once
26/10/2012, 08:32
Anoche salí con mis amigas a una “reunión”. Yo le dije a mi marido que regresaría a casa a las 12 en punto. “Te lo prometo”, le dije.
Pero la “reunión” estuvo muy bien, copitas, bailecito, más copitas… y se me fue la hora. Resulta que llegué a casa a las 3 completamente borracha. Acababa de entrar y el reloj cucú hizo ‘cu-cu’ tres veces.
Al darme cuenta que mi marido se iba a despertar por ese sonido, grité’”CU-CU’” otras 9 veces más… Me quedé tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto, aunque borracha, una idea tan buena para evitar pelea con mi marido…!!! Me acosté de lo más tranquila pensando en lo inteligente y viva que soy.
Por la mañana, durante el desayuno, mi marido me preguntó a qué hora había llegado y le contesté que había llegado a las 12 en punto, tal y como le había prometido. Él, de momento, no dijo nada ni me pareció desconfiado. “Qué biennnnn! ¡SALVADAA!” -pensé yo. Entonces él me dijo: “Ah,…tendríamos que cambiar nuestro reloj cucú.” Le pregunté temblorosa, “¿SÍIII? ¿Y por qué, mi amor?” Y me dijo: “Bueno, anoche el reloj hizo ‘cu-cu’ tres veces… Luego, no sé cómo, gritó “¡¡******!!”… Después hizo ‘cu-cu’ cuatro veces más, vomitó en el pasillo, hizo ‘cu-cu’ otras tres veces… se cagó de risa y otra vez hizo ‘cu-cu’… salió corriendo, pisó al gato, rompió la mesita de la esquina del living, se acostó a mi lado dando el último ‘cu-cu’, se tiró un gas y se durmió
Pero la “reunión” estuvo muy bien, copitas, bailecito, más copitas… y se me fue la hora. Resulta que llegué a casa a las 3 completamente borracha. Acababa de entrar y el reloj cucú hizo ‘cu-cu’ tres veces.
Al darme cuenta que mi marido se iba a despertar por ese sonido, grité’”CU-CU’” otras 9 veces más… Me quedé tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto, aunque borracha, una idea tan buena para evitar pelea con mi marido…!!! Me acosté de lo más tranquila pensando en lo inteligente y viva que soy.
Por la mañana, durante el desayuno, mi marido me preguntó a qué hora había llegado y le contesté que había llegado a las 12 en punto, tal y como le había prometido. Él, de momento, no dijo nada ni me pareció desconfiado. “Qué biennnnn! ¡SALVADAA!” -pensé yo. Entonces él me dijo: “Ah,…tendríamos que cambiar nuestro reloj cucú.” Le pregunté temblorosa, “¿SÍIII? ¿Y por qué, mi amor?” Y me dijo: “Bueno, anoche el reloj hizo ‘cu-cu’ tres veces… Luego, no sé cómo, gritó “¡¡******!!”… Después hizo ‘cu-cu’ cuatro veces más, vomitó en el pasillo, hizo ‘cu-cu’ otras tres veces… se cagó de risa y otra vez hizo ‘cu-cu’… salió corriendo, pisó al gato, rompió la mesita de la esquina del living, se acostó a mi lado dando el último ‘cu-cu’, se tiró un gas y se durmió