fraydevil
25/11/2012, 08:53
Hasta los huérfanos pagan impuestosPara reducir el déficit público,el gobierno de Grecia impuso gravámenes a las organizaciones no gubernamentales.Atenas. Cada vez que habla del tema, a Yorgos Protopapas le hierve la sangre: “Los huérfanos griegos son los únicos del mundo que deben pagar impuestos para ser protegidos”.
El director de Aldeas Infantiles SOS en Grecia se refiere así a la decisión del gobierno griego de que también las organizaciones paguen impuestos, dentro de la lucha sin cuartel para reducir el déficit público, desde el 15,6 por ciento de 2009 hasta el 6,6 por ciento con el que se prevé concluir este año.
En 2011, Aldeas Infantiles SOS pagó en Grecia 165 mil euros de impuestos, aproximadamente el 8 por ciento del dinero ingresado.
“Si se nos compara con una empresa, está claro que es un porcentaje muy bajo, pero somos una organización y todo ese dinero es para atender a niños abandonados y familias necesitadas, por tanto, se lo están quitando a ellos”, se queja Protopapas.
El director de la organización dice que con ese dinero podrían ayudar a mantener a 200 familias para que los hogares con problemas económicos no abandonen a sus hijos.
Desde las reformas de impuestos de 2010, las donaciones también dejaron de ser deducibles para los donantes y los receptores deben pagar impuestos por ellas. Además, aumentaron hasta 50 por ciento los impuestos sobre diversos servicios.
Por si fuera poco, el gobierno del primer ministro Andonis Samaras canceló las ayudas públicas a las organizaciones.
En este contexto, servicios sociales se redujeron al mínimo y se ajustó el número de plazas en hospitales públicos.
“Grecia nunca tuvo un Estado de bienestar que funcione. Hasta ahora era la familia la que, con su ayuda, evitaba que esta gente cayera en la pobreza. Pero ahora también esto está fallando”, explica el experto en pobreza y desigualdad Panos Tsakloglu.
Un millón de desocupados griegos, muchos de los cuales perdieron la prestación por desempleo, se ven obligados a recurrir a la caridad de organizaciones que les dan comida, remedios y cuidados médicos.
Más necesidades
Solidaridad. “Cada día hay más familias necesitadas y desesperadas que nos llaman para pedir ayuda en cosas muy concretas como pagar la luz, las medicinas, la calefacción (...). Son, sobre todo, ancianos, enfermos y madres abandonadas con hijos pequeños”, asegura Begoña Kaligas, voluntaria de Cáritas en Atenas. Pero también hay más solidaridad, apunta, y aunque el volumen de los donativos se redujo, hay un mayor número de gente que ofrece “pequeñas ayudas” de 5, 10 o 20 euros.
El director de Aldeas Infantiles SOS en Grecia se refiere así a la decisión del gobierno griego de que también las organizaciones paguen impuestos, dentro de la lucha sin cuartel para reducir el déficit público, desde el 15,6 por ciento de 2009 hasta el 6,6 por ciento con el que se prevé concluir este año.
En 2011, Aldeas Infantiles SOS pagó en Grecia 165 mil euros de impuestos, aproximadamente el 8 por ciento del dinero ingresado.
“Si se nos compara con una empresa, está claro que es un porcentaje muy bajo, pero somos una organización y todo ese dinero es para atender a niños abandonados y familias necesitadas, por tanto, se lo están quitando a ellos”, se queja Protopapas.
El director de la organización dice que con ese dinero podrían ayudar a mantener a 200 familias para que los hogares con problemas económicos no abandonen a sus hijos.
Desde las reformas de impuestos de 2010, las donaciones también dejaron de ser deducibles para los donantes y los receptores deben pagar impuestos por ellas. Además, aumentaron hasta 50 por ciento los impuestos sobre diversos servicios.
Por si fuera poco, el gobierno del primer ministro Andonis Samaras canceló las ayudas públicas a las organizaciones.
En este contexto, servicios sociales se redujeron al mínimo y se ajustó el número de plazas en hospitales públicos.
“Grecia nunca tuvo un Estado de bienestar que funcione. Hasta ahora era la familia la que, con su ayuda, evitaba que esta gente cayera en la pobreza. Pero ahora también esto está fallando”, explica el experto en pobreza y desigualdad Panos Tsakloglu.
Un millón de desocupados griegos, muchos de los cuales perdieron la prestación por desempleo, se ven obligados a recurrir a la caridad de organizaciones que les dan comida, remedios y cuidados médicos.
Más necesidades
Solidaridad. “Cada día hay más familias necesitadas y desesperadas que nos llaman para pedir ayuda en cosas muy concretas como pagar la luz, las medicinas, la calefacción (...). Son, sobre todo, ancianos, enfermos y madres abandonadas con hijos pequeños”, asegura Begoña Kaligas, voluntaria de Cáritas en Atenas. Pero también hay más solidaridad, apunta, y aunque el volumen de los donativos se redujo, hay un mayor número de gente que ofrece “pequeñas ayudas” de 5, 10 o 20 euros.