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Ver la versión completa : Te de Boldo. (practica cromatica



PeRCeVaL
02/01/2014, 14:33
En medio de la efectividad de la gastroenteritis, mi tío Luis, luego de un miserable y aguado plato de arroz con queso, me ofreció el "te mágico". Sin demasiadas vueltas y ante la omnipotente presencia de de la palabra "mágico", acepté. Todos se fueron a dormir y yo me quede hasta terminarlo.

Después del primer sorbo noté que el "te mágico" no era más que un simple te de boldo, aunque su concentración era notable. Estaba en el patio techado, en ese sector había bastante luz, pero si uno miraba hacia las muros divisores la luz era harto escasa.

Terminado el te, di unas vueltas invocando el sueño, el te de boldo no hacia mas que darme calor y una sensación de incertidumbre, me quede mirando hacia la oscuridad, y de pronto divise que una sombra comenzaba a tomar volumen y masa; quise activar el interruptor que encendía un humilde foquito, para iluminar esa zona, pero la intriga y/o el temor no me permitió moverme atinadamente.

La forma era de un hombre de unos cincuenta años, bastante abandonado, cejas tupidas y largas pestañas. Me hizo un gesto de saludo y se sentó en una de las sillas, recule y volví hacia donde se había instalado; su naturalidad camuflo mi miedo.
-Hola - dije con gesto irónico.
-Ah! Si, Hola - me contestó.

Quedamos los dos callado, yo miraba para adentro de la casa para ver si alguien decidía salir, se escuchaba solo el golpeteo de unos ventiladores destartalados.
-¿Usted es vecino de Luis? - lo inquerí.
-Si, soy vecino - contestó mientras armaba un cigarrillo, y continuó - me gusta su patio, siempre vengo a esta hora y me fumo un cigarrillo... pero no te asustes, termino y me voy.
Lo mire sin entender demasiado, mientras prendía el cigarrillo le pregunte:
- Y... ¿quiere que lo llame? - señalando la habitación de Luis.
- No - repuso sonriente - no le interesa que este aquí, nunca nos vimos... ¿para que romper la costumbre?.
-O sea, usted: ¿se introduce en esta casa a fumar solo un cigarrillo?.
Ladeo la cabeza afirmativamente.

Lo observe como fumo todo el cigarrillo, paciente y misteriosamente; cada tanto me sonreía, calculo que para que yo no sintiera que lo molestaba, esto le daba un aire de frescura a la dura fisonomía.

-¿Usted vive del otro lado del muro aquel?- le pregunte señalando por donde apareció.
-Si -Me contestó mientras arrojaba el cigarrillo al pasto húmedo - algo así. Bueno, me retiro, gracias por la compañía un poco pobre, pero compañía en fin.
-Gracias - contesté molesto - espere que le prendo la luz.
Se iba metiendo en las sombras, cuando logre activar la luz, los colores fueron cayendo sobre las cosas, y desaparecían así las sombras, como el misterioso hombre, que en el medio de la nada, se esfumó.