Eburnea
14/04/2014, 04:34
LA PIEDRA DEL TIEMPO
En 1271 un “habitante” del cinturón elíptico de asteroides que ahora ocupan la zona orbital entre Marte y Júpiter, el asteroide GEFIÓN, vio desestabilizada su órbita por el influjo gravitatorio de sus grandes vecinos. Emprendió viaje con rumbo de colisión hacia nuestro planeta, en cuya atmósfera penetró el 9 de Julio de 1931, desintegrándose en pequeños fragmentos y enviando uno de ellos a sólo unos metros de una niña de 11 años que caminaba por el español y leonés pueblo de Ardón, para llevarle la comida a un tío suyo, que estaba envasando vino en las cercanías. La niña se llamaba Rosa González y hoy tiene 94 años. En el pueblo todos la conocen como “la tía Rosa”.
Gracias a la diligencia de la niña, que recogió la piedra sin saber bien qué era y que no la tiró, pese a lo que quemaba, pues le llamaba la atención y la llevo a casa pasándosela de mano a mano ( a causa del calor) y guardándola en casa con esmero y gracias a un sobrino suyo, que hace un par de años, intuyendo su valor, le pidió permiso y puso el objeto en conocimiento de los científicos, una lámina de meteorito está ahora expuesta en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Se trata de una condrita, como la mayoría de los meteoritos que caen a la Tierra. Gracias a sus componentes químicos, la “piedra” permanece inalterada. Ha sido testigo directo de los primeros materiales sólidos que se formaron en el Sistema Solar hace 4500millones de años. Y; salvo por la fina lámina expuesta en el Museo, la piedra del tiempo sigue reposando en la casa de la tía Rosa como un homenaje a la curiosidad científica de una niña.
(Fuente: marcos Balfagón.- Diario EL PÍS: Domingo, 13, Abril, 2014)
Saludos
Ebúrnea
En 1271 un “habitante” del cinturón elíptico de asteroides que ahora ocupan la zona orbital entre Marte y Júpiter, el asteroide GEFIÓN, vio desestabilizada su órbita por el influjo gravitatorio de sus grandes vecinos. Emprendió viaje con rumbo de colisión hacia nuestro planeta, en cuya atmósfera penetró el 9 de Julio de 1931, desintegrándose en pequeños fragmentos y enviando uno de ellos a sólo unos metros de una niña de 11 años que caminaba por el español y leonés pueblo de Ardón, para llevarle la comida a un tío suyo, que estaba envasando vino en las cercanías. La niña se llamaba Rosa González y hoy tiene 94 años. En el pueblo todos la conocen como “la tía Rosa”.
Gracias a la diligencia de la niña, que recogió la piedra sin saber bien qué era y que no la tiró, pese a lo que quemaba, pues le llamaba la atención y la llevo a casa pasándosela de mano a mano ( a causa del calor) y guardándola en casa con esmero y gracias a un sobrino suyo, que hace un par de años, intuyendo su valor, le pidió permiso y puso el objeto en conocimiento de los científicos, una lámina de meteorito está ahora expuesta en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Se trata de una condrita, como la mayoría de los meteoritos que caen a la Tierra. Gracias a sus componentes químicos, la “piedra” permanece inalterada. Ha sido testigo directo de los primeros materiales sólidos que se formaron en el Sistema Solar hace 4500millones de años. Y; salvo por la fina lámina expuesta en el Museo, la piedra del tiempo sigue reposando en la casa de la tía Rosa como un homenaje a la curiosidad científica de una niña.
(Fuente: marcos Balfagón.- Diario EL PÍS: Domingo, 13, Abril, 2014)
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Ebúrnea