ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
03/01/2015, 07:55
“Estas percepciones primarias, así como toda experiencia en que cualquier regla general se funda, no pueden ser objeto de la razón, sino de un inmediato sentido y emoción” (Adam Smith, “Los sentimientos morales"; cap II, pg. 149)
Y cabría preguntarse si esa inmediación no tiene un mismo objeto pendiente de ser mediado. No habría conciencia histórica si su mediación no estuviese (*), en gran medida, hecha, si no siguiese un orden determinado.
A pesar de encontrar grandes faltas en el pensamiento moral, en lo básico, lo sigo. La conciencia moral no deja de ser a priori (**). Así pues, ¿cómo es que la conciencia moral pierde su aprioridad e incumple su regla (***)?
(*) El hecho de la conciencia se refiere a la ventaja de su ser mismo con respecto a sus cambios. Si el cambio está en el ser, como afirmo rotundamente, es en lo relativo a su falta de proporción interna, la reafirmación de su dialéctica; así, pues, el cambio no es una fase del ser, sino algo que ya está en el ser mismo.
(**) Mejor dicho, no deja de ser a priori sino excepcionalmente.
(***) Este incumplimiento está, sustancialmente, al fondo, e, históricamente, por venir.
Y cabría preguntarse si esa inmediación no tiene un mismo objeto pendiente de ser mediado. No habría conciencia histórica si su mediación no estuviese (*), en gran medida, hecha, si no siguiese un orden determinado.
A pesar de encontrar grandes faltas en el pensamiento moral, en lo básico, lo sigo. La conciencia moral no deja de ser a priori (**). Así pues, ¿cómo es que la conciencia moral pierde su aprioridad e incumple su regla (***)?
(*) El hecho de la conciencia se refiere a la ventaja de su ser mismo con respecto a sus cambios. Si el cambio está en el ser, como afirmo rotundamente, es en lo relativo a su falta de proporción interna, la reafirmación de su dialéctica; así, pues, el cambio no es una fase del ser, sino algo que ya está en el ser mismo.
(**) Mejor dicho, no deja de ser a priori sino excepcionalmente.
(***) Este incumplimiento está, sustancialmente, al fondo, e, históricamente, por venir.