Eburnea
23/03/2013, 13:35
Apreciado Avicarlos: Con tu permiso contestaré directamente al amigo que te ha enviado el relato “LA CRUZ DE HIERRO”
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Estimado amigo: Voy a tutearte, pues me sentiré más cómoda hablando a alguien a quien digo “ESTIMADO” y “AMIGO”, de verdad.
ESTIMADO por varios motivos:
1º.- Por tu afición a la Historia y, particularmente, a la época desgraciada de la II Guerra Mundial. Tu documentación al respecto pone de relieve que eres persona estudiosa y buen lector.
2º.- Por tu sensibilidad ante el tema sangrante de la locura nazi, causante de un genocidio inconmensurable e incomprensible, que salpicó no sólo a una raza, que quiso que fuera borrada del mapa, sino del propio Género Humano. Es como si las fuerzas del averno se hubieran conjurado contra todos. Si tienes el gusto de leer el post que en Historia incluí sobre la batalla de Stalingrado, comprobarás hasta que punto aprecio tu sensibilidad, pues los propios alemanes fueron abandonados a su suerte y lo rusos murieron en cantidades de seis cifras. Tampoco es desdeñable la cuestión de la CULPA de alemanes supervivientes y descendientes , de buena voluntad, tal cual nos muestras en tu relato.
3º.- Por tu valentía. Si como intuyo, eres argentino, demuestras ser valiente al poner sobre el tapete la verdad del cobijo que recibió la flor y nata de las SS y Gestapo. Yo no me he atrevido a decirlo; tú sí. Con la inestimable ayuda de buenos escondites en monasterios y conventos italianos, fueron “colocados” convenientemente (antes de que los aliados entraran en Alemania) en mi país, la España de Franco, en Egipto ( daría para un artículo la “mano” colaboradora en Asuan y otros proyectos) y el paraíso argentino, donde vivieron hasta la vejez todos aquellos que no fueron localizados por los “cazanazis” , como ocurrió con Heichmann o el alemán de tu relato, que tan en vilo me ha tenido. Te felicito por situar el relato en Argentina.
4º.- Comentado lo relativo a la personalidad, mi estima también porque amas la escritura. El formato, in crescendo, diciendo y guardando, manteniendo cierto suspense, dando a entender una tragedia, pero sin ser explícito en absoluto, ha hecho que me detenga ante tu relato y que lo relea. Como en “Relato de un náufrago” ya avisas del tema con el título, sin embargo, como con aquel, no nos importa saber desde un principio de qué irá el tema. Contrariamente, queremos más y más , intuyendo pero sin terminar de saber, deseando a la vez saber el final y que no se termine. Felicidades, pues, también como escritor.
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AMIGO: Porque aunque no nos conocemos personalmente, yo noto afinidades importantes. No sólo en las aficiones, sino con probabilidad en los valores.
El tema de la II Guerra Mundial, los “campos” el genocidio, es un tema muy delicado para mí, por el que he demostrado siempre gran interés. He visitado campos, he estudiado ( con la inestimable ayuda de mi padre) bastante profusamente la época. He estado en silencio en el Museo del Holocausto en Tel Aviv. Alli compré un libro imprescindible”El Holocausto en documentos” ( del que puedes ver alguna pag. En el foro de historia, si entras en Monografías con el título Respuesta a Conferencia de Casablanca). Siempre llevo prendido en mi atuendo un pin, que es un espino, comprado en dicho museo y símbolo del holocausto
Te estoy agradecida porque tu relato me estimula a hacer algo que no se me habría ocurrido jamás. En los años 80 tuve la suerte de conocer y entrevistar a dos excautivos españoles, ya muy mayores, del campo de Mauthausen. Escribí los relatos entonces. Me permitieron publicarlos, pero nunca lo hice. Quizá tu “CRUZ DE HIERRO” me dé el pie para que me decida y, al menos, publique uno de esos testimonios.
Te des o no a conocer, no dejes de escribir y publicar. Yo al menos leeré con gusto tus relatos.
Con cariño Ebúrnea
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Estimado amigo: Voy a tutearte, pues me sentiré más cómoda hablando a alguien a quien digo “ESTIMADO” y “AMIGO”, de verdad.
ESTIMADO por varios motivos:
1º.- Por tu afición a la Historia y, particularmente, a la época desgraciada de la II Guerra Mundial. Tu documentación al respecto pone de relieve que eres persona estudiosa y buen lector.
2º.- Por tu sensibilidad ante el tema sangrante de la locura nazi, causante de un genocidio inconmensurable e incomprensible, que salpicó no sólo a una raza, que quiso que fuera borrada del mapa, sino del propio Género Humano. Es como si las fuerzas del averno se hubieran conjurado contra todos. Si tienes el gusto de leer el post que en Historia incluí sobre la batalla de Stalingrado, comprobarás hasta que punto aprecio tu sensibilidad, pues los propios alemanes fueron abandonados a su suerte y lo rusos murieron en cantidades de seis cifras. Tampoco es desdeñable la cuestión de la CULPA de alemanes supervivientes y descendientes , de buena voluntad, tal cual nos muestras en tu relato.
3º.- Por tu valentía. Si como intuyo, eres argentino, demuestras ser valiente al poner sobre el tapete la verdad del cobijo que recibió la flor y nata de las SS y Gestapo. Yo no me he atrevido a decirlo; tú sí. Con la inestimable ayuda de buenos escondites en monasterios y conventos italianos, fueron “colocados” convenientemente (antes de que los aliados entraran en Alemania) en mi país, la España de Franco, en Egipto ( daría para un artículo la “mano” colaboradora en Asuan y otros proyectos) y el paraíso argentino, donde vivieron hasta la vejez todos aquellos que no fueron localizados por los “cazanazis” , como ocurrió con Heichmann o el alemán de tu relato, que tan en vilo me ha tenido. Te felicito por situar el relato en Argentina.
4º.- Comentado lo relativo a la personalidad, mi estima también porque amas la escritura. El formato, in crescendo, diciendo y guardando, manteniendo cierto suspense, dando a entender una tragedia, pero sin ser explícito en absoluto, ha hecho que me detenga ante tu relato y que lo relea. Como en “Relato de un náufrago” ya avisas del tema con el título, sin embargo, como con aquel, no nos importa saber desde un principio de qué irá el tema. Contrariamente, queremos más y más , intuyendo pero sin terminar de saber, deseando a la vez saber el final y que no se termine. Felicidades, pues, también como escritor.
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AMIGO: Porque aunque no nos conocemos personalmente, yo noto afinidades importantes. No sólo en las aficiones, sino con probabilidad en los valores.
El tema de la II Guerra Mundial, los “campos” el genocidio, es un tema muy delicado para mí, por el que he demostrado siempre gran interés. He visitado campos, he estudiado ( con la inestimable ayuda de mi padre) bastante profusamente la época. He estado en silencio en el Museo del Holocausto en Tel Aviv. Alli compré un libro imprescindible”El Holocausto en documentos” ( del que puedes ver alguna pag. En el foro de historia, si entras en Monografías con el título Respuesta a Conferencia de Casablanca). Siempre llevo prendido en mi atuendo un pin, que es un espino, comprado en dicho museo y símbolo del holocausto
Te estoy agradecida porque tu relato me estimula a hacer algo que no se me habría ocurrido jamás. En los años 80 tuve la suerte de conocer y entrevistar a dos excautivos españoles, ya muy mayores, del campo de Mauthausen. Escribí los relatos entonces. Me permitieron publicarlos, pero nunca lo hice. Quizá tu “CRUZ DE HIERRO” me dé el pie para que me decida y, al menos, publique uno de esos testimonios.
Te des o no a conocer, no dejes de escribir y publicar. Yo al menos leeré con gusto tus relatos.
Con cariño Ebúrnea