12 o 1 o 1 o 12

[PeRCeVaL]

12 o 1 o 1 o 12...
Comienzan a aparecer unos jeans claros, celestes... celeste cielo, apretando unas piernas bien formadas, y que dibujan un camino único a la perdición. una cara brillosa, un pelo mal secado, e indecibles atributos. Me espera sentada, perfecta: con esa juventud eterna que tan bien le queda. Abre los ojos gigantes, me devoran y comienzan los golpeteos incesantes. Se sonríe y viene con ese andar de reptil, pero la sonrisa que corta su cara quita todo signo de amenaza.
"Hola", "Hola"...
Nos encaminamos. Siento su mano apretada contra la mía, la noto particularmente, me gusta perderme en el pensamiento de que mis nervios se excitan contra una piel sedosa, que tiene dueño, mente propia, tiempo y lo esta perdiendo conmigo, tocandome.
O también: ese aroma de shampoo común, clásico, pero que para mi es un descubrimiento: ¡Es que se baña demasiado!. Extasiado con ese aroma que se me confunde con los pequeños roces de mis labios contra su piel, voy tonteando pifiando pasos.
¡En fin!, ella también, por suerte, esta nerviosa. Vamos a escuchar a un viejo con voz metálica, ese tal Joan Manuel Serrat. A ella le gusta mucho (por esas costumbres que uno hereda) y a mi me gusta mucho estar con ella. Previamente nos adentramos en lugares baratos para beber cervezas en ofertas, y el olor a fritura no logra romper todo el encanto.
Luego del recital volvemos a inventar excusas para no separarnos. Una plaza oscura, un colectivo. Risas, besos, ese encanto amargo de las despedidas... "Te amo"... "Te amo". Abrazos.
Cuerpos separandose: se pierden esos pantalones celestes en el palier de la planta baja, y comienzo a hundirme en la oscuridad, sintiendo los besos que fueron, las melodías efímeras, el cosquilleo que me quedo en la piel, los aromas...
Me voy, pero sé que volveré: como lo he vuelto a hacer 12 o 1 o 1 o 12.
A una sola.

[Rudyard]

o ooHemos quedado en el café de los mártires, donde las palabras callan para contener las insuficiencias, tengo la impresión de vivir esto como una docena de veces. Tengo ganas de verle y al mismo tiempo sé que no podré resistir esas patas de gallo como soles que me atormentan. Mi fuente de cariño, vivir soñando, hace tiempo que decidí hacer añicos con la estupidez palpable, dejar de sentir violentamente lo que se puede escribir desde la soberbia, pero no puedo.Le veré y caeré en el túnel de su pelo ,de sus gestos, del destello de la vida, él es vida y yo soy la muerte, por qué me necesita?No seré su reina, ni siquiera su alfil, de todas maneras en la primera mirada seré su jaque y el mío, caeré en esa dulce atrofia de morir juntos, pensaré qué no se salva pudiendo, qué somos dos fuera del mundo, y me entregaré a mí misma, como siempre de una sola vez.Apareceré de viejas tormentas y no me acordaré de ahora, él tiene esa fuerza, concentra todo lo que amo, dicta mi esencia y lo sé. A veces quisiera no ser un ser pensante, ser cuerpo sin refrendar, centelleante de él con mi incapacidad de amar, renuevo la hora, ahora es nunca, es ese lado que se deja, que desea, que admite, su lado mío, y yo por otro pequeño objeto de mí, impasible, porqué me defiendo de mí!Caeré esplendida, ante su fuerza, tormenta de aire, que me lleva de una sola vez desde mi madre a todo el espacio, suplicaré que no se acabe, como si no supiera en cada momento lo que viene, fuego, calma y hielo, tormentosa levedad del vuelo de las caricias, una acalorada sesión de fotografía caníbal para desfallecer en una peca o un contorno con el calor de su mano, sentiré que he vuelto de todas las cenizas. Su mirada agradecida por compartir su tiempo, tormenta de agua, cristalizada.Me levantaré, y me vestiré lo más deprisa posible, no lo miraré ,hablaré sin parar de lo que sea, sabré que lo qué piensa es lo que estoy escribiendo, no dirá nada y sonreirá pero no le miraré, quedamos para pasado mañana, no es seguro, nunca nada es seguro, pero no iré y él lo sabe, lo sabe todo.Sabe de mí, tanto como yo, puede que él también me ame en esa atmosfera de palabras vacuas, pero él no es tan ridículo, no se complica. Tampoco creo que soporte esa angustia por lo divino, es de carne, soy yo la que le da un lugar celeste, el no puede amarme, no puede, soy su presa. Luego, le volveré a echar de menos, cada vez más, es una adicción milenaria, no tengo fuerzas, tormenta de tierra, acaso en nuestro funeral pondrá; te amo, y yo…acaso en un sepulcro vacío, qué más da , si es un choque! Otro.Entro en el bar, está sentado en su sitio, así de generoso dando, despilfarrando su ser, color neón de siempre, leyendo, sabe que me acerco, sonríe, y yo. Voy a sentarme al lado pero me estira con fuerza de la solapa y me besa, el juego ha empezado, ¡es tan grande!, es un asunto mayor. No puedo volver, no quiero, bendito silencio, matándome por dentro, transito en él. Amor loco en esta trepidante broma de mundo que es todo mito, su mirada me sigue deshaciendo después de tanto, siempre muerta de risa, transportando lo impensable contra natura, tormenta de deseo, que asusta mi presente.Es el Banco del erotismo, afina mis sentidos, recreador indecente, perturbación irónica de mis secretos de niña, juega impecablemente a ser el culpable, encantador y altivo mide sus gestos, con la delicadeza con la que se roba un cuerpo, mis gestos no son de resistencia, ésos también son suyos, es el hombre más libre del mundo, amo sus piernas, su nariz rota , su sangre ,su voz, sus manos talladas, su percha de piel, su chaqueta polar negra, su cerebro adolescente, su cuello exagerado, la chispa dulce de sus miserias, su eterna espalda, sus nalgas brillantes, aunque se haya ido. De cabo a rabo. Ahora sé que nuestros caminos fueron pensados hace tanto sobre la nada esplendorosa, lo oculto de las cosas que nos unen fueron días claros, elegidos, mientras todo lo demás se perdía. Nunca tuvo pies, por eso no acaba mi búsqueda interminable, te tengo, insoportable amor mío inacabado. Sus brazos ,sus ojos, sus ojos.. Corazones que hablan, me hacían sentir viva, ahora que es, nunca los miro, pero no dicen sí, no dicen no y resisto sabiendo, en el mundo vacío de las palabras, extraña telaraña metafísica, que abrigo a tientas, 11Perdóname, si no salgo del gris, es un aroma a espejo.:

[PeRCeVaL]

muy bien....

Después del fuego o el día de la duda. Quimeras de la existencia y otros amores.
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Si usted empezó a leer querrá saber quien es Merlino.
Merlino era alto y flaco, diestro en el arte de la improvisación y las introspecciones oscuras. La verdad es que nunca podremos saber exactamente el tamaño de su sombra, y esto no lo escribo por la sonoridad del texto sino porque se enterneció joven y como ávidos lector seguramente que ya chasqueó los dedos, o usted está leyendo esto por primera vez.
Sus "sentidos" eran vocablos complejos y confusiones mentales que abogaban más por lo estético que por "ser". Seguramente solicita usted un ejemplo: "El hombre es la sombra de un humano fragmentado". Si, ya lo sé, no diga nada.
Quizá en el fondo de todo ese matorral existía alguna diáfana y límpida cosa, algún ente reconocible; yo prefiero considerar que el matorral era un matorral, y puede parecer algo "a priori" axiomático, pero la verdad es que matorral no es matorral aquí, ergo, afirmar que un matorral es un matorral es un desafío lógico y filosófico. Esta fue una premisa esgrimida en una conversación profunda con Merlino.
Él se enamoró, o creyó estar enamorado, a la postre es lo mismo. Con esta muchacha: que usted desea imaginar, pues bien, tiene una cara como la cara en la que está pensado, y unos ojos tan profundos como los que imagina, incluso seguramente no sospecha (usted) el parecido que tiene con quien usted garabatea en su mente. Retomando: con esta muchacha tuvieron mucho fuego. Creo que un día Merlino dudó, y ese día fue el día "después del fuego", así lo bautizamos. ¿Que hay después del fuego?, ¿que hay cuando una fuerza se autodestruye o pierde su esencia y no logra reconvertirse? ¿Es acaso más digno morir en su propia forma? ¿puede morir?.

La duda crea al matorral y ahora le pregunto: ¿existe Merlino?.


Perceval.

[Rudyard]

Ajá! Pues ni **** idea!
Qué alegría que conteste a traición!
Joder con ¡usted!, me da a mí, que éso no va dirigido a mí, no importa.
Llevo una semana obsesionada con “Muerte en Venecia”, y al leerle pensé; joder! si va ha ser verdad, que en este mundo de complejidades , nos veamos encontrándonos aquí y encima sin casi entendernos, como es la tendencia!
Yo que quiere que le diga, está muerto el traductor y su abuelo, el poeta, pues le voy a decir una cosa ,a usted, esa fue la sensación que tuve cuando leí Muerte en Venecia, sentí continuadamente que yo pertenezco a ese mundo y ese mundo a muerto, nada de lo que preocuparse, la nada nadea.
NO LOCONOCÍA!, de verdad que me ve chasqueando los dedos, hombre! Tengo antecedentes, pero, usted, me ha visto crecer.
He leído artículos sobre Antunes y Mario Merlino, y pico meta-literatura del presente, me queda grande, aunque me hago mis pompones, sigo a Juan francisco Ferré en twitter
y no Te lo pierdas, él me siguea mí, ja!.No leo sobre pedestales, pero hay cositas...
Resulta un poco complicado todo esto par una aficionada mayor. Dice Vilas Mata que decía Vonnegut, qué todas las tramas son iguales, uno pierde algo y lo busca, otro lo encuentra y lo vuelve a perder, lo de la venganza, amor-odio,etc… y que al final lo único que importa es el estilo, pos será. Pero me cuesta aceptarlo, en realidad me opongo. No pq la trama no sea una pelfa, que hay sin-tramas detestables, sino por la negación de la unicidad, un matorral sin bosque, a ver si dilata (usted) aunque sea para negar el discurso.
Ah! lo de la muerte , que es lo que importa, fíjese si fuera un drama!, pero es sencillo; da valor a todo, todos hablan de pasión, pero sin pulsión, qué coñazo de pasión, ¿no?
Sería como ir en el autobús de Perec, dentro, y que lo estético fuese todas las fragmentadas voces, juegas a Pokemón?- se ha dado cuenta que el conductor escribe todo lo que pasa? H ORAS DE LA MUERTE.
Y digo (yo),que una cosa es que el discurso esté fragmentado, es deçir,8usted y yo8, leemos,antes y después de comprar el calabacín, pagar las deudas, soportar al jefe …esperar el **** autobús…etc
Que nuestr6s y6es ++/---, dentro de la modernidad, hayan devenido ríos vaporosos, no quiere decir que no haya un mensaje, unificador.O entendí mal lo de los matorrales, como es la tendencia.
No te parece, apretado Perceval, que dentro de la fragmentación de Ulises, de sus personajes, hay una fuga de la linealidad, que vuelve a punto de llegada, ¿ cómo se llamará el tramo que vuelve? Matorral-mutante?
Ay Venecia!,mar de carnavales y de muertes lógico-formales, la muerte se provoca.. Y cuando uno descubre que la belleza ha hecho de él una presa admiradora y que sus deseos no tienen forma de existencia, nadean, se repiten, revolcándose en impresiones tipo Monet, Y Pigmalión puede seguir amando mientras la muerte no culmine en cólera o mosca, al final el arte es eso,por más formas que se bifurquen, siempre hay un bosque. Lo que pasa es que el signo ha devenido un collage,beee! Joder, la vida no vuelve una o doce veces, ni con instrucciones de uso!
Y dime, el primer escrito es espuma, el mío una crítica al tuyo, Eros es el único Dios que necesita horas,qué cabrón!, después del fuego hay frío, ******!, el juego nace muerto, la duda se agita en la propia acción y nunca se reforma uno, sino que se vuelve a agitar, bueno aparte de Homero que rajó primero ,siento que nunca nos entendamos, pero me desdeciré a la manera de Mario, vive! Con una medio-cita de Virgilio, “Iban obscuros bajo la noche sola a través de las sombras”;besos sonoros y desplazaditos (a ti).11
Leeré a Mario, gracias.
Cuando la hora pasa/ como de costumbre/ ya no llegas/ me queda la libertad/ de morirme de frío/ de morirme a solas. M.Merlino

[Eburnea]

Vamos a escuchar a un viejo con voz metálica, ese tal Joan Manuel Serrat. A ella le gusta mucho (por esas costumbres que uno hereda)



¿Quién hereda el gozo por escuchar a Serrat? Ella no. Nadie. Serrat, el que nació en el Mediterráneo, el que tiene voz que reverbera, pero que nunca es metálica, es único. Lo único genera placeres únicos y ella los sintió. Tenía menos años ¿Y qué? Quizá Serrat era más joven que el pretendido joven que la acompañaba y que lejos de pensar en la jenista estaba en los de todos, en el olor a champú y en lo que hay debajo de unos pantalones apretados. Viejo es ello, más nuevo cada vez y no heredado, por más que desde Lucy el corazón haya palpitado de manera similar.

Serrat cantó y yo supe gracias a él que a los atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino. Mi abuelo, que era sabio ya lo sabía. También ella lo aprendió con Serrat y él lo aprendió con ella, ergo Serrat fue el maestro de él respecto a los atardeceres rojos.

Millones de litros de agua separan los conceptos y los lavan. Y uno de ellos es el concepto "viejo"

Ebúrnea

[Rudyard]

Ay! Ebúrnea te han tocado la fibra con lo de Serrat, no me parece bien que digas a Perceval que no se puedan decir cosas cuando uno escribe, para eso tendrían que ser cosas de un desprecio real a alguien que no corresponde. Y no sé que entiendes tú por una voz metálica, pero Serrat la tiene y debe de ser una de las mejores. Tampoco creo que sea un argumento de peso que el gusto no se herede y menos en música, claro que se hereda. Basta ver a tu familia gozar con chotis para que el chotis tenga esa chispa de lo que agrada, pero si encima acompañan la poesía y el paladar mediterráneo, no veo pq no se va a heredar algo de gusto.

Con lo de viejo tampoco coincidimos, el protagonista no es del mediterráneo, sus gustos serán de su edad y no hace más que situar su condición dentro de su margen cultural, no hace nada más y de lo que se hace antes del tiempo, hoy es condicional el jeans bien formado, como pudo serlo hace tiempo un buen peinado o un pinta labios. Pero a parte de las formas hay un contexto y un mensaje de una o doce veces, una adicción de la vida que es el signo contemporáneo del Don Juan de siempre que se ha perdido, mareado con el champú barato, el olor a fritanga, los nervios del primer día desde hace mil años y el contacto. A veces es solo adicción al contacto y su representación. Una representación que se presenta aparentemente sin acción, anda que, cualquiera te toca al noi del poble sec! Un beso fiera,11

[Eburnea]

, no me parece bien que digas a Perceval que no se puedan decir cosas cuando uno escribe, para eso tendrían que ser cosas de un desprecio real a alguien que no corresponde. Y no sé que entiendes tú por una voz metálica, pero Serrat la tiene y debe de ser una de las mejores. Tampoco creo que sea un argumento de peso que el gusto no se herede y menos en música, claro que se hereda. Basta ver a tu familia gozar con chotis para que el chotis tenga esa chispa de lo que agrada, pero si encima acompañan la poesía y el paladar mediterráneo, no veo pq no se va a heredar algo de gusto.

Con lo de viejo tampoco coincidimos, el protagonista no es del mediterráneo, sus gustos serán de su edad y no hace más que situar su condición dentro de su margen cultural, no hace nada más y de lo que se hace antes del tiempo, hoy es condicional el jeans bien formado, como pudo serlo hace tiempo un buen peinado o un pinta labios. Pero a parte de las formas hay un contexto y un mensaje de una o doce veces, una adicción de la vida que es el signo contemporáneo del Don Juan de siempre que se ha perdido, mareado con el champú barato, el olor a fritanga, los nervios del primer día desde hace mil años y el contacto. A veces es solo adicción al contacto y su representación. Una representación que se presenta aparentemente sin acción, anda que, cualquiera te toca al noi del poble sec! Un beso fiera,11

Mi muy querida Rudyard:
Miro y remiro y no veo que le diga a Perceval en ningún momento que no se pueden decir cosas cuando uno escribe. Ni lo digo ni lo pienso. Voy por otros derroteros, pero quizá no me expliqué bien.

Primero: Sitúo mi discurso en el mismo plano que él, por eso hablo de una ficticia "Ella", que es la ficticia chica del champú y en esa ficción que tú has traído a la realidad de cada uno de nosotros, le digo que ella no heredó el gozo por escuchar a Serrat, ni nadie, dando a entender, no que no se hereden las aficiones (Desconocería en ese caso a la familia de J. S. Bach) sino que para que a alguien le guste Serrat le basta con oírlo, no necesita que su padre lo haya puesto muchas veces en el tocadiscos. No niego la herencia, ensalzo a Serrat; eso es lo que hago. Por eso, al no gustarme los comentarios del ficticio personaje de PerceVal le comunico que siendo más "viejo" quizá, paradójicamente, Serrat sea más joven porque siempre es nuevo, lo es al menos para ella, algo menos para él, al que encuentro un poquito demodé. Esta juventud imperecedera de Serrat y esa condición de "ELLA" son así porque yo como narradora, así lo he decidido, igual que Perceval decidió lo que quiso. Ambos nos movemos en la ficción y tú diste el salto a la realidad del Poble Sec y me has situado en otro plano, que no es en el que me moví.

Y digo que lo que emana de Serrat, que a mí me parece que es de voz que reverbera (porque además no sé muy bien qué es voz metálica, ni me parece relevante) siempre es nuevo, desde Lucy, la primera Australophitecus de la que tenemos noticias, ya ves. Quizá también intuyó a Serrat.

Y en cuanto al concepto "viejo" que entrecomillo al final, doy a entender que nos separa un océano, y no sólo físico, sino conceptual, puesto que en latinoamérica las connotaciones de "viejo" y "vieja" no son las mismas que aquí y sencillamente lo hago saber para que se vea que, en el fondo, puedo comprender en qué sentido habla PerceVal.

A quien por cierto felicito por tener tan buena defensora. No nos equivoquemos, a mí también me gusta, de lo contrario no le escribo ni una línea. Sencillamente he jugueteado entre la ficción y la discrepancia sugerida. Nunca, por supuesto decir lo que nadie debe o no escribir, porque si alguien sabe lo ancho y largo que es el papel blanco donde plasmar lo que se quiere, esa soy yo. Y qué es el respeto, también.

Ha sido un placer este mini debate.
Un beso a los dos

Ebúrnea