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Ver la versión completa : Puesta en marcha y disposición activa; medida de la medida; historia "decisiva"



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
13/02/2015, 10:00
La "medida de la medida" hace de caso límite, su respuesta no da más de sí; la medida resuelve su incapacidad con abstracciones; en lugar de enfrentarse al caso, hace de él un uso débil; no se pone a prueba.

La falta de una cualidad propia a la medida, esto es, que no tiene su propia regla, y, por tanto, no tarda en mostrarse tautológica (*), fue un detalle mostrado por Kant frente a la virtud aristotélica como término medio entre vicios opuestos (**). La esencia de la medida no está en que mida, así como la esencia del tiempo no está en que pase, sino en que sea capaz de elaborar un término que satisfaga su inquietud.

(*) Este problema tautológico reside en hacerse con un sitio impropio, ponerse donde no se está; supone una ventaja de lo inteligible frente a lo sensible que se extiende por sí, una ventaja sin autenticidad. Sin embargo, esta "transferencia" de lo inteligible a lo empírico fundamenta su factum en una conciencia que promete más de lo que da, una posibilidad que no llega a su actualidad; su promesa depende de una capacidad meramente pensable de la que deriva la existencia de una regla o mandato a priori sin hacerse cargo de ella; deja la expectativa de la ética en un término arbitrario que queda a la espera.

Aristóteles dejó la decisión en manos de un individuo que Kant eleva a un principio de la razón pura; extrae la eticidad de un reino de posibilidades que no llegarán a realizarse sino excepcionalmente. Se la ética deja en manos de una psicología sin reglas genuinas ni aprioridad.

(**) Sin embargo, Kant no resolvió la cuestión de la composición a la que pretendía dar solución; no llevó la forma a la materia que la ponía inmediatamente en marcha, su sitio; la puso en marcha sin plantearse la posición misma, su disposición activa (***).

(***) Esta falta de actividad preferente hacia la experiencia es uno de los defectos que arrastra toda crítica habitual al ámbito teórico, que no hay movimiento detrás del impulso cognoscitivo (****); empero, lo cognoscitivo busca, de suyo, ser un sentido.

La disposición kantiana avanza en abstracto, elabora una idea sin atender a la generalidad de su contradicción, lo que está "por venir". Si hay un camino de ida, hay, asimismo, uno de vuelta; "ida" y "vuelta" son, visto así, recorridos (modos) de un mismo camino, afluentes de un mismo río; mientras tanto, el sitio genuino, la “historia decisiva”, queda en un ámbito sin enfrentamiento, carece de miras, es un ámbito compuesto sin determinación, un brote del "ir" que no llega al "yendo"; no culmina su término, no está completo.

(****) Un caso muy conocido es la omisión marxista, todavía presente, de la actividad que el conocimiento lleva consigo. La cuestión de fondo está en el sentido implícito del conocimiento, una actividad que tiene consigo.