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Ver la versión completa : ¿Qué es el Reino de Dios?



Davidmor
24/03/2014, 19:45
¿CUÁL fue el tema principal de la predicación de Jesús? Según él mismo enseñó, fue el Reino de Dios (Lucas 4:43). Quienes lo escucharon seguramente le oyeron referirse muchas veces a ese Reino. ¿Los dejó eso confundidos o perplejos? ¿Le preguntaron qué era ese Reino? No. Los Evangelios no registran ninguna pregunta de ese tipo. Por consiguiente, ¿sabían aquellas personas lo que era el Reino de Dios?

Lo cierto es que las antiguas Escrituras, que los judíos consideraban santas, describían ese Reino. De hecho, revelaban en términos muy claros y concretos tanto lo que es como lo que logrará. Hoy podemos saber aún más sobre el Reino, y básicamente del mismo modo: acudiendo a la Biblia. Veamos siete verdades expuestas en ella. Las primeras tres no fueron ningún secreto para los judíos de los días de Jesús e incluso antes. Las tres siguientes fueron reveladas por Cristo o por sus apóstoles durante el siglo primero. Y la séptima y última se ha hecho evidente en nuestro propio tiempo.

1. El Reino de Dios es un gobierno real que durará para siempre. La primera profecía que aparece en la Biblia revela que Dios enviaría a alguien para rescatar a los seres humanos fieles. A ese redentor se le llamó “la descendencia”, y se predijo que eliminaría para siempre las terribles consecuencias de la rebelión de Satanás y de Adán y Eva (Génesis 3:15). Mucho tiempo después, al fiel rey David se le dijo algo emocionante acerca de esa “descendencia”, o Mesías: gobernaría sobre un Reino, sobre un gobierno que sería distinto de todos los demás, pues duraría para siempre (2 Samuel 7:12-14).

2. El Reino de Dios acabará con todos los gobiernos humanos. El profeta Daniel recibió una visión en la que contempló una sucesión de potencias mundiales que se ha extendido a lo largo de la historia y ha llegado incluso hasta nuestros días. Observe el sorprendente desenlace de su visión: “En los días de aquellos [últimos] reyes [humanos,] el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. De modo que todos los reinos, o gobiernos, de este mundo —con sus guerras, su crueldad y su corrupción— serán destruidos para siempre. Como señala esta profecía de Daniel, el Reino de Dios pronto gobernará sobre toda la Tierra (Daniel 2:44, 45). No solo es un gobierno real, sino que será el único que exista.

3. El Reino de Dios acabará con las guerras, las enfermedades, el hambre y hasta la misma muerte. La Biblia contiene emocionantes profecías que revelan lo que el Reino de Dios hará en este planeta. Dicho gobierno logrará lo que ninguna organización humana ha logrado ni podrá lograr. Imagínese: ¡todas las armas de guerra destruidas para siempre! La Biblia dice: “[Dios] hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra” (Salmo 46:9). No se necesitarán médicos ni hospitales, pues ya no habrá enfermedades. “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’.” (Isaías 33:24.) Nadie padecerá desnutrición ni se morirá de hambre. “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra.” (Salmo 72:16.) Ya no habrá funerales, velatorios, cementerios ni morgues, ni el sentimiento de vacío que los acompaña. La muerte, nuestra implacable enemiga, será por fin derrotada. El Creador “realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro” (Isaías 25:8).

4. El Rey del Reino de Dios es alguien escogido por Dios mismo. El Mesías no se nombró a sí mismo, ni tampoco lo eligieron seres humanos imperfectos. Más bien, Jehová Dios lo escogió personalmente. Así lo indican los títulos Mesías y Cristo, que significan “Ungido”. De modo que es Jehová quien ha ungido, o designado, a Jesús para ocupar un puesto tan especial. Dios mismo dice de él: “¡Mira! ¡Mi siervo, a quien tengo firmemente asido! ¡Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado! He puesto mi espíritu en él. Justicia para las naciones es lo que él sacará” (Isaías 42:1; Mateo 12:17, 18). ¿Y quién sabe mejor que nuestro Creador la clase de gobernante que necesitamos?

5. El Rey del Reino de Dios ya ha demostrado ante toda la humanidad que es digno de ocupar ese puesto. Jesús de Nazaret fue sin duda el Mesías prometido. Provino del linaje que Dios había determinado (Génesis 22:18; 1 Crónicas 17:11; Mateo 1:1). Cuando estuvo en la Tierra, cumplió decenas de profecías escritas siglos antes. Además, desde los cielos se le identificó como el Mesías. ¿De qué manera? Pues bien, Dios mismo habló desde los cielos y lo reconoció como su propio Hijo, y los ángeles lo señalaron como el Mesías prometido. Por otra parte, Jesús ejecutó milagros que eran una clara manifestación del poder divino, y a menudo lo hizo ante miles de testigos oculares. Jesucristo demostró vez tras vez la clase de gobernante que sería. No solo tenía el poder para ayudar a la gente, sino también el deseo de hacerlo (Mateo 8:1-3). Era generoso, compasivo, valiente y humilde. El relato de su vida en la Tierra se halla al alcance de todos, en las páginas de la Biblia.

6. En el Reino de Dios, 144.000 escogidos gobernarán junto con Cristo. Jesús dijo que otras personas, entre ellas sus apóstoles, gobernarían con él en el cielo. Llamó a ese grupo “rebaño pequeño” (Lucas 12:32). Más tarde, al apóstol Juan se le dijo que este rebaño pequeño se compondría de 144.000 siervos de Dios. Estos tendrían la emocionante tarea de gobernar como reyes y servir como sacerdotes junto con Cristo (Revelación [Apocalipsis] 5:9, 10; 14:1, 3).

7. El Reino de Dios, que ya gobierna en los cielos, está listo para gobernar también sobre toda la Tierra. Esta última verdad es una de las más impactantes. La Biblia ofrece muchas pruebas de que Jesús ha recibido en los cielos su autoridad de Rey. Allí reina ahora, y muy pronto extenderá su dominio a toda la Tierra y cumplirá las grandiosas profecías que ya hemos citado. Pero ¿cómo podemos estar seguros de que el Reino de Dios ya está rigiendo? ¿Y cuándo comenzará a gobernar la Tierra?

Véanse, por ejemplo, Mateo 3:17, Lucas 2:10-14 y Juan 6:5-14.

Espada
24/03/2014, 19:47
Aquí te espero:


http://foros.monografias.com/showthread.php/63825-%C2%BFES-EL-REINO-DE-CRISTO-PRESENTE-O-FUTURO-%C2%BFEs-La-iglesia-el-reino?highlight=

Davidmor
24/03/2014, 19:50
Aquí te espero:


http://foros.monografias.com/showthread.php/63825-%C2%BFES-EL-REINO-DE-CRISTO-PRESENTE-O-FUTURO-%C2%BFEs-La-iglesia-el-reino?highlight=

El tema esta cerrado. Ademas, no veo por ninguna parte los textos Bíblicos que avalen tu afirmación.

Por favor, lee el articulo y con lo que no estés de acuerdo citamelo y házmelo saber.

Espada
24/03/2014, 19:58
El tema esta cerrado. Ademas, no veo por ninguna parte los textos Bíblicos que avalen tu afirmación.

2. Col. 1:13, "el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo".


1 Tes. 2:12 dice que Dios “nos llamó a su reino”. Somos llamados (la iglesia), y somos llamados a su reino. Los que son añadidos a la iglesia o agregados al Señor (Hech. 11:24) son trasladados a su reino.

La iglesia es el reino por que tienen el mismo gobierno: Cristo, la Cabeza de la iglesia es el Rey del reino y porque la cena del Señor está en el reino

Mateo 26:29
29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Lucas 22:30
30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.


y está en la iglesia 1 Cor. 10:16‑21

1 Corintios 10
16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?
19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

Davidmor
12/04/2014, 13:47
2. Col. 1:13, "el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo".
1 Tes. 2:12 dice que Dios “nos llamó a su reino”. Somos llamados (la iglesia), y somos llamados a su reino. Los que son añadidos a la iglesia o agregados al Señor (Hech. 11:24) son trasladados a su reino.

Cuando Jesús ascendió al cielo, no tomó inmediatamente el cetro para gobernar a los pueblos del mundo (Salmo 110:1). Sin embargo, sí recibió un “reino” con súbditos que le obedecían. El apóstol Pablo se refirió a este con las palabras: “[Dios] nos libró [a los cristianos ungidos por espíritu] de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor” (Colosenses 1:13). Tal liberación comenzó en el Pentecostés del año 33 E.C., día en que se derramó espíritu santo sobre los discípulos fieles de Jesús (Hechos 2:1-4; 1 Pedro 2:9).

En su función de “embajadores en sustitución de Cristo”, los discípulos ungidos por espíritu iniciaron obedientemente la recolección de otras personas que llegarían a ser sus “conciudadanos” en ese reino espiritual (2 Corintios 5:20; Efesios 2:19; Hechos 1:8 . Estos, a su vez, habían de permanecer “aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar” a fin de disfrutar de la aprobación de su Rey Jesucristo (1 Corintios 1:10). En conjunto constituían “el esclavo fiel y discreto”, la clase del mayordomo fiel (Mateo 24:45; Lucas 12:42).

Col. 1:1, 2, 13: “Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Timoteo nuestro hermano a los santos [los que eran herederos del Reino celestial] [...] Él [Dios] nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió [a los santos, miembros de la congregación cristiana] al reino del Hijo de su amor.” (De modo que Cristo había comenzado, de hecho, a gobernar sobre la congregación cristiana en el primer siglo, antes que se escribiera esto, pero el establecimiento del Reino que gobernaría sobre toda la Tierra era un acontecimiento todavía futuro.)

1 Cor. 4:8: “Ustedes ya están hartos, ¿verdad? Ya se han hecho ricos, ¿verdad? Han empezado a gobernar como reyes sin nosotros, ¿verdad? Y verdaderamente desearía que hubiesen empezado a gobernar como reyes, para que nosotros también gobernásemos con ustedes como reyes.” (Es obvio que el apóstol Pablo estaba censurándolos debido al punto de vista incorrecto de ellos.)

Rev. 12:10, 12: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios! A causa de esto ¡alégrense, cielos y los que residen en ellos! Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (El establecimiento del Reino de Dios se asocia aquí con el acto de arrojar del cielo a Satanás. Esto no había ocurrido al tiempo de la rebelión en Edén, como lo muestran los capítulos 1 y 2 de Job. El libro de Revelación fue escrito en 96 E.C., y Revelación 1:1 muestra que este tiene que ver con acontecimientos que en aquel tiempo eran futuros.)

Antes de responder, ESCUCHA, busca textos y medita. Y no tires lo primero que te salga de la cabeza. Medita.

--- Mensaje agregado ---


La iglesia es el reino por que tienen el mismo gobierno: Cristo, la Cabeza de la iglesia es el Rey del reino y porque la cena del Señor está en el reino

Mateo 26:29
29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Lucas 22:30
30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.


y está en la iglesia 1 Cor. 10:16‑21

1 Corintios 10
16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?
19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

Ninguno de esos textos prueba lo que dices. No tienen sentido para lo que dices que significan. :?:

Antes bien prueba, que tienes ideas equivocadas del Reino de Dios y como dijeron los apóstoles:

(2 Timoteo 2:16-18 Masevita las vanas palabrerías que violan lo que es santo; porque ellos avanzarán a más y más impiedad, 17 y su palabra se esparcirá como gangrena. Himeneo y Fileto son de ese grupo. 18 Estos mismos se han desviado de la verdad, diciendo que la resurrección ya ha sucedido; y están subvirtiendo la fe de algunos.

Se da el golpe de gracia

El “padre”, o “doctor”, de la iglesia que dio el golpe de gracia al estado de vigilancia de los cristianos fue indudablemente Agustín de Hipona (354-430 E.C.). En su famosa obra La ciudad de Dios, Agustín declaró: “La iglesia actualmente en la Tierra es tanto el reino de Cristo como el reino del cielo”.
The New Bible Dictionary explica el efecto que este punto de vista tuvo en la teología católica, al declarar: “En la teología católica romana, un rasgo distintivo es la identificación del reino de Dios y de la Iglesia en la administración terrestre, una identificación que se debe principalmente a la influencia de Agustín. Mediante la jerarquía eclesiástica, se actualiza a Cristo como Rey del reino de Dios. El área del reino tiene las mismas fronteras que el poder y la autoridad de la Iglesia. El reino del cielo se extiende mediante la misión y el progreso de la Iglesia en el mundo”.

Esto eliminó toda necesidad de ‘mantenerse alerta’ a la señal que mostraría que el Reino de Dios estaría cerca. Al escribir en The New Encyclopædia Britannica, el profesor E. W. Benz confirma esto, diciendo: “Él [Agustín] restó importancia a la inminencia de la expectación original al declarar que el Reino de Dios ya había empezado en este mundo con la institución de la iglesia; la iglesia es la representante histórica del Reino de Dios en la Tierra. La primera resurrección, según Agustín, sucede constantemente dentro de la iglesia en la forma del sacramento del Bautismo, mediante el cual se introduce a los fieles en el Reino de Dios”.

Además, Agustín fue quien finalmente logró que la cristiandad abandonara la esperanza bíblica del reinado de mil años de Jesucristo, durante el cual Él restauraría el Paraíso en la Tierra (Revelación 20:1-3, 6; 21:1-5). The Catholic Encyclopedia reconoce: “San Agustín finalmente se adhirió a la convicción de que no habrá ningún milenio. [...] El sábado de mil años, después de los seis mil años de historia, es el todo de la vida eterna; o, en otras palabras, el número mil tiene el propósito de expresar perfección”. La Macropædia Britannica (1977) añade: “Para él [Agustín], el milenio había llegado a ser un estado espiritual en que había entrado la iglesia colectivamente en el Pentecostés. [...] No se esperaba ninguna intervención sobrenatural inminente en la historia”. Así, para los católicos, la oración “venga tu reino” llegó a carecer de sentido.

(Marcos 7:7-13) En vano me siguen adorando, porque enseñan como doctrinas mandatos de hombres’. 8 Soltando el mandamiento de Dios, ustedes tienen firmemente asida la tradición de los hombres”. 9 Además, siguió diciéndoles: “Diestramente ponen ustedes a un lado el mandamiento de Dios para retener su tradición. 10 Por ejemplo, Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y: ‘El que injurie a padre o a madre termine en muerte’. 11 Pero ustedes dicen: ‘Si un hombre le dice a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho de mí es corbán (es decir, una dádiva dedicada a Dios)”’..., 12 ya no le dejan hacer ni una sola cosa por su padre o su madre, 13 yasí invalidan la palabra de Dios por la tradición suya que ustedes transmitieron. Y hacen muchas cosas parecidas a esto”.

Espada
12/04/2014, 16:36
Ninguno de esos textos prueba lo que dices. Para ti que crees en un paraíso terrenal sin fundamento bíblico.