oswaldo8553
23/08/2017, 22:52
El sábado de la ley de Jehová y el verdadero descanso en Cristo
En Éxodo 20:10 Jehová ordenó la observancia del séptimo día – el sábado, que corresponde al cuarto mandamiento del decálogo.
Sin embargo, la observancia de aquel sábado temporal de 24 horas no tiene valor algún para el verdadero Dios, el Padre, pues el verdadero reposo para las almas está en Cristo, que dijo en Mateo 11:28-30 … Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.
Esto significa que el reposo de Cristo no es sólo un descanso de 24 horas, sino un descanso definitivo para el alma de los hombres y mujeres fatigados.
Acerca de esto reposo que Josué no puede dar al pueblo de Israel, lo menciona Hebreos 4:8-11 al decir: “Si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”.
Los judíos estaban muy preocupados en guardar el “sábado ceremonial” y por eso acusaron Jesús de transgredir el cuarto mandamiento, porque Jesús no elegía datas especiales para hacer los milagros y curas para los necesitados (Juan 5:1).
Aquello reposo temporal de la ley del Viejo Testamento fue meramente virtual y falso, mientras que el reposo que Cristo da para las almas es real y verdadero.
Jesús fue acusado por los fariseos de violar el sábado, simplemente porque él no diferenciaba días especiales para poder realizar sus milagros y curas (Lucas 13:14-17). Él no vía motivo para dejar de hacer buenas obras en cualquier día de la semana por causa de una mera religiosidad (Lucas 6:6-11).
Por causa de esa libertad para hacer el bien a cualquier tempo, Jesús fue perseguido por los judíos, como dice Juan 5:16-18, no solamente por transgredir las tradiciones de los religiosos, sino también por intitularse a sí mismo el “Señor del Sábado”, como leemos en Mateo 12:8.
Sus discípulos también fueran acusados de violaren el sábado, por cuanto fueran vistos arrancando espigas en el séptimo día para comerlas (Mateo 12:1). Si ese hecho aconteciera hoy, Jesús y sus discípulos serían llamados de “adoradores de la bestia” por los adventistas del séptimo día.
En Gálatas 4:3 y 4, el sábado de 24 horas por semana es considerado como un “rudimento del mundo”. Si lo es rudimento, entonces es porque no lo es sólido. Esto significa que aquel cuarto mandamiento del decálogo es para los “niños” espirituales, los cuales no tienen madurez y todavía están bajo a un yugo de servidumbre, en una religiosidad que es sólo de apariencia.
http://www.iabr.oswnet.com/page_04.htm
http://www.iabr.oswnet.com/page_12.htm
En Éxodo 20:10 Jehová ordenó la observancia del séptimo día – el sábado, que corresponde al cuarto mandamiento del decálogo.
Sin embargo, la observancia de aquel sábado temporal de 24 horas no tiene valor algún para el verdadero Dios, el Padre, pues el verdadero reposo para las almas está en Cristo, que dijo en Mateo 11:28-30 … Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.
Esto significa que el reposo de Cristo no es sólo un descanso de 24 horas, sino un descanso definitivo para el alma de los hombres y mujeres fatigados.
Acerca de esto reposo que Josué no puede dar al pueblo de Israel, lo menciona Hebreos 4:8-11 al decir: “Si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”.
Los judíos estaban muy preocupados en guardar el “sábado ceremonial” y por eso acusaron Jesús de transgredir el cuarto mandamiento, porque Jesús no elegía datas especiales para hacer los milagros y curas para los necesitados (Juan 5:1).
Aquello reposo temporal de la ley del Viejo Testamento fue meramente virtual y falso, mientras que el reposo que Cristo da para las almas es real y verdadero.
Jesús fue acusado por los fariseos de violar el sábado, simplemente porque él no diferenciaba días especiales para poder realizar sus milagros y curas (Lucas 13:14-17). Él no vía motivo para dejar de hacer buenas obras en cualquier día de la semana por causa de una mera religiosidad (Lucas 6:6-11).
Por causa de esa libertad para hacer el bien a cualquier tempo, Jesús fue perseguido por los judíos, como dice Juan 5:16-18, no solamente por transgredir las tradiciones de los religiosos, sino también por intitularse a sí mismo el “Señor del Sábado”, como leemos en Mateo 12:8.
Sus discípulos también fueran acusados de violaren el sábado, por cuanto fueran vistos arrancando espigas en el séptimo día para comerlas (Mateo 12:1). Si ese hecho aconteciera hoy, Jesús y sus discípulos serían llamados de “adoradores de la bestia” por los adventistas del séptimo día.
En Gálatas 4:3 y 4, el sábado de 24 horas por semana es considerado como un “rudimento del mundo”. Si lo es rudimento, entonces es porque no lo es sólido. Esto significa que aquel cuarto mandamiento del decálogo es para los “niños” espirituales, los cuales no tienen madurez y todavía están bajo a un yugo de servidumbre, en una religiosidad que es sólo de apariencia.
http://www.iabr.oswnet.com/page_04.htm
http://www.iabr.oswnet.com/page_12.htm