PDA

Ver la versión completa : “Venga tu reino.” (Mateo 6:10)



Davidmor
16/04/2014, 19:17
La petición “venga tu reino” se repite a menudo por todo el mundo, sobre todo en países donde la mayoría de las personas dicen ser cristianas. Pero ¿cuántas personas saben realmente lo que están pidiendo? ¿Repetirían esas palabras de buena gana si supieran que cuando estas se cumplan Dios juzgará a los gobiernos terrestres y destruirá a todos los que se opongan al Reino de Dios? (Dan. 2:44; Luc. 19:27.)

Estas preguntas se vuelven más importantes debido a tres hechos destacados: 1) El Reino o gobierno de Dios fue establecido en 1914, y en ese año Jesús empezó a gobernar como Rey (Rev. 12:10). 2) Vivimos en los últimos días del sistema de cosas actual (Mat. 24:3; 2 Tim. 3:1-5). 3) Ningún gobierno ni partido político de la Tierra ha reconocido realmente al Reino de Dios ni se ha sometido a su soberanía (Sal. 2:2, 3; Rev. 11:17, 18. ¿Por qué no se ha tomado en cuenta al Reino de Dios? ¿Verdad que mucha gente anhela un gobierno mejor? ¿No se dedican mucho tiempo y esfuerzos a tratar de solucionar los problemas de los gobiernos actuales? Todo lo anterior es cierto, pero la mayoría de la gente no comprende quién es la fuente de los problemas y cuánto poder tiene.

La Biblia nos dice claramente que “el mundo entero [está] en el poder del inicuo” y que él, “el que es llamado Diablo y Satanás, [...] está extraviando a toda la tierra habitada” (1 Juan 5:19; Rev. 12:9). Satanás ha cegado a las personas hasta el punto de que muchas ni siquiera creen en su existencia. Además, ha logrado manipular a la mayor parte de la humanidad para que rechace el Reino de Dios y se oponga a su autoridad (2 Cor. 4:4). Ahí es donde entramos los testigos de Jehová. Tenemos el privilegio de abrir los ojos de las personas “para volverl[a]s de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios” (Hech. 26:18. Hoy día, casi ocho millones de Testigos colaboramos para realizar dicha tarea. Nos alegra enormemente que se nos haya considerado dignos de recibir dicha asignación (Mat. 28:19, 20).

Ahora bien, nosotros no vamos a convertir al mundo. De hecho, Jesús declaró que la mayoría de la humanidad no encontraría “el camino que conduce a la vida”; más bien, seguiría por “el camino que conduce a la destrucción” (Mat. 7:13, 14). Jesús predijo que las “buenas nuevas del reino se predicar[ían] en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones” antes de que viniera el fin (Mat. 24:14). Usando como referencia el día de Noé, Jesús nos ayudó a comprender cómo reaccionaría la gente a nuestra predicación. Aunque Noé fue “predicador de justicia”, quienes lo rodeaban no escucharon su advertencia respecto a la destrucción que se acercaba. La Biblia dice que “no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (2 Ped. 2:5; Mat. 24:37-39). En la actualidad, solo las personas de buen corazón escuchan nuestras advertencias. Escuchan las buenas nuevas del Reino de Dios, pues comprenden que estas “son, en realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que tiene fe” (Rom. 1:16).

El control que Satanás ejerce sobre la Tierra pronto desaparecerá. Los seres humanos ya no se dominarán unos a otros para hacerse daño (Ecl. 8:9). Los muchos gobiernos en conflicto que hay en la actualidad serán reemplazados por uno solo, el Reino de Dios en manos de Jesucristo (Is. 9:7; Dan. 7:13, 14; Rev. 11:15). Bajo este gobierno perfecto disfrutaremos de paz, justicia y rectitud. Además, Dios atenderá todas nuestras necesidades físicas (Sal. 72:16; 145:16). Pero ¿estaríamos contentos con todas esas bendiciones si la enfermedad y la muerte siguieran existiendo? El gobierno de Dios también solucionará esos problemas. Dios promete en la Biblia: “Voy a hacer nuevas todas las cosas”. El dolor y el sufrimiento serán eliminados para siempre. Sí, “la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. ¡Alabemos a nuestro Dios! Sí, Jehová, que “venga tu reino” (Rev. 19:6; 21:3-5).