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eettiicc@yahoo.es
24/10/2017, 10:43
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 222]
No parece que en la víspera del siglo XX y durante todo ese siglo, y lo que va del XXI, se hayan producido temores entre los cristianos fidedignos con relación al fin del mundo, sino, más bien, todo lo contrario, es decir, un deseo intenso de que llegue ese día. La razón estriba en que la Biblia habla de liberación para los seguidores de Jesús tras el fin del mundo: el pasar en calidad de supervivientes a través de un período conocido como “tribulación magna” o “grande tribulación”, equivalente a la clausura o finalización de un sistema antrópico global, similar a lo que ocurrió en el Diluvio. Varios eruditos defienden ese argumento basándose en las siguientes palabras de Jesucristo: “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra” (Evangelio según Mateo, capítulo 5, versículo 5; Biblia de las Américas, 2005); “Ven y sé nuestro único rey (se sobreentiende: Jesucristo insta a sus discípulos a pedir en oración que venga el Reino de Dios y que Él sea el único gobernante sobre la Tierra, pues por el momento existen 2 gobernaciones, a saber, la de la simiente diabólica en mayoría absoluta y la de la simiente de la mujer simbólica en minoría absoluta). Que todos los que viven en la tierra te obedezcan, como te obedecen los que están en el cielo (se sobreentiende: Jesucristo insta a sus discípulos a pedir que la voluntad divina se efectúe sobre nuestro planeta como ocurre en el cielo o suprauniverso, la cual voluntad tiene como base una sociedad de criaturas inteligentes obedientes a la norma divina)” (Evangelio según Mateo, capítulo 6, versículo 10; Traducción de la Biblia al lenguaje actual; Sociedad Bíblica Española, dependiente de la Entidad Internacional denominada Sociedades Bíblicas Unidas, fundada en Haywards Heat, Inglaterra, en 1946); “Cuando empiecen a suceder estas cosas (se sobreentiende: Las señales que preceden al fin del mundo), animaos y levantad la cabeza (se sobreentiende: Los cristianos, por estar en minoría absoluta frente a la descendencia diabólica, cobran ánimo cuando perciben que el final de dicha descendencia malsana está cercano), porque muy pronto seréis liberados (se sobreentiende: Liberados de la maldad circundante)” (Evangelio según Lucas, capítulo 21, versículo 28; Biblia denominada “Dios habla hoy”, patrocinada por las Sociedades Bíblicas Unidas).

eettiicc@yahoo.es
25/10/2017, 15:46
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 223]
Continuando con la descripción profética que Jesucristo dio de la víspera del fin del mundo, leemos: “Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todas estas cosas serán el principio de los dolores de parto (se sobreentiende: El parto, o la tribulación magna, debería acaecer algún tiempo después de la aparición de esos “dolores”)” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 7 y 8; Biblia textual, tercera revisión). Da la impresión de que, con estas palabras, Jesucristo simplemente estaba aportando más datos a lo que ya había dicho en el versículo 6 (“Oiréis de guerras y rumores de guerras, pero no os asustéis, pues aunque todo esto ha de llegar, aún no será el fin”). El relato paralelo del evangelista Lucas dice: “Será levantada nación contra nación y reino contra reino; y habrá grandes terremotos y hambrunas y pestilencias en diferentes lugares, y sucesos aterradores y grandes señales del cielo” (Evangelio según Lucas, capítulo 21, versículos 10 y 11; Biblia textual, tercera revisión). Hubo un aparente cumplimiento de estas palabras entre los años 40 y 60 del primer siglo de nuestra era, que fue un período muy penoso para los judíos. Varios maestros religiosos habían asegurado al pueblo que, cuando reino estuviera levantándose contra reino y ciudad contra ciudad, eso indicaría el tiempo del aparecimiento inminente del Mesías. Sin embargo, el Mesías que ellos esperaban nunca apareció, pero, en cambio, sí que se presentaron en la escena grandes terremotos, de los cuales hay registro. Hubo un fuerte terremoto en la isla de Creta durante el reinado de Claudio César y otro en Esmirna, y aún otros en Hierápolis, Colosas, Quío, Mileto y Samos; otro derribó la ciudad de Laodicea durante el reinado del emperador Nerón; hubo hasta uno en Roma, según lo informó el historiador latino Tácito; y en sus “Guerras de los judíos”, en el libro 4, capítulo 4, párrafo 5, Josefo menciona un terrible terremoto que ocurrió en Judea misma. También acontecieron hambres, una de las cuales se informa en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 11, versículos 27 al 30, predicha por el profeta cristiano Agabo y que ocurrió durante el reinado del emperador Claudio; y, según informes, muchos judíos que vivían en Jerusalén murieron debido a esta hambre; además, a causa de la escasez de alimento y por lo tanto a la mala nutrición, la gente debió sucumbir a las enfermedades, y con ellas empezarían las pestes o epidemias infectocontagiosas.

eettiicc@yahoo.es
25/10/2017, 15:59
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 224]
Parece que las palabras de Jesucristo insertas en el evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 7 y 8 (“Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todas estas cosas serán el principio de los dolores de parto”), alcanzan un más nítido cumplimiento en la época contemporánea, a partir del estallido de la Primera Guerra Mundial, razón por la cual, entre otras cosas, algunos doctos consideran que aquella gran guerra probablemente dio comienzo a la víspera del fin del mundo. Por ejemplo, el levantamiento de “nación contra nación y reino contra reino” se da de manera masiva por primera vez en la historia de la humanidad con la Primera Guerra Mundial, pues antes de eso los conflictos bélicos eran de alcance limitado; pero esa guerra, además de enfrentar a grandes zonas del planeta, aceleró el desarrollo tecnológico de armas terribles, mucho más destructivas de lo esperado; entre otras cosas, se empezó a utilizar el avión, recientemente inventado, para arrojar bombas sobre indefensas personas civiles, creando verdadero pánico en las poblaciones enemigas; por otra parte, la producción intensiva de armas llevó la masacre a niveles insospechados, ya que aproximadamente la mitad de los 65 millones de soldados movilizados acabaron heridos o muertos, a veces en medio de un infierno indescriptible en las trincheras (empleo de gases corrosivos y venenosos). Aun así, la matanza bélica continuó aumentando a lo largo del siglo XX, sin que pudiera detenerla en absoluto los concordatos de paz firmados a la sombra de la incompetente Liga de Naciones (antecesora de la actual ONU). En efecto, poco después de esa terrible experiencia internacional, se presentó en escena la Segunda Guerra Mundial. De ella, cierto historiador afirmó que “nunca se sabrá el número total” de bajas militares y civiles provocadas por de ese segundo conflicto global. Y la situación actual no es para sentirse tranquilo, pues sigue habiendo guerras y amenazas de ellas; sólo que en nuestros días un conflicto armado que se descontrole, y que se propague a nivel mundial, podría desembocar fácilmente en un exterminio planetario de índole termonuclear; y, desgraciadamente, a medida que avanzan los tiempos, parece que cada vez más individuos desequilibrados y psicópatas encubiertos ostentan el poder.

eettiicc@yahoo.es
26/10/2017, 10:14
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 225]
También se han producido hambres y terremotos en cantidad significativa durante el siglo XX y en lo que va del XXI, por lo que da la impresión de que la víspera del fin del mundo queda asimismo atestiguada por estos hechos. Por ejemplo, aparte de las brutales hambrunas acaecidas como consecuencia de las 2 guerra mundiales y por desastres naturales, revoluciones y desforestación en el siglo XX, en el año 2005 la revista Science declaró: “El 14% de la población mundial (854 millones de personas) padece desnutrición crónica o aguda”; y en 2007 las Naciones Unidas informaron que había 33 países incapaces de alimentar a sus habitantes. Pero lo increíble de la situación es que esto ocurre cuando la producción mundial de grano está aumentando, y la causa radica en parte en que el grano de muchos campos de cultivo no se está destinando al consumo humano sino a la elaboración de etanol. El periódico sudafricano The Witness explica que “con la cantidad de grano utilizado en la producción del etanol necesario para llenar una sola vez el depósito de un todoterreno se podría alimentar a una persona durante todo un año”. Pero lo peor es que últimamente hasta en los países desarrollados, como consecuencia de la grave crisis económica mundial, el alza en los precios de los alimentos está obligando a muchos ciudadanos casi a mendigar para cubrir las necesidades básicas de la vida, y ello sin tener acceso a los medicamentos y la calefacción. En cuanto a los terremotos, el siglo pasado ya se cobró muchas víctimas pero el lapso que llevamos del actual es más preocupante, pues, como ha explicado el sismólogo indio Rajender Chadha en 2007: “La actividad sísmica ha aumentado repentinamente en todo el planeta, pero nadie sabe por qué”. Además, el número de muertos por esta causa ha crecido debido al rápido incremento de la población en zonas de riesgo. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto y el tsunami que se produjeron en el océano Índico en 2004 fue “el más mortífero —en lo que a terremotos se refiere— de los últimos quinientos años” y “el segundo de toda la historia”.

eettiicc@yahoo.es
28/10/2017, 11:37
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 226]
Seguidamente, en la relativamente extensa profecía de Jesucristo acerca del fin del mundo que recogió el evangelista Mateo, se dice: “Entonces (se sobreentiende: En la víspera del fin del Mundo) os entregarán a tribulación y os matarán (se sobreentiende: A los discípulos de Jesucristo), y seréis aborrecidos por todas las naciones a causa de mi nombre (se sobreentiende: Por causa de declararse cristiano)” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículo 9; Biblia textual, Tercera revisión). Ciertamente, estas palabras se cumplieron para los cristianos primitivos, especialmente entre los años 35 a 65 de nuestra era (aunque tras la destrucción de Jerusalén en el año 70 también ocurrieron fuertes persecuciones anticristianas decretadas por emperadores romanos tales como Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximino, Decio, Valeriano, Diocleciano y Juliano). Durante el siglo XX se produjeron asimismo graves persecuciones antricristianas a resultas de la revolución bolchevique en Rusia y de la implantación del régimen comunista ateo en la emergente Unión Soviética, y éstas fueron secundadas por diversas purgas efectuadas en China y Cuba debido a la institucionalización del ateísmo comunista en esos países. Igualmente, en la Alemania nazi, el gobierno hitleriano quiso acabar de raíz con todas las ideologías religiosas que rehusaron participar en la gran matanza que resultó ser la Segunda Guerra Mundial, donde, curiosamente, el temor a las represalias militares llevó al enfrentamiento de soldados católicos contra sus hermanos correligionarios del bando opuesto, y a soldados protestantes contra sus hermanos prostestantes del otro bando; sin embargo, los escasos objetores, católicos o protestantes, que se negaron a tomar las armas tuvieron que sufrir los horrores de la animadversión nazi si se encontraban bajo los dominios de ésta, u otras represalias menos crueles si pertenecían a los países aliados contra el nazismo. Y, descollando entre los grupos perseguidos, estuvieron algunas ideologías religiosas cristianas minoritarias absolutamente reacias a desoír la exhortación bíblica y cristiana de amar al prójimo como a uno mismo.

eettiicc@yahoo.es
28/10/2017, 14:11
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 227]
A continuación, Jesucristo dijo: “Y muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículo 10; Biblia textual, Tercera revisión). Estas palabras se entienden mejor a la luz de la siguiente versión bíblica: “Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículo 10; Traducción de la Biblia al lenguaje actual). En relación con este pasaje, algunas Biblias establecen una vinculación entre él y este otro: “Pero como no tiene raíz (se sobreentiende: Se trata de una parábola de Jesucristo en donde se habla de los corazones de distintos tipos de personas que dicen creer en él; y en este caso se compara a un cierto tipo de cristianos con semillas que caen entre los pedregales y por tanto no pueden echar raíces en un medio tan duro, a saber, en un corazón poco maleable por la guía divina en su totalidad; por lo tanto, esa defección interior hace que la palabra de Dios no penetre en semejantes indiviuos a un grado suficiente como para mantenerlos estables en el discipulado cristiano), dura poco tiempo (se sobreentiende: Dura poco tiempo como cristiano fidedigno). Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra (se sobreentiende: Persecución a causa de la evangelización cristiana), en seguida se aparta de ella (se sobreentiende: Repudia su fe cristiana, llegando a ser un traidor para con sus antiguos hermanos cristianos)” (Evangelio según Mateo, capítulo 13, versículo 21; Nueva versión internacional de la Biblia, de Castilian). Esta situación debió producirse en la víspera de la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 y en algunos años y décadas antes de eso, pues tanto en Judea como en otras partes del imperio romano se dieron una serie de duras persecuciones anticristianas que puso verdaderamente a prueba la fe de los seguidores de Jesucristo. También, durante el siglo XX, y poco más, ha habido (y parece que sigue habiendo), igualmente, un clima anticristiano especialmente virulento en algunas zonas del planeta.

eettiicc@yahoo.es
30/10/2017, 07:58
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 228]
Jesucristo continuó: “Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente. Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás. Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará. Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin” (Evangelio según Mateo, capítulo 24 versículos 11-14; Traducción de la Biblia denominada “Dios habla hoy”). Como ya se ha comentado anteriormente, entre los años 40 y 60 del primer siglo aparecieron en Palestina muchos profetas o mesías falsos y engañaron a muchos judíos de entre el pueblo, y esto dio paso a un periodo de gran corrupción, maldad y terrorismo en toda Judea, que culminó en la Gran Revuelta del año 66, en donde el altruísmo o el amor de la mayoría de los palestinenses se vino abajo. No obstante, los cristianos que perseveraron o continuaron firmes en su fe, soportando los embates del entorno hostil hasta el final de aquel mundo judío del primer siglo, consiguieron huir a Pela y salvarse de la enorme tribulación que le sobrevino a la ciudad de David en el año 70. Entretanto, mientras permanecieron en Judea, los seguidores de Cristo fueron difusores de las buenas nuevas (buenas noticias) del reino de Dios; es decir, evangelizaron la zona palestinense declarando que el reino de Dios habría de venir en el futuro para que la voluntad divina se llevara a efecto en la tierra, tal como se expresa en la oración del padrenuestro. Y durante el siglo XX parece que han sucedido acontecimientos similares, pues han aparecido falsos profetas o falsos salvadores de la humanidad (falsos mesías) y han conseguido engañar a muchos individuos (movimientos filosóficos políticos de corte marxista o leninista, demócratas ilusorios y triunfalistas, profetas del comercio y de la prosperidad material, visionarios de la ciencia y de la tecnología que vaticinaron una era de bienestar maravilloso, iluminados que han seducido con sus doctrinas pseudobudistas a grandes masas de personas, fanáticos religiosos que han incitado a las masas a emprender una lucha armada y terrorista suicida, etcétera); y todo esto ha contribuido a generar un clima de desamor o falta de altruísmo generalizado. También, ha sucedido que en medio de toda esta mala parafernalia ha habido (y hay) numerosos evangelizadores cristianos que publican una extensión de las buenas nuevas que Jesucristo declaró hace ya casi 2 milenios.

eettiicc@yahoo.es
30/10/2017, 13:09
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 229]
La profecía de Jesucristo continúa así: “Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación (se sobreentiende: La abominación desoladora o destructora, o el ídolo destructor abominable, según la versión bíblica que se utilice), anunciada por el profeta Daniel (se sobreentiende: Daniel el profeta, en el capítulo 9 del libro sagrado que lleva su nombre, versículos 26 y 27, habla de que, tras el asesinato del Mesías, la ciudad santa de Jerusalén y el lugar santo de su Templo serían eliminados por un pueblo venidero con un caudillo gentil, a saber, la Roma imperial, causando un auténtico exterminio; y esto también lo apostilla el profeta en el capítulo 11, versículo 31, del mismo libro), erigida en el Lugar Santo (se sobreentiende: Un ataque al Templo, el cual únicamente coincide históricamente con el socavamiento que las tropas de Cestio Galo hicieron contra el muro y la puerta norte del recinto del Templo en el otoño del año 66, aunque luego se retiró del asedio) ― el que lea, que entienda ― (se sobreentiende: Jesucristo hace un llamamiento al sentido común y a conexión de sus palabras con el conocimiento profundo de la profecía de Daniel, pero con la condición de extraer inferencias objetivas o no afectadas por doctrinas e ideas preconcebidas), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; el que esté en el terrado, no baje a retirar las cosas de su casa; y el que esté en el campo, no regrese en busca de su manto. Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días (se sobreentiende: Es una lamentación por las madres embarazadas y las que tuvieran niños pequeños, ya que, si no eran cristianas, no podrían tener la fe correcta ni la sabiduría necesaria para ponerse a salvo). Orad para que vuestra huida no sucesa en invierno ni en día de sábado (se sobreentiende: Jesús, aquí, exhorta a sus seguidores, es decir, a los cristianos residentes en Jerusalén que fueran contemporáneos de la Gran Revuelta del año 66, a orar a Dios pidiendo que Él les suministrara facilidades para huir a las montañas cuando llegara el momento preciso para ello, el cual resultó ser inmediatamente después de la retirada de Cestio Galo). Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla (se sobreentiende: La tribulación o aflicción que llevó a Jerusalén a su destrucción en el año 70 no ha tenido parangón en la historia humana de todos los tiempos, de lo que se deduce que ni siquiera el espeluznante relato de Flavio Josefo acerca de este suceso refleja con exactitud el indescriptible sufrimiento que debió experimentar la fracción del pueblo judío que fue acorralada por Tito tras los muros de la ciudad de David). Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos (se sobreentiende: Los cristianos que Jesucristo reconoce como hermanos suyos, según lo que él mismo había dicho anteriormente en el capítulo 12, versículos 48-50, de este evangelio; o según lo que dijo poco después, en el capítulo 25, versículo 40, y en el capítulo 28, versículo 10, del mismo evangelio) se abreviarán aquellos días” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 15-22; Biblia de Jerusalén de 1975).

tufinletal
30/10/2017, 13:32
que interesante... realmente muy conciso... bien argumentado... ¿de donde lo sacaste?... ¿cuando se escribio este analisis biblico?

tufin

Veo que respetas en gran manera el contenido de la biblia... me gustaría tener todo lo que estas escribiendo en un solo texto.. para leerlo y estudiarlo... es bien abundante la información.

Existen muchos datos que me ayudaran a entender con mas claridad pasajes bíblicos. Especialmente el tema de la profecía de génesis 3:15.

Profecías tan bien explicadas realmente muy productiva la información. Vale la pena que lo hayas expuesto... tengo la seguridad que siempre abra personas que lo leerán y se darán cuenta de lo que estas hablando

un saludo



tufin

eettiicc@yahoo.es
30/10/2017, 19:11
que interesante... realmente muy conciso... bien argumentado... ¿de donde lo sacaste?... ¿cuando se escribio este analisis biblico?

tufin

Veo que respetas en gran manera el contenido de la biblia... me gustaría tener todo lo que estas escribiendo en un solo texto.. para leerlo y estudiarlo... es bien abundante la información.

Existen muchos datos que me ayudaran a entender con mas claridad pasajes bíblicos. Especialmente el tema de la profecía de génesis 3:15.

Profecías tan bien explicadas realmente muy productiva la información. Vale la pena que lo hayas expuesto... tengo la seguridad que siempre abra personas que lo leerán y se darán cuenta de lo que estas hablando

un saludo



tufin



Bueno, agradezco tu gentileza. Las fuentes son diversas y algunas veces consisten en traducciones del inglés o francés al español mediante un traductor offline que hace tiempo que adquirí por un precio de oferta. Muchas de dichas fuentes son citadas en estos comentarios, como, por ejemplo, Flavio Josefo, Eusebio y Epifanio (obras traducidas al español por diversos autores), la Wikipedia, notas bíblicas de distintas versiones de las sagradas escrituras, etc. La mayor parte de los comentarios son síntesis y resúmenes míos que intentan conciliar distintas fuentes. Tengo la intención de sacar una monografía que contenga todos los comentarios y muchos mapas e ilustraciones que permitan hacerse una idea de las imágenes que invocan dichos comentarios. No tengo ningún inconveniente en enviarte en pdf dicha monografía cuando disponga de ella, pues no estoy interesado en sacarle provecho comercial. Mi email es eettiicc@gmail.com. Saludos.

eettiicc@yahoo.es
30/10/2017, 19:16
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 230]
Con relación al último versículo del pasaje sagrado anterior, es interesante la conclusión que aportan ciertos doctos bíblicos. El citado versículo lee como sigue: “Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículo 22; Biblia de Jerusalén de 1975). Por lo tanto, si decimos que este aspecto de la profecía tuvo su cumplimiento en el año 70, entonces tendríamos que admitir adicionalmente que los judíos que sobrevivieron a la destrucción de Jerusalén y de su Templo (unas 97.000 personas, según Josefo) lo hicieron favorecidos por Dios en atención a los cristianos elegidos; pero esto es insostenible desde varios puntos de vista, pues aquellos sobrevivientes no pasaron a mejor vida en los meses subsiguientes, sino que muchos de ellos tuvieron una pésima agonía vital en calidad de esclavos maltratados por sus odiadores amos romanos o bien como espectáculo circense cruel, al grado que casi todos debieron perecer a más tardar en el año 71; además, ningún cristiano o “elegido” podría formar parte de ese grupo de sobrevivientes, pues si de algún modo hubo algún antiguo cristiano en dicho grupo entonces tal individuo dejó de ser un elegido desde el momento en que desobedeció el consejo de Jesucristo de salir huyendo hacia la región montañosa de Pela con el resto de sus hermanos cristianos, y por ende ahora tendría que pagar la pena correspondiente a su infidelidad. Así que, desde el punto de vista lógico, el versículo en cuestión sólo podría tener una aplicación plausible durante el fin del mundo venidero. Y esto nos lleva inevitablemente a tener presente otro pasaje sagrado que habla de una “gran tribulación” futura, a saber: “Éstos son los que salen fuera de la gran tribulación (se sobreentiende: Debe referirse a la única “gran tribulación” venidera de la que habló Jesucristo según los evangelios, la cual forma parte del fin del mundo; además, el Apocalipsis se puede considerar una extensión de las profecías dadas por Jesús cuando estuvo en la Tierra, pues las primeras palabras del mismo abren con la afirmación de que se trata de una revelación de Jesucristo recibida de Dios con el propósito de darla a conocer a sus seguidores por medio del apóstol Juan, según lo expresa la Biblia Vulgata de Torres Amat), y lavaron sus ropas y las blanquearon en la sangre del Cordero (se sobreentiende: Personas que se acogen al sacrificio propiciatorio de Jesucristo y ejercen fe en él, lo cual se traduce en un cambio de ropa o personalidad que refleja con cierta notoriedad las hermosas cualidades de Jesús)” (Apocalipsis, capítulo 7, versículo 14; Biblia textual, Tercera revisión). Todo esto es muy interesante, pues establece una vinculación nada despreciable entre el evangelio de Mateo y el Apocalipsis.

eettiicc@yahoo.es
31/10/2017, 08:06
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 231]
Añadiendo más datos proféticos acerca de las señales relativas al fin del mundo, Jesucristo prosiguió: «Si entonces alguien les dice a ustedes: “Miren, aquí está el Mesías”, o “Miren, allí está”, no lo crean. Porque vendrán falsos mesías y falsos profetas; y harán grandes señales y milagros, para engañar, a ser posible, hasta a los que Dios mismo ha escogido. Ya se lo he advertido a ustedes de antemano. Por eso, si les dicen: “Miren, aquí está escondido”, no lo crean. Porque como un relámpago que se ve brillar de oriente a occidente, así será cuando regrese el Hijo del hombre. Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres (se sobreentiende: Los 2 últimos versículos quedan esclarecidos a la luz de la Traducción al lenguaje actual de la Biblia: “Cuando yo, el Hijo del hombre, venga, no me esconderé. Todos me verán, pues mi venida será como un relámpago que ilumina todo el cielo. Todo el mundo sabe que donde se juntan los buitres, allí hay un cadáver. Así será cuando yo venga: todos lo sabrán”)» (Evangelio según Mateo, capítulo 24 versículos 23-28; traducción de la Biblia denominada “Dios habla hoy”). Podría decirse que estas advertencias de Jesús a sus seguidores fueron especialmente dirigidas a los cristianos de generaciones muy posteriores al año 70, pues están hablando de un “regreso” del Hijo del hombre y esto no sucedió ni en el primer siglo ni en los siglos subsiguientes; de modo que la única alternativa posible es que dichas palabras proféticas se cumplan durante la víspera del venidero fin del mundo.

eettiicc@yahoo.es
31/10/2017, 11:15
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 232]
Sigue la profecía: “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Él enviará sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro” (Evangelio según Mateo, capítulo 24 versículos 29-31; Biblia de Jerusalén de 1975). Igualmente, estre tramo de la profecía no se cumplió en el primer siglo de nuestra era y tampoco se ha observado su cumplimiento hasta el presente, por lo cual deducimos que ha de realizarse durante el período del fin del mundo (pues, por lo visto, el fin venidero del mundo no será instantáneo sino que abarcará una serie de sucesos tribulatorios que harán que la Tierra quede progresivamente limpia de malvados: recuérdese que Jesucristo comparó dicho final mundial con los días del Diluvio, en la época de Noé, el cual Diluvio duró 40 días y 40 noches según el Génesis, capítulo 7).

eettiicc@yahoo.es
01/11/2017, 11:48
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 233]
Continuó Jesucristo: “De la higuera aprended la parábola (se sobreentiende: Alegoría, comparación o semejanza): cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Evangelio según Mateo, capítulo 24 versículos 32-35; Biblia de Reina-Valera, de 1960). La pregunta aparentemente más pertinente, con respecto a este pasaje evangélico, es: ¿Qué o quién está cerca, a las puertas? Algunas traducciones bíblicas expresan que lo que está cerca es el “reino de Dios” y otras dicen que es “el Hijo del hombre (Jesucristo, en su segunda venida)”; por consiguiente, si admitimos este supuesto, entonces el pasaje sagrado que estamos considerando no podría haber tenido un cumplimiento en el siglo I de la EC evidentemente, sino sólo cabría esperar de él un cumplimiento contemporáneo o próximo al venidero fin del mundo. Otras traducciones exponen que lo que está cerca es el “fin”, por lo que, en tal supuesto, sí es posible aplicar la parábola al primer siglo y a los tiempos actuales, es decir, a ambos lapsos proféticos e históricos. Sin embargo, como señalan algunos doctos bien reputados, existe un relato evangélico paralelo que inclinaría la elección a favor del “reino de Dios”: «También les dijo (se sobreentiende: Jesucristo les dijo) una parábola: “Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el REINO DE DIOS. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”» (Evangelio según Lucas, capítulo 21 versículos 29-33; Biblia de Reina-Valera, de 1960). Por consiguiente, la opinión más prevaleciente respecto a esta parábola profética es la de su ligazón al venidero fin del mundo.

tufinletal
01/11/2017, 13:14
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 233]
Continuó Jesucristo: “De la higuera aprended la parábola (se sobreentiende: Alegoría, comparación o semejanza): cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Evangelio según Mateo, capítulo 24 versículos 32-35; Biblia de Reina-Valera, de 1960). La pregunta aparentemente más pertinente, con respecto a este pasaje evangélico, es: ¿Qué o quién está cerca, a las puertas? Algunas traducciones bíblicas expresan que lo que está cerca es el “reino de Dios” y otras dicen que es “el Hijo del hombre (Jesucristo, en su segunda venida)”; por consiguiente, si admitimos este supuesto, entonces el pasaje sagrado que estamos considerando no podría haber tenido un cumplimiento en el siglo I de la EC evidentemente, sino sólo cabría esperar de él un cumplimiento contemporáneo o próximo al venidero fin del mundo. Otras traducciones exponen que lo que está cerca es el “fin”, por lo que, en tal supuesto, sí es posible aplicar la parábola al primer siglo y a los tiempos actuales, es decir, a ambos lapsos proféticos e históricos. Sin embargo, como señalan algunos doctos bien reputados, existe un relato evangélico paralelo que inclinaría la elección a favor del “reino de Dios”: «También les dijo (se sobreentiende: Jesucristo les dijo) una parábola: “Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el REINO DE DIOS. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”» (Evangelio según Lucas, capítulo 21 versículos 29-33; Biblia de Reina-Valera, de 1960). Por consiguiente, la opinión más prevaleciente respecto a esta parábola profética es la de su ligazón al venidero fin del mundo.

una consulta... si lo que se espera es el reino de dios.... para un futuro... entonces...¿como podría la generación del tiempo en que se escribió esta profecía, poder esta viva hasta nuestro tiempo contemporáneo?... ¿podría entenderse como una hipérbole? o cuando habla de esa "generación" podría ser que solo tiene un cumplimiento para su época (de su tiempo) con relación a la destrucción por mano de los romanos..... esa parte no la tengo muy clara.

tufin

eettiicc@yahoo.es
01/11/2017, 17:02
una consulta... si lo que se espera es el reino de dios.... para un futuro... entonces...¿como podría la generación del tiempo en que se escribió esta profecía, poder esta viva hasta nuestro tiempo contemporáneo?... ¿podría entenderse como una hipérbole? o cuando habla de esa "generación" podría ser que solo tiene un cumplimiento para su época (de su tiempo) con relación a la destrucción por mano de los romanos..... esa parte no la tengo muy clara.

tufin

Bueno, la opinión más prevaleciente (con más peso lógico) entre los estudiosos, respecto a esta parábola profética (de la higuera), es la de su ligazón al venidero fin del mundo (es decir, que no aplica al siglo primero de nuestra era sino sólo al venidero fin del mundo, y, más concretamente, a la víspera de dicho final). La clave está en que el relato paralelo del evangelio de Lucas, capítulo 21, dice que lo que viene o está a las puertas es el reino de Dios. Evidentemente, dicho reino no vino en el primer siglo. Por lo tanto, la única alternativa es considerar que ha de venir en el futuro. Ciertamente, Jesucristo usó exageraciones didácticas o hipérboles en su mensaje magistral al objeto, parece ser, de grabar sus enseñanzas con facilidad en la mente de sus discípulos; pero si con la palabra "generación" usó una hipérbole entonces el efecto de su enseñanza en este caso, en este tema del fin del mundo, creo que confundiría más que otra cosa: ¿Cómo podría tomarse la parábola de la higuera en serio, de cara a que los cristianos mantuvieran la expectativa hacia un tiempo señalado proféticamente en particular, si todo lo que dice son exageraciones? No sé, me parece que Cristo no era un Maestro que se complaciera en confundir a sus discípulos. En fin, respetando cualquier otro punto de vista, estos son los argumentos que de momento puedo aportarte. Por otra parte, creo que el hecho de que investigues y estudies la Biblia es algo bueno para ti y probablemente te traiga buenos resultados en el futuro. Saludos.

eettiicc@yahoo.es
01/11/2017, 17:09
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 234]
Prosigue la profecía: “Mas en orden al día y a la hora (se sobreentiende: Se refiere al momento puntual en que llega el fin del mundo y no a la época en que se espera que ocurra éste, como se infiere de la parábola precedente de la higuera), nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre (se sobreentiende: Se deduce que tampoco el Hijo lo sabía, como se deja bien claro en el mismo versículo de la Biblia de Jerusalén de 1975). Lo que sucedió en los días de Noé, eso mismo sucederá en la venida del Hijo del hombre. Porque así como en los días anteriores al diluvio proseguían los hombres comiendo y bebiendo, casándose y casando a sus hijos, hasta el mismo día de la entrada de Noé en el arca; y no pensaron jamás en el diluvio, hasta que lo vieron comenzado, y los arrebató a todos, así sucederá en la venida del Hijo del hombre (se sobreentiende: Dicha venida del Hijo del hombre, o segunda venida de Jesucristo, coincide con un juicio divino exterminatorio, como lo fue el Diluvio). Entonces, de dos hombres que se hallarán juntos en el campo, uno será tomado o libertado (se sobreentiende: Dejado con vida, como lo fueron Noé y su familia inmediata), y el otro dejado o abandonado (se sobreentiende: Dejado de la mano protectora de Dios o abandonado a la muerte). Estarán dos mujeres moliendo en un molino, y la una será tomada y se salvará, y la otra dejada y perecerá (se sobreentiende: Por el sentido común y por otras referencias bíblicas acerca del fin del mundo se infiere que esta ilustración no indica, para nada, que la mitad de la población humana será dejada con vida y la otra mitad será muerta). Velad, pues, vosotros, ya que no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor (se sobreentiende: Una exhortación a mantener la vigilancia cristiana para no contaminarse con un mundo destinado a sufrir un juicio divino exterminatorio)” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 36-42; Biblia Vulgata, de Torres Amat). Es fácil comprender que este pasaje sagrado hace alusión exlusiva al venidero fin del mundo, y por tanto no aplica al juicio destructivo que vino sobre Jerusalén en el año 70 de la EC.

eettiicc@yahoo.es
02/11/2017, 09:43
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 235]
Continúa Jesucristo: “Les aseguro que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría la casa y no permitiría que el ladrón entrara. Del mismo modo, ustedes deben estar atentos y preparados, porque yo, el Hijo del hombre, llegaré cuando menos lo esperen” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 43-44; Traducción de la Biblia al “lenguaje actual”). Este pasaje sagrado habla de la llegada o venida (segunda venida, se sobreentiende) del Hijo del hombre (Jesucristo), por lo cual no aplicaría al primer siglo de nuestra era (pues dicha venida, coincidente con el fin del mundo, aún no se ha producido). Consiguientemente, según se desprende de la admonición de “estar atentos y preparados” porque el evento llega sin previo aviso, es de suponer que el inicio del período vulgarmente denominado “el fin del mundo” será de carácter súbito o inesperado, a diferencia de lo que aparentemente ocurrió en el primer siglo en Judea (donde la situación social fue empeorando hasta desembocar en la Gran Revuelta Judía del año 66 y en el subsiguiente y esperado contraataque romano por parte de Cestio Galo, siendo este ataque el episodio clave, para algunos doctos, que señalaría el principio del fin de la Jerusalén clásica y de su Templo).

eettiicc@yahoo.es
03/11/2017, 09:09
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 236]
La profecía de Jesucristo continúa así: “¿Quién es el siervo fiel y prudente a quien su señor ha dejado encargado de los sirvientes para darles la comida a su debido tiempo? Dichoso el siervo (se sobreentiende: El siervo encargado) cuando su señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. Pero ¿qué tal si ese siervo malo (se sobreentiende: Si el siervo encargado se tornara hipotéticamente malo) se pone a pensar (se sobreentiende: Se pusiera hipotéticamente a pensar): “Mi señor se está demorando”, y luego comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos? (se sobreentiende: La hipotética desviación hacia la maldad llevaría, al siervo encargado, a actuar egoístamente; y ello se traduciría en crueldad hacia sus consiervos, glotonería y borrachera o vicios). El día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada el señor volverá. Lo castigará severamente y le impondrá la condena que reciben los hipócritas (se sobreentiende: La hipocresía es una falsa fachada de bondad tras la que se esconde un depredador egoísta). Y habrá llanto y rechinar de dientes” (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 45-51; Santa Biblia, Nueva Versión Internacional de 1999, patrocinada por la Sociedad Bíblica Internacional). Este pasaje sagrado, que cierra el capítulo 24 del evangelio de Mateo, es frecuentemente denominado “Parábola del siervo fiel” (o similar); y ha generado, y genera, una enorme polémica con relación a cuál es su interpretación correcta. Pero quizás exista una forma de aproximarse a su explicación acertada buscando referencias o pasajes con expresiones similares a las de los conceptos fundamentales que se emplean en dicho texto evangélico (es decir, el texto del evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 45-51). La intención sería, por ende, buscar la manera de que la sagrada escritura se interprete a sí misma. Veamos.

eettiicc@yahoo.es
03/11/2017, 17:45
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 237]
Parece bastante obvio que el “siervo fiel” de la parábola del mismo nombre (Evangelio según Mateo, capítulo 24, versículos 45-51) es una entidad (individual o colectiva; esto faltaría por elucidar) que está operativa en la tarea de su ministerio cristiano cuando se produce la segunda venida de Jesucristo, o sea, durante el inicio del aparentemente cercano período denominado “el fin del mundo”, pues el relato dice que el Señor (Jesucristo, se sobreentiende) premia o castiga a ese “siervo encargado” (un mayordomo, según el relato paralelo del evangelio de Lucas, capítulo 12, Biblia de Reina-Valera de 1960) durante esa segunda venida en particular. A este respecto, algunos estudiosos e investigadores bíblicos, bien versados en las sagradas escrituras, han propuesto que se trata de una entidad cristiana colectiva que principió con los apóstoles de Cristo y que continúa hasta el día de hoy por medio de una sucesión apostólica o pastoril (a saber, de líderes cristianos que, cuando mueren, pasan su liderazgo a una élite de sucesores, a fin de continuar alimentando simbólicamente, o con la palabra de Dios, a toda la grey de los feligreses). Ahora bien, el problema inmediato que se presenta contra este argumento es el de la identificación de ese “siervo fiel” en medio del panorama o galimatías que existe dentro del conjunto formado por todas las confesiones religiosas llamadas “cristianas”, con sus inevitables e irreconciliables separatismos doctrinales. ¿Es dicho mayordomo o siervo una entidad católica, o es protestante, o anglicana, o... etcétera? A tenor de la respuesta que muchos creyentes están dando a la hora de dejarse aconsejar por sus líderes religiosos cristianos, de los que cada vez desconfían más y más, se puede afirmar que no parece que el mayordomo de la parábola esté muy claramente discernible a los ojos de los feligreses en general; o bien que dicho siervo fiel se ha degenerado y ha terminado convertido en irremediablemente infiel. No obstante, esto último no debería ser cierto a la luz de una serie de profecías que deberían cumplirse en la víspera del fin del mundo. ¿Qué profecías son ésas?

eettiicc@yahoo.es
04/11/2017, 19:08
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 238]
Bueno, parece ser que hay un número nada despreciable de pasajes sagrados y profecías bíblicas que inducen a pensar o que indican más directamente que durante la víspera del fin del mundo habría personas cristianas preparadas para sobrevivir a la grande o magna tribulación que Jesucristo predijo, según informan los evangelios de Mateo (capítulo 24) y Marcos (capítulo 13), y según el Apocalipsis (capítulo 7). Dicha supervivencia se basaría en la fe y en el conocimiento acerca de las enseñanzas de los evangelios y de toda la Biblia en general, pues se puede ver con relativa facilidad que existe una vinculación sorprendente entre los libros evangélicos y el resto de la sagrada escritura. De esto se infiere que los sobrevivientes deben estar bien “alimentados” con la palabra de Dios, es decir, nutridos con la correcta interpretación de la Biblia; y esto sólo es posible, según la misma sagrada escritura, si existe un “mayordomo fiel” o similar que no se haya pervertido y, al igual que los apóstoles, se preocupe por abastecer con la nutrición bíblica correcta a los creyentes. De otra manera, la profecía registrada en el libro sagrado de Daniel, capítulo 12, versículos 1-4, no se cumpliría. Por lo tanto, dicha profecía de Daniel es una de ésas que indican que durante la víspera del fin del mundo habría personas cristianas preparadas para sobrevivir. Así que, como se trata de una profecía relevante, notoriamente enlazada con lo que dice la dada por Jesucristo según el evangelio de Mateo, capítulo 24, la consideraremos con cierto detalle. Más pasajes sagrados que apoyan la tesis de la existencia de un mayordomo fiel (no pervertido) durante la víspera del fin del mundo son, entre otros, los siguientes (sólo se dan las citas bíblicas, a fin de no cargar con muchos más datos esta larga exposición): Libro de los salmos, capítulo 1; ídem, capítulo 119, versículos 103-106; libro de los proverbios de Salomón, capítulo 1, versículos 20-33; ídem, capítulo 2, versículos 1-9; ídem, capítulo 3, versículos 1-6; ídem, capítulo 24, versículos 13-14; libro sagrado de Eclesiastés, capítulo 12, versículos 13-14; libro de Isaías el profeta, capítulo 65, versículo 14; libro sagrado de Nehemías, capítulo 8, versículos 5-8...

eettiicc@yahoo.es
05/11/2017, 08:01
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 239]
El profeta Daniel estaba muy interesado en saber cuál sería el porvenir del pueblo de Israel, a la sazón cautivo y deportado en los dominios de Babilonia tras la primera destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Este sobresaliente profeta pertenecía a la tribu de Judá, y es el escritor del libro sagrado que lleva su nombre. Se sabe muy poco de su juventud, si bien se dice que se le llevó a Babilonia a causa de la presión dominante ejercida por los caldeos sobre el territorio palestinense, probablemente cuando era un príncipe adolescente, junto con otros miembros de la realeza y de la nobleza judía. Esto sucedió algún tiempo antes de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor, quien intimidó al reino de Judá con aquella deportación y convirtió a dicho reino en vasallo suyo; pero la destrucción sobrevino como consecuencia de la rebelión del reino judío contra Babilonia, años después de aquella deportación. Para cuando Jerusalén fue destruida, Daniel había prosperado como funcionario en la corte de Nabucodonosor debido a sus conspicuas cualidades de inteligencia y confiabilidad (pues este rey babilonio, en el interés de su propia estabilidad gubernamental, había extraído para sí una cohorte de consejeros formada por los nobles más competentes de entre todos los lenguajes y etnias de su imperio); y también prosperó Daniel, como dice el relato sagrado, debido a que la bendición divina estaba sobre él. Él era sabedor, gracias a su estudio profundo de las profecías de Isaías y Jeremías, entre otras, de que la desolación de Jerusalén y Judá era inevitable a causa de la terquedad del pueblo judío contra la guía divina; pero ahora Daniel estaba muy expectante por conocer cuándo y cómo se produciría la restauración del Israel arrepentido, de la cual también hablaron esos profetas.

eettiicc@yahoo.es
06/11/2017, 16:30
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 240]
El imperio babilónico cayó bajo el emergente empuje de Medopersia y Daniel fue incorporado, en calidad de alto funcionario, al nuevo imperio: “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor (se sobreentiende: a Jehová, o Yahveh según la Biblia de Jerusalén de 1975), buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio (se sobreentiende: Saco o vestidura áspera que se usaba antiguamente para expresar aflicción o duelo) y ceniza” (Libro de Daniel el profeta, capítulo 9, versículos 1-3; Biblia de Reina-Valera, de 1960). El relato continúa: «Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de YHVH (se sobreentiende: Según la Wikipedia, éste es el denominado “tetragramatón”, compuesto por 4 letras consonantes, sin vocales, tal y como escribían los hebreos, para notar en este caso el nombre de Dios, Jehová según la Biblia de Reina-Valera, o Yahveh según la Biblia de Jerusalén; un nombre dado por Dios mismo a sí mismo) mi Dios por el monte santo de mi Dios (se sobreentiende: El monte Sión, sobre el que estaba edificada la ciudad de Jerusalén y su santo Templo), y mientras hablaba en oración, aquel varón a quien había visto en la visión al principio, Gabriel (se sobreentiende: El ángel Gabriel, quien adoptó una apariencia humana para hablar con Daniel), vino a mí volando con presteza (se sobreentiende: Con apariencia de criatura humana voladora) como a la hora del sacrificio de la tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: “Oh Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden (se sobreentiende: En las cortes celestiales), y yo he venido para enseñártela (se sobreentiende: Gabriel se apresuró, como buen mensajero celeste, a llevar a Daniel el mensaje profético que el profeta solicitó en oración, y más), porque tú eres varón muy amado (se sobreentiende: Daniel era una persona muy apreciada en las cortes celestiales, las cuales están presididas por Dios). Presta pues atención a la palabra y entiende la visión”» (Libro de Daniel el profeta, capítulo 9, versículos 20-23; Biblia textual, Tercera revisión). Acto seguido, el ángel le transmite a Daniel no sólo la seguridad de la restauración pronta de la ciudad santa y la implícita reedificación del Templo sino mucho más. Le indica que tras esa restauración vendría el Mesías y que éste sería muerto en esa tierra, con lo cual la ciudad santa y sus habitantes se harían acreedores de una definitiva y fatal inundación desoladora.

eettiicc@yahoo.es
08/11/2017, 15:30
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 241]
Posiblemente, esa profecía angélica causó perturbación a Daniel porque él esperaba que quizás algún día el pueblo de su linaje alcanzaría el arrepentimiento y la liberación definitiva, para siempre; pero por lo que Gabriel le vaticina, esto no sería así. Sin embargo, parece que lo que más le perturbaba al profeta eran las malas noticias que le llegaban de Judá, pues el gobierno de Ciro había otorgado libertad a un resto de israelitas de la diáspora para que reedificara el Templo de Jerusalén, y dicho resto consiguió poner los fundamentos del mismo, pero entonces las tribus gentiles de los alrededores comenzaron a oponerse con cada vez más encono contra la restauración del culto verdadero, haciendo uso de taimadas conspiraciones y hostigamientos. Daniel informa acerca de su preocupación al respecto: “En aquellos días yo, Daniel, me contristé tres semanas de días. No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas de días. Y a los veinticuatro días del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidequel (se sobreentiende: El río Tigris, de Mesopotamia); y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lienzos, y ceñidos sus lomos con oro muy fino; y su cuerpo era como piedra de Tarsis (turquesa), y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de un ejército. Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los varones que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos gran temor, y huyeron, y se escondieron. Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó en mí esfuerzo; antes mi fuerza se me trocó en desmayo, sin retener vigor alguno” (Libro de Daniel el profeta, capítulo 10, versículos 2-8; Sagradas escrituras de la Bilblia, Versión antigua).

eettiicc@yahoo.es
08/11/2017, 16:12
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 242]
En su preocupación, Daniel se dio al ayuno por 3 semanas. Así que, evidentemente, este profeta estaba muy angustiado por el futuro de la adoración pura, la cual, dicho sea de paso, equivale a la continuidad en existencia de la simiente de la mujer simbólica. Por eso recibió respuesta, tal como se expresa a continuación: «Y me dijo (se sobreentiende: El ángel o varón resplandeciente de la visión le habló a Daniel): “Daniel, no temas, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligir tu alma delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y yo he venido a causa de tus palabras. Mas el principe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días (se sobreentiende: Este príncipe persa no podría ser de ningún modo humano, sino demoníaco, pues ¿qué podría hacer contra un ángel sobrehumano una criatura terrestre, por muy poderosa que sea?); y he aquí Miguel, uno de los principales príncipes (se sobreentiende: Un ángel principal o muy poderoso), vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia (se sobreentiende: El ángel quedó con el paso bloqueado, en la región del suprauniverso que está de algún modo superpuesta con la antigua zona persa de nuestro planeta, pues la materia se despliega, en su mayor parte, sobre un espacio indetectable por nosotros y por ello decimos que es un “espacio vacío”; hasta que el arcángel Miguel consiguió romper dicho bloqueo). Y soy venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque aún habrá visión para algunos días”; y estando hablando conmigo semejantes palabras, puse mis ojos en tierra, y enmudecí» (Libro de Daniel el profeta, capítulo 10, versículos 12-15; Sagradas escrituras de la Bilblia, Versión antigua).

eettiicc@yahoo.es
10/11/2017, 08:23
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 243]
A continuación, el ángel le revela a Daniel una lucha milenaria entre 2 reyes: El rey del norte y el rey del sur. Estos reyes son simbólicos, aunque los acontecimientos históricos que desencadenan son reales. Son reyes simbólicos en el sentido de que son variables, o sea, que van cambiando de identidad a medida que transcurren las décadas y los siglos. La pugna entre ambos comenzó siglos después de que el ángel le diera a Daniel la profecía, y el hecho de que se hable de rey del norte y rey del sur tiene que ver, según reputados exegetas, con la situación geográfica que ambos reyes tenían con respecto a la ciudad de Jerusalén tras la muerte de Alejandro Magno (pues la desmembración subsiguiente del imperio alejandrino dio a luz un rey situado al norte de la ciudad de David y otro al sur de la misma, y entre ellos se estableció una lucha por el control del suelo palestinense). Todo el capítulo 11 del libro sagrado de Daniel describe la competitividad entre ambos reyes, hasta llegar al “tiempo del fin”, el cual, según Daniel, comienza en las inmediaciones de “un tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existen naciones hasta entonces” (Libro de Daniel el profeta, capítulo 11, versículo 1; Biblia de las Américas), y ese “tiempo” se vincula en algunas Biblias con la “gran tribulación” predicha por Jesucristo en el evangelio según Mateo, capítulo 24, versículo 21; un suceso todavía futuro. Por consiguiente, todo esto indica que ahora vivimos en ese “tiempo del fin” que se menciona en el libro sagrado de Daniel. Y en ese contexto del “tiempo del fin”, el libro de Daniel dice: “Los sabios resplandecerán con el brillo de la bóveda celeste; los que instruyen a las multitudes en el camino de la justicia brillarán como las estrellas por toda la eternidad” (Libro de Daniel el profeta, capítulo 12, versículo 3; Nueva versión internacional de la Biblia, de Castilian), y esto nos trae a la memoria lo que Jesucristo habló en la parábola del “mayordomo fiel” (Evangelio según Lucas. Capítulo 12, versículo 42). Por consiguiente, hoy día debería existir una entidad cristiana proféticamente denominada “mayordomo fiel”, la cual, según lo citado, jugaría un importante papel en la salvación de mucha gente.

eettiicc@yahoo.es
10/11/2017, 08:59
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 244]
En el mundo actual, saturado de emisiones informativas, frecuentemente fraudulentas o cuasi fraudulentas, en todos los ámbitos, incluído el religioso, se hace verdaderamente difícil (o imposible) discernir lo cierto de lo falso y lo trascendente de lo intrascendente. Por lo tanto, si por algún rincón de este planeta se encuentra activo y operativo el “mayordomo fiel” de la profecía bíblica, difícilmente será identificado como tal por la persona común de nuestra sociedad. Sería como querer distinguir el camino correcto en medio de un laberinto de encrucijadas peligrosas y embaucadoras, sin más herramientas que la propia intuición personal; es decir, sin el auxilio de un sistema de orientación competente, tal como un GPS o similar. De hecho, la propia sagrada escritura nos informa de la existencia de no pocos falsos mesías y profetas impostores, y nos previene contra dejarse engañar por ellos; y a la vez, nos habla de un “mayordomo fiel” que ha sido nombrado por Jesucristo para alimentar la fe de los cristianos en la víspera del fin del mundo. Ante esto, pues, el verdadero reto estaría en encontrar a dicho “mayordomo fiel” sin perecer en el camino a causa de la febril actividad de muchos falsos profetas. Así que la pregunta pertinente sería, entonces: ¿Cómo eliminar, o minimizar, el riesgo de muerte religiosa en la búsqueda del camino verdadero, un camino esclarecido por el “mayordomo fiel”? ¿Existe respuesta para esta pregunta?

eettiicc@yahoo.es
10/11/2017, 10:56
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 245]
Humanamente hablando, da la impresión de que no existe respuesta alguna; y menos si tenemos en cuenta que en las regiones del suprauniverso imbricadas ubicuamente con la superfice planetaria terrestre del universo material... En esas regiones, pues, hay una ingente cohorte de inteligencias demoníacas dificultando feroz y sutilmente toda vía de acceso posible al conocimiento de la verdad que rezuma de las sagradas escrituras. Sólo nos queda, entonces, confiar en la ayuda divina; pero ésta sólo se hace disponible, según dice la Biblia, para personas humildes (es decir, personas que ceden o se humillan ante un sabio consejo), honestas (esto es, personas sinceras de corazón y no sólo de apariencia) y hambrientas de la verdad (o sea, personas que anhelan conocer la verdad existencial humana y no han declinado en dicho deseo). Éste es el prototipo de individuo que Jesucristo, en los inicios de su Sermón de la Montaña, llamó bienaventurado (es decir, individuo que en la aventura o camino de la vida y en la búsqueda del propósito de la existencia humana y personal, encuentra la orientación o respuesta fidedigna). Esto, de por sí, es del todo lógico, ya que para poder pertenecer a la simiente de la mujer simbólica, o para poder estar en armonía con ella, un individuo debe ser humilde o manso ante la guía divina, honesto o no hipócrita (no falso ni farisaico) y siempre estar deseoso de aceptar (hambriento de recibir) el alimento espiritual (nutrición simbólica que engrandece la dimensión espiritual humana) que proviene de la Palabra de Dios: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Evangelio según Mateo, capítulo 4, versículo 4; Nuevo testamento, versión Peshitta de las santas escrituras). Una persona con estas características, como está anhelante de respuestas existenciales, pedirá, como lo hace un pobre o necesitado de pan cuando arrecia el hambre, la guía divina o de un Ser Superior mediante oración intensa o ruego; y, por lo visto, le será dada (lo que implica que será puesta en contacto con el “mayordomo fiel”, a fin de recibir la nutrición espiritual o guía existencial que proviene del Creador). Esto es lo que significan, aparentemente, las siguientes expresiones metafóricas de Jesucristo: “Pidan y se les dará; busquen, y hallarán; toquen a la puerta, y se les abrirá; porque todo el que pida recibirá, y el que busque, hallará; y al que toque a la puerta, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre ustedes que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? (se sobreentiende: La misericordia divina vendrá para un buscador de respuestas sincero, humilde y anhelante). Pues si ustedes siendo malos (se sobreentiende: En comparación con la bondad de Dios) saben dar buenos regalos a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en el Cielo dará cosas buenas a los que le pidan?” ((Evangelio según Mateo, capítulo 7, versículos 7-11; Nuevo testamento, versión Peshitta de las santas escrituras).

eettiicc@yahoo.es
11/11/2017, 11:08
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 246]
Alimentar la dimensión espiritual humana y la mente del hombre con el contenido semántico de la sagrada escritura supondría, además de una guía existencial fidedigna, una guía de supervivencia ante la inminencia del fin del mundo. En efecto, tener una idea de las pinceladas maestras que se dibujarán en el panorama mundial durante la víspera y la llegada de la peor tribulación de la historia, así como la conducta sabia a seguir para salir airosos de esa magna tribulación, no es ninguna mojigatería. Además, recibir consejos y directrices sensatos dados por un “moyordomo fiel” (entidad cristiana que sólo encontrarán las personas de corazón humilde, sincero y anhelante de la verdad existencial), nombrado por Jesucristo para el beneficio de mucha gente (grupo de individuos con las características interiores recién citadas), tampoco es ninguna trivialidad. Y es que, por lo visto, los lances del fin del mundo confundirán a los seres humanos más avispados y, por ende, a la inmensa mayoría de la humanidad: tal y como los desenvolvimientos que precedieron a la gran tribulación judía del primer siglo de nuestra era confundieron a la gran mayoría de los habitantes de Jerusalén y de los alrededores, con las pésimas consecuencias agónicas consabidas. La engañosa “mejoría premortem” que se produjo para los israelitas con la retirada de Cestio Galo, hacia finales del otoño del año 66 de la EC, fue, más que nada, una trampa letal para los apoyadores (activos o pasivos) de la Gran Revuelta Judía acaecida durante el verano del mismo año. Pero los cristianos de aquel lugar, advertidos del insidioso peligro gracias a su buena nutrición espiritual basada en las santas escrituras (especialmente en los Evangelios y en el Libro de Daniel el profeta), huyeron a la zona montañosa de Pela (situada en la frontera entre la Decápolis y Perea) y, con esta acción, evitaron (para ellos y para sus familias) la dantesca tragedia. ¿Se producirá en nuestros días una “mejoría premortem” parecida?

eettiicc@yahoo.es
12/11/2017, 12:16
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 247]
Según algunas profecías emitidas por el apóstol Pablo, parece que poco antes del venidero fin del mundo habría de producirse una ficticia “mejoría premortem” que tendría el efecto de engañar a la inmensa mayoría de la población humana sobre este planeta. Los indicios de este rasgo profético lo encontramos en algunas revelaciones paulinas a los cristianos tesalonicenses, inscritas en las epístolas dirigidas a dichos cristianos a mediados del primer siglo de nuestra era (aparentemente, dichas misivas fueron enviadas con pocos meses de separación entre sí). Las circunstancias por las que atravesaba la comunidad cristiana de Tesalónica requería del ánimo y la consolación del apóstol Pablo, quien, de manera dispersa a través de ambas epístolas, les revitalizó el ánimo y les hizo revelaciones acerca de un tiempo futuro conectado con la venida del reino de Dios. Dichas revelaciones son apéndices o prolongaciones hechas sobre frases edificadoras de la fe y de la esperanza, así como de la promesa de recompensa que Dios ha reservado para los fieles creyentes. Por ejemplo, hacia el año 50 de nuestra era, Pablo se dirigió a estos cristianos con las siguientes palabras, embutidas entre muchas otras: “Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza (se sobreentiende: Los cristianos tesalonicenses habían estado soportando una fuerte agresión y oposición por parte de los judíos y prosélitos judíos de la zona, y aparentemente también habían perdido a algunos miembros de su hermandad en la muerte). Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los los que vivieron y murieron confiando en él. Por eso les decimos, de acuerdo con lo que el Señor Jesús nos enseñó, que los que aún vivamos cuando él venga nos reuniremos con él (se sobreentiende: Aquí se está hablando de la segunda venida de Jesucristo, todavía futura; por lo tanto, éstas son palabras proféticas que aún no se han cumplido y que deberían hacerlo próximamente, en beneficio de los seguidores de Jesús; dicha promesa es interpretada como el “arrebatamiento o rapto” por los cristianos protestantes de la Iglesia Evangélica actual, y un diccionario teológico proveniente de esta confesión religiosa afirma que será un fenómeno milagroso consistente en la desaparición súbita de millones de personas sin dejar rastro de adónde han ido, pues se tratará de la unión de la Iglesia con Cristo en su segunda venida), después de que se hayan reunido con él los que estaban muertos. Porque cuando Dios dé la orden por medio del jefe de los ángeles (se sobreentiende: Sólo hay un arcángel o jefe de los ángeles, según este versículo; y éste debería ser Miguel), y oigamos que la trompeta anuncia que el Señor Jesús baja del cielo, los primeros en resucitar serán los que antes de morir confiaron en él. Después Dios nos llevará a nosotros, los que estemos vivos en ese momento, y nos reunirá en las nubes con los demás (se sobreentiende: Para casi todos los teólogos, ese “momento” es algo que todavía está en el futuro, y conectado con la segunda venida de Cristo). Allí, todos juntos nos encontraremos en el Señor Jesús, y nos quedaremos con él para siempre” (Primera epístola a los tesalonicenses, capítulo 4, versículos 13-18; Traducción de la Biblia al lenguaje actual).

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13/11/2017, 10:21
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 248]
A continuación, ipso facto, la epístola prosigue así: «En cuanto al momento y a las circunstancias de tales acontecimientos (se sobreentiende: Los acontecimientos que han de darse justamente antes del fin del mundo, pues se establece en esta frase una ligazón de continuidad con el texto precedente, el cual habla de sucesos relacionados con la futura segunda venida de Cristo), no necesitáis, hermanos, que os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor (se sobreentiende: El día del juicio de este mundo y, consecuentemente, de la ejecución de la sentencia dictada en los tribunaces celestiales contra el gigantesco colectivo de humanos apoyadores de la simiente de la serpiente simbólica; algo similar al juicio diluviano) vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente ande diciendo: “Todo es paz y seguridad” (se sobreentiende: He aquí la falsa sensación de “mejoría premortem” para el organismo social mundial enfermo y en fase terminal; un espejismo de aparente recobro para el podrido universo artificial creado por el ser humano, egoístamente, a expensas de la biosfera, y al que se aferrará la mayoría de las personas en ese tiempo tan sombrío que se avecina), entonces justamente sobrevendrá la destrucción, como los dolores de parto a la mujer encinta (se sobreentiende: Sin previo aviso), y no podrán librarse (se sobreentiende: No podrán librarse de la muerte, como, según Jesucristo, ocurrió en el Diluvio). Pero vosotros, hermanos, no vivís en las tinieblas. Por eso, el día del Señor no debe sorprenderos como si fuera un ladrón (se sobreentiende: Estas palabras son dirigidas, más bien, a cristianos que vivirían muchos siglos después, como es el caso de los tiempos actuales; pues a mediados del primer siglo de nuestra era, cuando los creyentes de Tesalónica recibieron la epístola paulina, faltaban unos 2 milenios para que la situación de este mundo alcanzara el actual panorama de desahucie o de fase terminal)» (Primera epístola a los tesalonicenses, capítulo 5, versículos 1-4; Biblia denominada “La Palabra”).

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13/11/2017, 11:00
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 249]
Conclusión. La “mejoría premortem” (la falsa mejoría que precede a la muerte) es, como se ha comentado al principio, un fenómeno relativamente poco frecuente en pacientes terminales, pues habitualmente no se presenta en la mayoría de los casos. Los avances de la medicina, al retardar más la muerte en los enfermos desahuciados, puede valorar mejor este fenómeno, aunque hasta la fecha poco se sabe de las causas profundas que subyacen en esta mejoría salvo que también la presentan algunos animales. Es por esto que han proliferado todo tipo de hipótesis científicas, filosóficas, místicas y religiosas que intentan explicarla, pero la falta de consenso y las discrepancias que conducen a que distintas teorías colisionen entre sí hacen que la fiabilidad de cualquiera de ellas sea bastante dudosa. Más elocuente resulta concebir que la “mejoría premortem” es simplemente la manifestación exterior de una intrincada red de procesos interactuantes que fortuitamente dan lugar a un cuadro que el observador interpreta, subjetivamente, de esa manera; por ende, el posicionamiento más sensato en este tema debería contemplar la premisa de que nuestro sistema perceptivo, con sus paradigmas interpretativos acerca de la realidad, prevalece sobre la exigua objetividad que la ciencia puede ofrecer al investigador ante una serie de procesos antropobiológicos tan oscuros incluso para técnicas de análisis y detección vanguardistas más actuales.

eettiicc@yahoo.es
14/11/2017, 08:30
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 250]
Tomemos el ejemplo de la muerte estelar, la cual, para algunas estrellas es anodina pero para otras ocurre con un tremendo derroche de energía. Sin embargo, a diferencia de la complejidad de los escurridizos y sutiles procesos fisicoquímicos que tienen lugar en el organismo humano (cuyo mapa estructural ahora comenzamos a descubrir de manera superficial y tímida, a pesar de los aclamados adelantos científicos), los procesos estelares son muchísimo más asequibles a la investigación teórica y observacional aunque el objeto de estudio (las formaciones estelares) se encuentre a años-luz de distancia de nosotros. Sabemos a ciencia cierta que durante millones de años suceden reacciones de fusión nuclear en las estrellas, y que tales reacciones generan su brillo. El tiempo que una estrella permanece en esta etapa, es decir, la vida estelar, depende de su tamaño y su luminosidad. Las estrellas pequeñas (con aproximadamente la mitad de la masa del Sol) agotan lentamente el gas de su núcleo y por eso tienen una vida muy larga, con temperaturas y luminosidad menores a las del Sol; y una vez que se ha contraído al máximo, esto es, cuando agota su combustible, la estrella disipa lentamente su energía hasta enfriarse completamente; su muerte es, por lo tanto, imperceptible y mediocre (sin brillantez o mejoría premortem). En cambio, las estrellas supermasivas (con una masa aproximada de 20 veces la de nuestro Sol) agotan rápidamente el material almacenado en su núcleo y su temperatura es muy superior a la solar; en dichas estrellas, la muerte puede ocurrir precedida inmediatamente de una explosión violenta que origina una “supernova”, o sea, un destello descomunal que puede llegar a brillar más que la galaxia que la contiene (brillantez o mejoría premortem espectacular, desde el punto de vista de un observador astronómico).

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14/11/2017, 11:22
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 251]
Para las civilizaciones e imperios, como ya se dijo al principio, no existe evidencia alguna de que se produzca el fenómeno de la mejoría premortem. Únicamente para ciertos momentos históricos de juicio divino, pero no para todos, se ha podido apreciar la existencia de una mejoría aparente de este tipo. Así, no tenemos constancia de que antes del Diluvio tuviera lugar ninguna clase de mejoría premortem que antecediera al exterminio de aquel mundo pervertido humano-demoníaco. Tampoco hay referencias de mejoría premortem con relación a la destrucción de Sodoma y Gomorra, en los días de Abrahán y Lot; ni con relación al imperio de Nemrod, el cual desapareció cuando el lenguaje de la humanidad fue cambiado y confundido en Babel; ni siquiera en los días del Faraón, cuyo ejército fue ahogado en el Mar Rojo cuando Moisés extendió su cayado sobre las aguas que lamían la orilla por orden divina. Sólo para los casos de juicio correspondientes a la primera destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor, a la segunda destrucción de la misma por Tito y a la venidera gran tribulación en la que se inserta el fin del mundo, sólo para éstos, que sepamos, se presenta una apariencia del fenómeno susodicho. Esto, evidentemente, amortigua la hipótesis de que Dios (o el tribunal celestial presidido por Dios) se complazca de algún modo en atrapar maquiavélicamente a los malvados para causarles sufrimiento adicional en desquite por sus fechorías e impiedades. A este respecto, la sagrada escritura contiene la siguiente declaración divina para con los obradores de la maldad: “¿Acaso me complazco yo en la muerte del malvado ―oráculo del Señor Yahveh― y no más bien en que se convierta (se sobreentiende: Se arrepienta) de su conducta y viva?” (Libro del profeta Ezequiel, capítulo 18, versículo 23; Biblia de Jerusalén de 1975). Entonces, finalmente y a título de curiosidad, cabe preguntarse: ¿Por qué se da la mejoría premortem en los 3 casos de juicio divino antes citados?

eettiicc@yahoo.es
14/11/2017, 16:10
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 252]
Veamos. La destrucción de Jerusalén a manos de Nabucodonosor, en las proximidades del siglo VI antes de la EC, fue un juicio divino profetizado por Jeremías. La degradación del pueblo judío y de sus líderes religiosos y sus gobernates era, en general, peor que la de los países del entorno. Incluso la idolatría cundía en Jerusalén y en los dominios del reino de Judea, dando lugar a una situación antagónica a la simiente de la mujer simbólica. Por lo visto, las inteligencias demoníacas habían conseguido pervertir a los israelitas hasta el grado de lanzar a la supuesta mayoría de la descendencia de la mujer simbólica contra una minoría de ésta que permanecía fiel (un caso de agresión de un organismo colectivo contra sí mismo, como ocurre en las reacciones autoinmunes). La hipocresía y la total aversión a la guía divina que se había desarrollado en el pueblo judío, por instigación sutil demoníaca, se estaba demostrando ahora en la forma en que eran tratados los profetas enviados por Dios para advertir misericordiosamente a los judíos, pero éstos persiguieron y hasta asesinaron a muchos de aquellos enviados. La alternativa no dejaba mucha elección en los tribunales celestiales: Habría un fin exterminador de aquella gente, a pesar de que provenían de la descendencia abrahámica, puesto que se habían aliado, con o sin conocimiento de causa, con la simiente de la “serpiente”; y sólo unas pocas personas, como pasó en el Diluvio, escaparían de tal fin, es decir, unos cuantos individuos que no se sometieron a la simiente de la “serpiente”. Según reputados historiadores, en el año 625 antes de la EC, los caldeos y los egipcios libraron una batalla decisiva en Carquemis, cerca del río Éufrates, a unos 600 kilómetros al norte de Jerusalén. El rey Nabucodonosor derrotó a los ejércitos del faraón Nekoh, poniendo fin a la dominación egipcia en la zona, pasó a subyugar a Judá y obligó a su rey Joaquim a rendirle vasallaje. Éste era un serio e importante aviso al pueblo judío de que las profecías de destrucción contra Jerusalén estaban en vías de cumplirse, y de que los enviados por Dios para advertir de ello no habían exagerado ni mentido. Se trataba de una última intentona para inducir al pueblo al arrepentimiento, esto es, para hacer que el pueblo optara por obedecer la guía divina y dejara de estar aliado con la simiente serpentina. Nabucodonosor y sus tropas invadieron Judá y cercaron Jerusalén. Por lo visto, Joaquim murió durante el sitio de la ciudad, y su hijo Joaquín se rindió a los babilonios después de haber reinado por sólo tres meses. Nabucodonosor saqueó la ciudad, pero no la destruyó, y se llevó al exilio al rey y su familia, a las familias nobiliarias de Judá, a los hombres respetables y a los artesanos. Entonces, Nabucodonosor puso en el trono de Judá a Sedequías en calidad de nuevo vasallo.

eettiicc@yahoo.es
15/11/2017, 07:42
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 253]
Sedequías se personó en Babilonia en el cuarto año de su reinado, tal vez para presentar un tributo a Nabucodonosor y así reafirmarle su lealtad como rey vasallo. En el sexto año del reinado de Sedequías, otro profeta, Ezequiel, tuvo una visión que reveló las prácticas idolátricas que se estaban llevando a cabo en Jerusalén, entre las que se contaban la adoración al dios Tamuz y al Sol; y con esto se confirmaba la lamentable condición de rebeldía y falta de escarmiento del pueblo de Judá ante la amenaza de destrucción que habían escuchado frecuentemente de boca de los enviados por Dios para advertirles. Esta corrupción idolátrica, ya institucionalizada en Judea, debió crear un clima general de rebeldía contra la guía divina, que estaba siendo expresada hostilmente contra los profetas verdaderos y éstos encontraban cada vez más resistencia y agresividad hacia ellos por parte de sus correligionarios; y sin duda este espíritu rebelde del pueblo debió afectar muy negativamente a las decisiones que a nivel nacional se iban a tomar en breve. No extraña, entonces, que aproximadamente tres años más tarde, sobre el 609 antes de la EC, Sedequías se rebelara contra Nabucodonosor y recurriera a Egipto en busca de ayuda militar, en franca oposición a la palabra profética dada por medio de Jeremías acerca de lo insensato de una tal rebelión, y también en contra del juramento que el propio rey Sedequías había hecho en el nombre de Dios respecto a permanecer en sumisión a Nabucodonosor. Debido a esto, los ejércitos babilonios comandados por Nabucodonosor marcharon contra Jerusalén y pusieron sitio a la ciudad. Todo parecía, por ende, augurar una muerte inminente para el reino de Judá. Pero parece que, al comienzo de este sitio, Sedequías envió a dos de sus hombres de confianza para que inquiriesen de Dios a través de Jeremías con el fin de saber si Nabucodonosor se retiraría de Jerusalén o no. Y la palabra de Dios por medio de Jeremías fue de que la ciudad y sus habitantes experimentarían una gran calamidad a manos de los babilonios. Aparentemente, después de esto, Jeremías fue a ver a Sedequías por dirección divina para asegurarle que Jerusalén sería destruida y que el rey (Sedequías) sería llevado cautivo a Babilonia, donde moriría. Entonces, en la sitiada Jerusalén, Sedequías y sus príncipes vieron oportuno hacer alguna clase de pantomima para cumplir con la ley de Dios y tratar de ganar su favor. Así, aunque no era el año del Jubileo, celebraron un pacto a fin de libertar a sus esclavos hebreos (sus propios hermanos judíos caídos en la indigencia) de la servidumbre tiránica a la que los tenían sometidos. Al poco, parece que hubo una mejoría premortem, cuando ya parecía que todo estaba militarmente perdido. Por lo visto, salió de Egipto una fuerza militar para defender a Jerusalén, lo que hizo que los babilonios levantasen temporalmente el sitio para enfrentarse a la amenaza egipcia. Y, quizás creyendo que los babilonios serían derrotados y que no podrían reemprender el sitio, aquellos nobles de Judá que habían dejado en libertad a sus hermanos hebreos esclavizados pensaron que el peligro había terminado, y por lo tanto volvieron a someterlos a la esclavitud.

eettiicc@yahoo.es
15/11/2017, 15:39
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 254]
No podemos aventurar ninguna conclusión categórica acerca de la causa de esa mejoría premortem, pero podría ser que no hubiera provenido de un origen divino. Por ejemplo, el mensaje profético de Jeremías indica insistentemente que la misericordia divina para un pueblo tan empantanado en la suciedad moral no era otra que la de someterse voluntariamente a los babilonios y esperar que Dios mismo indujera a éstos a mostrar benevolencia a los judíos que optaran por un tal sometimiento; éste era el refinamiento sabio decretado por Dios para la pervertida descendencia de Abrahán. Además, es posible que en aquellos momentos le fuera más útil a las inteligencias demoníacas que prevaleciera la corrupta Jerusalén que el que ésta fuera abatida por los babilonios, pues los babilonios parecían ser un pueblo comparativamente menos peligroso para la preservación de la identidad de la “mujer” que la propia descendencia abrahámica corrompida; y esto se puede notar quizás en el hecho de que los desterrados judíos que ya se encontraban en Babilonia disponían de una determinada libertad gubernamental para practicar con prudencia su culto y también la motivación de la añoranza para desarrollar un mayor acicate y más sincero apego por la ley mosaica. Sin embargo, de todas maneras, si el pueblo hebreo y sus dirigentes hubieran mostrado señales de verdadero arrepentimiento quizás la destrucción de Jerusalén no se hubiera producido. Esto estaría en concordancia con la forma en que Dios trató a los ninivitas en los días de Jonás el profeta, quien fue enviado a la ciudad de Nínive para proclamar un juicio de destrucción de parte del Todopoderoso a causa de la violencia sanguinaria de sus habitantes; pero esta gran capital del pueblo asirio se arrepintió y sus dirigentes proclamaron un gran ayuno en señal de pesar profundo, y Dios no les causó la calamidad que de otra manera les hubiera causado.

eettiicc@yahoo.es
15/11/2017, 16:31
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 255]
Sedequías era un gobernante de carácter muy débil, como se desprende del hecho de que cuando más tarde los príncipes de Judá le solicitaron que diese muerte a Jeremías porque supuestamente debilitaba la moral del pueblo sitiado al decir que la palabra de Dios señalaba el sometimiento a Babilonia, Sedequías les respondió que hicieran con él lo que quisieran porque la opinión de ellos prevalecía sobre la del rey. El carácter débil y voluble del monarca se muestra también en la concesión que luego le hizo a Ebedmélec para salvar a Jeremías de la muerte, pues este oficial de la corte dio muestras de gran valor y aprecio por el profeta. La pusilanimidad de Sedequías se acentuó más cuando un poco más tarde fue a visitar a Jeremías, que estaba custodiado en el patio de la guardia por soldados apreciativos bajo el mando de Ebedmélec, y le preguntó cuál era la voluntad divina en esos momentos. Cuando el profeta le dijo que la única opción aceptable era entregarse a los caldeos, el rey se atemorizó y se puso a disimular delante de sus nobles el haber tenido alguna clase de conversación indagadora acerca de la guía divina con Jeremías. Esta postrera estupidez del monarca llevó a que en el año undécimo de su reinado los babilonios lograran abrir una brecha en los muros de Jerusalén, al prendimiento de Sedequías, a la ejecución cruel de su prole delante de sus propios ojos, a ser cegado (le inutilizaron los ojos), a ser encadenado con grilletes de cobre y por último a ser llevado a Babilonia, donde murió miserablemente en el calabozo. De paso, Jesuralén fue arrasada e incendianda completamente. Por este motivo, a posteriori de esa destrucción de la ciudad santa, se puede hablar hipotéticamente de una mejoría premortem. Pero dicha mejoría hubiera continuado ininterrumpidamente de no haber perecido la ciudad a manos de los babilonios, esto es, en el caso de que los pobladores de la misma hubieran determinado (como los ninivitas arrepentidos de la época de Jonás) prestar atención al consejo divino dado a través de Jeremías. En este caso, siendo que Dios es misericordioso, la ciudad de Jerusalén no hubiera perecido (quizás hubiera permanecido en calidad de vasalla a Nabucodonosor, e incluso, de haber habido arrepentimiento sincero por décadas posteriores, es posible que hasta hubiera logrado con el tiempo la independencia nacional bajo la benevolencia divina) y tampoco se habría podido discernir a posteriori ninguna clase de supuesta mejoría premortem en relación con la pervivencia de la misma (pues para que haya “mejoría premortem” tiene que haber “mortem”, o sea, muerte).

eettiicc@yahoo.es
17/11/2017, 11:14
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 256]
En cuanto a la “mejoría premortem” relacionada con la segunda destrucción de Jerusalén, en el primer siglo de nuestra era, ésta se debió al menos en parte, por lo visto, a una intervención angélica a favor de los cristianos judíos atrapados en la ciudad de David para que éstos pudieran escapar a Pela. Esto no es óbice, por supuesto, para que las inteligencias malignas sobrehumanas estuvieran de algún modo interesadas en perpetuar el sistema religioso-político judaico que tan buenos resultados les estaba dando de cara a obstruir y perseguir a los cristianos y también a falsear la guía divina delante de una multitud de prosélitos del judaísmo. En consecuencia, la beligerancia que debió producirse en las regiones suprauniversales en conexión con la situación en Judea en el primer siglo de la EC, entre las huestes angelicales fieles a la simiente de la mujer simbólica y las huestes demoníacas u opuestas a ella, es algo que desconocemos tanto en cuantía como en casi todos los detalles; pero el resultado de todo ello parece que fue la retirada de los romanos comandados por Cestio Galo en noviembre del año 66, cuando ya estaban a punto de penetrar en el Templo de Jerusalén y aplastar definitivamente la Gran Revuelta Judía iniciada 5 meses antes. El subsiguiente desastre romano de Bethorón marcó el período de “mejoría premortem” para el pueblo judío, caído en el error fatal de creer que era Dios el causante de su inaudita victoria sobre el ejército invasor y de ilusionarse con la ficticia idea de que la era mesiánica tan esperada daba comienzo entonces. Por lo tanto, esa mejoría premortem debió ser fortuita, provocada por los caprichos casuales de una serie de acontecimientos interactivos que se sucedieron de una manera particular, pero que tuvieron el efecto de engañar perjudicialmente a la inmensa mayoría del pueblo judío de la época.

eettiicc@yahoo.es
18/11/2017, 09:12
[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 257]
Por último, con relación a la hipotética mejoría premortem que se espera para el umbral del fin del mundo, es decir, previa al advenimiento de la tribulación magna (gran tribulación) que clausurará el presente mundo de la humanidad, es posible que se produzca a causa de la desesperada necesidad de atisbar una solución al estado de desahucie en el que estamos cada vez más empantanados a nivel planetario. La expectativa aterradora de extinción masiva de la vida humana y de gran parte de la biosfera, o de toda ella, debido a la malsana estupidez y a la gestión abominablemente egoísta de la inmensa mayoría de los dirigentes de nuestra sociedad, hace que mucha gente busque ansiosamente cualquier indicio, por pequeño que sea, de esperanza para el futuro. De modo que esta necesidad emocional imperiosa de vislumbrar alguna clase de señal que permita augurar al menos un cambio positivo en el aciago camino autodestructivo de la humanidad, sí, ese apremio visceral por vivir en paz y seguridad, puede jugar un papel entrampador fatal a la hora de optar por un proceder masivo de carácter ilusorio que termina en funesto derrapaje (pues se presupone, de acuerdo con la profecía, que las personas no elevarán su mirada a Dios para que éste las ayude sino, más bien, acudirán a los corruptos o ineficaces líderes de siempre, que seguirán estando ahí, como pequeños dioses de pacotilla): “Cuando la gente ande diciendo: “Todo es paz y seguridad” , entonces justamente sobrevendrá la destrucción, como los dolores de parto a la mujer encinta, y no podrán librarse” (Primera epístola del apóstol Pablo a los cristianos tesalonicenses, capítulo 5, versículo 3; Biblia denominada “La Palabra”).

eettiicc@yahoo.es
18/11/2017, 09:22
En este punto se terminan los comentarios sistemáticos referentes al tema, pero se deja abierto el hilo para que alguien que lo desee pueda añadir a la consideración lo que le parezca conveniente. No obstante, se ruega que las añadidiras sean serias y edificantes, puesto que el tema no es para tomarlo a broma sino que expresa o recoge la preocupación de mucha gente de cara a un futuro que se presenta tenebroso para el género humano. Saludos.