Neftis
18/12/2012, 14:23
Cerró la puerta de la casa, y tras respirar hondo, se apoyó en ella dejando descansar su cabeza en la madera.
-El ruido que hizo al cerrarse, le pareció que podía ser el mismo que hicieran en su momento las guillotinas, cuando cortaban de cuajo las cabezas. Por lo leído, y por las películas, esto estaba ahora en su retina-Absurda comparación, -pensó- aunque comprendió enseguida que con aquel ruido seco, había cortado todo el vínculo con aquella casa.
Por cuestiones financieras, se había tenido que vender. Perteneció primero a sus padres, y luego ella continuó viviendo allí durante bastantes años.
-Y sí, era como si hubiera perdido algún miembro de su cuerpo.
-La cabeza no salió rodando, como sucediera antaño cuando existía la guillotina.
-Su cabeza se quedó dentro de la casa, con todos sus recuerdos, los buenos y los malos. Sin embargo el cuerpo dolorido -y descabezado- siguió adelante, intentando caminar con seguridad. Apretaba fuertemente las llaves de la casa, sabiendo que era el último contacto que tendría con su vida pasada.
-Abajo en el portal le esperaba el nuevo propietario.
-Juntos irían ante el notario, y allí sería el final definitivo. Por fin se acabaría la pesadilla vivida durante los últimos meses.
-Perdería su casa para cobrar un dinero, que por causas ajenas a su voluntad irían a parar a otras manos que lo esperaban ávidamente.
-Al salir del notario, a pesar de lo cobrado, lo hizo sintiéndose vacía por completo. Había dejado atrás para siempre unos años de su vida. Porque aquellas paredes inanimadas contenían todos sus recuerdos, todos los momentos vividos.
-Allí quedó todo. Ya había concluido el papeleo, las firmas y los apretones de manos.
-Salió del notario caminando con paso firme, añorando tontamente el frío contacto de las llaves, ya que fue la última cosa que la había mantenido unida a la casa.
-Después…nada, y sintió un gran vacío.
-El ruido que hizo al cerrarse, le pareció que podía ser el mismo que hicieran en su momento las guillotinas, cuando cortaban de cuajo las cabezas. Por lo leído, y por las películas, esto estaba ahora en su retina-Absurda comparación, -pensó- aunque comprendió enseguida que con aquel ruido seco, había cortado todo el vínculo con aquella casa.
Por cuestiones financieras, se había tenido que vender. Perteneció primero a sus padres, y luego ella continuó viviendo allí durante bastantes años.
-Y sí, era como si hubiera perdido algún miembro de su cuerpo.
-La cabeza no salió rodando, como sucediera antaño cuando existía la guillotina.
-Su cabeza se quedó dentro de la casa, con todos sus recuerdos, los buenos y los malos. Sin embargo el cuerpo dolorido -y descabezado- siguió adelante, intentando caminar con seguridad. Apretaba fuertemente las llaves de la casa, sabiendo que era el último contacto que tendría con su vida pasada.
-Abajo en el portal le esperaba el nuevo propietario.
-Juntos irían ante el notario, y allí sería el final definitivo. Por fin se acabaría la pesadilla vivida durante los últimos meses.
-Perdería su casa para cobrar un dinero, que por causas ajenas a su voluntad irían a parar a otras manos que lo esperaban ávidamente.
-Al salir del notario, a pesar de lo cobrado, lo hizo sintiéndose vacía por completo. Había dejado atrás para siempre unos años de su vida. Porque aquellas paredes inanimadas contenían todos sus recuerdos, todos los momentos vividos.
-Allí quedó todo. Ya había concluido el papeleo, las firmas y los apretones de manos.
-Salió del notario caminando con paso firme, añorando tontamente el frío contacto de las llaves, ya que fue la última cosa que la había mantenido unida a la casa.
-Después…nada, y sintió un gran vacío.