]Araceli fue de las últimas en bajar del autocar. Llevaba enbrazos a su hijo. Un pequeño rubio comoel oro. No parecía asustado, lo miró todo con mucha curiosidad. Pedro dudó unosmomentos, pero finalmente se adelantó hacia ella, procurando que en su rostroapareciera una sonrisa entre decomplicidad, y de amistad.

].- Hola – dijo mientras pasaba su mano por la cabeza rubiadel niño.- espero que te parezca bienlos arreglos de la casa. Podemos ir hasta allí, para dejar tu equipaje. A lasdos empezarán a servir la comida, tenemos tiempo de ir y volver.
]Araceli asintió mientras le decía.
.- Tengo muchas cosas para contarte. Lo haré cuando estemosinstalados. Ahora vayamos a celebrar todos juntos nuestro regreso. Durante eltrayecto, todas hemos estado hablando de cómo enfocaremos de ahora en adelantenuestras vidas.
.- Es algo que debemos ir confeccionando día a día. Irátodo bien, ya lo verás. Sólo debemos pensar en cómo vivíamos antes. Seguro quecon el cambio ganamos.
.- Por supuesto. . Dijo Araceli-
]Habían llegado a la casa. Nada más entrar Araceli pudo comprobar el gran cambio operado. Recordabala primera impresión, fue de agobio, por la oscuridad reinante, y la suciedad.Entonces todo daba una sensación de abandono. Ahora a pesar de no ser algo fuera de serie, por lo menosestaba limpio.


Dejaron las maletas en la entrada, y salieron juntos caminode la plaza.


- Tenemos mucho de qué hablar - dijo ella- pero ahora creo que tendremosque ir a comer con todos los demás.


.- Sí, desde luego. No te preocupes tenemos tiempo para todo.






Pedro no sabía que actitud tomar ante el pequeño, quepermanecía agarrado a su madre, y en todo el tiempo no pronunció palabra.


Parecía que todos los reunidos querían hablar al mismotiempo, la algarabía era enorme, y por supuesto que fue un alivio, comprobarque reinaba el buen humor.


Hubo elogios para todos, en especial para el matrimoniomayor que de alguna manera se había convertido en una especie de hada madrina,que acogió en su casa a los que no tenían donde dormir, y les ahorró eltrayecto diario desde alguna pensión barata del pueblo más cercano. En aquellaregión los pueblos abandonados por sus habitantes proliferaban por doquier, ese era el principal motivo por loque fue tan bien acogida la idea de aquel alcalde, que no se resignaba a quequedaran en el olvido, y puso todo su empeño en fabricar ilusiones para los queno se resignaban a vivir de cualquier manera y en cualquier lugar. Él lesofrecía unas casas, unos terrenos para cultivar un huerto, y además lo hacíahabiendo conseguido por parte del Gobierno unas cantidades sustanciales parainvertirlas en el lugar. Este fue sudiscurso tras la comida. Al final del discurso los aplausos llenaron la plaza.Pedro la comparó con la que durante meses, lo acogió mostrándole su lado mástriste. El de la soledad. Nadie se paró nunca para preguntarle si necesitabaalguna cosa. Era como un ser invisible.


Ahora todos estaban despidiéndose, y él se sentía el hombremás feliz, pero a la vez inseguro del mundo. Aún se quedó unos momentoscontemplando como iban desapareciendo de la plaza camino de sus casas. Peroantes quiso despedirse de aquel matrimonio mayor. Seguro que sin ellos no lohabría conseguido. Fue un acierto que se brindaran a dejarlos dormir en suamplia casa.


Aquel matrimonio se había inventado unos hijos imaginarios, que según ellos iban avisitarles en los veranos. Sí que era cierto que los tuvieron, pero todoshabían emigrado muy lejos del país. Y todo el afán era que dejaran aquel lugar que formaba parte de sus vidas, parairse a vivir a un lugar, donde no conocían ni su lengua ni sus costumbres.Querían que pese a su edad avanzada, empezaran de nuevo. Se negaronrotundamente. Sus hijos no loentendieron, por lo que junto con el alcalde urdieron aquel complot. Se aprovecharon de la circunstancia casual, deque el gobierno estaba dispuesto a dar una ayuda a cambio de repoblar elpueblo.


Ese sería su gran secreto. Ellos y el alcalde eran lospioneros de una gran idea.
= = = == === = =
Araceli y Pedro llegaron a su casa. El niño se habíadormido y apoyaba su cabeza en el hombro de su madre. Pedro iba a su lado. Ibanen silencio.


.- ¿Estás muy cansada? – le preguntó-


- La verdad es que sí. Ha sido un día muy agotador.Supongo que además estoy nerviosa.


.- Sí, yo también, tenemos que hablar, pero si quieres lodejamos para mañana. Tenemos tiempo de sobra para saber cómo iniciaremosnuestra vida en común. Las habitaciones están limpias, pero no he querido hacernada sin contar contigo. Sólo he comprado dos colchones, que de momento estánen el suelo. Me parece que será mejor que vayamos juntos a por los muebles necesarios.


Pedro abrió una puerta, dejando que ella pasara con elniño. En el suelo había un colchón de matrimonio.


.- Las sábanas me las han dejado ese matrimonio que vive alfinal de la calle. Mientras dejas alniño en el colchón, iré a buscar tus maletas.


Araceli lo vio alejarse, y acto seguido regresaba con elequipaje. Lo dejó todo en el suelo.


- Buenas noches, que descanses. Mañana hablaremos.
]En la cabeza de Araceli se amontonaron las mil imágenes quehabía ido alimentando durante aquellos días. Aunque siempre había sido unamujer decidida, el paso que acababa dedar, no dejaba de preocuparla. Vivir con un desconocido. Ambos tenían poderososmotivos para tomar aquella decisión, pero eso no era motivo para nopreocuparse. Pedro podía ser un sádico que sólo buscara un placer sexual enella. Sabía que eso desde luego podía suceder, aunque a simple vista Pedro no lopareciera, olvidándose de la promesa hecha de ser solamente dos almas quenecesitaban aquel lugar, y que apartarían todo cuanto se relacionara conintimidades entre ellos.

tutifruti
18/02/2018, 07:23
Hay dos cosas que no entiendo. La primera es que unas veces puedo copiar desde Word lo escrito sin problemas, y otras veces haciendo exactamente lo mismo, me sale cargado de la palabra SIZE. obviando las separaciones, por lo que se hace casi inteligible.
La segunda es que no me da la opción a borrarlo, y subirlo de nuevo. Allí donde pone EDITAR MENSAJE, también pone BORRAR, pero no me deja hacerlo.
Me pregunto si nadie puede subsanarlo.
En fin...he leído en otro hilo que este Foro está perdiendo lectores, y la verdad es que con tantos fallos y sin nadie que lo remedie no me extraña.

Caracolamarina
19/02/2018, 09:55
QUERIDA AMIGA:

Los intringulís de las cosas, o lo que sea, de los aparatejos electrónicos, de repente nos ponen del "" tomate"""

Nos sucede a muchos que no logramos dilucidar sus misterios....

Sin embargo....buscamos otras alternativas...y allí en ese ámbito de""" otras"""SIEMPRE HAY UNA SOLUCION...

TE mando cariñossssss....besitos y muy buenas ondas...saludos al maridito Woody.

tutifruti
22/02/2018, 05:20
Querida amiga desde liego que suceden cosas raras con la informática. Desde ayer que no me deja entrar en FB. Sé que tengo mensajes para leer, pero no me deja abrirlos. Sale esa ruedecita que no para de dar vueltas. Quizás es que mi PC ya está caduco, saturado, vaya en una palabra, VIEJO
Veremos si hoy tengo más suerte.

tutifruti
23/02/2018, 14:27
Todos los que aceptaron aquel reto, tenían motivos muy poderosos, que no excluían para nada los miedos normales ante una situación tan anómala, como aquella. Nadie habló de casamientos. Simplemente se irían a vivir juntos. Con el tiempo ya decidirían qué hacer. Más o menos empezaban de la misma manera, pero probablemente con miras a otra conducta, cosa que ellos dos ya habían descartado de común acuerdo.

Cuando Pedro entró en la otra habitación, se quitó la ropa quedándose en ropa interior y se tumbó sobre el colchón. Puso los brazos bajo su nuca y con la mirada perdida en el techo, intentó no pensar en nada. Pero fue imposible. Por unos momentos analizó sus emociones. Se sentía realizado, como nunca se había sentido. Sabía que estaba ayudando a una persona, y eso le producía placer y confianza en sí mismo.

En un rincón de la estancia estaba su maleta roja. Como no había muebles, no la había vaciado. Sólo en el pequeño lavabo había dejado los utensilios de aseo. Comparó su pequeña maleta con las dos que trajo Araceli. Claro que eran dos personas. Intuyó que aquella bolsa azul celeste, eran las pertenencias del chiquillo.

Tenía que dormir, mañana también sería un día ajetreado. Tiempo tendrían para arreglar las cosas.
Con este pensamiento calmó su mente y se dispuso a dormir.
Le pareció oír un ruido extraño. Por unos momentos se quedó a la escucha. Recapacitó, seguro que era el niño que lloriqueaba y su madre trataba de calmarlo. Como en sueños oyó la voz de Araceli, y el susurro de una melodía. Luego el silencio de la noche lo invadió todo.
Nunca antes de ahora se había dormido con esa sensación de beatitud, de confort. Cerró los ojos saboreando el momento.

Le despertó un ruido que enseguida dedujo provenía de la cocina. Claro, el niño tenía que desayunar a unas horas establecidas. Salió del dormitorio y enseguida pudo ver a Araceli que intentaba encontrar utensilios en los armarios, que estaban vacíos.
.- Lo siento - dijo en un tono apesadumbrado- No pensé que necesitarías lo cacharros de la cocina tan temprano.

- No hay problema. Voy a la plaza y allí desayunaremos los dos.

.- Sí, creo que hoy es lo mejor que podemos hacer. Yo también iré salgo dentro de nada, te paso a re*****, tomaré alguna cosa y luego volveremos aquí y entre los dos haremos una lista de lo más necesario, seguro que tú tendrás más idea que yo.

Los vio cómo iban los dos, camino del bar donde se celebraron las comidas de bienvenida. En realidad no había otro en todo el pueblo.

Aún no había tenido tiempo de asearse. El baño era pequeñísimo, un plato de ducha, que aún no tenía ni una cortina para evitar las salpicaduras, Otra cosa que deberían comprar. Por lo menos la barra ya estaba colocada. El váter quedaba arrinconado en la pared junto al lavabo, todo esto en muy pocos metros. Araceli aún no había dejado nada allí dentro, pero seguro que necesitaría un estante para sus utensilios personales. Otra cosa para añadir a la lista. Lo anotó en un papel.
Cuando entró en el baño, se sorprendió al mirarse en el espejo. La imagen que le devolvía, casi asustaba. La barba sin cuidar le daba un aspecto feroz. Quizás fuera éste el motivo por el que el niño, cuando le miraba bajaba los ojos inevitablemente.
Al llegar al bar se encontró con la agradable sorpresa de ver allí al matrimonio que le acogió en su casa, estaban hablando con Araceli que les estaba explicando el motivo por el que se encontraba allí.
En aquellos momentos el matrimonio le ofrecía llevarlos en su tractor, para que pudieran comprar lo más imprescindible. Además de poder decidir el tipo de camas que iban a necesitar.
Le aseguraron que no era ninguna molestia, al contrario, para ellos era una ocupación que les ayudaba a olvidarse de lo solos que se encontraban.

Al mediodía ya estaban de vuelta. Compraron lo necesario para la cocina, y se lo habían traído ellos mismos. Lo demás les sería enviado en cuanto lo tuvieran disponible, para no hacer demasiados viajes. Comentaron que desde que el pueblo colindante estaba habitado, sus negocios habían prosperado de manera increíble. Todos parecían estar contentos.
El matrimonio mayor cuyos nombres eran Fulgencio y Ramona, se desvivían por ofrecerles cualquier tipo de ayudas, y sobre todo con Araceli, le estuvo aconsejando sabiamente. Nada de cocinar en el suelo de la chimenea, esto sólo lo tenían que hacer en pleno invierno, que les serviría para calentar la casa. Ahora con un pequeño fogón, y una bombona de butano, podrían cocinar al momento lo que necesitaran.
Aprovecharon que estaban de compras para solicitar el gas. Les aconsejaron que hicieran el contrato para dos envases, y no encontrarse en el momento más necesario, que no tenían combustible. El pago para Pedro fue algo que le dejó atónito. Los comerciantes por el mero hecho de ser del pueblo donde se habían reunido para formar nuevas parejas, vendían a plazos, eso era como tener un talismán que abriera todas las puertas.

Pedro vio cómo Araceli y Ramona, hablaban animadamente, y él y Fulgencio casi se vieron obligados a hacerlo también. La charla no fue inútil, al contrario, Pedro tomó buena nota de sus consejos, que fueron todos dirigidos a cómo debería planear el cultivo del huerto. Supo que en pleno verano poca cosa podrían hacer, pero le instruyó para plantar a fines de invierno, vegetales que podrían re***** en primavera. A partir de ese momento, todo les sería más fácil. Insistió en que en cuanto tuvieran un poco de tiempo, se pasaran por su casa, a ellos les sobraba mucho de lo que habían recogido tiempo atrás. Luego añadió que lo hacía pensando en el niño. Y le preguntó si estaba preparado para hacer de padre.

.- La verdad es que no. Pero no creo que esto llegue a ser un problema. Del niño se cuidará su madre.

.- Bueno, en algún momento no te quepa duda, que a ti también te tocará hacerlo. Con el tiempo me darás la razón. Si estas mujeres ya han terminado, podremos ir a casa. Tenéis mucho trabajo por delante.

Pedro asintió con la cabeza, hubiera querido añadir alguna cosa más personal, pero comprendió que no era demasiado oportuno explicarle, que el contrato con Araceli, se basaba en conseguir una vivienda. Lo demás no tenía demasiada importancia.

Fulgencio y Ramona les ayudaron a meter dentro de la casa, todo lo que habían comprado, que abultaba bastante. Gracias al tractor pudieron hacer el transporte cómodamente.

Parecía que era la primera vez que tomaban contacto con la casa.

.- Bueno a partir de este momento, podría decirse que es el punto de partida. ¿No crees Pedro?


.- Sí. Hoy todos los que optamos por quedarnos en este lugar, hemos de empezar a plantearnos cómo viviremos de ahora en adelante. Pondremos los cacharros de cocina en estos armarios, tuve la precaución de limpiarlos por dentro, y darles un repaso de pintura.

.- Por cierto, ¿cómo se llama tu hijo?

.- Rubén. El pobre parece asustado, creo que han sido demasiados cambios en pocas horas. Ha sido salir del lugar donde lo tutelaban junto con otros niños, a encontrarse a solas con una madre casi desconocida. Yo sólo lo podía ver una vez por semana. A veces se resistía a venir a mis brazos, ese fue el motivo por el que decidí a*****me a esta idea, de formar familias. Por nada del mundo quería que lo asignaran a otro matrimonio, con la posibilidad de adopción, al menor abandono por mi parte. Quiero que entiendas esto Pedro, no soy una mujer que ando buscando un amor en mi vida. Necesito un padre aunque sea ficticio, para que mi hijo se acostumbre a la convivencia de una pareja. Me avisaron que en cualquier momento se pueden presentar aquí, para asegurarse que el niño está bien cuidado. De lo contrario se lo volverán a llevar. Cuando se presenten aquí, que lo harán sin previo aviso me gustaría que tuvieran una buena impresión.
Pedro advirtió que mientras hablaba, su voz era cada vez menos segura, que casi estaba a punto de romper en llanto.
.- No sé, si sabré hacer de madre. Esta noche el niño se ha despertado asustado. No sabía qué hacer. Me vino a la memoria una nana que me cantaba mi madre, y ha ido bien, se ha vuelto a dormir enseguida. Temía que te despertara, al fin y al cabo, tú, no tienes por qué pasar por esto.
.- Por mí, no debes preocuparte. Haz lo que creas conveniente.
Cambió el tono para añadir

tutifruti
28/02/2018, 15:07
.- Me parece que por este lado ya hemos solucionado todo lo referente a la cocina. Tendríamos que asegurarnos que sin nevera podemos pasar. De lo contrario será otro gasto a añadir a las compras. De alguna manera tenemos un límite.

.- Yo de momento he encontrado una solución para cooperar un poco en la parte económica. Ramona me ha dicho que le iría bien tener a alguien que le ayudara en las tareas de la casa. Y lo primero en que ha insistido es que debo aceptar el salario que me ofrece, porque de lo contrario, no quiere mi ayuda.
.- Son buena gente. Lo más lógico hubiera sido, que no se les cobrara nada, al fin y al cabo, ellos nos aceptaron en su hogar, como uno más de la familia.
.- Lo sé, imagino que este ha sido el motivo por el que enseguida ha dejado claro, que debía aceptar su dinero.

Pedro miraba la comida que tenía delante. Hacía años que no veía nada semejante. En los comedores sociales, el plato ya estaba listo, y no se tenía que preocupar de nada más que comérselo incluso rebañando el plato, ya que era la única comida caliente que tomaba durante todo el día a parte del desayuno. No pudo evitar un escalofrío el recordar aquellos días. Eso le dio ánimos para proseguir.

.- Ya verás cómo saldremos adelante. Tú conseguirás ser la madre que siempre quisiste ser antes que lo tomaran en acogida, el niño se adaptará a ti, en cuanto te vea seguido a su lado. Y todo lo demás irá sobre ruedas. Salgamos a ver lo que será a partir de ahora nuestra futura despensa. Me ha dicho Fulgencio, que no estaría de más, remover la tierra, aunque de momento no plantemos nada. Me ha informado de las cosas que en este lugar crecen bien. Sé, que en invierno casi no nieva, pero hiela casi todas las noches de pleno invierno. O sea que ya empezaremos a almacenar leña, para entonces. También que debo proteger las tuberías del agua, porque de lo contrario se pueden llegar a romper.

Mira, he comprado una libreta para anotar los gastos, de esta manera siempre sabremos si vamos sobrados de dinero, o hemos estirado más el brazo que la manga. Si fuera de esta manera, lo pasaríamos mal. Tenemos una cantidad que no podemos sobrepasar. ¿Eres buena administradora? – Le preguntó-


.- Creo que no. Pero no te preocupes porque de ahora en adelante, sólo pensando en Rubén, haré lo imposible para que no nos llegue a faltar dinero. Por eso creo que la ayuda de Ramona, será exclusivamente para el niño. Tú no debes cargar con ese gasto.

Pedro como en la mayoría de las ocasiones no encontró palabras, para rebatirle la decisión. La dejó en la habitación arreglando un poco la cama. Se sintió aliviado al pensar que en pocos días ya tendrían una cama de verdad, no un colchón tirado en el suelo. Abrió la puerta de la casa, era excesivamente pesada, lo que era un poco aparatoso en el momento de tirar de ella, aunque reconocía que les daba mucha seguridad. Claro que no habría ladrones, allí había dejado la maleta roja junto a la pared, sin pensar ni un momento en que nadie se la iba a quitar. Ya le era familiar el chirrido de los goznes al abrirse la puerta. Lo que vio en el dintel, le dejó sin palabras.
.- ¡Toma! – fue un grito de alegría.
El can se puso sobre las patas traseras, para apoyarse en su pecho. “Toma”, “Toma” era lo único que salía de su garganta.
No podía creer lo que estaba viendo. Lo había dado per perdido.
Araceli, al oír hablar a Pedro salió apresurada pensando que la llamaba.
Se quedó sin habla ante la imagen que tenía delante.
Pedro, ese hombre taciturno y de aspecto feroz, debido a la densa barba, se deshacía en mimos y palabras con el perro, Aunque lo que más le llamó la atención, no fueron sus palabras, sino el tono en que las pronunciaba.
Tardó un poco en hacer notar su presencia. Tras un momento se decidió a hablar.

.- Creí que te ocurría algún percance – dijo tratando que su voz no delatara la emoción que sentía, al descubrir a un hombre con sentimientos. Veo que os conocéis

.- Fue mi compañero en cuanto llegue de la gran ciudad. Hizo que no me sintiera completamente solo. Compartimos la comida y el duro suelo bajo los árboles, la primera noche que llegué. Nunca olvidaré el calor que me proporcionó su cuerpo junto al mío. Le perdí de vista el primer día cuando comíamos en la plaza y supuse que me había abandonado.

.- Bueno, pues figúrate que ya formamos casi una familia al completo. Tenemos niño y mascota, mucho más que las demás parejas.
Lo que pasó luego a los dos les conmovió. Rubén que hasta aquel momento parecía no existir, se acercó al can mirándolo fijamente. Toma, también inspeccionó a aquel ser de poca altura, le olisqueó los pies descalzos, cosa, que desató una alegre risa en el chiquillo.

.- Pedro, es la primera vez en una semana, que lo veo reír. Llegué a creer, que desconocía este aspecto tan natural de los niños. Me sentí culpable, ya que pensaba que era la causa de su tristeza. ¿Se llama Toma?

.- Sí, no se me ocurrió otro mejor. Debe estar muerto de hambre. Le voy a dar un poco de pan.

Caracolamarina
01/03/2018, 10:45
Querida tutifrutti...Leo la historia de estos dos seres que ""perdidos"" en la vida, han encontrado esta"""isla ""de tranquilidad ...paz y bienestar...

Se ha agregado, el pequeño ser, que desde ahora formará el trío ( por ahora, más adelante ya veremos...) La historia es muy bella, llena de detalles de la vida. Sentimientos, pensamientos y acciones de estos seres que se han visto entremezclados en una situación de terrible desesperanza...hasta llegar a lo contrario...una de fe y llena de esperanzas a futuro...

Tu relato, me parece, en cuanto al arte, una pintura de Brueguel.

Leerla, es """ver """todos los detalles, de la vida misma...En una historia, que tiene todos los aditamentos, de los seres humanos.

FELICITACIONES...querida amiga...un relato hermoso y con los contenidos del ser...algo no fácil de describir.

Saludos y cariñossssss saluditos a Woody.

Caracolamarina
01/03/2018, 10:48
Te seguimos leyendo...para saber...

¿ Qué pasará, con la pareja y el niño?

¿ Cómo armonizarán la vida ...entre los tres?

¿ Podrán ambos tener ese "" no se qué"" que nace a veces en la pareja ?

UYUYYYY Cuantas preguntas...mi querida amiga....

Cariñossssssssss

tutifruti
01/03/2018, 15:33
Querida Caracola, desde luego que sabes cómo animar...después de leer tus palabras se levantan los ánimos de esta PSEUDOESCRITORA. De vez en cuando se necesitan esos momentos, pues levantan la moral. Que hay días que está por los suelos.
Gracias por leer y comentar. Un abrazo.

tutifruti
08/03/2018, 05:54
.- Espera, deja que se lo de Rubén. Eso hará que se cree un lazo entre ellos. Dicen que es bueno que los niños traten a sus mascotas. Ya ves, tendremos algo que compartir. – Repitió-

Toma había cambiado en un momento el ambiente reinante en aquella casa. Rubén se sentó en el suelo, y el perro se puso a su lado, apoyó el hocico en las piernas del niño, y se dejó acariciar.
Araceli y Pedro los miraban atentamente.
.- Sería buena idea, lavarlo, ¿no crees?
.- Sí desde luego. En el patio hay un lavadero, será su bañera.

El baño de Toma se convirtió para los tres en algo fuera de serie. Lo difícil fue secarlo. No hubo manera de tenerlo quieto, todo su afán era revolcarse por el suelo, tras haberse sacudido el agua de su cuerpo.

Rubén no se perdió ni un solo momento de aquel juego tan divertido. Se rio contento cuando Toma se escabullía de la toalla que Araceli y Pedro intentaban echarle por encima.
= = = = = = = = = = =

Tardaron cuatro semanas en tenerlo todo a punto. Los muebles que habían comprado eran los más económicos que encontraron, pero la casa ya tenía un aspecto de hogar. Ya no dormían en el suelo, y las comidas se hacían en el recién comprado fogón. Se pintaron las paredes de las dos habitaciones. Araceli, dijo que un azul claro, le daría más luz. Y en la que dormía él, tan solo le dio una capa de yeso blanco.

Por la mañana temprano, Pedro se iba y formaba parte del grupo que estaba arreglando las demás casas. Iba a menudo a ver a Fulgencio y Ramona, hablaban de todo un poco. Aquel matrimonio era prudente, y nunca se atrevió a hacer preguntas sobre su relación. Era obvio, que entre la pareja, no existía ningún vínculo. No se escondían cuando aseguraban que habían firmado un contrato indefinido, y que si uno de los dos no había encontrado lo que buscaba, rompían aquel compromiso.

Ramona como mujer, se las ingenió para hablar más profundamente de aquella relación, con Araceli. Tal como habían acordado, ella iba para ayudarla en las tareas de la casa. Era cuestión de tiempo, que ellas dos se entendieran a la perfección. Fue sonsacándole de manera amable, cómo llegó a tener un hijo. Aquel día el trabajo de la casa se quedó sin hacer, porque las dos mujeres ante una taza de café con leche caliente, la joven le abrió su corazón. La condición humana pudo más que todas las ideas preconcebidas que ella se había planteado de mantener un silencio prolongado.

Era su cruz. Le dijo sin ocultar cuánto le afectaba.
Había ido a una fiesta con un grupo. El baile, los gritos, el manoseo de la mayoría de los chicos allí presentes, era algo habitual. No podía decir quien de aquellos chicos tan elocuentes y descarados, podía ser el padre. Sin duda habían puesto alguna sustancia en su bebida, porque no recordaba nada en absoluto. Su ropa rasgada le decía lo que había sucedido. No pudo hacer una denuncia, ya que desconocía los nombres. Todo lo que sucedió en aquella alocada fiesta, era un verdadero caos.

tutifruti
11/03/2018, 07:17
Darse cuenta de las consecuencias, de aquel desenfreno, fue su peor mal trago de su vida. No quería volver con su familia con la cabeza gacha. Saldría adelante como fuera. Si hubiera advertido antes que estaba embarazada, quizás hubiera abortado, pero tan adelantada la gestación, tuvo miedo. Miedo porque no disponía de dinero para pagarse un viaje, para ir fuera del país. Son cosas que si se toma la decisión con tiempo, se pueden solucionar, pero en su caso, ya no era aconsejable. Pensaba que con lo que ganaba, sería suficiente. Pero a partir del momento en que se notó el embarazo, tuvo problemas para que la contrataran, ella estaba dispuesta a aceptar cualquier trabajo.

Al llegar aquí Araceli, se quedó unos momentos callada.

.- Lo demás Ramona, ya lo puede suponer. El niño nació en la maternidad gratuita, pero me lo arrebataron debido a estar desempleada y lo ingresaron en la casa de acogida. Podía ir a verlo una vez por semana. Salí de aquel edificio como si me hubieran dado un mazazo. Me indicaron que habían tenido en consideración mi situación, y me dejaron permanecer casi un mes, para que pudiera alimentarlo. Pero después el niño se quedaría allí hasta que pudiera demostrar que podía mantenerlo.

.- ¿Tú crees que tu familia no te hubiera ayudado?.- Es posible que sí, pero yo tenía muchas ansias por dejar mi casa. Han sido unos meses terribles, siempre iba a ser al niño pensando que ya lo habrían dejado con unos padres de acogida. Yo no quería volver con mi gente completamente derrotada. Fue una de las celadoras de la Institución, la que me habló de este pueblo, que pedían gente para repoblarlo y resucitarlo. Me pareció lo mejor. Y la verdad es que no me arrepiento. La vida con Pedro es llevadera. Los dos nos necesitamos mutuamente. Creo que funcionará la convivencia.

.- Os falta lo que sería normal en una pareja. Pero claro, si tenéis pensado dejar dentro de un tiempo el lugar, cuando menos atados estéis entre vosotros mucho mejor. Muchacha –acabó diciendo Ramona- Hoy ha sido un día especial para las dos. Te darás cuenta que es bueno aligerar el alma de todo aquello que nos tiene atrapados. Esta charla, habrá sido para ti, como una liberación. Pero me parece que sería conveniente, que Pedro también estuviera al corriente.
Araceli abrió los ojos como platos.
.- No, me sentiría muy mal, si el supiera cómo sucedió todo.

.- Seguro que él, te habrá contado cosas de su vida.

.- Muy pocas. Es muy reservado.
.- Lo sé, pero deberías tenerlo al corriente de lo sucedido. Saber las cosas con certeza va bien, de lo contrario, uno se puede formar unas opiniones completamente equivocadas. Él puede pensar de ti, que te vas con el primero que se cruza en tu vida. Y no ha sido así. Insisto en que debería saber la verdad.
Araceli, no contestó, pero negaba con la cabeza.
.- Bueno, esta es mi opinión. Una opinión de persona mayor, que lleva muchos años casada, y que ve las cosas muy distintas a la juventud de hoy en día.

.- Gracias Ramona, de verdad que valoro mucho sus palabras. Quizás un día me pille el cuerpo con ganas de hacer confesiones y se lo diga.

Se despidieron, y Araceli emprendió el camino hacia su casa. Iba con el niño cogido de su mano. Nada más salir de la casa, vieron a Toma que les estaba esperando. Rubén se deshizo de su madre para correr en busca del perro. Tuvo que reconocer que el niño había hecho un cambio desde que llegara el can a su casa. Se había acostumbrado a ella, antes parecía tenerle miedo, en realidad Araceli, no se lo podía reprochar, al fin y al cabo, apenas le veía una hora a la semana. Todo estaba tomando el cauce normal de las cosas.

Era tarde porque ya empezaba a oscurecer. Luego pensó con cierta tristeza, que el verano tocaba a su fin. Vendrían días de frío y de poco sol. Y pensó en la ropa que tenía para abrigarse en cuanto iniciaran una bajada las temperaturas. Ella, tenía poca cosa, pero el niño, no tenía nada en absoluto. La bolsa que le habían dado en la casa de acogida sólo tenía ropa de verano. Pero ahora tampoco le serviría, había crecido en estos meses. No podía cargar este gasto a Pedro, y mientras llegaba a su casa pensaba qué aptitudes tenía para conseguir un trabajo. Pero esto de momento era impensable, ya que no tendría con quien dejar a Rubén.


La casa estaba oscura por completo, lo cual indicaba que Pedro no había llegado. Todo el grupo de hombres estaban en el pueblo contiguo haciendo reparaciones de todo tipo. Lo hacían casi contra reloj, antes que llegaran los primeros fríos, a partir de entonces se habría terminado la tarea diaria al aire libre. Quedarían pendientes los trabajos de operarios especializados en fontanería y electricidad. Pedro no estaba preparado para este tipo de labores.

Él se había ofrecido para recolectar fruta, y estaba pendiente de si lo aceptaban. Deseó que así fuera, porque siempre sería un desahogo, aunque ella se hubiera hecho a la idea, de que de aquel dinero no le correspondía nada. Ellos dos debían salir adelante con lo que les habían estipulado al firmar el contrato. Los trabajos para rehacer los pueblos, eran para su manutención, pero si Pedro decidía ir a re***** fruta, sabía que no podía contar con aquello.

Por la noche mientras cenaban, Pedro preguntó si había llegado algún correo, ya que estaba pendiente de la respuesta del capataz de los campos fruteros. No hablaron demasiado, tampoco era algo fuera de lo común. Araceli ya había aprendido su manera de actuar. Era un hombre muy callado. Sólo dejaba ver sus sentimientos cuando estaba con Toma.

A ella le hubiera gustado que ese tono tan cariñoso, lo usara con Rubén. Luego de tener ese pensamiento se recriminaba por haberlo tenido. Al fin y al cabo Ramona tuvo razón cuando le dijo, que Pedro podría pensar que ella se acostaba con el primero que aparecía en su vida.

Muchas noches en su dormitorio, estaba atenta a los ruidos que se escuchaban, tardó en darse cuenta, que en la mayoría de los casos eran debidos, a que se enfriaban los materiales con que estaba construida la casa, sobre todo los tejados recién arreglados. La primera vez que los oyó, se puso en guardia, esperando ver aparecer en el dintel de la puerta a Pedro, dispuesto a llevar a cabo sus instintos. Porque si de una cosa estaba segura, era que no le resultaba indiferente. A veces lo que no decía con palabras, se escapaba en su mirada. Tan solo duraba unos segundos, pero Araceli, se daba cuenta. Al fin y al cabo, en más de una ocasión ella a solas en la casa, se había hecho esta pregunta. ¿Necesitaba a Pedro en su vida diaria? Mejor expresado, ¿lo necesitaba en sus noches? No lo sabía. De una cosa estaba segura, en otras circunstancias, quizás sí. Pero el miedo a un desengaño era superior a todo lo demás.


Hoy al hablar con Ramona, se dijo a sí misma que en cuanto tuviera una ocasión le explicaría toda su historia. Necesitaba que Pedro no la juzgara demasiado mal. Y si era cierto que este detalle le robaba horas de descanso, ¿era debido a algo en especial? O simplemente era un cuerpo que como los demás, quería recibir algo que la hiciera vibrar. Este era su gran dilema. No estaba segura de nada, y por lo tanto temía equivocarse. Una vez ya lo hizo, al querer conquistar el mundo lejos de los suyos. Otra equivocación a estas alturas, supondría un fracaso demasiado importante.

Caracolamarina
11/03/2018, 16:52
"""""""Saber las cosas con certeza va bien, de lo contrario, uno se puede formar unas opiniones completamente equivocadas"""""





Saber las certezas de uno y de otro, es donde se sostiene la confianza, entre dos personas...en la pareja....o en la amistad...

Cuanta verdad en esas pocas palabras....

Seguimos leyendo...

Le has puesto la impronta más verídica que se pueda tener, entre este grupo de personas. Cada cual con sus formas, su pasado y presente...

Excelente relato, querida amiga...

Tus letras tienen esa humanidad, de la vida real, con todo lo que ella significa.

Provoca el deseo de seguir leyendo, para poder saber...y hasta sentir...las emociones de tus personajes.


Saludos... cariñossssssss...besitos y saludos a Woody.

tutifruti
12/03/2018, 08:19
Gracias por tus palabras Caracola. Me gusta que veas como yo misma a los personajes. Aunque están sacados de la imaginación, es cierto que sus actitudes tienen mucho de la vida cotidiana. Quizás las acciones del perro, es lo más real de la historia, porque lo del baño, sí que está sacado de un acto sucedido cuando mis hijos eran pequeños. Un abrazo-

tutifruti
17/03/2018, 12:56
Sí, hablaría con Pedro. Le contaría toda la verdad, seguro que su vieja amiga tenía razón, y las cosas podrían ir mejor entre ellos dos. Actualmente iban bien, pero comprendía que podían ir mucho mejor, porque estaba segura que dejarían de existir esos largos tiempos de un mutismo absoluto por parte de Pedro, cosa que la obligaba a ella a permanecer también en silencio.

Pedro por su parte estaba pendiente del correo, ansiaba recibir una carta que le anunciara que era admitido en la plantación lejos de allí. Sólo sería para un mes, y en este tiempo ganaría casi lo mismo que recibía aquí del Gobierno en medio año. Ya se aseguró que no iba en contra de ninguna ley, si él se iba por un tiempo a trabajar a otro lugar. La casa no quedaba deshabitada, allí estarían Araceli y Rubén cuidando de ella, y por supuesto recibiendo una mensualidad. Aunque se ausentara no les faltaría nada. Además la gente del pueblo habían demostrado que les aceptaban de buen grado, y les ayudaban si les era posible.

Por primera vez desde que establecieron el contrato, se preguntaba si cuando había escrito solicitando una plaza temporal en los campos frutales era por el dinero, o había algo más. ¿Era una huida? Y si admitía que lo era, venía la siguiente pregunta. ¿De qué huía? O más bien de quién.

En alguna ocasión, se había despertado en la noche, con un pensamiento fijo. Araceli, estaba a muy pocos metros de él. Y enseguida la tentación de abrir cautelosamente la puerta para verla en la cama. Reconoció que este pensamiento lo excitaba. Por otra parte, dejaba de recriminarse, porque se decía que al fin y al cabo era un hombre, y hacía demasiado tiempo que no había tenido contacto físico con una mujer.

Lejos de la casa, lejos de todo, no se sentiría mal si finalmente buscaba una compañía femenina, por unas horas. ¿Era eso lo que quería, alejarse para no sentirse culpable? Nada habían establecido entre ellos dos. Era muy libre de actuar como le viniera en gana.


Ver a Araceli por la casa, lo hacía estar a la expectativa de algún descuido por parte de ella. La primera vez que lo descubrió se sintió muy mal. Todo fue debido a que Araceli se agachó para ***** al niño en brazos, este gesto hecho sin ningún tipo de premeditación enseñando parte de sus pechos, le hizo recapacitar y darse cuenta que espiaba sus poses en busca de una parte de su cuerpo que no estuviera a la vista normalmente.
Era consciente que habían hecho un pacto, sin firmas, sólo existían palabras, pero debía actuar en consecuencia. Su palabra tenía tanto valor, como si existiera una firma. Quién sabe si dentro de un tiempo ella se cansaba de estar allí, sin demasiadas comodidades y buscara en otro lugar, a un hombre que aceptara sin ningún tipo de premisa vivir a su lado, para ofrecerle todo lo que puede existir entre un hombre y una mujer.
Desde luego, la recolección de la fruta, era una buena excusa para poner en orden sus ideas. Lejos de ella, para no estar espiando sus movimientos. Casi se avergonzaba de tenerlos, pero por otra parte comprendía que le daban un aliciente a su vida, que antes no tenía.

Por eso esperaba ansiosamente la carta. Para poner fin de inmediato a tantos pensamientos, que reconocía eran del todo normales.
Unos días de separación le iría muy bien para aclarar muchas dudas. Y en cuanto lo hubiera hecho, desde luego tendría que hablar con ella para decirle, lo que pasaba por su cabeza, cada vez que aparecía ante sus ojos.
No sabía decir si aquello era el principio de un enamoramiento tardío, o simplemente era deseo, lo que tenía muy claro que al pensar en Araceli entre sus brazos, parecía que su cuerpo ardía.

La carta aún tardó dos días más en llegar.

A Pedro le pareció que por fin podía respirar más tranquilo
.- Cuándo te irás – le preguntó ella –
- Quiero estar allí este fin de semana, y poder empezar el trabajo el lunes.

Mientras hablaba se fue camino del dormitorio en busca de su maleta roja.

.- Me llevaré algo de ropa de abrigo. Allí hace más frío que aquí, y se empieza a trabajar muy temprano. Será recordar viejos tiempos – dijo queriendo que su voz sonara alegre, sin conseguirlo –
.- ¿Cuántos días estarás fuera?
.- En principio el contrato es para dos o tres semanas. Pero con opciones a prolongarlo más si fuera preciso. Aunque el día de recibir nuestro salario, no hubiera vuelto, te dejaré por escrito la autorización para que puedas sacar el dinero necesario. No sufras que no te quedarás sin recursos.

.- Bueno, no lo preguntaba por eso. Sólo quería saber si tu estancia sería muy larga. En estos momentos tengo la sensación de ser una carga para ti. Supongo que es por mi hijo.
.- De verdad, que Rubén, no tiene nada que ver con mi desplazamiento.

.- Pero de alguna manera, si te vas yo soy la causa. Creo que merezco una aclaración. Si marchas sin decirme nada más, siempre me quedará la sospecha, que de alguna manera, he condicionado tu vida. Y por nada del mundo quisiera ser yo la culpable de tu infelicidad. Llevamos meses viviendo juntos, y aún no hemos hablado a fondo de nuestros problemas. Y creo que antes de irte deberíamos dejar claras muchas cosas.
Pedro la escuchaba, atento, dejó la maleta a medio hacer y se sentó en la cama mientras le decía.

.- No quiero que te sientas culpable de nada. Y mucho menos que pienses que el niño me obliga a nada que no quiera hacer. Pero es cierto que en estos momentos necesito un poco de espacio. Necesito estar a solas conmigo mismo, y con todas mis dudas. A veces pienso que el trato que hicimos puede resultar duro en según qué momentos. Si para mí lo ha sido, imagino que para ti también. ¿Me equivoco?

.- No. Tienes razón. Necesito saber que no he sido una carga demasiado dura para ti. Muchas noches me he despertado con la idea loca, que si hubiéramos tenido unas relaciones sexuales, tú, hubieras estado más abierto conmigo. Sólo he recibido por tu parte buenas, pero pocas palabras. Nunca ni un gesto que me indicara que estabas contento con lo pactado. Yo por lo menos he conseguido lo que quería, poder tener a mi hijo conmigo. ¿Lo has alcanzado tú?
.- Desde luego. Como y duermo en mi casa y no estoy solo. En aquellos días era lo único que necesitaba.



.- Pero con el paso de los meses te has dado cuenta, que no te llena por completo. Necesitas algo más en tu vida. Déjame que te explique cómo quedé embarazada del niño.
.- No es necesario.

.- Sí que lo es. Por lo menos para mí. No quiero que pienses que soy una cabeza loca, que va por la vida acostándose con el primero que se le cruza por delante.

tutifruti
22/03/2018, 12:00
Pedro la miró detenidamente. Le hizo una señal palmeando encima del colchón para que se sentara a su lado.

.- Si estás empeñada en hablar y eso te hace feliz, cuéntame lo que te pasó.

Araceli le dio la misma versión que hacía muy pocos días le diera a Ramona. Cuando acabó de hablar, sintió que sus ojos estaban húmedos.

.- Con todo lo que te acabo de decir, deseo que sepas, que tu opinión me importa mucho. Eso lo he ido descubriendo a medida que he pasado los días a tu lado. Eres un buen hombre que merece encontrar la felicidad. Si quieres que rompamos nuestro contrato, para tener una libertad completa, lo entenderé. Sin reproches, ni recriminaciones.
.- ¿Tú deseas romperlo?
.- Yo no. Eres tú quien ha decidido irse de aquí, aunque sea por unas semanas.
.- Ahora me parece que me estás poniendo a prueba – dijo Pedro-
.- Necesito saber algo de lo que pasa por tu cabeza. Si al volver hemos de continuar viviendo juntos, es necesario que pongamos nuestros pensamientos al descubierto, para saber a qué atenernos, tanto tú como yo misma.
-. En estos momentos, tengo la sensación que estar a punto de seguir unos impulsos, esos que tú y yo acordamos no interferiría en nuestra relación.
Se calló buscando las palabras más adecuadas.
.- Araceli, por nada del mundo quisiera herir tus sentimientos. No es un rechazo a tu persona. Todo lo contrario.
-. Pues entonces, no te vayas. Si lo haces me harás sentir culpable. Sé que donde vas a trabajar, lo pasarás mal. Por el frío, porque estarás alejado de esta casa, que es por lo que hemos estado luchando los dos. Si te vas, me harás sentir responsable de todo lo malo que te pueda suceder.
Estaban los dos sentados en la cama, muy cerca el uno del otro.
Pedro supo que aquellas palabras eran una clara invitación a seguir adelante para dejar libres sus instintos.
.- No Araceli, ahora no es el momento de empezar una nueva relación entre nosotros. Si lo hacemos, dejándonos llevar por lo que empezamos a sentir, nunca sabremos, si lo nuestro es verdadero, o simplemente es una salida obligada, porque queremos asegurarnos de seguir viviendo juntos, pero en soledad. Una soledad compartida, a veces esa soledad es la peor. Yo quiero que si pensamos en una unión, sea porque realmente estamos seguros de nuestros sentimientos. Ahora estamos condicionados, quizás por el miedo, quizás por una inseguridad.
Le tomó las manos, mientras la miraba a los ojos.
.- Dime que me entiendes – suplicó Pedro-
.- Te entiendo, pero ahora dime tú, que volverás. Dime que no te vas porque se te hace insoportable mi presencia.
.- Es todo lo contrario. Me voy para asegurarme de que cuando regrese, lo que empezamos a sentir ahora, irá madurando. Seremos como las familias normales. Mantendremos esta separación como si fuera nuestro noviazgo.
.- Deberíamos firmar este pacto con un abrazo, con algo distinto al apretón de manos que hicimos la otra vez. ¿No crees?
Pedro tardó un poco en replicar. Pero cuando lo hizo su voz sonaba emocionada.
.- Me veo incapaz de abrazarte, sin intentar ir más allá, y si esto ocurriera. Siempre tendríamos la sensación, de no haber sabido reprimirnos, de dejarnos llevar solamente por los instintos. Y yo quiero que nuestra relación, tenga una buena base.

.- Quizás tengas razón. Esperaré a que vuelvas, confío en ti, sé que regresarás, que no huyes asustado de lo que representará una unión entre nosotros. Te dejo para que termines tu equipaje.
.- Mañana temprano me iré. No te levantes para decirme adiós. Me será mucho más fácil.
Araceli, no dijo nada más. Salió del dormitorio y entró en el suyo. Rubén dormía en la cama, ocupando el centro de la misma. Araceli, suavemente lo empujó hacia un lado, y se tumbó junto a él. Le pasó una mano por el pelo. Después trató de dormir. Oía el ruido que hacía Pedro, ahora estaba en el baño recogiendo sus escasas pertenencias que tenía en el estante. Después oyó un suave golpe al cerrar la puerta de su dormitorio.
Luego le pareció que caía desde un gran abismo, que llenaba su cuerpo de una sensación extraña.
Cuando se despertó, ya había salido el sol.
Supo que estaba sola en la casa.

tutifruti
22/03/2018, 12:03
Bien en la próxima entrega esto se acaba. No tardaré en subirla, lo haré antes que el PC, se me declare completamente en huelga. Hay días en que para publicar cualquier cosa, me cuesta horrores, pues se me cuelga. Necesita un reemplazo. Hasta pronto.

tutifruti
24/03/2018, 07:14
Pedro salió de la casa, procurando no hacer ruido. Ya había cogido el tranquillo al portón de entrada y sabía cómo moverlo para que no chirriara demasiado. Esto era fácil de hacer desde dentro, pero imposible de conseguir desde la calle. No le importó dejar la puerta entornada, ya la cerraría Araceli, cuando se levantara.
Sabía que de ahora en adelante iniciaría una nueva etapa en su vida.
En muy poco tiempo todo había cambiado a su alrededor. Se vio a sí misma en la plaza de la gran ciudad. Solo y hundido por las circunstancias.
Salió del pueblo acompañado de otro hombre que como él mismo había empezado a vivir allí en busca de una mujer y sobre todo de un lugar en dónde poder satisfacer las necesidades más esenciales. El autocar los llevó hasta la estación de tren, y de allí tras una hora de trayecto llegaron al lugar indicado.
Fue inevitable mantener una conversación durante el viaje.
Aquel hombre no tuvo reparos en decirle que se había acogido a la llamada de los braceros, que pedían, para poder llegar a fin de mes más holgadamente. La mujer con la que compartía desde meses atrás su vida, quería tener familia, y comprendía que un jornal añadido a lo que cobraban, sería muy bien recibido, y por supuesto bien distribuido. Se llamaba Fernando, hasta el momento nunca había encontrado a una mujer con la que compartirlo todo, y la nueva situación debida a la llegada de las mujeres en aquel autocar, le dijo que había cambiado su vida por completo.
Pedro, escuchaba atentamente, para no parecer mal educado. Él no estaba dispuesto a hacer ningún comentario de cómo habían enfocado sus vidas con Araceli. Le impresionó comprobar que ella era muy conocida entre todos, por el mero hecho de acudir a este tipo de citas con un niño de muy corta edad.
En cuanto llegaron a la plantación, se encontraron con otros hombres que iban en busca de un beneficio económico. Todos habían trabajado en lugares similares, por lo que no desconocían que el trabajo era muy duro. Trabajar de sol a sol, para caer rendidos al final de la jornada, comer, y disponerse a dormir en una gran nave acondicionada para este menester. Los colchones no eran de la mejor calidad, pero el agotamiento era tan fuerte, que importaba poco la calidad del colchón y lo agradecían al máximo.

Y así día tras día, pensando siempre en la cantidad de dinero que ganarían. Dinero extra, con el que en un principio no habían contado, eso era para él, lo más importante, era como caído del cielo.

Pedro se alejaba de Fernando, no quería hablar de su vida con él. Tenía miedo que al llegar de vuelta al pueblo, tuviera motivos de los que hablar, de hacer comentarios. En realidad estaba actuando como lo había hecho siempre. Obviaba por completo que había dejado a una mujer en aquella casa, que ya parecía un hogar.
Por las noches, no obstante su último pensamiento era para Araceli. No era de extrañar que apareciera en sus sueños. Siempre eran sueños eróticos, por lo que un día se unió a unos cuantos braceros que se fueron en busca de mujeres fáciles. La mayoría sabían muy bien dónde encontrarla. Él simplemente se unió a ellos en busca de un poco de calor humano. Sabía que no era nada especial. Simplemente era un contacto carnal a cambio de dinero.
Por unos momentos se preguntó si aquel comportamiento podía calificarse de traición hacia la mujer que dejó en casa.
No. No podía decir que aquel acto se pudiera calificar de nada especial. Pedro necesitaba desahogar sus instintos. Y con ese pensamiento se sintió reconfortado. Pero algo en su interior le estaba diciendo, que aquel acto no saciaba para nada sus deseos.
Fernando también había bajado hasta aquel lugar, pero fue directo a llamar por teléfono. No intentó encontrar a nadie que llenara el vacío.
Luego cuando volvieron a encontrarse, le dijo que había dejado recado en casa de Fulgencio y Ramona, para que su pareja supiera que había llegado bien.
Esto le hizo pensar a Pedro, que debería mandarle por lo menos una postal a Araceli, para que supiera que estaba bien. Compró una que reproducía el lugar donde se hallaba. No le importaba que fuera o no bonita, sólo quería que tuviera alguna noticia suya. Al final añadió una frase especial. “Ya falta menos para el regreso”. La postal la metió dentro de un sobre. No quería que nadie más lo pudiera leer.
Tenía pocas horas para pensar, pero era indiscutible que antes de dormirse su pensamiento se iba hasta su casa. Recordaba pequeños detalles que habían vivido juntos, y que en su momento parecía no tener demasiada importancia, y ahora en la lejanía cobraban un valor hasta ahora desconocido.

¿Era esto suficiente para que en su relación, se añadieran otros ingredientes más afines entre una pareja? Tenía dudas. La deseaba de esto estaba muy seguro, pero no todo se tenía que apoyar en esto. Pero comprendía que por mucho que quisiera esconderlo, era una parte muy importante.
Cuando volviera a casa, intentaría ser más comunicativo. Se daba cuenta de lo poco que le gustaba hablar. A ella la oía en interminables charlas con Rubén. El niño apenas decía unas pocas palabras, pero Araceli, hablaba por los dos, incluso le hablaba a Toma.
Cuando descubrió este detalle se sintió feliz. Que aprobara la incorporación del perro en el día a día, le gustó. Luego vino por sorpresa la actuación del niño, que se desvivía por estar con Toma.
Sí, desde luego que cuando volviera tendría que planificar de nuevo la convivencia.
= = = = = === ==
Cuando Araceli recibió la postal, en el primer momento tuvo un sobresalto. ¿Le habría ocurrido algún percance? ¿Le decía aquella carta que aún no había abierto, que no volvía por la casa?

Sus dedos querían ir rápidos abriendo el sobre, pero parecían de trapo. Finalmente leyó lo que le decía. No era apenas nada. Que había llegado sin contratiempos, y la frase final, le daba una certeza, que no se había ido para siempre, como temió desde un principio. Pedro volvería y tal como le anunciaba, ya faltaba menos.
Leyó y releyó la postal un montón de veces. Se sentía mimada por aquel gesto tan sencillo, darse cuenta que él, pensaba en ella.
Y aquí hizo un alto en sus pensamientos.
Sí, ella también se recreaba en cómo sería la vida en cuanto Pedro volviera definitivamente. Su vida no tendría nada que ver, con la que habían llevado en los últimos meses. Se había preguntado en muchas ocasiones si realmente estaba enamorada de él. Y admitía que no. Pero también se daba cuenta que deseaba estar a su lado. Lo añoraba. Cuando se lo comento a Ramona, ésta se echó a reír asegurándole, que aquello que sentía si no era amor propiamente dicho, se la parecía bastante. Admitió que no era lo mismo un enamoramiento de adolescente, cuando todo se ve bajo un prisma romántico. Ahora enfocaba todas las acciones con los pies muy anclados en el suelo. Ramona le dijo que era muy buena señal, para empezar como pareja estable, que pensara en Pedro en muchas ocasiones durante el día. Antes cuando se levantaba por las mañanas, en muchas ocasiones él, ya había preparado el café, y ella podía dedicarse al desayuno de Rubén.
Desde luego que encontraba a faltar, saber que la casa no estaba vacía cuando llegara después de sus tareas en casa de Ramona. Aunque al entrar estuviera silenciosa, sabía que él, no tardaría demasiado en llegar. No era hablador, pero ya se había acostumbrado a esos silencios prolongados.
Y tras muchos recuerdos, revivió con detalle cómo fue su despedida. Tenía razón, en aquellos momentos, a los dos no es hubiera costado nada ir mucho más lejos. Pero Pedro era muy consciente, de que aquella actitud, tomada en un momento pasional, podría llevarles al fracaso más adelante.
Fue mucho mejor que tuviera el buen sentido de no seguir adelante.

Ahora sólo quedaba por ver, si al llegar sabrían los dos encontrar el equilibrio de una relación estable.

Las palabras de Ramona siempre le daban ánimos para llevar su ausencia esperanzas.

Aquel día al despertar Araceli, notó de inmediato que hacía frío. En cuanto sacó los brazos por encima del cobertor de la cama. Poco a poco había cambiado todo en general, los días tan sumamente cortos, se le hacían pesados.
Arropó al pequeño, y ella se vistió dispuesta a tomar el desayuno. Pero Rubén notó enseguida la ausencia de su madre, y la llamó. Lo vistió sin prisas, buscando ropa de más abrigo, luego se lo llevaría con ella a casa de Fulgencio y Ramona. Con aquel matrimonio había encontrado una compañía agradable. El marido, tras saludarla siempre desaparecía de su vista. Ramona le dijo que se iba a poner orden en el pequeño granero que tenían al fondo de su parcela. Allí tenían toda clase de conservas, que el matrimonio hacía en cuanto recolectaban la cosecha. Siempre salía de aquella casa con algún bote de conserva que ellos habían confeccionado para no desperdiciar nada de lo que se recolectaba. En cuanto tuviera oportunidad ella también debería aprender a preparar las conservas, pues se daba cuenta de lo beneficiosas que resultaban, cuando en el mercado había escasez de según qué verduras o frutas.
Vistió al pequeño, y después abrió la ventana para ventilar la habitación, era un ritual, mientras ellos dos desayunaban en la mesa del comedor.
Cuál no sería su sorpresa cuando vio arrinconada ante el portón de madera de la entrada de su casa, una maleta roja.
Le dio un vuelco el corazón. Supo enseguida que Pedro había vuelto. Abrió la puerta, y allí estaba la maleta. Encima una nota, con una piedra encima, para que no volara con el viento.
Escrito con letra desigual pero legible decía
“Te espero en el bar de la plaza.”
Abrigó a Rubén y lo cogió en brazos para ir más rápida. Debido a las bajas temperaturas, no había ninguna mesa a la intemperie.
Entró en el bar. Allí excepto el camarero, no había nadie. Sólo vio a un hombre sentado al fondo, que se levantó de inmediato, en cuanto ella entró.
Araceli estaba indecisa puesto que allí no había nadie más
.- ¿Pedro? –Preguntó finalmente-
No pudo evitar hacer la pregunta. Aquel hombre ni por asomo se parecía a aquel Pedro de barba enmarañada que salió del pueblo hacía exactamente un mes.
.- ¿Tan cambiado estoy sin barba, que te cuesta reconocerme? – Preguntó un tanto asustado
Si hubiera tenido más dudas, desde luego Toma, las disipó de inmediato con sus cabriolas ante aquel hombre.
.- Perdona, imagino que no era este el recibimiento que esperabas. Pero te aseguro que no pareces el mismo.
.- Me alegro que me digas esto. En realidad no soy el mismo hombre que se fue semanas atrás. Espero haber mejorado en todos los aspectos. Para mí este encuentro será, como si fuera el primero. Tú y yo dos personas queriendo conocerse hasta el fondo. ¿Estás de acuerdo?
.- Desde luego. Me alegra que hayas vuelto.
Lo decía de verdad, no eran palabras vacías. Y Pedro lo notó. Sintiendo un gran alivio.
.- A partir de hoy mismo, nuestras vidas empezarán a ser lo que los dos deseamos que sean.
FIN

Kentia
29/03/2018, 05:23
No había venido a mirar los post de arte y me encontré con su novela, la he empezado a leer. Es muy buena, y ambientada en España. ¿En que año sucede?. La felicito.

tutifruti
29/03/2018, 08:10
No había venido a mirar los post de arte y me encontré con su novela, la he empezado a leer. Es muy buena, y ambientada en España. ¿En que año sucede?. La felicito.


Muchisimas gracias por tus palabras, de verdad que se agradecen, todos pecamos de vanidosas, y ver que casi nadie comenta nada, hace que se pierda un poco la ilusión por publicar. O sea que repito muchas gracias. Aunque sacada de la fantasía, algo hay de verídico en el relato, y transcurre en la actualidad. Un saludo cariñoso desde Barcelona (España). Te tuteo porque aquí todos somos iguales. Espero no te moleste.

Kentia
29/03/2018, 20:34
El tuteo no me molesta para nada, el Ud es más que nada, costumbre social en Chile.
La novela me ha conmovido, por las implicancias sociales, románticas y de orden económico, que les pasan los protagonistas.

Gracias por los saludos, se los correspondo, desde Santiago de Chile.

Seguiré leyendo, tan interesante relato.

tutifruti
30/03/2018, 12:55
Hola Kentia, cuando la termines ya me dejarás saber tu opinión. Cuando se escribe es importante saber si se ha logrado entretener y acaparar la atención del lector/a. Un saludo.

Kentia
30/03/2018, 23:00
Me ha acaparado la novela, encuentro sus personajes muy interesantes y bien descritos, todos los acontecimientos, que les pasan.
Seguiré leyendo.
Que es entretenida, no hay dudas.
Desde Santiago de Chile, un saludo.

tutifruti
05/04/2018, 13:51
Me ha acaparado la novela, encuentro sus personajes muy interesantes y bien descritos, todos los acontecimientos, que les pasan.
Seguiré leyendo.
Que es entretenida, no hay dudas.
Desde Santiago de Chile, un saludo.


No había visto este comentario, pero no es extraño, porque esta semana pasada, ha sido festiva. Vosotros le llamáis feriado. Aquí ha sido sobe todo unas fiestas religiosas, aunque se están perdiendo muchos actos de los que antes se hacían, pero las procesiones, en la mayoría de las ciudades no se han perdido por completo. Actualmente la gente joven, se dedica aa ir más o bien a las playas, o este año por la abundancia de nieve a esquiar. Como ves hay para todos los gustos. Me alegra tener noticias tuyas. Un abrazo desde mi querida Barcelona.

Kentia
05/04/2018, 14:01
tutifrutti; no creas, en Santiago, las Iglesias de barrio, organizan procesiones y una tradición que es la quema de Judas, esto es parte del acervo cultural chileno, sobretodo en los días de Semana Santa. Chile país mayoritariamente católico, apostólico romano. Las costumbres se han conservado.
Fui a misa el Domingo de ramos y el Domingo de resurrección. Tenemos tradiciones de artesanía hecha con hojas de palmeras, buscaré en videos y los pondré acá, para compartirlos contigo. Artesanía que los chilenos, aprendimos de los mexicanos.

Este video muestra cómo los mexicanos...hacen estas artesanías. No encontré videos de Chile pero seguro habrán algunos. Las venden fuera de las iglesias los domingos de la Semana Santa.

Kentia
05/04/2018, 14:10
Saludos desde Santiago de Chile, desde mi barrio Vitacura Norte.





https://www.youtube.com/watch?v=rz76VI7aOeI&t=12s

tutifruti
06/04/2018, 05:20
Aquí aún sigue la tradición del Domingo de Ramos ir a la iglesia, y también las niñas sobre todo lucen preciosas filigranas hechas con las palmas. Son obras de arte. Los niños en cambio lucen un palmón, muy recto y rígido para poder golpear el suelo, pidiendo que se abran las puertas de la Iglesia. En otros tiempos ese día se estrenaba ropa. Como ya no tengo ni hijos ni nietos en esas edades, no tengo idea de si todavía persiste. Los años pasan, pero los recuerdos perduran. No sé subir videos, porque sino mostraría cómo se hacen las palmas. Aunque imagino que será como las vuestras. En You Tube debe estar lleno de imágenes. Saludos y hasta pronto.

Kentia
06/04/2018, 07:41
Saludos desde Santiago. ¡ Que lindas palabras dices, sobre las tradiciones! Que pena que no puedas poner imágenes, quizás un nieto te pueda ayudar a aprender.
En este momento en You Tube estaba escuchando a Mon Laferte ( post en música ) Ella es una chilena, joven cantante, que ha salido a la fama del Lollapalloza ( festival famoso de música a nivel internacional, interesante para una chilena, la proyección) La empecé a escuchar por mis sobrinos. No tengo hijos, solamente sobrinos. Sigo leyendo tu novela.

tutifruti
06/04/2018, 15:50
Me complace si te ha gustado mi descripción. Es curioso comprobar que tenemos muchas cosas en común. UN abrazo-

Kentia
07/04/2018, 16:03
Terminé de leer la novela. Saludos tutifrutti. Muy buen final. La familia consolidada, debido a todas las alternativas humanas, que los protagonistas pasaron. Espero que puedas escribir otra novela o relato. Leí que tienes problemas con tu Pc. Espero todo se solucione.

tutifruti
08/04/2018, 05:14
Me alegra saber que la novela te ha gustado. En ella he mezclado situaciones reales con mi fantasía. Escribir siempre ha sido para mí, como una válvula de escape, si lo publico y además gusta, ya no pido nada más. Gracias por tus palabras, que agradezco muy de veras. Sí que tengo más cosas escritas, pero la verdad es que se me hace un engorro, tenerlas que subir, ya que primero lo hago en Word, y luego lo publico, y a veces este sistema me falla. Y---tengo muy poca paciencia. Un abrazo de domingo lluvioso en mi ciudad.

Kentia
10/04/2018, 10:08
Saludos, espero que hayas podido arreglar tu Pc.

tutifruti
10/04/2018, 13:26
Hola Kentia, el arreglo ha sido otro nuevo, es lo que ocurre cuando ya tiene 7 años. Iba muy lento y se colgaba muy a menudo. Ahora me toca adaptarme a él, porque siendo casi el mismo modelo, viene con incorporaciones nuevas. Espero que no se me haga demasiado difícil. Aunque ya sé que tendré que pedir ayuda más de una vez a algún hijo. Una abrazo y espero que hasta pronto.

Kentia
18/04/2018, 16:47
Te saludo tutifrutti, espero que te hayas podido acostumbrar a tu Pc nueva. Le pido ayuda a uno de mis sobrinos, cuando no se cómo hacer algo. Suerte.

tutifruti
19/04/2018, 07:55
Gracias Kentia por tu interés.Quise subir un escrito y no lo conseguí, ahora esto es simplemente una prueba,por si haciéndolo con otro sistema, lo consigo. Ya veremos que tal me sale. Unabrazo
Lo anterior ha sido un copiar y pegar, y creo que ha salido bien, pero no sé si sucederá lo mismo cuando sea un TEMA NUEVO, ya que el enunciado no es igual a este. Allí hay la manera de ponerlo en Word y es cuando no me sale bien. Iré haciendo pruebas. Lo mio no es precisamente la informática. Es el precio de haber nacido demasiado temprano. Un beso

Caracolamarina
03/07/2018, 11:43
​Muy buen relato, que podemos leer y enterarnos de las peripecias de sus personajes.

Caracolamarina
22/07/2018, 09:50
Novela de la forera tutifrutti...que fue publicada en el foro hace un tiempo...


Excelente como novela, de personajes, en que podemos leer lo que les pasa a ellos...

Y a los que los rodean ...en la vida.

Emeric
28/07/2018, 05:55
¿ Publicarla ?

Caracolamarina
03/08/2018, 04:33
UNa gran novela en qu todos podemos seguir las altrnancias de lo que ahora se llama reubicación de las persnas ...La inmigracion vista desde otro punto de vbista, dentro del propio país de los prsonajes.

Hermoso relato, que nos cuenta las alternancias, de los romances que se suscitan, entre las personas, que no esperan nada de la vida.

Caracolamarina
28/01/2019, 20:55
un LINDO RELATO PARA LEER...DELA AUTORIA DE MI AMIGA tutifruti...que por supuesto al ver todo el ""desorden "" de los amantes de temas que no tienen que vcer con el ARTE se fue del Foro...

Asi es.

Saludos y saludines...con 44.3...de sensación térmica en la ciudad de Buenos Aires....UYUYYYYY Los patos caen asados......jajajajajajajajaja