Eburnea
24/03/2014, 11:11
Fecha de estreno: 1 de noviembre de 2013 (Islandia, Irlanda, Reino Unido
Director: Stephen Frears
Duración: 98 minutos
Música compuesta por: Alexandre Desplat
Historia creada por: Martin Sixsmith
Reparto: Judi Dench, Steve Coogan, Sophie Kennedy Clark,
--------------------------------------------
Magnífico de nuevo el cine inglés, que sabe en esta película, bien dirigida e interpretada, tratar el tema, que hoy está al rojo vivo: Los niños adoptados ilegalmente, robados a sus madres y que son vergüenza para Instituciones y profesionales que se enriquecieron con ello.
Debemos unir a las múltiples y tristes historias de chicas casi adolescentes que, en aras de la llamada honra, fueron abandonadas a su suerte por su familia y recluidas en establecimientos religiosos que se encargaban, a base de trabajos forzados, de arrebatarles a su niño y a darlo a familias adineradas en adopción.
He dicho abandonadas a su suerte, pero debiera haber dicho a su mala suerte. Es la historia de Philomena, historia real, primero novelada y ahora llevada al cine con gran éxito.
Comienza la película cuando Philomena Lee ( Judi Dench) de 70 años recuerda a su hijo Anthony, que ese día cumpliría 50 y que le fue arrebatado por las monjas del reformatorio donde la recluyeron sus padres, en 1952, para tapar la deshonra.
A través de una serie de circunstancias conoce a Martin Sixsmith, un ex agente extranjero de la BBC y antiguo director de comunicaciones del gobierno de Tony Blair, que tras escuchar su historia queda maravillado a tal punto que se las arregla para que ambos viajen a Estados Unidos para descubrir qué paso con Anthony.
La pareja es bien peculiar. Él es instigado por su editorial para sacar el máximo provecho de una historia que promete muchas ventas. Ella es una mujer sencilla, que increíblemente no guarda rencor, es incapaz de ello y pese al máximo dolor ( se puede palpar en la película) sabe dar a todos una lección de cómo se puede vivir bien y con dignidad, a pesar de la ignominia ajena
Fue exhibida para la competencia principal del Festival de Cine de Venecia en 2013, donde Steve Coogan y Jeff Pope ganaron el premio al mejor guion.1 En el Festival de Toronto, la película obtuvo el segundo lugar en la categoría de elección popular. En los premios Globo de Oro de 2013, Philomena fue nominada en tres categorías: Mejor película dramática, Mejor actriz - Drama y Mejor guion. En los premios Óscar de 2013, fue nominada como Mejor película, Mejor actriz principal, Mejor banda sonora y mejor guion adaptado. En los Premios BAFTA 2013, recibió nominaciones como Mejor película, Mejor actriz, Mejor película británica y Mejor guion adaptado, recibiendo finalmente este último. Judi Dench también fue nominada en la categoría de Mejor actriz en los premios del Sindicato de Actores 2013.
Todos bien merecidos. Aunque el guión es libre, pues la novela que le da pie “The lost child of Philomena Lee de Martin Sixsmith” se detiene más en la vida que tuvo Anthony, que también buscaba a su madre. Uno en Estados Unidos, otra en Irlanda, es un incognita si se encontrarán. Sin embargo el mayor protagonismo lo tienen la madre y el periodista. La interpretación de los dos es de una sutileza magistral.
La historia concluye donde comenzó: en el convento. Martin enfrenta a una monja que estuvo presente cuando le arrebataron el niño a Philomena. La monja no se muestra arrepentida y dice que la pérdida del hijo fue el castigo de Philomena por haber cometido el pecado de la fornicación.
La reacción de Philomena es el final. No la desvelo. Tampoco el destino de su hijo; deben ir a verla y no quiero estropear cómo termina.
Es difícil que un tema de estas características no se convierta en culebrón lacrimógeno para llenar las salas y tener éxitos de millones de espectadores. No siempre van parejas cantidad y calidad, es más, me atrevería a decir, casi nunca van juntas. Aquí, como en todos los países supongo, tenemos programas de TV, literalmente TELEBASURA que cuenta con audiencias millonarias. Hay, sin embargo otros programas minoritarios de una calidad extraordinaria, para quien los sepa apreciar.
Y es que el valor de algo no lo dan las cantidades de consumidores de ello, el valor de algo es per se. Gran audiencia tenían los césares en el circo de Roma y ante la guillotina, hogueras y patíbulos varios la gente se arremolinaba a disfrutar del espectáculo. No los trasladaremos al culmen de la Humanidad por ello, desde luego.
Philomena no es exactamente una película minoritaria, aunque tampoco es para abarrotar salas. Es para aquellos que gustan del buen cine. Para aquellos que prefieren las palabras deleitarse, degustar, saborear, apreciar, antes que tragar, flipar, alucinar, o pasárselo bomba. Hay gustos para todo y por ello para todos hay material. Si es cine, yo opto por películas como PHILOMENA. De nuevo el cine inglés no defrauda
Marzo, 2014
http://www.cineforever.com/wp-content/uploads/2014/02/philomena.jpg
Director: Stephen Frears
Duración: 98 minutos
Música compuesta por: Alexandre Desplat
Historia creada por: Martin Sixsmith
Reparto: Judi Dench, Steve Coogan, Sophie Kennedy Clark,
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Magnífico de nuevo el cine inglés, que sabe en esta película, bien dirigida e interpretada, tratar el tema, que hoy está al rojo vivo: Los niños adoptados ilegalmente, robados a sus madres y que son vergüenza para Instituciones y profesionales que se enriquecieron con ello.
Debemos unir a las múltiples y tristes historias de chicas casi adolescentes que, en aras de la llamada honra, fueron abandonadas a su suerte por su familia y recluidas en establecimientos religiosos que se encargaban, a base de trabajos forzados, de arrebatarles a su niño y a darlo a familias adineradas en adopción.
He dicho abandonadas a su suerte, pero debiera haber dicho a su mala suerte. Es la historia de Philomena, historia real, primero novelada y ahora llevada al cine con gran éxito.
Comienza la película cuando Philomena Lee ( Judi Dench) de 70 años recuerda a su hijo Anthony, que ese día cumpliría 50 y que le fue arrebatado por las monjas del reformatorio donde la recluyeron sus padres, en 1952, para tapar la deshonra.
A través de una serie de circunstancias conoce a Martin Sixsmith, un ex agente extranjero de la BBC y antiguo director de comunicaciones del gobierno de Tony Blair, que tras escuchar su historia queda maravillado a tal punto que se las arregla para que ambos viajen a Estados Unidos para descubrir qué paso con Anthony.
La pareja es bien peculiar. Él es instigado por su editorial para sacar el máximo provecho de una historia que promete muchas ventas. Ella es una mujer sencilla, que increíblemente no guarda rencor, es incapaz de ello y pese al máximo dolor ( se puede palpar en la película) sabe dar a todos una lección de cómo se puede vivir bien y con dignidad, a pesar de la ignominia ajena
Fue exhibida para la competencia principal del Festival de Cine de Venecia en 2013, donde Steve Coogan y Jeff Pope ganaron el premio al mejor guion.1 En el Festival de Toronto, la película obtuvo el segundo lugar en la categoría de elección popular. En los premios Globo de Oro de 2013, Philomena fue nominada en tres categorías: Mejor película dramática, Mejor actriz - Drama y Mejor guion. En los premios Óscar de 2013, fue nominada como Mejor película, Mejor actriz principal, Mejor banda sonora y mejor guion adaptado. En los Premios BAFTA 2013, recibió nominaciones como Mejor película, Mejor actriz, Mejor película británica y Mejor guion adaptado, recibiendo finalmente este último. Judi Dench también fue nominada en la categoría de Mejor actriz en los premios del Sindicato de Actores 2013.
Todos bien merecidos. Aunque el guión es libre, pues la novela que le da pie “The lost child of Philomena Lee de Martin Sixsmith” se detiene más en la vida que tuvo Anthony, que también buscaba a su madre. Uno en Estados Unidos, otra en Irlanda, es un incognita si se encontrarán. Sin embargo el mayor protagonismo lo tienen la madre y el periodista. La interpretación de los dos es de una sutileza magistral.
La historia concluye donde comenzó: en el convento. Martin enfrenta a una monja que estuvo presente cuando le arrebataron el niño a Philomena. La monja no se muestra arrepentida y dice que la pérdida del hijo fue el castigo de Philomena por haber cometido el pecado de la fornicación.
La reacción de Philomena es el final. No la desvelo. Tampoco el destino de su hijo; deben ir a verla y no quiero estropear cómo termina.
Es difícil que un tema de estas características no se convierta en culebrón lacrimógeno para llenar las salas y tener éxitos de millones de espectadores. No siempre van parejas cantidad y calidad, es más, me atrevería a decir, casi nunca van juntas. Aquí, como en todos los países supongo, tenemos programas de TV, literalmente TELEBASURA que cuenta con audiencias millonarias. Hay, sin embargo otros programas minoritarios de una calidad extraordinaria, para quien los sepa apreciar.
Y es que el valor de algo no lo dan las cantidades de consumidores de ello, el valor de algo es per se. Gran audiencia tenían los césares en el circo de Roma y ante la guillotina, hogueras y patíbulos varios la gente se arremolinaba a disfrutar del espectáculo. No los trasladaremos al culmen de la Humanidad por ello, desde luego.
Philomena no es exactamente una película minoritaria, aunque tampoco es para abarrotar salas. Es para aquellos que gustan del buen cine. Para aquellos que prefieren las palabras deleitarse, degustar, saborear, apreciar, antes que tragar, flipar, alucinar, o pasárselo bomba. Hay gustos para todo y por ello para todos hay material. Si es cine, yo opto por películas como PHILOMENA. De nuevo el cine inglés no defrauda
Marzo, 2014
http://www.cineforever.com/wp-content/uploads/2014/02/philomena.jpg