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Asexperia
04/07/2014, 21:11
MARIO BUNGE

Mario Augusto Bunge (Buenos Aires, Argentina, 21 de septiembre de 1919) es un físico, filósofo, epistemólogo y humanista argentino; Bunge por encima de todo es un filósofo materialista, defensor del realismo científico y de la filosofía exacta. Es conocido por expresar públicamente su postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluye al psicoanálisis, la praxeología, la homeopatía, la microeconomía neoclásica (u ortodoxa) entre otras, además de sus críticas contra corrientes filosóficas como el existencialismo (y, especialmente, la obra de Martin Heidegger), la fenomenología, el posmodernismo, la hermenéutica y el feminismo filosófico.

De wikipedia.

http://www.soloespolitica.com/blog/wp-content/uploads/2010/10/Mario-Bunge.jpg

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
05/07/2014, 06:16
sus críticas contra corrientes filosóficas como el existencialismo (y, especialmente, la obra de Martin Heidegger), la fenomenología

Bunge es un charlatán, cae en lo que él mismo llama “macaneo”. Sólo impresiona a un público acrítico y desprevenido.

Heidegger es criticable a partir de cierta comunidad de términos. Afirmar que no decía nada viene a decir que no hay nada entendible en sus obras. Que estudie cualquiera algunas de las cuestiones de las que hablaba Heidegger (*), y que defienda su falta de valor filosófico. Bunge sólo repite que Heidegger decía cosas como "el tiempo es la maduración de la temporalidad", una crítica indecente de alguien que se tiene por filósofo; Bunge hace, en el mejor de los casos, filosofía de la ciencia. No sólo filósofos, sino físicos mucho más importantes que Bunge, están con Heidegger. Los textos de Heidegger no sólo no han pasado de largo sino que se han convertido en clásicos del pensamiento.

Cuando ya nadie hable de Bunge, se seguirá hablando de Heidegger, por lo mismo por lo que se sigue hablando de Aristóteles; hay cuestiones que no encuentran, fácilmente, el término mediante el que se solucionan (**).

La fenomenología es muy criticable en algunas de las cuestiones de sus principales maestros, como Hegel, Husserl, o el mismo Heidegger. No hay nada sagrado en la filosofía; ahora bien, ¿qué crítica decisiva ha hecho Bunge a la fenomenología? ¡Ninguna! (***)

(*) Heidegger tocó muchos temas: epistemología, ontología, filosofía de la historia, ética, hermenéutica, etc.

(**) De hecho, en ello reside la actualidad de la historia de la filosofía, que ciertas cuestiones siguen abiertas; su historia se sigue haciendo. Obsérvese, en todo caso, que esta actividad de la historia, una de sus muchas fases, no es la historia que pasó, la determinación que se ha completado, sino, mejor visto, su ampliación, seguir extendiendo lo que parecía haberse completado.

(***) La fenomenología es la reflexión sobre el ámbito pensante o, dicho con otras palabras, la interioridad del pensamiento, su lógica interna. Históricamente, es una corriente filosófica europea de finales del S. XIX y principios de XX centrada en los contenidos mentales (****); ahora bien, su cuestión no es exclusiva de una filosofía posmoderna (tardía), sino que sus principales conflictos estaban ya señalados en obras de hace más de dos mil años ("Acerca del alma", "Sobre la interpretación", "Categorías", "Analíticos", ...).

(****) La fenomenología no se limita a la filosofía peninsular europea. Eso sólo lo puede sostener quien no conozca las raíces históricas de ciertas cuestiones. Uno de los fenomenólogos más importantes que ha habido fue el norteamericano Charles S. Peirce, que hizo una síntesis de la filosofía alemana y el empirismo. Otro de los fenomenólogos más importantes que ha habido, Franz Brentano, maestro de pensadores como Husserl o Freud, hizo lo mismo en Alemania sirviéndose de una interpretación de la filosofía aristotélica y su posterior desenvolvimiento en pensadores como Locke o Stuart Mill.

Emeric
05/07/2014, 07:05
http://www.youtube.com/watch?v=9SpEDqjMlWc

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
05/07/2014, 07:20
Emeric, mis argumentos no se basan en documentales; mis fuentes son los libros y las ideas que hay en ellos.

Asexperia
05/07/2014, 12:43
Para ser honesto no conozco a profundidad el pensamiento de Bunge. Recuerdo que mi profesor de Metodología de la investigación psicológica lo mencionaba mucho.

Veamos los siguientes puntos por separado:

1 - Bunge por encima de todo es un filósofo materialista, defensor del realismo científico y de la filosofía exacta.

2- Es conocido por expresar públicamente su postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluye al psicoanálisis, la praxeología, la homeopatía, la microeconomía neoclásica (u ortodoxa) entre otras,

3- además de sus críticas contra corrientes filosóficas como el existencialismo (y, especialmente, la obra de Martin Heidegger), la fenomenología, el posmodernismo, la hermenéutica y el feminismo filosófico.

Me identifico con Bunge en los puntos 1 y 2, pero no en el punto 3. Sobre éste ultimo punto Alberto ha arrojado mucha luz. Yo admiro a Heidegger aunque sea idealista; admiro a muchos idealistas sin importar que no esté de acuerdo con sus pensamientos.

PD: No he visto todavía el video que colocó Emeric.

Emeric
05/07/2014, 19:45
Emeric, mis argumentos no se basan en documentales; mis fuentes son los libros y las ideas que hay en ellos.Lo sé. Traje ese video para que veamos y escuchemos a ese señor.

Asexperia
06/07/2014, 01:39
Lo sé. Traje ese video para que veamos y escuchemos a ese señor.

El video me parece aburrido, a Bunge casi no se le entiende lo que dice.
El debería de retirarse ya. Pero he abierto éste hilo para conocer sus ideas mas destacadas

Emeric
06/07/2014, 06:57
El video me parece aburrido, a Bunge casi no se le entiende lo que dice.Ya está bastante anciano, pero todavía se le entiende. De no ser así, no le invitarían a tomar la palabra.

Asexperia
06/07/2014, 12:57
La ciencia, su método y su filosofía según Mario Bunge (resumen)

Este es un video corto, claro y preciso.


https://www.youtube.com/watch?v=dHjOJLnEY5A

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
07/07/2014, 04:49
Me refiero a algunas de las cosas que dice Bunge, como que la fenomenología es subjetivista y que Heidegger no habla de nada (*).

Con respecto a la filosofía de la ciencia, estoy con pensadores que sospechan de la relación con la experiencia, la experiencia no es algo que pueda ser abstraído sin una crítica de los términos que la constituyen; de ser así, si la experiencia se constituyese en abstracto, sin una relación genuina tras ella, la experiencia pasaría de largo sin traer nada consigo; la experiencia sería algo que no tendría ningún reposo, sería inasible.

Bunge fue colaborador de mi principal maestro en ese campo, Karl Popper. Lamento profundamente cosas que ha dicho Bunge de él para sacar una ventaja bien poco noble (**). Los aportes fundamentales de Popper a la filosofía de la ciencia se estudiarán siempre por la importancia que tienen para toda idea de ésta. Por el contrario, Bunge no hace otra cosa que clasificaciones de burócrata, fuera del ámbito físico no tiene ningún interés; no se puede considerar filosofía ni, jamás, ser tenida por la misma actividad que la de Heidegger o Husserl. En este sentido, es natural que Bunge se oponga a filósofos en toda regla que cultivan la filosofía; Bunge, a su lado, es una auténtica broma.

(*) Bunge repite sin cesar las mismas ligerezas sobre Heidegger y otros filósofos que no debe conocer bien; rara vez dice algo de importancia. Habla de cosas y autores que no ha estudiado en serio; si los conociese bien, no criticaría lo que critica, sino que se centraría en aportar algo, precisamente, a lo que falta. La filosofía no es, en esencia, científica; es al revés, lo que reclama la ciencia de la filosofía está en su reflexión, que se cuestione.

Acerca de la fenomenología y su supuesto subjetivismo, es una crítica ignorante sin interés filosófico; es charlatanería para gente que acepta acríticamente todo lo que venga acompañado del término “ciencia” (cientificismo o cientitis). El principal defensor de la fenomenología fue Husserl. Desde Investigaciones lógicas, la fenomenología pretendía solucionar el límite psicológico de la experiencia mental mediante un recurso “lógico” y estricto; en términos de Husserl, fundamentado a priori, o, dicho de otra forma, que aquello de lo que habla está garantizado por ciertos objetos ideales presentes en todo pensar. Así pues, el psicologismo es la idea que Husserl más combate en el primer tomo de dicha obra.

Según el materialismo, el ámbito mental dependería de un contenido inmanente a él que sería dejado de lado por una reflexión esencial en la que se perdería; la actividad mental no lograría descansar en el ámbito del que dependería ni lograría, por tanto, su justa correspondencia interna. Semejante crítica, sencillamente, no ha leído las Investigaciones lógicas; o, lo que sería más grave, no las ha entendido.

Semejante idea de lo interior, un estar en sí, en algún sitio que esté en un instante material sin elasticidad suficiente como para dar cabida a la extensión de su propia actividad, no se apoya en ningún sitio que no sea su opuesto, esto es, en su exterioridad; carece, fundamentalmente, de términos reflexivos; no tiene términos para su estancia.

Sin embargo, lo que aporta la reflexión sobre el ámbito interno es la descripción de las fases que atraviesa. La interioridad no es ningún subjetivismo, no es un ámbito privado sin relaciones externas; su interioridad, pues, es activa, partícipe del proceso en el que está envuelta.

(**) Con Popper, como con Heidegger, pasará que se seguirá hablando de él cuando nadie hable de Bunge. El espíritu crítico y negativista de Popper, criticado por Bunge sin profundidad alguna, pertenece, más que a Popper, a todo discurso reflexivo, ya sea científico, político, económico, o social.

(***) Expresiones como “reflexión esencial”, “darse por sí”, y “estar en ello” pueden sonar vacías si no se respeta a qué se refieren; no son juegos de palabras, sino relaciones internas de los términos que, con su figura, pretenden superar la dependencia lingüística que sustituye la interioridad del pensamiento y ocupa su lugar. “Reflexión esencial” se refiere a que el algo pensado depende de una diferencia consigo mismo que no está en lo que ha sido pensado, el pensamiento y su objeto no coexisten en un mismo plano ni a la vez; “darse por sí” quiere decir que el darse depende de un "instante aparente", de ahí que la fenomenología estudie el ámbito interior (****); y, por último, “estar en ello“ no quiere decir otra cosa que mantiene una identidad ontológica, sin cambios.

(****) Esta interioridad es el concepto de “intencionalidad”, “estar referido a”. Lo propuso Brentano desde una interpretación de Aristóteles centrada en el paradigma de la ciencia del S. XIX acerca del estudio de la “vida mental”. Particularmente, encuentro mucho más interés en aquello a lo que se refería con "inexistencia intencional", un matiz reflexivo que interioriza la experiencia como un objeto diferenciado sin necesidad de que sea real en sentido empírico, o, dicho antitéticamente, externo.

La reflexión de Brentano es poco psicológica; mejor visto, su idea es un movimiento sutil sobre ámbitos que no están a la vista. Sus términos son lógicos y constituyen lo pensado a lo que dan asiento. Muy resumidamente, separa las representaciones de los juicios y el ámbito en que tienen validez; esta distinción de la distinción típica del juicio proposicional que no establece otras distinciones que las aparentes permite extender la experiencia interior con arreglo al concepto por el que viene determinada, ampliar su historia y remitirse nuevamente a ella misma siguiendo su regla interna (*****). Ciertamente, es un autor complejo por la importancia de los términos en los que entra en detalles.

Los detalles de lo que hablo no son muchos, o no son tantos como pudiera parecer. De las obras suyas que he podido estudiar, hay algunos detalles filosóficamente extraodinarios mezclados con material sin mucho interés. Brentano pasa de términos muy sencillos a sutilezas, a mi modo de ver, intelectualmente exquisitas.

(*****) El sitio al que llega Brentano tiene interés lógico por cómo actualiza la reflexión de Aristóteles modernizando lugares comunes de la filosofía medieval (su tesis doctoral fue Sobre los múltiples sentidos del ente en Aristóteles). Brentano es un clásico de cuestiones que siempre están en toda experiencia mental; son, independientemente del momento en que se piensen, actuales. Fue muy importante para el esquema que siguiera Husserl por una disposición a la experiencia interna, pero todo lo que dijese Brentano lo podría extraer cualquier interpretación y hermenéutica si lee los textos a la altura que fueron escritos. De cualquier manera, Husserl sólo hace uso de él para ubicar la conciencia en un ámbito de interioridad y "vivencia".

Asexperia
07/07/2014, 15:54
Yo pienso que Bunge es un autor intelectual que recurre a las criticas a diestra
y a siniestra para hacer "ruido" y así llamar la atención sobre su persona.

El aporte que hace Alberto es muy interesante y muy explicativo. Gracias Alberto.

¿Mario Bunge sabe de psicoanálisis?


https://www.youtube.com/watch?v=7n7DPoH6cLU

Emeric
07/07/2014, 18:29
No he visto todavía el video que colocó Emeric.Te espero también en :


http://foros.monografias.com/showthread.php/65429-CONTROVERSIA-en-Rep%C3%BAblica-Dominicana-sobre-iglesia-para-GAYS-y-LESBIANAS

Asexperia
07/07/2014, 18:53
Te espero también en :


http://foros.monografias.com/showthread.php/65429-CONTROVERSIA-en-Rep%C3%BAblica-Dominicana-sobre-iglesia-para-GAYS-y-LESBIANAS

Hace un tiempo que yo no opino públicamente sobre el tema de la homosexualidad. Ya los homosexuales han tomado demasiado terrero. Prefiero hablar de cosas más educativas.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
08/07/2014, 05:35
Yo pienso que Bunge es un autor intelectual que recurre a las criticas a diestra
y a siniestra para hacer "ruido" y así llamar la atención sobre su persona.

Es algo que me parece oscuro. Esas cosas las dice en ocasiones que se prestan a la ligereza. Las suele decir en entrevistas que no dejan mucho lugar a entrar en detalles. Bunge se ha hecho muy famoso por insultar a filósofos más famosos que él. Nadie que esté estudiando Ser y tiempo de Heidegger va a sacar absolutamente nada de lo que dice Bunge (*).

(*) Hace unos días hice algún comentario a la postura de Ortega acerca de Heidegger. Ortega atacó su manera erevesada de escribir y extender excesivamente el alemán (**); Ortega escribe mucho mejor que Heidegger, pero tiene mucho menos que decir. Sin embargo, Ortega era consciente de que había mucha materia filosófica en esa manera de filosofar.

(**) Popper, por cierto, también hiciera una crítica parecida pero más hiriente. Según Popper, bastaba leer a Heidegger en su idioma para comprobar los sinsentidos de los que hablaba; por otro lado, según Bunge, Heidegger destroza el alemán. No estoy de acuerdo con ninguno de los dos. Yo no lo leo en alemán, leo de lo que habla. Todo lo que se dice en un idioma se puede decir en otro idioma cualquiera; sólo hay que recomponer cuidadosamente los vacíos que hay de un idioma a otro (***).

(***) Hace meses defendí, en cierto modo, lo contrario. La unidad de "tono", el término cabal con el que me referí a su problema, no está en uno u otro idioma, sino en el ámbito afectivo del que el idioma se sirve. En este sentido, si el lenguaje no fuese universal, si pensar no fuese esencial a todo sujeto pensante, no sólo sería complicadísimo leer a un autor que no fuese uno, sino que uno mismo nunca se entendería (****).

(****) Esta falta de entendimiento tiene, según mi parecer, mucha importancia. Las raíces de las que crece la filosofía son profundas y crecen muy lentamente; su crecimiento no corre a la par que el de nuestras ideas; según mi parecer, la filosofía es mucho más lenta que nuestra manera de pensar, que es demasiado rápida. sin apenas sensibilidad para los detalles. No se puede pretender hacer filosofía corriendo, a toda prisa. Para llegar a una idea de interés, hay que saborear algo de falta de entendimiento, haber estado en un vacío del pensamiento, en una tierra sin nada. Si no se conoce ese ámbito sin sitio, si no se tiene entre manos una cuestión de importancia, si se piensa algo que viene caído del cielo, no se tiene nada de valor que pensar.

Asexperia
09/07/2014, 13:00
Enviado por Alberto:
Esta falta de entendimiento tiene, según mi parecer, mucha importancia. Las raíces de las que crece la filosofía son profundas y crecen muy lentamente; su crecimiento no corre a la par que el de nuestras ideas; según mi parecer, la filosofía es mucho más lenta que nuestra manera de pensar, que es demasiado rápida. No se puede pretender hacer filosofía corriendo, a toda prisa. Para llegar a una idea de interés, hay que saborear algo de falta de entendimiento, haber estado en un vacío del pensamiento, en una tierra sin nada. Si no se conoce ese ámbito sin sitio, si no se tiene entre manos una cuestión de importancia, si se piensa algo que viene caído del cielo, no se tiene nada de valor que pensar.

Es el caso de Bunge, "pretender hacer filosofía corriendo, a toda prisa". Las criticas que hace Bunge son superficiales.

EL REALISMO CIENTIFICO

El realismo científico es una variedad del realismo crítico que sostiene, básicamente (i) que existe una realidad objetiva, (ii) que el objetivo primordial de la ciencia es describir y explicar (además de predecir) los hechos de la realidad y (iii) que la ciencia consigue su objetivo en cierta medida y de un modo especial, gracias a la aplicación del método científico. Esta es, obviamente, una caracterización bastante general y vaga. La razón de ello es que hay numerosas variedades de realismo científico, casi tantas como autores realistas científicos, los cuales hacen énfasis en diferentes características de esta concepción.

Entre los filósofos que han defendido diversas variedades de realismo científico pueden mencionarse el argentino Mario Bunge, los estadounidenses Hilary Putnam, Philip Kitcher y Richard Boyd y el finlandés Ilkka Niiniluoto.

De wikipedia.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
10/07/2014, 06:47
Para llegar a una idea de interés, hay que saborear algo de falta de entendimiento, haber estado en un vacío del pensamiento, en una tierra sin nada. Si no se conoce ese ámbito sin sitio, si no se tiene entre manos una cuestión de importancia, si se piensa algo que viene caído del cielo, no se tiene nada de valor que pensar.

Elvis, te agradezco la cita. Estaba pensando en sacar a la luz cosas que nos son extrañas, ideas para las que no hay ninguna sensibilidad (*). Todavía, no hay un término para ellas, dependen de un concepto sin elaborar; su falta, su sitio sin nada, reclama aproximarse a una esencia que está a la espera para ser manifestada, puesta a la luz.

Las cosas no llegan caídas del cielo, de una vez y sin preparación; no están a la espera con todo preparado. No han sido hechas pensando en nuestra necesidad de ellas, como si su finalidad estuviera en que la necesidad fuese satisfecha. Sucede al revés, hay que desarrollar un término para esquematizar y exteriorizar la necesidad que nos constituye; hay que hacer un sitio para él (**).

(*) Hay que empezar a distinguir el ámbito inteligible del sensible por medio de términos más elaborados que el de “inteligilibilidad” y “sensibilidad” o, dicho de otra forma, el de una sustancia pensante y otra sensible, una totalidad independizada de las preferencias que sigue (***). De lo contrario, de no establecer otras diferencias que las más inmediatas, la distinción cae en una "distinción sin distinción", un término que, llegado el momento, manifiesta cansancio, no da más de sí; su interioridad se ha agotado.

(**) Un término es una idea más, un paso en el camino, no un sentido agotado, una fase garantizada que haya encontrado descanso, un lugar sin más sitio (****). Agotar un sentido requeriría una experimentación mucho más radical que "recorrer el camino"; requeriría especular con "límites sin límite", ideas en absoluto.

(***) La dependencia de las preferencias pertenece a una reflexión de fondo, a un ámbito del que, difícilmente, se logra escapar; hay una aproximación a él mediante ideas inversas que formalizan un error, la raíz de la que crece la desventaja.

(****) Para mí, fue decisivo sensibilizarme lo suficiente como para estar advertido de los defectos de toda idea verdadera y sus posibilidades en relación a la experiencia de una conciencia. La “garantía”, sin ir más lejos, era una hipótesis pensada para ser llevada a los límites en los que perdía su validez, cuando no tenía garantía, su ámbito de contradicción interna.

Asexperia
10/07/2014, 17:18
BIOGRAFIA DE MARIO BUNGE

Mario Bunge nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919. Interesado en la filosofía de la física, Bunge comenzó sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata, de la cual se graduó con un doctorado en ciencias físico-matemáticas en 1952. El tema de su tesis doctoral versó sobre Cinemática del electrón relativista.

Allí, y en la Universidad de Buenos Aires, fue profesor de física teórica y filosofía desde 1956 hasta 1963 cuando insatisfecho con el clima político de su país, tomó la decisión de emigrar. Antes de su auto-exilio también fue profesor invitado en la Universidad de Pennsylvania (1960-61) y en la Universidad de la República (1961-62).

Por algunos pocos años enseñó en universidades de México, Estados Unidos y Alemania. Finalmente, en 1966 se instaló en Montreal (Canadá), donde enseñó en la Universidad McGill la cátedra Frothingam de lógica y metafísica. Es ahora profesor emérito de dicha universidad, en las áreas de la Metafísica, Semántica, Filosofía de la Ciencia y Epistemología.

Tal vez su obra más importante sean los ocho tomos de su Tratado de filosofía (Treatise on Basic Philosophy), pero se trata de un autor enormemente prolífico que, tras exponer sus posiciones generales en el Tratado, ha ido publicando en forma regular las aplicaciones de su filosofía a diversas ciencias, tanto naturales como sociales.

Mario Bunge ha sido honrado con dieciséis doctorados honoris causa otorgados por instituciones como la Universidad de Salamanca (España) en 2003, la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) y la Universidad de Buenos Aires (Argentina) en 2008. También recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1982.
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Interesado principalmente por la lógica de la ciencia y los problemas del conocimiento científico, ha tratado de construir una filosofía científica (más precisamente, una metafísica) que tuviera en cuenta tanto el conocimiento elaborado por la ciencia como el método utilizado por quienes la practican, entendiendo que este último es un proceso que no está exclusivamente supeditado ni a la experiencia ni a la teoría.

Aunque la concepción de la ciencia elaborada por Bunge concede importancia al desarrollo de la investigación científica en la historia, su orientación está principalmente dirigida al análisis formal de dicho desarrollo, y se aparta de la insistencia en los aspectos históricos, psicológicos y sociales propia de enfoques como los de Thomas Kuhn y Paul Feyerabend.

Defensor de un realismo crítico basado en una ontología materialista y pluralista, ha mantenido una actitud beligerante ante el psicoanálisis, al que considera una pseudociencia supeditada a la aceptación acrítica de la doctrina de Freud como argumento de autoridad; en un sentido análogo, considera que el marxismo no ha conseguido superar la condición ideológica de sistema de creencias a causa de su repetición también acrítica de las enseñanzas de Marx, lo considera una suerte de enfoque de estudio. Recibió el Premio Konex en Humanidades en 1986.

De wikipedia.

Asexperia
11/07/2014, 15:42
http://4.bp.blogspot.com/-liWyZPGnDwc/UEPC7O-yckI/AAAAAAAADxY/ot8ERMr-wQI/s1600/MB5.jpg

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
14/07/2014, 06:41
Según el materialismo, el ámbito mental dependería de un contenido inmanente a él que sería dejado de lado por una reflexión esencial en la que se perdería; la actividad mental no lograría descansar en el ámbito del que dependería ni lograría, por tanto, su justa correspondencia interna.

Según esto que digo, el materialismo pesaría más de lo que pesa, sobreestimaría su valor. El instante de materialidad, cuando lo material se hace primero a todo lo que le sigue, se cae en una abstracción inasumible. En mi opinión, el error está en la falta de materia de la materia, la dependencia de sí que abstrae; dicho de manera muy intuitiva, da por supuesto lo que debiera poner en cuestión. Lo positivo del instante abstracto no está en su fase representativa, sino en que lo abstracto produzca un ente de razón, algo que ella reconozca.

El instante material carece de otro orden interno que su materialidad; es insensible al resto. Así es que en ámbitos como el estudio de la conciencia se haya caído en un asentamiento neural sin otros espacios que los neurales; como si su actividad estuviese aparte del resto del mundo, como si la historia sólo pasase por ella.

Bastante antes de que la neurociencia atravesase la fase profundamente irreflexiva en la que se haya sumida, la conciencia fenomenológica se preguntaba por su parte activa, sobre qué se posicionaba ventajosamente (*).

(*) Esto es, que conocer tiene implícito un instante activo del que se sirve a la vez que da cuenta de él, su posibilidad interna; si lo abstrae es porque se trata de una idea de su propia cosecha. Empero, entiéndase que esta cosecha no es un individualismo, sino, mejor visto, la generalidad de la que todo individuo depende (**); así pues, sería un ámbito especial con sitio para ampliaciones categoriales (***).

(**) El individuo es un ente separado de su generalidad, se ve impulsado a generalidades negativas para las que no tiene validez; insiste en su especulación (****). Su experiencia interna carece de conciencia de sí, de otra capacidad generativa y sintética que una especulación intrínsecamente vacía, sin experiencia genuina.

(***) Si no estoy confundido, esto reclamaría una metafísica de lo viviente: a partir de qué se activan las más pequeñas partes y siguen su propio centro.

Las partes “más pequeñas” son términos relativos sin auténtica determinabilidad, sin una distinción que vaya al fondo. Son “más” que “menos”, términos estancados en un horizonte cuantitativo sin cualidad, algo venido de ningún sitio, sin sitio donde apoyarse; no se aperciben de qué hay debajo del contraste que, apresuradamente, unifican como la experiencia que abstraen.

Hace tiempo empecé a sospechar que las preguntas sobre la conciencia estaban mal planteadas. No había preguntas, sino soluciones que se habían hecho para ellas sin pensar en un principio del hecho. Los movimientos de la conciencia no están en la conciencia, ni en su base material; los hechos de la conciencia, las fases que han logrado sedimentarse, son una respuesta que requiere el antecedente de una pregunta: ¡a qué viene!

Soy consciente de que ideas como la de movimiento no responden a la cuestión del movimiento, su término sin concepto; son términos a la espera del mejor asentamiento posible, el que esté en ventaja frente al resto (*****).

(****) Una generalidad negativa es una extensión inmedatamente inversa, sigue una regla sin excepciones ni fases intermedias, no tiene suficiente elasticidad interna como para dar cabida a su experiencia; cuando avanza, se encuentra consigo misma. Su avance, por tanto, no avanza sino quedándose atrás, repitiendo su historia.

(*****) Este devenir, este continuo pasar, tiene que ser ralentizado; tiene que parar, aunque siga pasando. Si en la experiencia de la conciencia no se elaboran figuras para ella, si ella no se piensa como lo pensable, si no se inquieta, no hay lugar para su progreso.

Asexperia
16/07/2014, 12:25
Enviado por Alberto:
Los movimientos de la conciencia no están en la conciencia, ni en su base material; los hechos de la conciencia, las fases que han logrado sedimentarse, son una respuesta que requiere el antecedente de una pregunta: ¡a qué viene!

Si "los movimientos de la conciencia no están en la conciencia, ni en su base material";
¿dónde estan? Pregunto por curiosidad.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/07/2014, 07:14
Ahí está la cuestión, si está en un "sitio". ¿La conciencia se asienta en un aquí y un allí (*)? ¿se adapta tan bien a las categorías que tenemos dispuestas para ella, o su disponibilidad es una cuestión en sí misma? ¿sigue un lenguaje, pues, continuo y sin sobresaltos?

(*) A pesar de que creo que es posible una estética de la conciencia, no creo que sea como la que imaginamos. Esta conciencia posible debe estar en otro sitio. En todo caso, de no haber algún reconocimiento, estaríamos buscando las cosas sin manera de encontrarlas.

Acerca del sitio de la conciencia, una buena cuestión estaría en su momento. ¿Sitio y momento coexisten, o sus términos no son otra cosa que representaciones de nuestra manera de pensar?

Asexperia
29/09/2014, 14:59
Enviado por Alberto:
Acerca del sitio de la conciencia, una buena cuestión estaría en su momento. ¿Sitio y momento coexisten, o sus términos no son otra cosa que representaciones de nuestra manera de pensar?

La conciencia no está en algún sitio, sino está en un momento en el tiempo.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
30/09/2014, 04:55
La conciencia no está en algún sitio, sino está en un momento en el tiempo.

¿Y no es el momento uno de los términos que digo, una manera de pensar, una hecha a la medida del tiempo sin que vaya en lo más mínimo a él; no deja sin satisfacer la cuestión que abstrae consigo al ponerse en su lugar? ¿o el momento deja resueltas todas las cuestiones que surgen con su sitio más inmediato?

Emeric
10/11/2014, 15:47
¿ No contesta Asexperia ?

Asexperia
11/11/2014, 11:53
¿ No contesta Asexperia ?

En el mensaje 23 Alberto no pregunta nada, solo es una afirmación entre signos de interrogación.

Emeric
12/11/2014, 14:18
En el mensaje 23 Alberto no pregunta nada:faint: :faint: