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Ver la versión completa : El problema de la sensibilidad, "ser sensible" y "ser pensable"



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/01/2015, 08:35
Las obras de Aristóteles son un pozo de sabiduría infinito que siempre despierta admiración, pone en evidencia un ámbito del saber, de conciencia auténtica, el sitio en el que pisa firme, de donde se nutre la intuición.

Es fácil dejarse llevar por la presión que ejercen los sentidos, y no pensar nada más que lo que traen consigo y, consiguientemente, dejan a la espera (*), ahí pendiente. El problema de la sensibilidad y el de la inteligibilidad no se puede resolver sin figuras elaboradas específicamente para la cuestión a la que se enfrenta.

Así sucede que los “sentidos sienten” o el “entendimiento entiende”, o, dicho de otra forma, “el fenómeno aparece” o “el pensamiento se piensa”. Semejante manera de filosofar no dice nada más que palabras; todo decir genuino ya está dicho.

(*) Lo positivo de la intuición es un error, una fase de la conciencia histórica, “ésto o lo otro” (**). La intuición positiva, por el contrario, es la conciencia que ya está ahí, se reafirma por dentro, no anda a cuestas, sino que reafirma el sitio en el que está. Su reafirmación no es aparente, no se muestra sino mediante una figura (***).

Hace tiempo llamé a esta figura “truco”, una figura “a priori”, un defecto con el que el pensamiento carga, una deuda que tiene consigo.

La angustia filosófica no tiene mucho que ver con una angustia psicológica. La única psicología con validez genuina es la que no sucumbe ante su apariencia (**).

(**) Kierkegaard diferenciaba las categorías mediante una síntesis del espíritu, una actividad pensante. Las categorías diferencian inmediatamente, imponen un régimen que terminan por sustraer; no dura. “O lo uno o lo otro” no afirmaba otra cosa que una decisión, que en la interioridad no hay lugar para la espera. Kierkegaard piensa la ética que hay en el pensamiento, que la ética reside en el perfeccionamiento del hábito mediante el pensamiento correcto. Empero, esta corrección ha de ser positiva, estar consigo; no está sujeta a cambio. Así pues, no pasa por fases, no va a mejor; “es”

(***) Esta apariencia se refiere a una sensibilidad ingenua, no a lo que hay tras ella; para mostrar lo que hay tras ella hay que preparar el camino, ayudar al pensamiento a sentir más.