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Ver la versión completa : Cézanne en el thyssen de madrid: Una apuesta novedosa



Eburnea
04/03/2014, 05:59
¿Has visitado la exposición de Cézanne del museo Thyssen Bornemisza en Madrid?. Si no lo has hecho y tienes oportunidad, no dejes de hacerlo, y si vives en el extranjero intenta enterarte de la “puesta en escena”, pues se da una visión novedosa, incluso arriesgada del famoso pintor.
Paul Cézanne ( 1839-1906) no era un pintor que destacara por la perfección en imitar; tampoco le interesaba. No fue un pintor incomprendido, pero no siempre ha sido mirado con iguales puntos de vista. Los primeros pintores cubistas casi lo consideraron un precursor, pero aquí nos interesa la opinión de quienes han montado la exposición. Y es que un pintor como un escritor tiene muchas lecturas y aquí hay que quedarse con el hilo conductor postmoderno que se ha decidido para la exposición.
He leído que Tomás Llorens, anterior conservador jefe del Museo Thyssen, ha comentado que no termina de situar bien a Cézanne y que hoy, con visión postmoderna, tenemos uno de los muchos enfoques que se pueden dar, ya que la interpretación del arte no es como un sudoku, un tablero en el que cada número tiene una única posición y todos los números han de encajar en las casillas.
La tesis de que parte el comisario, Guillermo Solana, es atractiva y se refleja muy bien en el catálago. Parte de la idea cierta de que la obra de Cézanne es el origen del cubismo, pero que lejos de quedar condicionado por ello hay otras posibilidades de mirar, interpretar y valorar esta pintura y Solana se fija en algunas apreciaciones publicadas a finales de los años sesenta por el artista norteamericano Robert Smithson.
Para él no se trataba tanto de introducir una representación de lugares en una sala de exposiciones, sino de traer el lugar a ella por medio de algunos fragmentos, de lo que podíamos llamar un trozo de “naturaleza muerta”. Esta dialéctica postmoderna es la que se ha aplicado comparando los bodegones ( naturalezas muertas) con los paisajes de Cézanne. No hay más que ver lo manteles que contienen los fruteros para adivinar los picos alpinos. O el jarro, que aun en un lateral, es como la Tierra que ocupa el centro. Y al revés, hombres desnudos en el paisaje, sin apariencia de vida, serían la naturaleza muerta: paradojas hechas realidad.
Dos cuadros me han llamado poderosamente la atención: Uno es la casa solitaria de la Provenza. Es una casa - Mundo con la vida que no se ve. El otro es “La curva del camino”. Hay varios. Cézanne la pintó una y otra vez. Cada día salía a su encuentro y cada día encontraba un nuevo ángulo, una pequeña variante. Otros cuadros, como un sendero, al fondo del cual hay una casa de campo, impresionan por las variaciones de perspectiva. Vistos de frente, la casa está inmediatamente frente al espectador. Vista lateralmente y algo alejados, la casa se halla al fondo de un largo camino en diagonal.
Cuadros para muchas miradas y para muchos ángulos, perspectivas y puntos de vista, reales y artísticos.
Si puedes, no te la pierdas.