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Eburnea
03/04/2013, 04:46
RHUT Y MARTA: OPINIÓN DE EBÚRNEA
Me sitúo ahora como lectora fuera de los personajes que he creado, como si lo hubiera escrito otra persona o, mejor, como si hubiera sido un caso real que una cronista ha contado. Yo no sé NADA MÁS que lo que está escrito. Leo los dos relatos y opino lo siguiente:
1º.- MARTA y RHUT son dos mujeres arquetipo de la mujer tradicional. Las dos renuncian a su propia vida desde el principio y, aunque de forma diferente, depende de sus maridos. Fueron educadas con una perspectiva para su futuro al que renunciaron automáticamente cuando se casaron y por el hecho de casarse, ya que en ese momento no había hijos ni obstáculos para coordinar su proyecto vital con el de su esposo.
RHUT : No quiere siquiera estudiar la carrera que iba a comenzar porque “quiere dedicar todo su tiempo a su esposo”. En alguna ocasión dice “Formamos un buen equipo”. Pero lo cierto es que ni comparte todo el tiempo con su marido, Ricardo, muy ocupado en sus negocios, ni forma equipo alguno con él. Podría haber trabajado en sus empresas y se habrían conseguido ambos objetivos, pero la “gran compañera” ni siquiera se entera de las andanzas de du marido. Desde luego si la engaña, ni lo sabrá. Eso sí, está subida en el carro de la buena sociedad . Probablemente quiere a su esposo, pero tanto o más quiere su “modus vivendi”. Si tiene que mirar hacia otro lado, mira y consigue una vida donde no haya ningún escollo. Me pregunto, ¿por qué su esposo no le hablaba de su trabajo? ¿Por qué ella no está más interesada?. Quizá no había tanta confianza como dice. Sencillamente, así viven muy bien.
Cuando Ricardo es apresado, el mundo se le desmorona. Por supuesto que teme por su esposo, pero en el fondo le aterroriza ( a ella, niña mimada) que se esfume todo lo que tiene. Cuando su marido le da a entender que se “puede quitar la vida” debería haber avisado inmediatamente para que le pusieran protección. No lo hace. Buscar al mejor psiquiatra y la ayuda psicológica que necesitara. No lo hace. Así que centra el problema SÓLO en que salga. Encuentro extraño que no le haga preguntas de cómo era posible que tuviera negocios fraudulentos o, si no lo sabía, porque no muestra, aunque sea un instante, una cierta desilusión o rechazo. ¡NO!, quien nunca colaboró con él, se autodefine como “parte del equipo” para ponerse en marcha. ¿Por qué no, si se quieren tanto, hablar y hablar para asumir que hay que pagar por lo que se ha hecho?. ¿Por qué no decirle que ella, que es tan estupenda negociadora, va a mover los hilos necesarios para trabajar y mantener a la familia?. Tonta no es y sabe moverse, puede y debe buscar esas soluciones y más. Casi seguro que pasado el primer tirón fuerte, Ricardo no se suicidará; no da un perfil depresivo. Pero ella sólo busca que todo sea como antes. Creo que no es todo generosidad, que también piensa mucho en ella misma, en la forma de vida que tenían, en rehacerla lo mejor que pueda, lo más fácil y rápidamente posible. En el fondo es ella la que quiere salvar los trastos y aunque en principio no había pensado en Marta, las circunstancias se la ponen en bandeja. Duda, es cierto, pero está claro cuál será su decisión.

MARTA A lo largo de los dos relatos, nadie ha opinado sobre ella. Está claro que es la víctima, de su esposo y de su amiga. Nos conmueve, nos da rabia lo que se ha hecho con ella y quizá por ello no nos detenemos algo más en analizar su personalidad.
Marta tiene un matrimonio sólo de apariencia, pero vive en un infierno de maltrato y cuando ya no puede más decide ESCAPARSE a escondidas, presa del miedo y empezar una vida nueva.
Pero yo me pregunto: Cuando se iba a casar, ¿por qué dejó un trabajo que tanto le gustaba. Podía haber pedido el traslado a España. Seguramente él ya la presionó ( en ningún momento hemos leído que él la estimulara a seguir con su vida profesional). Probablemente no hizo mucho caso de los primeros indicios que vio. Quizá optó desde un principio por la sumisión, pensando que él cambiaría. Se casó y cada vez fue más sumisa. Conforme lo iba siendo él cobraba alas en el maltrato. Tuvo la solución el día que le plantó cara y le pegó. Pudo ir al hospital, pedir un parte de lesiones y denunciarlo. Después, por sorpresa, con su hijo, refugiarse en casa de familiares o Asociación de Mujeres y pedir protección a la policía. Después la separación. Posiblemente Alberto no se hubiera jugado la libertad, sus negocios etc. por su mujer. Al menos habría que tener la valentía de probar, salir y sacar al niño de ese ambiente. Hecho lo cual, no tenía problema laboral alguno, ya que era funcionaria por oposición. En breve tiempo podía haber reingresado y con la debida protección haberse ido CON SU HIJO a su destino laboral. ¿Por qué sólo pide ayuda a una amiga?. ¿Por qué no recurre a Instancias de superior poder?. ¿Por qué no intenta luchar por sí misma y por su hijo y que un maltratador no salga de rositas?. Ella sabe que él es un político en alza. ¿Acaso querrá él un escándalo que arruine su carrera?. Una vez protegida, ¿Por qué no le hace saber, por ejemplo, que va a publicarlo todo en un periódico?. Probablemente él se echará atrás, querrá pactar y será ella quien lleve la delantera. Pero se deja dominar por el MIEDO , siempre dio la batalla por perdida, porque no es luchadora y ni siquiera lo intenta . Queda a merced de una amiga, en una jugada arriesgada, donde se juega su hijo, que probablemente perderá por ABANDONO DEL HOGAR, ya que se va sin denuncias previas. Me sigo preguntando: ¿POR QUÉ SE VA SIN EL NIÑO? ¿POR QUÉ SE JUEGA ALGO TAN VALIOSO?, aunque lo recuperara pasado mucho tiempo ¿CÓMO ESTARÍA ESE CHIQUILLO?. Así que, finalmente, creo que el temperamento sumiso , la falta de valentía, o mejor, el MIEDO, no la dejan pensar bien y no toma las decisiones adecuadas. Y además, el instinto de supervivencia actúa en ella por encima de cualquier otra cosa, ya que huye sin el niño. Y dejar, de forma tan incierta, a un hijo con un hombre así, no es cualquier cosa.
Esta es mi apreciación desde fuera, tras leer el relato, de estas dos mujeres, víctimas las dos de su temperamento y del rol que han aceptado y que lleva a una a ser una manipuladora que se cree sus propias mentiras y a la otra una víctima, cuya cobardía le impide luchar por su hijo.
Pero como no estoy dentro de ellas, quizá me equivoque y todavía la moneda podría seguir girando y presentándonos facetas de ambas que ni conocemos ni llegaremos a conocer. Aun así, debo aclarar que cuando al principio he dicho que ambas eran arquetipo de la mujer tradicional, no estoy relacionando los hechos como causa - efecto de que trabajen o no en el matrimonio; no es eso lo relevante. Lo importante es que ninguna de las dos, en el fondo, lleva las riendas de su propia vida, una por vivir bien, otra por miedo, las han entregado a otro. Cuando la situación se desborde no tendrán herramientas, la una para actuar con decencia, la otra, para actuar con cordura
Saludos Ebúrnea

Avicarlos
03/04/2013, 05:30
¿Sabes mi estimada Eburnea?. Me das en la cara, que soy un pusilánime. Si yo hubiera insinuado la mitad de lo que expones con tanta clarividencia, hubiera temido una crítica brutal esperada de las féminas hacia un ABUELO, (macho....o..... ista). jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Caracolamarina
03/04/2013, 07:55
Ebúrnea nos dejas de PLop...Excelentes razones...y sinrazones del ser humano...
Féminas que por el mundo, pasan por lo mismo...

El miedo es paralizante..y el pánico peor...

Quizás aprender a llevar las riendas de la propia vida...nos lleva la vida entera.

Y más en Latinoamérica...
Mucho paño que cortar... hay acá.

Saludos y saludines...

Eburnea
03/04/2013, 10:46
Hola, hola: AVICARLOS: Por lo que he leído en el relato, las dos mujeres son las protagonistas. Los maridos son el telón de fondo imprescindible para que se desarrolle el argumento. Es por eso que sólo me fijo en ellas. Y detecto, a lo mejor me equivoco, que aun siendo tan, tan diferentes ( Una más honesta que la otra, sin duda alguna) las dos cojean del mismo pie: No llevan las riendas de su vida y cuando se quedan sin tierra debajo de los pies, aflora la esencia de su carácter: Una vende a su mejor amiga. Otra huye, presa del pánico, sin barajar otras opciones. Incluso abandona al niño. CARACOLA: No tenía una idea muy clara cuando escribí estos relatos. Quizá fue el subconsciente el que me dictó lo peligroso que es que uno/a no sea dueño de su propia vida. Esa es la tesis fundamental, más que el machismo o el feminismo, o que la mujer esté en casa o que trabaje fuera. Forma parte del argumento, pero no es la esencia. Esas dos mujeres, aunque hubieran trabajado fuera, pero con la mentalidad que tenían, la cosa habría variado poco. Si no hubiera sido eso, habría sido otra cosa. Igualmente ocurriría con un hombre que por lo que sea, no es capaz de ser dueño de sí mismo. Al menos, es lo que pienso. Un beso. Un beso

Caracolamarina
03/04/2013, 20:46
Tal cual, querida amiga Ebúrnea...""Ser dueña-o de la propia vida""

Algo, que para muchos resulta a la larga, ser una quimera o una utopía.

Las educaciones a veces más rígidas de lo que suponemos...hogar ""adentro"" resultan en seres, que no se atreven a salir de su"" zona de comodidad "" o peor de ""sus zonas de miedo""
Y terminan haciendo siempre, lo que se supone deben hacer...con la propia vida...
Como te comenté...Mucho paño que cortar en este tema...que es Interesante de por si.

Saluditos ....y Felicitaciones, tus relatos siempre dejan una huella.

Eburnea
04/04/2013, 02:56
Graciaas, Caracola: Me has captado perfectamente la idea, aunque supongo que puede haber otras más. Eso me encanta. Un beso siempre Ebúrnea