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Ver la versión completa : Vieja Creación y Nueva Creación



oswaldo8553
20/12/2017, 18:47
La Biblia menciona dos tipos de creaciones: la creación material, que es la vieja creación, y la creación espiritual, que es la nueva creación.

La creación del Génesis es la vieja creación, de la cual Jehová es el demiurgo creador, el cual alentó el hombre Adán con su soplo, como lo vimos en Génesis 2:7 … Y formó Jehová el hombre del polvo de la tierra y sopló sobre sus narices el soplo da vida y el hombre fue hecho alma viviente.

La creación del Evangelio de Juan es la nueva creación, de la cual Jesús es el autor, como él dijo a Nicodemo en Juan 3:3-9 … De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? preguntó Nicodemo ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios, respondió Jesús. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.

Nicodemo, así como todos los judíos de su época, admitió conocer solo la vieja creación, y por eso confesó su ignorancia diciendo a Jesús: ¿Cómo es posible que esto suceda? (Juan 3:9)

Es interesante observar que en la nueva creación, Jesús sopló el Espíritu Santo sobre sus discípulos antes de la formación de la Iglesia, como leemos en Juan 20:22 … Habiendo dicho esto, Jesús sopló sobre sus discípulos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo.

Si Jesús y Jehová fueran la misma persona, Jesús non precisaría soplar un otro soplo sobre sus discípulos, ya que como hombres naturales, ellos ya tenían el soplo terreno de la vida física que se les ha dado por Jehová.

Jehová sopló el soplo de la vida humana sobre el primero hombre (Adán), el cual pasó a tener la vida física. Por su vez, Jesús sopló el soplo del Espíritu Santo sobre sus discípulos y ellos pasaran a tener potencialmente la vida espiritual, la cual vino a manifestarse después, en el día de Pentecostés.

El soplo de Jesús transformó aquellos hombres incrédulos e ignorantes en apóstoles osados y capacitados para levar el Evangelio del Maestro a todo el mundo, después de la experiencia en Pentecostés. Aquel "viento impetuoso" mencionado en Hebreos 2:2 fue como un aliento que confirmó el soplo que Jesús dio antes sobre ellos como relatado en Juan 20:22.



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oswaldo8553
20/12/2017, 22:41
Hay una extraordinaria coincidencia si comparamos el primero verso del libro de Génesis con el primero verso del Evangelio de Juan, pues ambos comienzan con las palabras ... En el principio.

Eses dos versículos bíblicos se encuentran respectivamente en el Viejo y en el Nuevo Testamento, donde leemos así:

Génesis 1:1 … En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Juan 1:1 … En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

Lo que yo he podido concluir es que el libro de Génesis narra la creación del mundo y de las creaturas desde la perspectiva física y material, mientras que el Evangelio de Juan relata la creación del nuevo hombre desde la perspectiva espiritual.

Por esa causa, el Evangelio de Juan es conocido por muchos teólogos como el Génesis del Nuevo Testamento. Sin embargo, es notorio que los contextos de esos dos textos muestran realidades y ambientes contrapuestos.

Esa ambigüedad puede explicarse si no olvidamos que la creación que se describe en el Génesis no es la misma creación que se describe en el Evangelio de Juan. Hasta mismo los soplos que dieron aliento a las creaturas fueron diferentes.

Génesis 2:7 … Entonces Jehová Elohim formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Juan 20:22 … Y habiendo dicho esto, Jesús soplo y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.



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oswaldo8553
21/12/2017, 09:32
Jehová es el demiurgo, señor de la Vieja Creación – la creación material y terrena, mientras que Jesús es el Señor de la Nueva Creación – la creación espiritual y del cielo.

Adán fue el primogénito de la creación material de Jehová mientras que Jesús es el primogénito de la creación de hijos espirituales del verdadero Dios Padre.

En la vieja creación están los instintos humanos y las inclinaciones de la carne, o sea, el apetito físico y el impulso sexual, ambos centralizados en el ego, mientras que en la nueva creación están las inclinaciones espirituales, o sea, el anhelo por los valores centralizados en la Palabra de Dios, como también el impulso para hacer el bien a lo próximo. Esa diferencia está muy clara en Colosenses 3:5-11, donde Pablo dijo: Por lo tanto, hagan morir lo terrenal en sus miembros: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y la avaricia, que es idolatría. A causa de estas cosas viene la ira de Dios sobre los rebeldes. En ellas anduvieron también ustedes en otro tiempo cuando vivían entre ellos. Pero ahora, dejen también todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia y palabras groseras de su boca. No se mientan los unos a los otros; porque se han despojado del viejo hombre con sus prácticas y se han vestido del nuevo hombre, el cual se renueva para un pleno conocimiento conforme a la imagen de aquel que lo creó. Aquí no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre; sino que Cristo es todo y en todos.

El primero hombre, Adán, era terreno y fue creado por Jehová como un “ser viviente”, el cual era movido por instintos animales, como todos los demás seres vivos. El segundo hombre (Jesús) que es del cielo, fue adoptado y engendrado por el Padre como un “espíritu vivificante”, como explicó Pablo en 1 Corintios 15:45-47 ... El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente; el postrer Adán, en el espíritu vivificante. No vino primero lo espiritual, sino lo natural, y después lo espiritual. El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo.



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oswaldo8553
21/12/2017, 12:01
Aunque el filósofo Platón no conocía el verdadero Dios, que solo fue manifestado a través de Cristo cuatro siglos después, él intuyó el concepto de un demiurgo distinto del Dios absoluto basándose en la diferencia de naturalezas del ser humano, ya que cada ser humano muestra en lo mismo cuerpo una inclinación por el bien y otra por el mal.

Por ese concepto platónico, cuando una persona revela una inclinación por el bien, está manifestando su identificación con el del Dios “mayor”, mientras que una inclinación de esa persona por el malo manifestaría su identificación con el demiurgo, o sea, el dios “menor”. El demiurgo era capaz de dotar al hombre sólo con la psiqué (alma sensible), mientras que el neumático (alma racional) sería añadido sólo por Dios.

Ese concepto DUALISTA que Platón intuyó fue adoptado más tarde por Marción, y después por los cátaros o albigenses. Sin embargo, lo vemos también en las palabras del apóstol Pablo en sus epístolas.

Incluso después de su experiencia con el verdadero Dios, Pablo admitió en Romanos 7: 15-20 que había una fuerza dentro de él para hacer lo que no aprobaba. Así dijo él: … No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Ahora bien, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena; pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo, sino el pecado que habita en mí. Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mí.


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oswaldo8553
22/12/2017, 15:57
La confesión del apóstol Pablo en Romanos 7: 15-20, admitiendo que había todavía en él una inclinación para hacer lo que él no aprobaba, es una prueba muy evidente que mismo después de la conversión, o sea, del nuevo nacimiento, la vieja creatura con sus instintos animalescos quiere alzarse de nuevo, y por eso se requiere a un cristiano que esté continuamente mortificando su propia carne hasta el final de su vida.

La mortificación es un recurso que la Biblia proporciona a cada ser humano para debilitar la concupiscencia, de tal modo que su poder para impulsar, avivar, seducir, inquietar y molestar el alma es gradualmente disminuido.

Por eso, Pablo dijo en Colosenses 3:5 así … Hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.

También en Romanos 8:13 él dijo … Porque si viviereis conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis.

Lo que se puede observar es que en la medida en que una persona se acerca a Dios, tiende a manifestar los frutos del Espíritu Santo de Dios reportados en Gálatas 5:22 y 23 … amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, y todo lo contrario, en la medida en que se aleja de Dios y permite el crecimiento de los instintos de la carne reportados en Gálatas 5:19-21 … inmoralidad, impureza, libertinaje, idolatría, brujería, odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidia, borracheras, orgías, y otras cosas parecidas.

Cuando una persona siente ira, celos o revela egoísmo, ella está manifestando las características de su filiación física de Jehová, porque toda la humanidad fue creada del polvo de la tierra, con todos los instintos animales y bestiales.

De la misma manera, cuando alguien no devuelve una ofensa, o cuando no blasfema ni murmura quejándose de su suerte, está manifestando su filiación a Dios el Padre y reflejando el ejemplo de Jesús (el último Adán) que es del cielo y espiritual. Por eso Pablo dijo en 2 Corintios 5:17 que … Si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!


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oswaldo8553
23/12/2017, 10:53
La transformación de la nueva criatura a través de Cristo está caracterizada por el despojamiento del viejo hombre y por el revestimiento del nuevo hombre, como mencionado en Efesios 4:22-24 … Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.

De la misma forma, el apóstol Pablo dijo en Colosenses 3:9-10 … Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador.

Ese contraste entre la vieja y la nueva creatura fue comparado con la diferencia entre luz y tinieblas, como dijo Pablo en Efesios 5:8 ... Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz.


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