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Eburnea
01/04/2013, 04:39
LA OTRA CARA DE LA MONEDA: (2ª PARTE DE “E L S O B R E )
Durante mucho tiempo, Rhut se consideró una mujer afortunada, muy afortunada. Tenía la vida que siempre había soñado. Su casa en una exclusiva urbanización era de diseño. Sus relaciones sociales excelentes y una posición económica más que acomodada. Pero todo ello, que le encantaba, no era lo importante de su vida: tenía dos niñas preciosas. Estudiaban en un colegio bilingüe y viajaban al extranjero. Las miraba y casi no podía creer la suerte que había tenido. Pero tampoco eran las que le daban la FELICIDAD con mayúsculas, el sentido de su vida, ese TODO indefinible, pero absoluto que llenaba su existencia. Esa plenitud, ese respirar de cada día se lo proporcionaba su marido, Ricardo.
Lo había conocido muy jovencita, recién terminados los estudios de Bachillerato en el Liceo Francés y cuando estaba a punto de matricularse en Filología con su amiga de siempre, Marta.
Rhut tenía una vida interior rica. Se educó en una familia de clase media refinada intelectualmente. Su padre era concertino y ella tenía estudios de música. Gustaba de tocar el piano. Hablaba tres idiomas, deseaba viajar, leía y hacía sus pinitos con la escritura. Con Marta formaba un tándem perfecto. Sus trabajos a dos firmas habían recibido innumerables veces la felicitación de los profesores.
Conoció a Ricardo de la forma más tonta y menos romántica imaginable: Coincidieron en un tren cuando ella se desplazaba a Madrid unos días a realizar un pequeño master. Marta estaba enferma y tuvo que ir sola.
Durante una hora, se saludaron y poco más. Luego se dieron cuenta que ambos iban leyendo y se interesaron mutuamente por los libros. Conversaron y conversaron y el tiempo voló: Fue como un fogonazo para los dos. Ambos, al bajar del tren y despedirse se sentían mareados. Se habían dado los teléfonos. Él la llamó. Nunca más se separaron. El amor del uno por el otro no tenía fisuras. Rhut habría vivido en la pobreza si él hubiera sido pobre. No hubiera tenido hijos si él le hubiera dicho que no podía tenerlos y hubiera viajado al fin del Mundo por él.
Ricardo la amaba de igual forma. No quería truncar su porvenir, así que la conminó a seguir estudios, terminar la carrera. Él esperaría lo que hiciera falta. Pero ella no quiso. Sólo deseaba vivir con él. Estar a su lado todo el tiempo que pudiera, sin importarle nada más. Tuvieron dos niñas y como él entró en los negocios inmobiliarios de su padre ( muy complicados para ella) fueron subiendo su estatus hasta llegar a la alta sociedad.
Mantuvo su amistad con Marta. Primero por correspondencia, cuando ella trabajaba en Francia y durante las vacaciones. Después, cuando ella pidió excedencia para casarse con Arturo, cerca ya de la treintena, marcaron una tarde para ir de compras y tomar café todas las semanas. Además, Arturo cuando entró en política, fue progresando de forma fulminante. Las dos parejas salían juntas a cenar de vez en cuando e incluso habían hecho un crucero llevándose a los niños.
En una tumbona ellos hablaban sin cesar de negocios. Ellas con los niños en la piscina o en el salón charlaban de sus cosas. Rhut era más habladora que Marta, pero, la conocía de siempre: Ella era así, aunque quizá algo más agudizado con los años..
Últimamente Marta hablaba aún menos, había adelgazado y su mirada parecía extraviada. Le dijo que le habían diagnosticado un principio de depresión, pero que se estaba tratando

Tú lo que debes hacer es distraerte y no pensar tanto
Ya lo procuro, pero necesito mi tiempo.
……………………………………………………………..
Fue de golpe, de repente. Un día Ricardo le dijo que estaban prácticamente arruinados. Sintió que le faltaba el aire, pero reaccionó.

No te preocupes. Venderemos esta casa y el chalet. Nos compramos o alquilamos un piso pequeño. Yo hablo con las niñas. No te preocupes, de verdad, cariño; esta crisis pasará y te reharás.
Es peor que eso, Rhut. He tenido negocios no muy legales. Esto ha sido un pelotazo. Todo el mundo lo hacía y yo también me subí al carro. Ahora tengo una demanda; estoy imputado de dos delitos: Defraudar a Hacienda y fuga de capitales. Debo mucho más de lo que imaginas. Además van a juzgarme y si salgo culpable estamos perdidos.
Y así fue. Ricardo de momento fue encarcelado hasta que saliera el juicio, para evitar su fuga. Podía salir, retirándosele el pasaporte, pero la fianza era tan alta que Rhut no conseguía dinero para hacerla efectiva. El tiempo para que se cumpliera el plazo pasaba inexorable. En el segundo vis a vis, Ricardo estaba pálido, con un semblante que asustó a Rhut.

¿Qué pasa, mi vida?. Estoy luchando por ti. Ten paciencia; lo solucionaremos.
Creo que no tengo salida. Aquí dentro me corroen las ideas. Doy vueltas y vueltas. Sé que no he obrado bien, pero creo que ha sido por daros una vida mejor. También por mí, por destacar; no sé estoy confuso y necesito ayuda. No pienso con claridad. Pero lo que sé con total seguridad es que no podré soportar es la vergüenza y la ruina. Menos… menos… mal que tengo un seguro de vida especial que cubre todas las contingencias, hasta las excepcionales.
¡Por Dios, Ricardo!. Aparta ese pensamiento de tu cabeza. Tú eres mi vida. Nada mi importa si tú no estás.
Si al menos estuviera en la calle… Tengo contactos que me ayudarían. Le he echado una mano a algún que otro pez gordo… ya me entiendes. Pero aquí dentro no tengo posibilidades.
Yo haré lo que pueda; te lo prometo. Tú procura descansar, aquí no puedes hacer nada. Confía en mí; algo se me ocurrirá, algún camino habrá.
Le contó todo a su amiga Marta. Lloraron juntas. Marta tenía una buena posición y le regaló sus joyas. Rhut le pidió que hablara con su marido, pero Marta buscaba excusas. Un día habló con claridad.
Contó a Rhut su calvario. El maltrato físico y psicológico de que era objeto. De todo lo que carecía: Libertad, dinero, incluso autoestima. Por eso estaba deprimida. Por eso no se atrevía a hablar con Arturo y pedir el dinero que ella necesitaba.

¡Santo cielo, Marta! Y yo que envidiaba tu situación, cuando la mía es tan desesperada.
Tú tienes amor, pero ¿ y yo?
Tienes a tu hijo.
Sí y mucho miedo. Cada vez es más tímido. Temo que esté enfermando psicológicamente. No sale de su cuarto, no habla. Además, Arturo ha dicho que si intento separarme y llevarme al niño acaba conmigo. Te juro que le creo; él es capaz de pagar a un sicario.
Tenemos mala suerte. Cada una tiene de lo que carece la otra. Yo tengo amor, pero no tengo dinero y tú… bueno tú no tienes dinero tampoco, tan sólo lo aparentas. Algo sí tenemos en común ¡MIEDO!, Yo temo por la vida de mi marido, y tú por la tuya. …!mala suerte, mala suerte. Te confieso Marta que estoy DESESPERADA.
Un día, próxima la fecha de hacer efectiva la fianza, Marta le explicó su plan de evasión. Había abierto un apartado de Correos. Allí le enviaban la documentación desde Francia a donde había pedido el reingreso. Estaba en expectativa de plaza. Pensaba marcharse en coche, de noche, sin dejar pistas y una vez situada y con la nacionalidad francesa actuaría. Solicitaría el divorcio y la custodia del niño. Solicitaría protección, después de hablar con sus abogados. Llegaría donde tuviera que llegar, pero levantaría cabeza. Iba a luchar por su vida y la de su hijo y cuando decía VIDA, se refería a Calidad a Proyectos, no sólo a la subsistencia que su sumisión le aseguraba . Necesitaba alguien en quien confiar, para darle la llave del apartado de correos y para que le diera noticias de España y del niño. No había dudado. Ella, su amiga era en quien había pensado.

Sé que lo estás pasando mal, pero no tengo a nadie más.
No te preocupes de nada. Se va a solucionar todo, ya verás.
Y a ti también. No sé cómo, pero saldremos adelante
Y ambas se fundieron en un abrazo, antes de decirse adiós, Rhut había sido totalmente sincera. Estaba dispuesta ayudar a su amiga como fuera. En el bolsillo llevaba la pequeña llave del apartado de Correos. Periódicamente iría y remitiría los documentos. Se comunicarían por medio de Internet, con el nuevo correo que Marta había abierto. Sentía piedad por ella, por su soledad. Sin duda haría lo que pudiera por ella
Se acostó temprano. Estaba cansada. Hacía ya tiempo que su mente estaba embotada. Esa noche las niñas dormían con sus abuelos, que tenían un apartamento en la playa. Era fin de semana y se habían marchado con ellos. Estaba sola.
En la cama se acordó de Ricardo y se echó a llorar. Las sábanas le parecían frías y el silencio caía sobre ella como un peso que casi la aplastaba. Finalmente se durmió. Soñó mucho. Ella corría, llamaba a los timbres de todas las casas y nadie abría. A su paso las ventanas se cerraban, la gente se metía en los portales…. A lo lejos, las campanas de la catedral tañían a funeral, cada vez más fuerte.... Pero una puerta se abrió y una persona sonriente le dijo “HOLA”. Era Arturo, el marido de su amiga. Al abrirse esa puerta, las campanas dejaron de oírse. Se despertó súbitamente y se sentó en la cama en un baño de sudor.
De repente una especie de claridad se abrió en su cerebro:Arturo tenía el dinero para que Ricardo saliera de la prisión preventiva y se pusiera en funcionamiento, o lo que es lo mismo, tenía lo que podía salvar la vida de su marido, por la que temía seriamente. Lo había visto en sueños y lo sabía. Ricardo no aceptaría la vergüenza de la cárcel ni la ruina de su familia JAMÁS.
Pero ella, Rhut, podía salvarlo porque tenía algo valioso. Algo que ofrecer a Arturo y por lo que pagaría. Sentada y sudorosa en la cama, se dijo a sí misma que tenía la llave de la vida de su marido: Tenía el plan de Marta.
Pero Marta era su mejor amiga y quería salvarse. Marta huía y confiaba en ella. Si la traicionaba la dejaría sin futuro. NO, no podía hacerle eso a su amiga. Quiso apartar la idea, pero no pudo.
Durante horas Rhut fue una rumiante mental. Veía a su marido libre, con ella y las niñas…. Pero sobre todo lo veía CON VIDA. Supo que de ninguna forma era soportable para ella no jugar cualquier baza para defender, SALVAR la vida de su gran amor, Ricardo.
¿Y Marta? ¡qué gran dilema!. Pero ella no estaba en riesgo de muerte. Vivía mal, es cierto, pero se amoldaba. Además, siempre cabía la posibilidad de acudir a la "Asociación de Mujeres maltratadas", de buscar refugio. Tenía algunos familiares…..
Finalmente concluyó que Marta tenía todavía alguna posibilidad y Ricardo no.Con las manos temblorosas se dirigió al teléfono. Se sentó en la butaca y marcó el nº del despacho de Arturo.

Hola Marta: ¿qué es de tu vida? ¿ Pasa algo?. No esperaba que me llamaras aquí a estas horas.
Arturo oyó alguna frase dicha con voz débil al otro lado del hilo. Su semblante se volvió muy serio repentinamente.

Disculpa un momento, por favor, sólo un instante.
Y, dirigiéndose a su secretaría dijo:

Ya continuaremos luego. Siga vd. con el trabajo de hoy. Ah!, por favor, que nadie me moleste en la próxima media hora.
Muy bien señor.
Rhut, ¿sigues ahí?.
Estupendo, no te preocupes de nada. ¿Qué sitio has elegido para vernos?
Perfecto, mañana desayunamos y hablamos. A partir de ahora no te preocupes por Ricardo. No te preocupes por nada; estás en buenas manos
Valencia31/Marzo / Ebúrnea

P.D. Este artículo, complementario de “EL SOBRE”, es la visión desde otro ángulo del mismo asunto. He procurado ( no sé si conseguido) ser simple transcriptora de los hechos, sin tomar partido. Las protagonistas han pasado por una terrible circunstancia y yo simplemente la he contado. Ese es uno de los DOS propósitos de estos dos artículos. Los resumiría así:
- 1.- Comprobar que un mismo hecho puede tener distintas lecturas , según el ángulo en que se mire. En este caso, nuestro juicio sobre Rhut, puede ser el mismo o puede matizarse. No lo sé. Yo no soy la lectora.
- 2.- Comprobar si es posible ante hechos conflictivos y que plantean decisiones que pueden ser juzgadas muy negativamente, si el escritor/a puede ser imparcial o lo que es lo mismo: “simplemente el que cuenta los hechos”. No sé si lo he conseguido.

Por supuesto, cuando me enfrente a los hechos, vistas las dos caras de la moneda, como lectora, daré mi opinión. Pero una cosa ya sé. No será en blanco y negro,” buena, mala…..” Quizá haya tonalidades. Aún no lo sé.
Saludos

Avicarlos
01/04/2013, 06:11
Y tanto Eburnea, que hay tonalidades entre el blanco y el negro, existen infinidad de grises. Tantos como lectores acudan. ¿Porqué?, por cuanto el dilema es profundo y depende de la idiosincrasia de cada cual para que se decante por un, u otro sentido.
Una posición particular entre las infinitas, sería recriminar a Ruth, el no haber confesado su acción a Marta, el día antes de la fecha proyectada para la fuga.
Romper amistad, seguro, pero mostrando entereza en la acción, confesando su criterio de prioridad y evitarle el chasco de averiguarlo estando en plena acción.

Muy buena la narración desde el ángulo opuesto al de Marta.

Un abrazo de Avicarlos.

Eburnea
01/04/2013, 09:11
De eso se trata, Avicarlos. Que no sean cuestiones planas sino polémicas, poliédricas, que inviten a verlas desde varias perspectivas. O lo que es lo mismo, que el lector se convierta en partícipe de la historia. De cualquier forma, tal cual se plantea ésta, si Marta advierte a Rhut, esta no se marchará y no habrá "negocio". Y no olvides que Rhut necesita INEXORABLEMENTE el dinero, mal que le pese. Un abrazo Ebúrnea

Caracolamarina
01/04/2013, 10:23
Excelentes relatos...

Tal cual...el escritor pone los hechos en el papel o en la pantalla. Así podemos ver o leer, lo que se nos cuenta. Quizás como cada cual, es muy diferente al otro...seguir pensando lo que en principio se pensó de una situación...

Entonces...repito lo que decía la tía Mary y que yo sostengo:

Al leer, se mezclan las emociones; también a veces se mezclan los conceptos, que se tienen desde chico. Las frases, que nos quedaron grabadas en la mente, cuando eramos unos pequeños...

Una de ellas es mi preferida...

""" No le hagas a los demás, lo que no te gusta que te hagan a ti""

¿Se aplica a un personaje?
Puede ser...Cuando se lee con las emociones al vivo..y en directo..

O la otra frase...

"""Entiendo y comprendo el por qué me has herido, maltratado, traicionado. Me has dado de piñas( puñetes ) porque tu necesitabas dármelos...

La amistad, "" a veces hace comprender y entender"""...

Eso no significa, que no quedemos con hematomas....imposible de evitar el dolor, que producen...

A lo mejor Marta sintió todo esto, en los colores de este relato...

Vaya a saber...

Los miles de colores en la conducta humana...Hacen que los relatos sean interesantes y que nos metamos en las vidas contadas...reales o no.

Ebúrnea soy tu lectora ...con las emociones a flor de piel...Quevaser... ( palabra en argento para decir...que uno es así.)

Saluditos querida amiga..¡¡Felicitaciones!!...Tu pluma, excelente...como siempre.

Eburnea
01/04/2013, 12:28
!Ay, Caracola!: Has mencionado una frase que hago mía; me encanta desde siempre: "No hagas a los demás....."Pero pregunto( pues yo no me he planteado todavía opinar) ¿Está en condiciones una persona desesperada y ofuscada para poder hacer un planteamiento ético tan ecuánime y razonado como ese?. Suponemos que de lo que sí es consciente Rhut es de que se ha jugado la amistad de su mejor amiga y que va a ser durísimo. Pero me parece que se hace un planteamiento de VIDA o MUERTE. A lo mejor no es así, pero ella lo vive así y no sé si pondera las dos vidas o si decididamente se miente para poder salvar a la DESESPERADA a quien tiene en primer lugar en su corazón. Porque sospecho que tiene TERROR a que su marido se suicide. Y vuelvo a preguntar ¿Existirá racionalidad en la DESESPERACIÓN?. La pregunta se lanza al aire, por supuesto. Yo no sabría qué responder. Gracias por participar, Caracola, Avicarlos. Esto es lo que deseo. Al fin y al cabo se plantea un dilema y yo creo que es difícil de resolver, pero dan en qué pensar y debatir, lo cual es ESTUPENDO

once
01/04/2013, 18:25
Las cosas pasan así? en una espiral dónde cada vez eres menos dueño de tu vida?
¿Cómo se puede salvar un mundo de mentiras con más mentiras?El tema está muy bien planteado,y desde luego has sabido ser imparcial ,la desesperación y el miedo son padres de las peores acciones,entiendo que no piensen los demás igual,pero no es una tipeja ,es una víbora!,¿cuántos muertos necesita su felicidad?
y sí no lo hubiese conseguido,¿qué más hubiera sacrificado?
Podría haber contado con Marta,haberla involucrado sin fallarle de esa manera,creo que en la vida acceptamos perder cuando vemos que hay cosas que no se pueden tocar,yo por lo menos así lo he vivido y me extraña que se pueda justificar acciones así,no sé creo que hay que tener unos principios que ayuden que la vida de uno no signifique el tormento de otro,creo que se pueden hacer las cosas de otra manera con todos los grises a partir de la raya!11

Eburnea
01/04/2013, 20:00
Gracias Once: Sé que esta no es una bella historia. Tres de sus personajes no los es*****ía como amigos, pero existen. No he pretendido, repito una vez más, contar la historia que me gusta, sino algo que pasa y que puede ser controvertido. E intento ser como un "fotógrafo de guerra". Capta y capta. Luego mira las fotos y se horroriza, pero piensa ¿Y si las circunstancias hubieran sido otras? ¿ Y si esas personas no hubiesen estado puestas a prueba hasta el límite? ¿Cómo eran antes de la guerra?. ¿Hubieran algunos sabido de la maldad de que eran capaces si la vida no los hubiera puesto en la encrucijada?..... He querido tan sólo tener un punto de vista de observadora que hace una crónica. Esos personajes tienen su propia vida. Concretamente si los hechos hubieran sido otros, Rhut no se habría enterado nunca de lo que era capaz. Ahora lo sabe y tendrá que cargar con ello.... ¿O no?. Quizá se mienta eternamente; aún no lo sé. Yo sólo cuento lo que "he sabido", no lo justifico (Posiblemente, todo lo contrario) Si lo he conseguido, misión cumplida. Un abrazo Ebúrnea

Neftis
02/04/2013, 07:38
Desde luego que has sabido engancharme con tu relato.

La DESESPERACION se palpa en las dos narraciones, con sus puntos de vista diferentes.

Tal como dices, no es una sinfonía en blanco y negro, nunca en la vida real es así. Los problemas suelen atrapar toda la gama del colorido del arco iris. Sólo que cuando nos toca vvirlolos la gama del colorido no es tan bella.

Te felicito por la amplia y detallada exposicion de los hechos.

A mí, me ha producido una gran congoja.