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Ver la versión completa : Bajo la sombra del cielo. NOVELA. Realismo mágico o fantástico.



AnaLauraM
08/09/2012, 12:44
Bajo la sombra del cielo
(Prohibido para dogmáticos y escrupulosos)




Capitulo I


Una sombra y una luz, una voz estridente y el miedo subiendo por mi venas. Corro desesperadamente, pero no puedo escapar. No puede salir de mi cabeza; No soporto su presencia aterradora. Miles de sombras me persiguen, esos rostros desfigurados parecen gritar mi nombre; Aunque ni siquiera estoy segura de llamarme así. No sé si esto es un paraíso o un cementerio pero parece un centro de tortura.
Ellos siguen persiguiéndome, y yo corro lo más rápido que puedo. Multitud de muñecos blancos se alteran ante mi paso; Algunos corren como yo y otros me siguen; de repente todo es un cáos las luces y sombras cobran vida propia y se transforman en colores, transmudándose en todas direcciones. Ellos han conseguido atraparme, sus rostros enfurecidos giran a mi alrededor, mientras siento una presión sobre mi cuerpo, me inmovilizan un poco y luego más. Ahora todo es pesado, lento. Reconozco que son los enfermeros y sin quererlo me desvanezco hasta no saber más.

Caracolamarina
09/09/2012, 13:01
Excelente comienzo, para un relato, que creo, dará para mucho, en tu pluma.
Felicitaciones y seguimos leyendo.
Saludos cordiales AnaLauraM

Neftis
09/09/2012, 13:06
Tus descripciones tienen la virtud de poder vivir todo lo que dices.
Imagino que ocurrirán muchas cosas.

Avicarlos
09/09/2012, 13:19
Con la advertencia que inicias el relato Ana Laura, ya no sé si pensar, en abusos sexuales, o en aborto. O algo peor, si lo hay. jajaja

Un abrazo de Avicarlos.

AnaLauraM
10/09/2012, 03:42
Continuación capítulo I


Me desperté con esa sensación de haber tenido un sueño incomprensible; Esos que no pueden diferenciarse demasiado de la realidad.
Me quedé pensando unos minutos, mientras escuchaba el sonido de la lluvia. Nazarena dormía a mi lado; Podía distinguir su silueta con la luz que entraba por la ventana. Sin entender demasiado deambulé por el lugar; Una foto de las dos descansaba sobre el piano; Millares de pinturas, óleos y pinceles marcaban una habitación. Un perro dormía en el living. Y un cuarto que daba a la calle guardaba una hermosa biblioteca, un diván, un sillón, un escritorio y cantidad de diplomas que rezaban Lic. En Psicología Lacrosze Maria. Revisé un calendario escondido entre papeles y encontré marcado el día de hoy. Hoy, era un día importante.
.
Ella recibía a los primeros invitados, lucía un vestido alucinante que remarcaba su figura y resaltaba su frescura, pero que no dejaba de acusar su identidad artística. Las pinturas se exponían alrededor de todo el lugar en un orden escénico. Una sonrisa se le escapaba a veces, mientras saludaba a algunos visitantes y explicaba el recorrido; Hasta que la llegada de Nazarena captó completamente su atención. Vestía discreta y sensual; Llevaba el cabello suelto; Ese cabello que siempre había soñado ver. Era largo, sedoso, brillante y tenía movimiento.
_ Llegaste!
_ Por nada dejaría de visitar tu exposición, cariño.
_ Te amo.- Le susurró mientras se acercaba a sus labios pero la otra se desvió y la abrazó. _Aún no es tiempo. Aún hay quiénes no lo saben, pero eso no significa que no te ame. Ahora ve y conquista el mundo.

La noche tuvo un final ferviente, sus pinturas habían gustado mucho y había cerradoalgunos tratos por cifras altas. Pensó que era hora de dedicarle tiempo a ella y la buscó. Nazarena miraba una pintura, una mujer desnuda que se fundía en un violín; Le besó el hombro y esperó. _Nunca pude entenderla; Aunque me gusta. _ Es mi concepción de la perfección. La mujer y la música. Fundidas ambas, creo que no podría existir cosa mejor; Cómo tu...- Tenía deseos de abrazarla por la cintura, rozar sus cuerpos, pero respetaba la decisión de su pareja. Muchas personas aún no conocían su situación.
_Quizás sea hora de ir a festejar... Te apetece una cena en el Amerian? Reservé dos lugares...
_ Bueno, ya que lo propones...
_ ¿Tienes idea de donde dejé el coche?
_ No, no lo sé... Pero, ¿cómo llegaste hasta aquí?
_ Estoy intentando recordarlo.
_Busca las llaves, y desactiva el alarma.

Un sonido electrónico y luces titilantes distinguieron un coche entre la multitud. Era hermoso; Más aún de lo que podía imaginarse.
_ ¿Por qué te sorprendes?
_Tengo un lindo coche.
_ Sí, es precioso. Pero ya no es una novedad para ti...
_ Es que cada vez que lo veo me enamoro.
_ ¿¡No me digas que volviste a centrarte en los coches y en los edificios!?
_ No... Ahora quiero centrarme en ti. ¡Vamos!
_ ¿Te estás drogando?
_ No, ¿Por qué?
_ Primero no sabes como llegaste aquí, no sabes donde dejaste el coche; Y al verlo te sorprendes...
_Hoy ha sido un día con demasiadas cosas. Esta exposición es importante para mí y tu eres lo más importante en mi vida... Te amo.
_ Yo también te amo... Discúlpame.
_ Mejor nos apresuramos. ¡La mesa nos espera!

Neftis
10/09/2012, 12:24
Muy bien expuesto todo, y desde luego que me he quedado muy sorprendida al ver por donde se decantará la historia. No me lo esperaba, y eso es bueno a la hora de leer, encontrarte con cosas diferentes a las que se habían pensado.
Me magino que surgirá más de un contratiempo.

AnaLauraM
16/09/2012, 01:58
Llegaron a casa y luego de hacer el amor, fingió dormirse mientras esperaba que Nazarena lo estuviera. Se escabulló entre los pasillos y siguió husmeando en su consultorio. Una pila de papeles contenían sus ideas. No faltabas las fichas, ni las historias clínicas; Pero nada le servía, no estaba allí lo que buscaba.
El día anterior había llamado a cada uno de sus pacientes, y les había dicho que por esta semana no atendería.
_¿Que estás haciendo a esta hora aquí?
_ Nada amor. Sólo que hay un paciente que me está resultando difícil; Y estoy releyendo su historia y aquello que trabajamos en terapia...
_ Vamos, estas todo el día trabajando... ¿Ya no tienes tiempo para mí?
_ Claro que sí, mi vida. Pero pensé que dormías ya...
_ Sí, dormía. Pero noté tu ausencia...
_ Lo siento cariño. Realmente lo siento. Sabes que te amo y que amo estar contigo; Pero realmente necesito seguir estudiando este caso.
_ Esta bien.
_ Buenas noches.
_ ...

Siguió buscando y entre los libros, encontró una especie de diario, una guía de trabajo personal... No podría creer que ese pensamiento fuese suyo; Hace tiempo que se consideraba atea pero las páginas que leía contaban otra historia, se quedó leyendo los cuadernos hasta que se durmió.

_Recuerdas como nos conocimos?
_ Sí, pero no quiero hablar de ello.
_ ¿Por que no?
_ No bromees. Sabes lo mucho que nos costó superar todo eso.
_Lo siento.
_ Hoy tienes pacientes?
_ Sí, sí...
_ A qué hora te desocuparas?
_ Creo que antes del medio día.
_ Ok, te buscaré para almorzar.
_ Hasta luego, que tengas buen día.
_ Igualmente.


Aprovechó el día para seguir leyendo e investigando. Ahora tenía la casa libre.
Encontró un álbum de fotos en una caja vieja. También una Biblia, flores secas dentro de ella, un breviario, un montón de tarjetas, dedicatorias y entre ellas una dedicatoria de Nazarena. Pero no lograba comprenderla. "Te seguimos acompañando en tu búsqueda con nuestra oración. Con cariño, tus hermanas. María José y Nazarena." y en el fondo de la caja, casi perdiéndose en el cartón un sobre; Tenía fotos, fotos muy reveladoras. Una capilla, un montón de monjas, ella junto a unas monjas; Unas chicas, ella y Nazarena. Pero... ¡Nazarena llevaba hábito! Casi horrorizada guardó todo y se encerró en su consultorio.
Empezó a escribir compulsivamente todo lo que se le ocurría, hasta que tomó forma. Allí estaba un bosquejo mínimo de la historia de su vida. Por fin, lo recordaba. Se preguntó por qué lo había olvidado e instantáneamente se respondió que habría sido, sin duda, un mecanismo de defensa del yo. Y con esta idea en mente, llamó a su analista para acordar una cita.

_Me dices que repentinamente te olvidaste de todo?
_ Sí. Un día me desperté y no sabía ni quien era.
_ Que pasó la noche anterior?
_ Había tenido un sueño extraño. Soñé que un par de enfermeros me perseguían para sedarme.
_ ¿Con qué relacionas ese sueño?
_ Realmente, creo que se refiere a los obstáculos de esta sociedad aún conservadora respecto a mi arte y a mi elección sexual.
_ Explícate.
_ Es decir, a veces me siento como una auténtica loca. Soy psicóloga, lesbiana y mis pinturas expresan un poco de ambos, mientras vivo en una sociedad que se horroriza al ver a dos mujeres de la mano e ir al psicólogo es aún un tabú.
_ ¿Cómo te sentiste?
_ Desubicada. Es que imagínese, se despierta y ve una mujer durmiendo a su lado, la reconoce pero no entiende bien que pasa. Deambula por la casa buscando algún signo, encuentra algunos pero no son los suficiente como para reconstruirse. Por último, tiene que disimular para que nadie se de cuenta y seguir buscando. Encontré unas fotos, unas tarjetas que me ayudaron a recordar; Pero lo específico es que recordé todo cuando me puse a escribir todo eso que en mi cabeza estaba como suelto...
_ Estaba como suelto... ¿A qué te refieres?
_ A que esas cosas no tenían un sustento. Las reconocía pero no podía ubicarlas correctamente en mi historia.
_ Bueno María, se nos acabó el tiempo. Te llamaré durante la semana para acordar una próxima cita; Te parece.
_ Me parece perfecto.
_ Hasta luego.
_ Adiós.

Neftis
16/09/2012, 06:45
Me gusta como se está desarrollando la historia. Esa alma torturada dará mucho de sí, porque además lo describes de una manera fácil de comprender y asimilar la situación. Ese tema que aún es tabú lo expones muy bien.
Espero con ganas la continuación

AnaLauraM
17/09/2012, 03:36
Las calles se encontraban colmadas de gente y el calor quitaba las energía, pero aún así ella veía todo en soledad y todo frío, como en los inviernos más crueles. Llegó al apartamento y Nazarena la esperaba.
_ Pensé que te encontraría aquí.
_ Yo pensé lo mismo.
_ ¿No tuviste pacientes o qué paso?
_ Sí, atendí a uno y luego llamé a mi analista; fui a hablar con ella.
_¿Te nota rara como te noto yo?
_ No..
_ ¿No?
_ Quizás estés proyectando cariño...
_ Ah claro, ¡ahora yo soy la loca!
_ Nadie dijo que estás loca. No hay locos aquí... Por favor, basta. No me gusta discutir contigo.
_ Esta bien. Pero eso no te quita lo raro de estos días.
_ Está bien. ¿Vamos a almorzar?
_ No, yo ya comí algo rápido. Tengo que volver al trabajo. Tengo que entregar rendiciones de cuenta.
_ Está bien, nos vemos por la noche.
_ Adiós.

Le preocupaba que la relación se desintegrara, amaba con toda su alma a Nazarena. ¿Acaso ella había transcurrido por una etapa y ahora descubría que era heterosexual? ¿Acaso se arrepentía de lo que había entre ellas?
Quizás, su sueño no representaba los tabúes que la sociedad aún conservaba; Sino los tabúes que Nazarena aún tenía...

_ Anna, Ya puede hilvanar algunos aspectos más...
_ Sí, cuéntame.
_ Creo que el loco que escapa soy yo. Los enfermeros representan mi superyó y las luces y formas informes que veo representan mi Ellos. Quiero vivir libremente, intoxicando mi hígado con el aroma de lo óleos y aguarrás. Partir mi cabeza escuchando las historias de mis pacientes y tener una mujer a mi lado al despertar. Pero mi superyó, dice que no. Que debería estar tras un escritorio, vistiendo decentemente y sirviendo al capitalismo. Que debería tener un esposo e hijos, que mis noches deberían estar dedicadas a atender a mi esposo, o a velar por la salud de mis hijos y no a hojear historias clínicas, ni intoxicar mis pulmones con nicotina, ni beber algún trago mientras disfruto de plasmar mis locas ideas en un lienzo...
_ ¿En qué concluyes?
_ Que temo perder a Nazarena... Que creo que ella ya no me ama. O no quiere la vida que le ofrezco...
_ ¿Ella o vos?
_ ¿Por qué me pregunta eso?
_ Porque tu sueño habla de que "deberías" estar haciendo otra cosa. Mientras que luego de relatarme eso me dices que temes que ella quiera otra cosa, otra vida.
_ No lo sé... Pero siento que ella está distante últimamente.
_ ¿Ella está distante o vos estás distante?
_ No lo sé. La noto muy preocupada por lo que piensen los demás... Ya llevamos bastante tiempo juntas y no podemos escondernos por toda la vida.
_ A ella siempre le preocupó eso, María.
_ Sí, pero a mí no...
_ Se conocieron de una forma muy extraña. Ella quizás aún no pueda superarlo. Vos tenes la ventaja de que haces terapia hace años y además eres psicóloga. Ella, en cambio, nunca pudo abandonar su postura. ¿O sí?
_ No, nunca pudo. Aún asiste a misa y visita a las hermanas...
_ ¿Las hermanas saben lo de ustedes?
_ Creo que lo suponen... Recuerdo que yo le conté a la superiora la razón por la que yo me marchaba, pero no le dije nada de Nazarena. No sé si las demás sabrán algo.
_ ¿Ella que le dijo a la superiora?
_ No lo sé. Nuca quiso contármelo
_ ¿Por que?
_ No lo sé. No quiere hablar del tema. Es como si quisiera anular esa parte de la historia. El otro día encontré un montón de fotos viejas. Ambas vistiendo el hábito, o cuando yo había empezado a hacer discernimiento... Están escondidas, como si fuese algo que hay que enterrar...
_ Entiendo. Sin embargo, aún me resulta llamativo el hecho de que perdieras la memoria luego de ese sueño.
_ Cree que me drogo.
_ Perdón?
_ Nazarena cree que me estoy drogando. El otro día me lo preguntó.
_ Lo haces?
_ No
_ La última vez me dijiste que unos porros de vez en cuando, muy esporádicamente no le hacían mal a nadie.
_ No lo recuerdo.
_ Veo que no recuerdas muchas cosas... Creo que tienes que elegir María.
_ ¿Elegir?
_ Sí... O Nazarena o tu trabajo o tu oficio...
_ No, no puedo...
_ Si no lo haces, ella elegirá por ti.
_ ¿A qué se refiere?
_ Nazarena, evidentemente se siente aterrada. Cambiaste mucho... Cuando te conocí eras un pollito mojado, ahora eres un águila. Quizás Nazarena le tema a eso.
_ ¿Me está diciendo que tengo que volver a ser un pollito mojado para gustarle?
_ ¿Eso interpretaste?... ¿La amas?
_ Porsupuesto que la amo, es lo que más amo en mi vida...
_ ¿Dejarías tus pasiones por ella?
_ No estoy segura... ¡Sí, sí las dejaría!
_ ¿Dejarías a Nazarena por tus pasiones?
_ No, no podría...
_ ¿Estás segura?
_ Sí...
_¿No crees que últimamente abandonaste a Nazarena por tus pasiones? Piénsalo...

Avicarlos
17/09/2012, 04:57
Todo un análisi psiquiátrico. Que bien resulta leído, pero por lo visto resultado positivo escaso. La protagonista, tiene embrollado el cerebro y después de años de sesiones no parece peinarlo. jajajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Caracolamarina
17/09/2012, 09:49
Esos amores ""prohibidos" todavía...estremecen las almas...
Excelente el relato...
Saludos cordiales y seguimos leyendo...

Neftis
17/09/2012, 14:06
El relato se va por caminos muy escabrosos.

Muy bien relatado, a medida que lees se llega a sentir el miedo, casi es palpable. El miedo a enfrentarse a la realidad.

once
17/09/2012, 19:25
¿Es genial,no tener miedo a nada! las contradicciones de la vida que vivimos y cómo las vivimos,esperando estoy que siga.... me encanta!11.

AnaLauraM
18/09/2012, 00:26
Capítulo II


El día de su ingreso, el sol radiaba y la gente llegaba al convento a celebrar el día de Santa Clara. Los familiares de María se acomodaban en los primeros bancos, reservados para ellos. Una monja asomaba la cabeza tras la reja baja como buscando a alguien, mientras otra ultimaba detalles en la decoración. Nazarena colocaba una rosa blanca bajo la imagen Santa Clara. El piano, las guitarras, los instrumentos de viento, todo sonaba bien. Ya estaba todo listo y tres timbrazos anunciaron la presencia del obispo. Entraron en orden, siguiendo una fila. Primero los seminaristas, luego las hermanas y entre ellas un rostro nuevo, luego los frailes, los sacerdotes y por último, el obispo.
La capilla explotaba en cantos de júbilo y el rostro de María parecía iluminado por un no se qué que que la transformaba en un ser extraño, enigmático y a la vez atrayente, las lágrimas se le asomaban por momentos pero su enorme sonrisa las atenuaba y una extraña amalgama festejaba en sus rasgos.
La celebración se llevó en un clima muy ameno y solemne. Después, se compartió una cena con los sacerdotes y la familia, que aún permanecía en un estado ambivalente entre alegría y tristeza. Y cuando lo tácito indicó el momento de respetar el horario de sueño, uno a uno se fueron retirando. La familia despidió a María con un abrazo y lágrimas en los ojos; Por la vida que había escogido, ya no la verían fuera del convento. La reja, se había cerrado.

Los pasillos iluminados parcialmente, hablaban de un gran silencio. Las monjas una a una se dirigían a su celda y María hacía lo mismo, aunque alucinada por la luna que la noche le regalaba: La miró un momento mientras pensaba y luego de dedicarle una sonrisa habitó su celda. No pasó mucho tiempo antes que un golpe en su puerta la asombrara.
_ ¿Cómo estás?
_ jaja ¡Estoy muy contenta Naza!
_ Se nota que lo estás… ¡Déjame que te de un abrazo! Hoy no pudimos hablar.
_ ¡Muchas gracias! Al fin estoy en casa…
_ ¿Viste? Aquí está tu recompensa después de haber esperado tanto… El señor, te hizo esperar pero al fin ya eres parte de nuestra comunidad…
_ Sí…
_ Bueno, sólo quería saludarte en tu primera noche aquí…
_ Gracias hermana, tienes muy lindos detalles…
_ ¡Hay que ternura!… Bueno hermana María, que descanses.
_ Me gusta cómo suena jaja. Igualmente, que descanses. Hasta mañana.
_ Hasta mañana.

Se acotó con una sonrisa, sintiéndose satisfecha y pensando en los hermosos detalles de su maestra de novicias; Consideraba que sus actitudes habían cooperado mucho a que eligiese esta forma de vida. Recordaba el día en que las conoció. Recordaba que al entrar a la hospedería se había encontrado con la mesa tendida y en el centro de ella una bella rosa blanca que empezaba a abrirse y lo tomó como un signo. Así como la rosa, ella, a medida que las conocía se iba abriendo; Nazarena, su formadora, había llegado a ser más que eso, había llegado a ser como su hermana de sangre, su mejor amiga, su confidente…

Avicarlos
18/09/2012, 06:13
Capítulo II


El día de su ingreso, el sol radiaba y la gente llegaba al convento a celebrar el día de Santa Clara. Los familiares de María se acomodaban en los primeros bancos, reservados para ellos. Una monja asomaba la cabeza tras la reja baja como buscando a alguien, mientras otra ultimaba detalles en la decoración. Nazarena colocaba una rosa blanca bajo la imagen Santa Clara. El piano, las guitarras, los instrumentos de viento, todo sonaba bien. Ya estaba todo listo y tres timbrazos anunciaron la presencia del obispo. Entraron en orden, siguiendo una fila. Primero los seminaristas, luego las hermanas y entre ellas un rostro nuevo, luego los frailes, los sacerdotes y por último, el obispo.
La capilla explotaba en cantos de júbilo y el rostro de María parecía iluminado por un no se qué que que la transformaba en un ser extraño, enigmático y a la vez atrayente, las lágrimas se le asomaban por momentos pero su enorme sonrisa las atenuaba y una extraña amalgama festejaba en sus rasgos.
La celebración se llevó en un clima muy ameno y solemne. Después, se compartió una cena con los sacerdotes y la familia, que aún permanecía en un estado ambivalente entre alegría y tristeza. Y cuando lo tácito indicó el momento de respetar el horario de sueño, uno a uno se fueron retirando. La familia despidió a María con un abrazo y lágrimas en los ojos; Por la vida que había escogido, ya no la verían fuera del convento. La reja, se había cerrado.

Los pasillos iluminados parcialmente, hablaban de un gran silencio. Las monjas una a una se dirigían a su celda y María hacía lo mismo, aunque alucinada por la luna que la noche le regalaba: La miró un momento mientras pensaba y luego de dedicarle una sonrisa habitó su celda. No pasó mucho tiempo antes que un golpe en su puerta la asombrara.
_ ¿Cómo estás?
_ jaja ¡Estoy muy contenta Naza!
_ Se nota que lo estás… ¡Déjame que te de un abrazo! Hoy no pudimos hablar.
_ ¡Muchas gracias! Al fin estoy en casa…
_ ¿Viste? Aquí está tu recompensa después de haber esperado tanto… El señor, te hizo esperar pero al fin ya eres parte de nuestra comunidad…
_ Sí…
_ Bueno, sólo quería saludarte en tu primera noche aquí…
_ Gracias hermana, tienes muy lindos detalles…
_ ¡Hay que ternura!… Bueno hermana María, que descanses.
_ Me gusta cómo suena jaja. Igualmente, que descanses. Hasta mañana.
_ Hasta mañana.

Se acotó con una sonrisa, sintiéndose satisfecha y pensando en los hermosos detalles de su maestra de novicias; Consideraba que sus actitudes habían cooperado mucho a que eligiese esta forma de vida. Recordaba el día en que las conoció. Recordaba que al entrar a la hospedería se había encontrado con la mesa tendida y en el centro de ella una bella rosa blanca que empezaba a abrirse y lo tomó como un signo. Así como la rosa, ella, a medida que las conocía se iba abriendo; Nazarena, su formadora, había llegado a ser más que eso, había llegado a ser como su hermana de sangre, su mejor amiga, su confidente…

¡Anda la Osa!. Hay que ver AnaLauraM como apostas a que el majara lo sea yo en ciernes. Procuraré calmar mi atolondramiento, para recapacitar sobre mi estado mental.
El impacto de tus letras ha sido bestial. jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
18/09/2012, 07:54
La verdad es que me he quedado sin palabras. Este giro me ha sorpendido tanto que he tenido que volver a leerlo, por miedo a haberme equivocado.
Espero con interés eel desarrollo de la historia.

Caracolamarina
18/09/2012, 10:37
Bue..la autora previno al principio que este relato era para leerlo con ojos...""abiertos"" y sin censura...El erotismo en los claustros, siempre ha sido motivo de...todo tipo de curiosidad..y algo más...Así que, Neftis y Avicarlos...La autora es ...muy "decidora"" en contar...
Ya algo se vislumbraba en otro de sus relatos anteriores...
Seguiremos leyendo, que pasa con Nazarena y María... sus vivencias...y la vida misma...




""""""Bajo la sombra del cielo"""

(Prohibido para dogmáticos y escrupulosos)

Minelis
18/09/2012, 17:17
Te seguimos AnaLauraM..........no encuentro las palabras, inquietud, curiosidad, por descubrir cómo sigue este hilo

AnaLauraM
19/09/2012, 03:48
Ya había pasado poco más de un año de su ingreso y aún saboreaba la dulzura de esa luna de miel que el Señor le había preparado; Su días transcurrían tranquilos, eran como un bálsamo en medio de la rutina. Trabajaba con Natalia, bajo la supervición de Nazarena. A veces, y era lo que más disfrutaba, les tocaba ordenar la biblioteca y entre libro y libro; Entre frase y frase se pasaba el día acomodándolos como si fuesen trofeos.
Cuando les tocaba la cocina, era una especie de recreación, o de preocupación cuando las distracciones las mantenían ocupadas y el fuego hacía lo suyo con las ollas...
Por la siesta, luego del almuerzo, se reunían en comunidad para recrearse; Cantos y guitarras dejaban relucir su melodías, chistes, anécdotas y no faltaban las dos que se apartaban del resto para hablar algo en privado, siempre rotaban... ¡Parece que piden turno! comentaban María y Natalia entre risas.
En verano, como el sol se transformaba en algo agobiante y tóxico, los recreos se hacían en el lugar más fresco que encontraran, al fin, el locutorio mayor terminaba convirtiéndose en salón de fiesta. Durante el invierno, en cambio, el recreo era en el patio, para caminar y aprovechar el sol; A las novicias les fascinaba, podían sentirse libres de expresarse a todo pulmón, treparse a un árbol, o de repente, seguir bromeando con la formadora sobre las ocurrencias de la mañana.

_ Me acuerdo cuando te conocí... Confieso que no me resultabas para nada compatible... jajaja
_ Jajaja Me di cuenta, me di cuenta... Por eso no querías pronunciar una palabra. ¡Parecía que había que operarte para sacarte un monosílabo! jajaja
_ jajajaja ¿Para tanto?
_ Sí, así de rebelde eras...
_ Conmigo siempre se llevó bien.
_ Es verdad, con Naty somos tal para cuál.
_ ¡Ustedes se complotan contra mí! jajaja
_ ¿Nosotras? ¡¡Noo!! Para nada, Nazarena... jajaja.
_ Seguramente en un rato las voy a escuchar... ¿Hermana, nos haces un favor?... ¿Y saben que les contestaré?
_ ¡¡¡Que siii!!! jajajaja. Te queremos Naza.
_ Vayan pequeñas locas jaja. En un rato nos vemos. ¡No se duerman!
_ ¡ Despiértenos!
_ Sí, ¡Esperaré tu golpe en la puerta! jaja. ¡Hasta más tarde!

Las risas de las dos más jóvenes inundaba el convento, el silencio se caía a pedazos en hora de recreo; Todas disfrutaban de la alegría y la vitalidad de las novicias, eran realmente contagiosas; Tanto, que era notable como rejuvenecía la comunidad cada vez que ingresaba una nueva vocación...

Avicarlos
19/09/2012, 05:45
Ya había pasado poco más de un año de su ingreso y aún saboreaba la dulzura de esa luna de miel que el Señor le había preparado; Su días transcurrían tranquilos, eran como un bálsamo en medio de la rutina. Trabajaba con Natalia, bajo la supervición de Nazarena. A veces, y era lo que más disfrutaba, les tocaba ordenar la biblioteca y entre libro y libro; Entre frase y frase se pasaba el día acomodándolos como si fuesen trofeos.
Cuando les tocaba la cocina, era una especie de recreación, o de preocupación cuando las distracciones las mantenían ocupadas y el fuego hacía lo suyo con las ollas...
Por la siesta, luego del almuerzo, se reunían en comunidad para recrearse; Cantos y guitarras dejaban relucir su melodías, chistes, anécdotas y no faltaban las dos que se apartaban del resto para hablar algo en privado, siempre rotaban... ¡Parece que piden turno! comentaban María y Natalia entre risas.
En verano, como el sol se transformaba en algo agobiante y tóxico, los recreos se hacían en el lugar más fresco que encontraran, al fin, el locutorio mayor terminaba convirtiéndose en salón de fiesta. Durante el invierno, en cambio, el recreo era en el patio, para caminar y aprovechar el sol; A las novicias les fascinaba, podían sentirse libres de expresarse a todo pulmón, treparse a un árbol, o de repente, seguir bromeando con la formadora sobre las ocurrencias de la mañana.

_ Me acuerdo cuando te conocí... Confieso que no me resultabas para nada compatible... jajaja
_ Jajaja Me di cuenta, me di cuenta... Por eso no querías pronunciar una palabra. ¡Parecía que había que operarte para sacarte un monosílabo! jajaja
_ jajajaja ¿Para tanto?
_ Sí, así de rebelde eras...
_ Conmigo siempre se llevó bien.
_ Es verdad, con Naty somos tal para cuál.
_ ¡Ustedes se complotan contra mí! jajaja
_ ¿Nosotras? ¡¡Noo!! Para nada, Nazarena... jajaja.
_ Seguramente en un rato las voy a escuchar... ¿Hermana, nos haces un favor?... ¿Y saben que les contestaré?
_ ¡¡¡Que siii!!! jajajaja. Te queremos Naza.
_ Vayan pequeñas locas jaja. En un rato nos vemos. ¡No se duerman!
_ ¡ Despiértenos!
_ Sí, ¡Esperaré tu golpe en la puerta! jaja. ¡Hasta más tarde!

Las risas de las dos más jóvenes inundaba el convento, el silencio se caía a pedazos en hora de recreo; Todas disfrutaban de la alegría y la vitalidad de las novicias, eran realmente contagiosas; Tanto, que era notable como rejuvenecía la comunidad cada vez que ingresaba una nueva vocación...

Veamos si nos aclaramos: ¿Esto es poner cuernos a Dios, además de ser un consentido?. jajajajaja
Creí que al entrar en un convento, las monjas tenían a Dios por esposo. Lo leí por algún lado. jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
19/09/2012, 08:11
Ando un poco liada con la trama, espero que a medida que vaya leyendo, lo asimile mejor.
Me gusta, es original... y atrevido.

Caracolamarina
19/09/2012, 12:11
Uyuyyyyy Avicarlos...eso de los cuernos a EL... es medio ...¿sacado? Acá se dice que "" te sacas ""cuando haces cosas que son...¿prohibidas?...Bue...seguimos leyendo...estas aventuras de amores y pasiones.

Avicarlos
19/09/2012, 12:35
Uyuyyyyy Avicarlos...eso de los cuernos a EL... es medio ...¿sacado? Acá se dice que "" te sacas ""cuando haces cosas que son...¿prohibidas?...Bue...seguimos leyendo...estas aventuras de amores y pasiones.

Pues por España, popularmente se dice que un caballero es cornudo, cuando su mujer se entiende con otro. Y además se hace la burla de los que no se enteran que lo son y de aquellos que incluso sabiéndolo consienten.

Si alguien sale escaldado, se dice :
Además de cornudo, pagó lo bebido. En Catalán : Ser cornut y pagar el beure.

Un abrazo de Avicarlos.

AnaLauraM
19/09/2012, 14:31
Al entrar en un convento, una se transforma en una especie de novia de Dios (Por eso la personaje principal, es "Novicia") Se convierten en "Esposas" de él, cuando hacen los votos solemnes... Cómo para ubicarlos un poquíto dentro de lo sacro de esas formas de vida...
Por otro lado, me alegro que se vayan perdiendo en la historia jaja. Eso es porque me atreví a narrarla cíclicamente y no linealmente. (A ver cómo sale jaja). A estar atentos jaja

Minelis
19/09/2012, 16:54
Me gusta mucho ese estilo de narración, cuando se hacen saltos o restrospectivas, le da un toque especial

Caracolamarina
20/09/2012, 10:56
Bien AnaLauraM....La novela, esta muy buena y en tiempos de cine, serían fhlasbacks...O sea, cambios de tiempo en lo que sucede a los personajes...
Seguimos leyendo... ( el tema es un poco ""sacado"" post No 22 ) lenguaje argento) Pero no por eso, deja de ser muy interesante.

pitagoras
20/09/2012, 12:54
Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.
Venid a la luz del día,
non trayáis compañía.
Venid a la luz del alba,
non traigáis gran compañía.

Avicarlos
20/09/2012, 13:55
Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.
Venid a la luz del día,
non trayáis compañía.
Venid a la luz del alba,
non traigáis gran compañía.
Parece que siguen los misterios . En esta ocasión se ha subido un post sin mensaje. ¿No indica el error que no se admite si tiene pocas palabras?

Saludos de Avicarlos.

Minelis
21/09/2012, 15:22
Parece que siguen los misterios . En esta ocasión se ha subido un post sin mensaje. ¿No indica el error que no se admite si tiene pocas palabras?

Saludos de Avicarlos. Sí tiene mensaje Avi, parece que el pitagoras quiso esconderlo por alguna razón.
Está hermoso

Avicarlos
21/09/2012, 16:10
Sí tiene mensaje Avi, parece que el pitagoras quiso esconderlo por alguna razón.
Está hermoso

Es la primera vez que veo escribir en blanco sobre blanco, me refiero en páginas de foros, pues en papel ya lo relicé algunas veces ayudado del limón. De eso hace muuuu......cho tiempo. jajajaja

Saludos de Avicarlos.

Inesperado vamos.

AnaLauraM
22/09/2012, 05:00
María y Natalia, tenían la misma madures, a pesar de llevarse unos cinco años de diferencia; María –cómo en todos lados- era la menor de la comunidad y hasta a veces la más mimada, a pesar de estar llegando a los veinte. Resultaba toda una novedad tener una novicia de otra provincia y que además, haya realizado discernimiento desde tan jovencita.
A sus dieciséis años conoció a las hermanas, y aunque en un principio le había costado abrirse a la maestra de novicias, con el tiempo logró tomarle confianza. A partir de que iba haciendo discernimiento y visitando el convento, iba a afianzando lazos no tan sólo con Nazarena sino también con la que sería su compañera de camino, Natalia; Era realmente fuerte el lazo que se había forjado entre ellas; Funcionaban en bloques, como verdaderas hermanas, como mejores amigas. Realmente estaba feliz de que Natalia fuese su compañera y Nazarena su formadora; Tanto que le angustiaba un poco pensar que en cada nueva elección de abadesa y con ella de los demás cargos, se encontraba la posibilidad de que se renovase la formadora.


Aquél trece de agosto; estaba amanecido en rocío. Ella se había apresurado en buscar un lugar apartado. Llevaba con ella un examen de conciencia y una Biblia. La noche anterior no había podido dormir, le martillaba en la cabeza, la frase de una monja anciana que había conocido hace no más de un día. “Me sentía vacía, nada me llenaba. Luego descubrí que lo que buscaba era esta vida…”. Recordaba que ella se había sentido así desde hace demasiados años, que ya se había cansado de la vida, que buscaba insaciablemente un sentido, un objetivo, un algo que le diera forma a su vida de tinta negra volcada en el papel. Por primera vez en su vida comenzaba a adaptarse, había encontrado un grupo en que se sentía cómoda, buenas amistades; Gente cálida y alentadora; Pero le aterraba la idea que ella también, algún día, tuviese que llegar a ser monja.

Se sentó entre las hojas secas, al pié de un pino. Mientras sostenía, entre temblores, la Biblia. Rogaba que Dios no le hablara a través de ella, o que si lo hacía; No planeara para ella la vida religiosa.
La primera vez que la abrió, un pasaje la dejó pasmada y con aires de pura casualidad abrió el libro por segunda vez; Ahora, un pasaje distinto le sugería lo mismo. “La tercera es la vencida”, pensó mientras intentaba una última vez… Y este lo confirmó.

_ ¿Qué quieres de mí? ¿Qué sea monja? Se dijo a sí misma con la mirada perdida en el vacío.
_ Quiero que seas mi esposa. Le dijo Cristo, que la miraba con ternura. Y que sentado frente a ella la esperaba. Cómo dos adolescentes se encontraban ocultos del mundo, metidos en una travesura. Enamorados pero con temor del amor.

No le costó demasiado acostumbrarse a su presencia. Aunque su respuesta le alentaba a escapar. ¿Esposa? Por lo menos ella no lo entendía por completo. Le sugería solo “La vida entera, para siempre, hasta que la muerte los separe” y le aterraba esa idea de trascendencia, de tiempo indeterminado, de infinito…
_Creo que te equivocaste Jesús, yo no soy la indicada para esto. Yo no soy ni tan buena, ni santa… Vos sabes… Sabes cuánto caigo…
_ Sí, lo sé… Sé a quiénes elijo.
_ ¡Pero apenas tengo trece años! Soy aún muy joven, tengo miedo y temo fallarte…
_ No digas que eres joven, yo estaré contigo.

Intentó incorporarse, en una suerte de ebrio. Y con los ojos humedecidos llegó a la capilla, justo a tiempo para escuchar misa. Aunque nunca la escuchó. Escuchaba en cambio, las palabras de Cristo y las de las monjas. Palabras suyas y consejos de su conciencia que rebotaban, cobraban forma y se desarmaban a medida que el tiempo pasaba, a medida que el silencio ganaba terreno…

Avicarlos
22/09/2012, 06:40
AnaLauraM tu rrelato me absorbe.

Muy bueno, si señora, o señorita, o chachi, como quieras. jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
22/09/2012, 11:52
Tu relato desde luego es de los que no te dejan indiferente.
Atrapas con la manera de exponer el argumento.
Y a mí particularmente me deja con una sensación de angustia por lo que pueda suceder.

AnaLauraM
23/09/2012, 03:32
_ ¡María!... ¿María?... ¡María, vuelve! Aquí, tierra llamando a María…
_ ¿Qué pasa? ¡Basta, ya te escuché!
_ Tierra llamando a María…
_ ¡Naty! Has silencio, o nos retaran…
_ Bueno, no te alteres… jaja. ¿Que estabas pensando?
_ Nada…
_ ¿Nada? ¿Tanta concentración para no estar pensando nada?
_ Bueno… Estaba recordando la vez en que sentí por primera vez el llamado de Dios…
_ Ay… ¡Ella siempre tan enamorada! ¡Cuidado, Él es mío también! Jajaja
_ jajaja ¡Que ocurrente!
_ Hey; Nazarena nos espera. Por la tarde visitará al médico y no podrá darnos la clase. Así que la adelantó para ahora.
_ ¿Y esto?.- Dijo señalando la bandeja que contenía tablas de pasta de harina y agua, listas para ser cortadas y tomar forma de hostias…
_ Lo haces luego. Dale, ¡vamos!
_ Está bien. Pero… ¿Por qué tiene que ir al médico?
_ ¿Aún lo preguntas?
_ Sí ¿Qué pasa?
_ Tiene que bajar de peso, y no puede cerrar la boca… Eso le pasa
_ jajaja. Pero no está excedida… Está bien así…
_ Para su columna está excedida. Además creo que tiene el colesterol alto.
_ Y vos que le regalas casi toda tu comida…
_ ¡Es verdad!
_ ¿Viste? De ahora en más, lo que no quieras comer me lo pasas a mí. Jajaja
_ Y vamos a tener otra excedida…
_ Siempre fui rellenita….- Dijo provocando la risa en su amiga; Quien no pudo contener la ternura y la besó en la frente.
Habían llegado a la biblioteca del convento. Todo era silencio y mesas brillantes custodiadas por altos muebles plagados de libros…
Al fondo del lugar, se distinguía la figura de una monja que aparentaba estar leyendo algo. Sus grandes lentes le resbalaban por la nariz, casi siempre ruborizada por el roce de los pañuelos; El velo le caía por el hombro y parecía estar jugando con algo, una llave quizás. Como siempre, no podía permanecer jamás totalmente quieta.
_ ¡Hola hermana!
_ ¿Cómo están chicas?
_ Bien, ¿Tú?
_Bien… Les pasé la clase para ahora porque…
_ Sí, si… Nos enteramos ¡Gordita! Jajaja
_ Ayyyyy ¿Cómo es eso?
_ jaja. Tranquila, te lo decimos cariñosamente…
_ Por esta vez las perdono. – Comentó mientras intentaba poner una expresión de enfando, interferida por una explosiva risa contagiosa…

Nazarena, era una mujer de treintaicuatro años; De los cuáles, once los había pasado en el convento. Antes de hacerse monja, nadie hubiera imaginado esa opción de vida. Sobre todo por un largo noviazgo que llevó desde los quince hasta los veintiuno y porque no era lo suficientemente tranquila, ni silenciosa, ni atenta como para llevar una vida austera, un poco rígida y de mucho silencio… Pero a pesar de lo desalentador de los comentarios de amigos y parientes, ella ya llevaba toda una vida encerrada entre esos muros, y lo más importante, era muy feliz…

Caracolamarina
23/09/2012, 08:40
Excelente AnaLauraM...
Interesante...la vida en los claustros, a veces nos da sorpresas...
Saludos cordiales.

Neftis
23/09/2012, 13:56
La verdad es que me estás describiendo un mundo completamente nuevo para mí. Muy interesante

Siempre creí que eran lugares tétricos y lúgubres, donde no se podía ni hablar y mucho menos reir.

AnaLauraM
25/09/2012, 03:14
Nazarena, era una mujer de treintaicuatro años; De los cuáles, once los había pasado en el convento. Antes de hacerse monja, nadie hubiera imaginado esa opción de vida. Sobre todo por un largo noviazgo que llevó desde los quince hasta los veintiuno y porque no era lo suficientemente tranquila, ni silenciosa, ni atenta como para llevar una vida austera, un poco rígida y de mucho silencio… Pero a pesar de lo desalentador de los comentarios de amigos y parientes, ella ya llevaba toda una vida encerrada entre esos muros, y lo más importante, era que se sentía feliz…

Cuando María la conoció tenía alrededor de treinta, pero ella la creyó de muchos menos, a decir verdad, parecía una adolescente; No había marcas en su rostro que delataran el paso de los años.
Ese día, Nazaret había entrado junto con la superiora al locutorio donde María las esperaba; A ella le había dado la impresión que llegaban muy contentas, casi saltando; Y esa imagen le impactó de gran manera, tanto, que la paralizó puesto que atacó directamente a las estructuras y frialdad de su persona; Estaba acostumbrada al seguimiento de la regla, el silencio rotundo, el respeto casi militar y lo lúgubre de las paredes húmedas, de la pequeña ventanita abierta que permitía el paso de la única luz y de no ver los rostros de las monjas; Sea porque ellas se lo cubrieran con el velo o porque el grosor de las rejas dobles no permitían una visión ni amplia, ni cómoda. Pero aquí no era así. No había reja, sino un largo mostrador, las monjas no se cubrían el rostro con el velo, sino con una inmensa sonrisa y el silencio se escuchaba en los momentos en que realmente debía hacerse silencio.
Se preguntaba cómo era posible haber llegado a ese convento tan mundano, tan flexible, tan apartado de una regla, tan alegre, tan… tan… tan distinto a lo que ella estaba acostumbrada, a lo que ella esperaba, a lo que ella consideraba lo ideal…

La campana anunció la hora nona, y aún entre sueños buscó su breviario; Se alistó y corrió a la capilla, con la suerte de que aún no habían comenzado las oraciones.
_ Tienes el espiral de tu cuaderno marcado…
_ ¿De verdad?
_ ¡Sí!
_ Qué vergüenza…
_ La biblioteca es realmente un lugar ideal para dormir.- Comentó Naty sin poder aguantarse la risa.
_ Shhh. Chicas…
_ ¿Viste? ¡Basta!
_ Perdón.

El sol siestero atravesaba el vitral, dorando el piso y las paredes; Las monjas se acomodaban en sus bancos a medida que llegaban. El silencio era rotundo, y de repente, un sostenido en piano fue el indicador para que todas se pusieran de pié y siguieran las estrofas a segundo coro, mientras al primero coro lo hacía la superiora.
Al finalizar, en orden, se arrodillaron al costado de sus bancos, en dirección al sagrario y se retiraron en silencio. Todas se dirigirían al refectorio, para una comida de media tarde y luego, retirarse a sus respectivas tareas.

María ya había logrado armar decenas de cajas con cientos de hostias cada una y se disponía a ordenarlas de acuerdo a las encargadas, a las que estaban disponibles para la venta y las que guardarían en la sacristía; Así que las apartó para la sacristana, ella se encargaría de acomodarlas… Y en un segundo incómodo, se sintió raramente observada, a lo que buscando, se encontró con la mirada de Natalia y sin poder sostenerla la ignoró. Le pareció extraño no poder sostenerle la mirada, quizás, ambas se habían incomodado porque una de las hermanas les había llamado el atención durante las nonas. Se quedó pensando en ello durante un rato hasta que recordó que no podía dejar dudas dispersas; que debía cuidar su amistad, debía cultivarla… Quizás Naty se hubiese cansado ser la mayor de las dos…

_ Naty… ¿Estás bien?
_ Sí, lo estoy…
_ ¿Segura?
_ Sí. ¿Por qué lo preguntas?
__ Recién, cuando me miraste… Sentí una sensación rara; Un no sé qué por lo cual no te pude sostener la mirada.
_ Yo… Yo no te estaba mirando.
_ ¿No?
_ No… Quizás estás cansada y te pareció.
_ Quizás… Bueno, voy a llevar esto a María José. Nos vemos luego.
_ Nos vemos…

Avicarlos
25/09/2012, 05:00
AnaLauraM, casualmente, llegó a mis manos:

Converses amb
TERESA FORCADES
por Eulalia Tort

Es un libro de éxito editado en Junio de este año.

Trata de las viencias de la protagonosta, que es una doctora en medicina y en Teología. Actualmente Monja Benedictina.
Lo que narra de su parte de vida monacal, es muy similar a lo que que nos cuentas de tus personajes. Voy a salir docto con tales enseñanzas y me hace pensar en la vida que pudo tener una tia abuela mía (del siglo XIX) que la metieron por tocarle el turno familiar a monja de clausura en Tarrega (Catauluña), hasta su defunción. La familia por reglamento de la Orden, no pudo tener contacto con ella de por vida.

Cuando me lo contaron, bullía en mi cerebro, ¿qué haría allí una mujer encerrada sin contacto con la Civilización?.
Ahora gracias a tí y a Forcades, veo algo de lo que pudo vivir mi ancestra.

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
25/09/2012, 13:39
Desde luego que para mí es un mundo totalmente nuevo, ya que mi educación no fue en un colegio de monjas.

Y lo que describes, me pilla por sorpresa.

Lo que dice Avicarlos de Teresa Forcades, es muy cierto, yo la he visto en un programa de tele (de esos cultos, que hay tan pocos) y me quedé asombrada por su manera de ser tan abierta y agradable-

El mundo, la vida en sí, nos descubre cosas nuevas.

Caracolamarina
25/09/2012, 14:46
Los claustros ""tienen secretos""de esos que son muy de... No salir al exterior...

Solamente las personas que han vivido las experiencias ...pueden decir...

Por eso la Iglesia...No sólo tiene estos secretos ...sino otros, que son terribles...sino...el tema de la pedofilia...

Y ni que decir...de los miembros de las iglesias...( algunos de esos escándalos, han salido a la Luz en este país)... que se quedan con los dineros de organizaciones, que ayudan a la Iglesia Uyuyyyyy
Terribles temas..que nos dejan de...Plop plop y más plop

Saludines a todos y cada uno de Uds..

AnaLauraM
27/09/2012, 01:16
Como de costumbre, los domingos de cuaresma se guardaba total silencio para ayudar a la reflexión; Los trabajos se postergaban y se dedicaban exclusivamente a la oración. María había aprovechado la siesta para acomodarse en el patio y disfrutar de su amada naturaleza.
No se oía otra cosa más que el trinar de los pájaros y el silbido del viento entre los gigantes álamos que se cernían de un lado a otro, dejando una sensación de liviandad en el alma…

_ ¿Qué estás haciendo?
_ ¿Qué crees?
_ ¿Por qué no dejas esto? Eres joven bonita, inteligente… ¿Por qué quieres pudrirte, aquí, escondida…?
_ ¿Por qué siempre apareces cuando no te necesito? Dime… ¿Por dónde entraste? ¿Qué haces aquí?
_ Eso no importa… Lo que importa es que me enfurece verte como ********, vistiendo ese hábito, obedeciendo a esas locas… No entiendo por qué no quieres ser feliz…
_ ¡Soy feliz!
_ ¿Ah sí? Ni siquiera sabes cómo es la vida allá fuera… No puedes conocer la felicidad; Lo único que conoces es la monotonía, la falta de problemas, la cosa fácil… Ya sé porque estás aquí, porque eres una cobarde. Porque le temes a ese mundo de ahí fuera…
_ ¡No soy una cobarde!- Le dijo clavándole la mirada y tratando de disimular el nudo en la garganta.
_ Sí, lo eres… Todas las que están aquí son unas cobardes, unas reprimidas o unas frustradas…
_ No digas eso, no es así…
_ ¡Claro que sí! Ya verás… Con el tiempo me darás la razón…
_ No te soporto ¿Lo sabes? No te soporto… No haces otra cosa, nunca has hecho otra cosa más que reprocharme todo, perturbarme, intentar sabotearme… ¿Pero sabes qué? Yo aquí, soy realmente feliz, conocí personas maravillosas que me quieren y acompañan, no como tu… Ahora, retírate de este lugar. No eres digna de ensuciarlo ni con tus palabras ni tu presencia…
_ Volveré, como siempre regreso… Adiós, princesa…
De repente, las dos perras que criaban en el convento, aparecieron corriendo y tras de ellas una hermana que asomó la cabeza tras un muro y al verla le sonrió. María, mientras le devolvía la sonrisa, esperó que no haya presenciado la escena y sin pasar ni un segundo, la monja desapareció de su vista… Ahora sólo los canes, que se habían echado al sol, la acompañaban…

El lunes llegó con tonalidades vivaces y ella lo miraba fijamente, intentando gravar en su mente esa espléndida paleta de colores. Algún día volvería a los óleos y ese cielo, no se salvaría de su interpretación…
_ María… ¿Estás bien?
_ Si Naty… ¿Por qué?
_ Desde ayer te noto un poco extraña…
_ ¿Que tengo de extraña?
_ Que estás más silente de lo normal, creo…
_ Me gusta el silencio…
_ Está bien, perdona…
_ Gracias por preguntar. Eres una gran persona.
_ Sabes que siempre puedes contar conmigo. Te quiero.- Le dijo mientras la estrechaba en un abrazo…
_ Y yo a ti….- Se quedó pensando unos segundos, dudó, pero al fin se decidió. _Me quedé pensando en lo del viernes…
_ ¿Qué pasó el viernes?
_ Cuando te comenté que tu mirada me había parecido un tanto rara.- Dijo, provocando que Natalia la soltara repentinamente, como en un intento de escapar.
_ ¡Ya te dije que no te estaba mirando!
_ Ahora tú estás rara… ¿Por qué te pones así?
_ Porque me haces sentir incómoda…
_ ¿Por qué?
_ No lo sé. ¿Me entiendes? No lo sé. Pero de lo que estoy segura es de que no te estaba mirando. Punto.
_ Está bien, no te enojes… No quiero que te enojes….- Le dijo suavemente, mientras trataba de establecer la reconciliación en un abrazo.
_ No me toques. Me voy, estoy ocupada… Adiós.
_ Discúlpame… Pudo decir entre dientes, mirando como su amiga se alejaba por los solitarios pasillos del convento y sintiendo como sus lágrimas rodaban por su cara enfriada con el viento.
Una angustia le presionaba el pecho, no estaba segura de lo que había ocurrido. Ni por qué Natalia se ponía tan mal cuando ella le hacía esa pregunta… Se imaginó que si las cosas no se arreglaban pronto, miles de comentarios iban a navegar por el convento, además de que se iba a ver sometidas a explicar cada cosa delante de toda la comunidad en un intento de solucionarlas, y eso incomodaría más a Naty. Debía reparar su erro lo más rápidamente posible…

Minelis
27/09/2012, 16:06
Este acercamiento que nos continúas ofreciendo sobre la vida tras las paredes de los conventos me hace pensar en los temores, preocupaciones, sentimientos que puedan tener quienes allí se reclúen. No creo poder entender mucho las razones que puedan llevar a una mujer a entregar no solo su vida, a ofrecer su virtud o como se le quiera llamar, eso me trastorna un poco.
Y bueno aquí esta joven que se debate quizás con su conciencia que asume como voz, o ser imaginario, o espíritu, que no sabemos aún, bueno es una historia que atrapa...
Un saludo Ana

Neftis
27/09/2012, 16:30
Muy bien enficados todos esos pensamientos, esas discrepancias, imagino que con su conciencia.

A mi, también me cuesta meterme en la piel del personaje. Aunque imagino que todas esas dudas y reflexiones son verdaderas. el relato tiene su encanto, aunque tenga momentos como el de hoy un tanto angustiosos.

Esperemos a ver que pasa.

saludos cariñosos-

AnaLauraM
28/09/2012, 02:46
Capítulo III

Pocos días atrás había celebrado su quinto aniversario dentro del convento, no podía creer que el tiempo hubiese pasado tan rápidamente, ya había tomado el hábito completo, sólo le faltaba un corto tiempo más para dar los votos solemnes. Sin embargo, al contrario de lo que imaginaba, este tiempo se le estaba tornando difícil y agobiante… Miles de dudas la habitaban cómo demonios en recintos secretos…

_ Por favor… Dime que te ocurre…
_ No puedo Naty. De verdad, no puedo… Ni siquiera yo lo sé…
_ ¿Hablaste con Nazarena?
_ No… En realidad, no quiero hablar con nadie, no puedo hablar con nadie…
_ ¿Y pretendes resolverlo sola?
_ Ni siquiera sé si hay algo para resolver… Son estos tiempos, supongo que el matrimonio nos asusta a todos. ¿O no? ¿Vos no estuviste nerviosa y llena de dudas al hacer tus votos?
_ Sí, la verdad que sí…
_ Entonces es normal…
_ Sí, es normal. Pero vos estás muy mal… Mírate, estás demacrada, con un dejo de tristeza… Se nota que las estás pasando mal…
_ Tengo miedo Naty… Tengo mucho miedo…
_ ¿Miedo de qué?
_ De fallarle…
_ Todos le fallamos… Pero Él es misericordioso… No te preocupes. Haz lo que tu corazón te dicte, no te preocupes por lo que piensen, digan… Haz lo que sientas…
_ Gracias Naty… Gracias…- Dijo sin poder contener las lágrimas que ya caían torrencialmente, mientras un abrazo las unía. Una sombra que anudaba dos monjas se distinguía al final del largo y silencioso pasillo monástico. Ese pasillo, que conocía tantos pensamientos, que había sido testigo de rizas y llantos, de picardías, de secretos, de reglas rotas y de innombrables…

Su austera celda, se convertía todas las noches en su refugio de dolor, en donde combatían furiosamente su Ello y su Superyó; Llenándola de incertezas. Donde sus pulsiones intentaban manifestarse, mientras eran reprimidas, guardadas en el inconsciente.
¿Cómo recordar el día que había llegado? Si en aquél tiempo era todo alegría y ahora todo agonía… ¿Cómo recordarlo? si en cada cosa encontraba la oportunidad de la tentación…

Esa noche, durante las completas; Se topó con la mirada de Nazarena, esa mirada que ahora le resultaba tan penosa, hubiese querido escapar de esa situación que se congeló en una eterna milésima de segundo pero no era oportuno; Se acomodó, como siempre en su banco y siguió el rito de modo automático. Su estado ya no pasaba desapercibido y la preocupación empezaba a contagiarse…

Ella miraba el brillo de la vinajera que reposaba en la mesa, se miraba a sí misa, se veía tan llena de nada y a la vez de todo… Algo le oprimía el pecho y no la dejaba respirar, transpiraba frío y temblaba moderadamente cuando Sor Teresa se acercó.

_ María… ¿Te sientes bien?
_ Si madre. ¿Por qué?- Respondió con el corazón en la boca, temiendo que ella ya lo supiera…
_ Porque de hace días te noto muy extraña. Y ahora mismo te vez muy pálida…
_ Sí madre, le aseguro que estoy bi… Intentó responderle cuando cayó desvanecida en los brazos de la monja que estaba sentada a su lado.
Se despertó en su celda, sin acordarse de muchas cosas. Y creyendo que estaba sola, rompió en un llanto amargo, como hace tiempo no se permitía hacerlo…

_ ¿Qué le pasa, hija mía?
_ Hermana… Pensé que estaba sola… Disculpe, discúlpeme…
_ No me pidas disculpas… Yo te cuidaré esta noche si lo necesitas… Pero me preocupa mucho tu estado…
_ No es nada… Sólo cansancio, quizás…
_ He hablado con la madre. Me ha dicho que mañana mismo te acompañe al doctor.
_ Pero, no hace falta…
_ Si es necesario, no seas terca… Hace días que te vez como un muerto en vida… Pero lo que me preocupa a mí es que hace días se apagó la luz de tu mirada…
_ Estoy muy cansada hermana. Pero me siento bien. Si quiere, puede ir a descansar usted también…
_ ¿Estás segura?
_ Sí, lo estoy…
_ Bueno. Cualquier cosa me llamas. ¿Estamos deacuerdo?
_ Sí hermana. Gracias.
_ Buenas noches.
_ Buenas noches…

Neftis
28/09/2012, 03:47
Que bien has descrito ese miedo a fallarle a Él...

Creo que todos en algún momento de nuestea vida tenemos ese mideo, a fallar a alguien.

Aquí un fallo, imagino los miedos que pueden causar.

Todo muy bien narrado. Esa angustia la describes muy bien.

Caracolamarina
28/09/2012, 08:15
AnaLauraM..Felicitarte...Una pluma, que nos deja leyendo y reflexionando sobre las alternativas, de los sentimientos y emociones...

Seguimos en la lectura...
Saludos muy cordiales...

AnaLauraM
30/09/2012, 17:29
El sol se levantaba de a poco sobre un inmenso río multicolor mientras María y Cecilia esperaban el bus urbano.
_Me alegra que te sientas mejor… Anoche nos diste un susto…
_ Lo siento…
_ ¿Te estás alimentando bien? La madre dijo que te ve comer muy poco…
_ En realidad, sí estoy comiendo bien, creo…
_ Bueno, ya veremos que nos dice el doctor…
Llegaron al hospital, y como de era de esperar, al distinguir su hábito las atendieron bien y rápido.
_ ¡Hermanas! Buenos días… Pasen… ¿Quién es la del problema?
_ Yo…
_ ¿Quieres que te espere afuera?
_ No, está bien… Quédese…
_ Bueno, cuéntame. ¿Qué te sucede?
_ Ayer me desvanecí. Tardé bastante tiempo en recobrar la conciencia….
_ Bueno, voy a tomarte la presión…
_ ¿Estás comiendo bien? ¿Descansas lo suficiente?
_ Sí… Bueno, aunque hace bastantes noches que no puedo dormir…
_ ¿por qué?
_ Por algo que no viene al caso…
_ ¿Situación estresante?
_ Sí, creo que sí…
_ Bueno, mira. Voy a pedirte análisis de sangre y orina. ¿Sí? Cuando los tengas, tráelos para revisarlos. ¿Sí?
_ Si doctor.
_ Buenos, eso es todo.
_ Muchas gracias. Hasta luego
_ Que tengan un buen día.
_ ¿Qué hacemos Ceci, vamos ahora al laboratorio?
_ Sí. Si nos damos prisa llegaremos a tiempo. Dijo mientras seguía con la vista a un bus urbano que se dirigía hacia la zona que ellas buscaban. Ya estaban en camino. Llegaron a último minuto, pero aún así las recibieron con agrado indicándole que los resultados estarían para el día siguiente.
_ ¿Tienes algo para decirme?
_ ¡Sí! Gracias…
_ No me refería a eso…
_ ¿Entonces?
_ ¿Qué dirán los análisis?
_ No lo sé… Quizás que estoy anémica…
_ María… Perdón que sea tan brusca, pero… ¿Hay posibilidades de embarazo?
_ ¡No hermana, por favor! No piense eso. Hay cero posibilidades de un embarazo, principalmente porque ya ni me acuerdo de lo que es un hombre…
_ ¿Segura?
_ Totalmente segura…
_ Bueno, está bien. Le diremos a la madre que mañana tenemos que buscar los resultados de los análisis y regresar al doctor para que los revise. Yo te acompañaré, si quieres…
_ Sí, me parece bien…


_ Hermana, los resultados están bien. No tiene nada con base orgánica. Sólo un poquito de anemia, lo cual se soluciona si se alimenta mejor… No me queda otra cosa, que recomendarle una profesional conocida… Yo le doy su tarjeta, usted vea que hacer… ¿Sí?
_ Bueno doctor, gracias…

_ ¿Cómo les fue? Preguntó la superiora al verlas llegar al convento…
_ Bien, no tengo nada… Pero me dio esto… Es la tarjeta de una psicóloga… Él cree que los desvanecimientos y debilidad, falta de sueño y demás son por estress.
_ Bueno, permíteme la tarjeta. Ya hablaremos luego.
María tuvo permiso para descansar, una hermana estaba atenta a sus necesidades, que no eran muchas y el resto se mantenía expectante en la incertidumbre de lo que le pasaba; Mientras Sor Teresa caminaba con cierto apuro por los pasillos del convento buscando a alguien. Encontró a Nazarena trabajando en la fabricación de hostias y la llamó a su despacho. Hablaron tendidamente sobre la situación de María y lo invasivo que podría resultar para ella que le pusieran un psicólogo. Aclararon que ella debía decidir si quería o no hacer terapia y que en caso que aceptara, se mantendrían al tanto de todo.
_ Buenas tardes ¿Licenciada Berkcosky?
_ Sí, ella habla…
_ Habla la superiora del monasterio Santa Clara. Mire, un doctor le dio a una de nuestras hermas su tarjeta porque para él tiene un cuadro de estrés. Quería saber si usted podría organizar una entrevista.
_ Sí, por supuesto… Una entrevista y luego vemos como sigue el análisis…
_ Claro…
_ Bueno. ¿Usted preferiría venir por el consultorio o que yo vaya por el convento?
_ Por el convento, si no es mucha molestia…
_ Bueno. ¿Ustedes están en la zona sur, no?
_ Sí, sí.
_ Bien. Sé cómo llegar. Les coloco cita para este viernes. A las 16 hs. ¿Le parece?
_ Si perfecto.
_ Muy bien, hasta luego.
_ Hasta luego, gracias.

AnaLauraM
01/10/2012, 04:23
Capítulo IV

El sol siestero, tan duro como en todos los veranos atravesaba el vidrio de mi parabrisas impidiéndome ver el camino; pronto el camino se dirigió en contra de él y pude descubrir lugares muy familiares. Lugares que había visitado a cotidiano cuando hacía mis prácticas. Al fondo de la calle, vi el portón del convento, supe que tenía que doblar para estacionarme en la entrada… Ese lugar, siempre me había inspirado gran curiosidad…
_ Buenas tardes. Soy la Licenciada Anna Berkcosky. Había acordado una entrevista para hoy. Dije a través del portero eléctrico.
_ Sí doctora. Abra la puerta al escuchar el timbre…
Al entrar me encontré con el rostro de una monja tras una ventana.
_ Aguarde un segundo. Ahora mismo le dijo a la superiora que usted está aquí.
_ Gracias.
_ Tome, esta es la llave del locutorio. Es la primera puerta que está a su derecha. Póngase cómoda.
Estaba todo limpio, callado y en penumbras. No había signo de aire contaminado y tanta pureza me despertaron unas irresistibles ganas de fumar; Pero me abstuve. Me di cuenta que nadie había fumado allí…
Saqué de mi bolso una ficha, una birome y me puse a jugar con ella hasta que la puerta se abrió…
_ Buenas tardes doctora…
_ Buenas tardes. ¿Es usted la superiora?
_ Sí, soy yo… Bueno antes que nada, quería conocer su forma de trabajo…
__ Bueno, en esta primera entrevista es conocer un poquito de mi posible paciente y ella de mí. Para ver si está dispuesta a elegirme como analista y yo como paciente… Por otro lado, lo que yo hable con ella es confidencial, está resguardado por el secreto profesional así que ella no se tiene que preocupar por eso.
_ Disculpe, pero nosotras necesitaríamos saber cómo se lleva su análisis…
_ Mire, en caso que se inicie un análisis yo no podría darle esa información. Cómo ya le dije, es confidencial. Puedo decirle como va evolucionando pero no puedo transmitirle lo que ella me cuente en terapia…
_ Está bien… Bueno, si me espera iré a buscar a la hermana…
_ Por supuesto…
Me quedé pensando en la escabrosa idea o necesidad de conocer absolutamente todo de todo. Me molestó un poco que quisieran conocer lo que una de ellas transmitía en el análisis. Luego, me despejé de tantos prejuicios y me preparé a ser lo más objetiva posible. Que no compartiera muchas cosas con la Iglesia, no significaba que no esté en condiciones de analizar a una monja…
_ Buenas tardes.
_ Hola… ¿Tú eres…?
_ María…
_ Un gusto María. Yo soy la licenciada Anna Berckosky… Bueno, como le decía recién a la superiora… Primero que nada, quédate tranquila porque nada de lo que me cuentes saldrá de aquí. Segundo, que si no te gusta mi manera de trabajar no estás obligada a elegirme como analista, eso será una opción que ambas hagamos, ¿sí? Es fundamental que puedas sentirte cómoda con el analista, sino las cosas no funcionarán. ¿Estamos de acuerdo?
_ Sí…
_ Bueno, cuéntame… ¿Por qué pediste una entrevista?
_ El otro día fui al médico, por un desmayo que tuve y me indicó que no tengo nada orgánico, que puede ser estrés. Y me dio su tarjeta. Nos pareció que había que acatar el consejo del médico; por eso estoy aquí…-
No cabía duda que esto era nuevo para ella, tenía la cabeza baja como si tuviese vergüenza. Rara vez levantaba la mirada y permanecía inmóvil, mirando un punto imaginario.
_ ¿Pero tu quieres hacer terapia o lo haces por obligación?
_ Creo que sí…
_ Bueno, cuéntame de vos…
_ ¿Qué cosa?
_ Lo que quieras…
_ Bueno, tengo 24 años. Hace cinco años que estoy aquí; Me siento bien… En poco tiempo daré mis votos solemnes…
_ ¿Tienes familia?
_ Sí, Tengo a mis padres y a mis dos hermanos.
_ ¿Cómo es tu relación con ellos?
_ Es buena. Cuando supieron que iba a entrar se angustiaron un poco, pero luego lo superaron. Supongo que están felices por mí…
_ ¿Me dices que entraste aquí a los 19?
_ Sí...
_ ¿Cómo fue tu vida antes?
_ Trabajaba mucho en la parroquia, era catequista. Y estudiaba, hacía la educación secundaria. No me planteaba ninguna carrera porque sabía que ingresaría a un convento.
_ ¿Desde cuándo lo supiste?
_ Empecé hacer discernimiento a eso de los trece años… Para los diecisiete años, ya estaba segura de lo que quería. Aún así, tuve que esperar hasta los diecinueve para ingresar.
_ ¿En ese tiempo, tuviste novio?
_ No, claro que no…
_ ¿Por qué?
_ Porque hacía discernimiento… Jesús era, es mi novio; Estar con otro muchacho sería como engañarlo…
_ Entiendo…
_ ¿Me dijiste que al doctor le pareció que tu desmayo tenía más que ver con lo psicológico que con lo orgánico, no?
_ Sí
_ ¿Qué pasó antes que te desmayaras?
_ Me sentía mal y la madre me preguntó cómo estaba… Le dije que bien…
_ ¿Te angustió mentirle?
_ No sobre eso…
_ ¿Le mentiste sobre otra cosa?
_ No, no exactamente…
_ ¿Cómo sería?
_ Vi a Nazarena, digo, a mi formadora a los ojos y… Pensé que la madre ya lo sabía…
_ ¿Sabía que cosa?
_ No puedo…- Dijo mientras rompía en llanto como una niña pequeña. Cubría su rostro con sus manos mientras sus codos descansaban sobre sus piernas.
_ Tranquila, tomate tu tiempo…
El tiempo pasaba, y yo respetaba su llanto, su tiempo. La aguardaba en silencio y pacientemente.
_ Es que… Yo tengo muchas dudas. No sé qué hacer, no sé qué me pasa. Nunca antes lo había sentido. Pero no pude más y se lo dije a Nazarena. Ella me prometió que no diría nada… Pero creo que la madre ya lo sabe… Tengo miedo que me expulsen, y no quiero. ¡Esta es mi casa! ¡Esta es mi casa!- Trataba de decirme, con ese nudo en la garganta que le oprimía el pecho…
_ ¿Qué dudas tienes?
_ No sé si dar los votos…
_ ¿Eso es lo que le comentaste a tu formadora?
_ No…
_ ¿Qué le dijiste a ella?
_ No puedo… No puedo…
_ ¿Qué es lo que no habías sentido antes?
_ Creo… creo… que estoy enamorada…
_ ¿Lo conoces hace mucho?
_ Sí…
_ ¿Desde cuándo?
_ Desde los dieciséis…
_ ¿El lo sabía?
_ No…
_ ¿Alguna vez pasó algo con él?
_ No…
_ ¿Ahora lo sabe?
_ Sí… Dijo mientras empezaba a llorar nuevamente…
_ María… Es normal que la gente se enamore… A las monjas también les sucede, somos humanos…
_ Pero, pero… Es que yo no puedo…
_ No creo que las hermanas te amonesten por haberte enamorado… ¿Qué te dijo Nazarena cuando le contaste que te habías enamorado?
_ Cuando le dije que me había enamorado de alguien, lo tomó con dulzura… Me dijo casi lo mismo que usted… Pero luego le dije otra cosa…
_ ¿Qué cosa?
_ No puedo decirle… Por favor entiéndame, no puedo…
_ Está bien, lo iremos trabajando…
_ Bueno.
Se veía terriblemente angustiada, y decidí que lo mejor era no presionarla más. Le pregunté si le parecía que dejáramos la sesión en ese punto y aceptó. La próxima semana, la vería nuevamente…
Llegué a mi consultorio pensando aún en ella; Algo me había impactado…. Quizás la rigidez de la vida, quizás las represiones… No sabía qué, pero en alguna parte de ella me había identificado…

Avicarlos
01/10/2012, 05:56
Entiendo que le será difícil tomar una decisión que puede repercutir en su doble alejamiento de su amor y su sede de acogida.

Un abrazo AnaLauraM. Muy buen seguimiento. Avicarlos.

Caracolamarina
01/10/2012, 11:16
""Quizás la rigidez de la vida, quizás las represiones… No sabía qué, pero en alguna parte de ella me había identificado…""


Las rigideces, de las educaciones, a veces en los claustros...o en los hogares...deja huellas muy profundas...

AnalauraM...felicitaciones y saludos...

Neftis
01/10/2012, 11:44
Te felicito AnaLauraM, por lo bien que describes esa opresión tan grande que siente la novicia.

Leerte es un gusto, aunque me dejas con el alma encogida.

Imagino cuánto deben dañar esas dudas!!!

AnaLauraM
01/10/2012, 18:11
El haber recibido una psicóloga y que una de las hermanas se estuviera analizando resultó toda una noticia. Era de esas cosas que se sabían pero de las que nadie hablaba excepto la madre y la formadora; Que se mantenían al tanto de la cuestión.
_ ¿Tú sabes lo que le pasa a María realmente?
_ No…
_ ¡Eres su formadora, por Dios! La conoces desde su adolescencia, te tiene toda la confianza del mundo, te quiere, se siente cómoda hablando contigo… ¿Cómo puede ser que no lo sepas?
_ Porque no quiere contarle a nadie lo que le pasa. Ni siquiera a Naty.
_ ¿Hablaste con Naty?
_ Le pedí que le preguntara que le pasaba… Y no obtuvo respuesta… Yo también intenté hablar con ella, pero me niega estar mal…
_ ¿Realmente no sabes nada?
_ Le digo la verdad madre.
_ Está bien. Puedes retirarte. Luego hablaré con la psicóloga a ver cómo va el análisis…

_ ¡Naty!-Se apuró Nazarena en encontrarla cuando la vio pasar hacia los claustros menores… _ ¿Cómo está María?
_ Sigue igual… No quiere salir de su celda no porque se sienta mal… Sino porque tiene miedo, vergüenza o algo… ¿Por qué no hablas con ella?
_ No sé si es oportuno…
_ Yo creo que deberías hablar con ella. Sabes que eres la persona en quien más confía…
_ Por eso mismo…
_ ¿Qué paso?
_ Nada, no importa… Hablaré con ella. ¿Ahora está en su celda?
_ Sí…
_ ¿Ibas para allí?
_ No, iba hacia mi celda…
_ Bueno, vamos, te acompaño hasta tu celda.
Tocó la puerta con cierto nerviosismo. Desde su interior, una voz quedada le indicó que estaba abierto… Encontró a María arrullada en su cama, en posición fetal, con la mirada fija en la pared y con signos de haber llorado todo el día…
Se sentó a su lado y puso su mano en la espalda de ella, trataba de tranquilizarla; pero al ver que empezaba a llorar nuevamente, decidió no tocarla.
_ Lo siento…
_ No… No… Soy yo quien debe pedirte disculpas.- Dijo María mientras intentaba reincorporarse y tomar un pañuelo que había guardado en su mesa de noche. _ Confundí las cosas, herma. Perdón…
_ Está bien… Supongo que todos confundimos algo de vez en cuando. No te sientas mal por eso… Ahora, no pasó nada ¿Sí? Olvidemos eso. Creo que será lo mejor para ambas…. Yo tampoco me he sentido bien en estos días… Propongo que nos olvidemos del asunto y tratemos de volver a manejarnos como antes… ¿No? Extraño verte charlar y sonreír; Alegrarnos el recreo junto con Naty… Ustedes son las lucecitas de este convento… Cuando vos te apagaste, quedamos medio en penumbras…- Le susurraba mientras los ojos se le llenaban de lágrimas…
_ Te quiero hermana, perdón…- Le murmuró, mientras se fundía en sus brazos y lloraba en su pecho como una niña que dormía en los brazos de su madre…
Estuvieron un momento, volcando esa ternura y cicatrizando las heridas hasta que supieron que era momento de volver a la realidad. Allá afuera había todo un mundo monástico, lleno de dudas que esperaba respuestas.

Caracolamarina
02/10/2012, 08:36
¡¡Que bien descritas las ambivalencias emocionales en los clautros!!...Muy buen relato AnaLauraM...
Saludos cordiales.

Avicarlos
02/10/2012, 08:53
AnaLauraM, por favor, deja entrar droga al convento, que esta vez sí que la necesita María. Y sin abusar ¿eh?, que luego provoca adicción. jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
02/10/2012, 14:30
La verdad es que lo describes tan bien, que hasta yo creo que necesito un psicologo para mis angustias, al leer el relato.

AnaLauraM
02/10/2012, 14:51
Avicarlos, para mi que en vez de droga, María, necesita otra cosa... jajajajaja.
Gracias por sus comentarios y sobretodo por leerme. Saludos a todos y a seguir escribiendo!

Avicarlos
02/10/2012, 15:54
Avicarlos, para mi que en vez de droga, María, necesita otra cosa... jajajajaja.
Gracias por sus comentarios y sobretodo por leerme. Saludos a todos y a seguir escribiendo!

No puedo ni imaginar que necesitará. Ummmmm.
Hallándose en el convento, a lo mejor teme La Anunciación. jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

AnaLauraM
02/10/2012, 23:48
Buenísimo Avicarlos! jajaja

AnaLauraM
03/10/2012, 03:10
_Doctora… He pensado mucho esta semana. Pero ya me encuentro mejor…
_ Me doy cuenta…
_ …
_ ¿Qué pensaste?
_ Bueno… Yo estaba tan mal por una especie de enfrentamiento que tuve con mi maestra de novicias…
_ ¿Lo solucionaste?
_ Sí… Le pedí perdón y ella a mí…
_ Cuéntame cómo fue ese enfrentamiento…
_ Es que… No puedo…
_ ¿Por qué?
_ Porque no debo…
_ Sabes que en este espacio puedes hablar de lo que quieras sin que las demás hermanas se enteren… En este espacio las reglas monásticas quedan en la puerta… Así que si las hermanas te piden que no cuentes tal o cual cosa, debo decirte que solo están entorpeciendo el análisis…
_ No, no es que ellas no me permitan hablar. No es que no pueda hablar… Sino que no debí decir lo que dije…
_ ¿Qué dijiste?
_ No importa, ya me lo perdonó…
_ María… Noto que aquí hay una enorme represión… El hecho que no me lo puedas o no me lo quieras decir significa una negación… Es decir que eso que pasó te angustia de sobremanera y tu yo se está protegiendo no permitiéndote que lo expreses, quizás que lo recuerdes… Sin embargo, si no permites caminar con vos para llegar a lo más profundo, este análisis será en vano…
_ No entiendo…
_ ¿Viste que todos tenemos una especie de diablillo y un angelillo que nos susurran todo el tiempo?
_ Sí…
_ Bueno, al diablillo lo llamaremos Ello. Y al angelillo lo llamaremos Superyó. Y al que está en medio de esa discusión, quien tiene que decidir, lo llamaremos Yo; Que eres tú, en este caso… ¿Me sigues?
_ Creo que sí…
_ Bueno. Supongamos que el diablillo, el ellos, haya querido hacer algo malo. Algo con lo que el angelillo o superyó no estaría de acuerdo e igualmente lo hizo. El angelillo y el yo o tú, se distrajeron y el diablillo cometió su travesura. Luego, el ángel se dio cuenta de lo que el diablillo había hecho y se apresuró en esconderlo para que el yo o tú no lo supiera y no se entristeciera…
Tú, sabes lo que pasó pero tu angelillo no permite que lo saques a la luz porque te angustia y porque para él es algo malo… Sin embargo, tienes que dejarlo salir para que podamos tomar de una punta del ovillo e ir desenroscando hasta que conozcamos lo que de fondo te angustia… ¿Me entiendes?
_ Sí doctora…
_ Cuéntame… ¿Qué pasó cuando le contaste a Nazarena que te habías enamorado de alguien?
_ Me dijo que era normal que uno se enamorase…
_ ¿Eso te angustió?
_ Un poco…
_ ¿Por qué?
_ Porque no era normal la forma en que yo me enamoré…
__ ¿Por qué dices eso?
_ Porque Dios no lo quiere…
_ ¿Qué no quiere Dios?
_ Que pequemos…
_ ¿Cómo pecarías?
_ De muchas formas…
_ ¿Cómo estabas pecando tú en ese momento?
_ Yo… yo… Estaba enamorada, siendo una religiosa. Y estaba enamorada de alguien de quién no puedo enamorar…
_ ¿Quién es ese alguien?
_ Una persona consagrada…
_ ¿Un sacerdote?
_ No
_ ¿Un seminarista?
_ No…
_ ¿El obispo?
_ Tampoco…
_ ¿Una hermana?- Le dije, provocando que bajara la vista y rompiera en llanto.
_ No puedo, no puedo.- Insistió ahogada_ ¡No es natural!
Esperé que se calmara, los minutos pasaban y ella seguía sumergida en un mar de lágrimas incontenibles… Trataba de imaginar lo que era para una monja haberse enamorado de otra monja… Pero también me surgían millares de preguntas, era algo que me interesaba saber. Ella me estaba contando una historia fascinante y yo quería seguirla…
_ Entonces… ¿Le dijiste a Nazarena que estabas enamorada de una hermana?
_ Sí…
_ ¿Estás enamorada de ella?
_ Sí…
_ ¿Es eso lo que le contaste?
_ Sí…
_ ¿Se lo dijiste explícitamente?
_ Sí…
_ ¿Puedes contarme como sucedió todo? Respira, tranquila… Tómate tu tiempo…

Me encontré con Nazarena en la biblioteca, yo estoy más tiempo en la biblioteca que en la capilla. Me preguntó cómo me encontraba y le dije que bien… Insistió con que hace días que me veía un poco extraña, un poco decaída, un poco apagada. Sin embargo, yo le repetí que me encontraba bien, que sólo estaba un poco cansada porque me estaba costando dormir por las noches…
_ Necesito saber por qué estás así… Hace días que te veo triste. Y qué me digas que hace tiempo que no puedes dormir me preocupa aún más…
_ Hermana, perdóname. Pero un puedo decirte lo que me pasa… Es algo muy extraño que no sé reconocer…
_ ¿Algo cómo qué?
_ No sé…
_ María.- Dijo cerrando la puerta _ No te dejaré ir hasta que no te sientes y me cuentes lo que te sucede…
Me senté, no me quedó otra opción. Yo miraba los armatostes colmados de libros y el viejo ventilador que hacía un ruido espantoso mientras ella me miraba fijamente a los ojos. También se había sentado, estaba a mi frente y esperaba una explicación… Yo no dije nada, me quedé en silencio, ya sin mirar nada, temiendo que escuchara los latidos de mi corazón, pero aliviada de que el terrorífico sonido del ventilador cortara el silencio…
_ Te espero.- Me dijo, con una voz quedada, de esas que pocas veces en todos los años que la conocía había escuchado. Supe que estaba algo enfadada. Quizás por mi indiferencia…
_ Te lo diré rápido porque no sé de qué otra manera decirlo. Pero no me preguntes más… ¡Estoy enamorada!...- Escuché una especie de chistido, una risa cortada antes de escapar de los labios… y la miré fijamente… Sonreía y me miraba con dulzura tras sus grandes gafas, donde se reflejaba mi rostro desfigurado…
_ María… Es normal que eso ocurra ¿Quién no se enamoró alguna vez? Entiendo que te preocupe el hecho de que falta poco tiempo para que des tus votos solemnes y te molesten estas confusiones ahora… Pero sabes que puedes retrasar los votos si quieres… No te precipites…
Lo podemos ir hablando, si quieres buscamos tiempos más frecuentes para trabajarlo… Pero lo importante es que lo hagas tranquilamente. Sé que es difícil ganarle a la ansiedad y a la impaciencia; Pero es un trabajo que necesitamos hacer…
Ahora cuéntame… ¿El chico lo sabe?
_ No…
_ ¿Lo conoces de hace tiempo?
_ Sí, bastante…
_ ¿Yo lo conozco?
_ Sí…
_ Bueno, más allá de saber quién es… Quiero saber por qué te sientes mal con eso…
_ Primero, porque siento como si estuviese engañando a Dios…
_ Te entiendo, alguna vez lo sentí… y… ¿Y segundo?
_ Y segundo… Porque no es natural…
_ ¿No es natural? María, enamorarse es lo más natural que pueda existir…
_ ¡No! ¡No es natural, enamorarse así no es natural!
_ ¿Qué te sucede?
_ Nada…
_ María, me estás levantando la voz, estás alterada, estás diciendo que no es natural… ¿Qué es lo que no ves de natural?
_ ¡Te amo Nazarena! Te amo como jamás amé a nadie. Pero no te amo como una hermana, ni como amiga… Te amo, como si amara a un hombre… ¡Eso no es natural! Le dije aceleradamente mientras golpeaba la mesa y me ponía de pie para dirigirme a la puerta.
_ No se lo diremos a nadie… Eso queda aquí…- La escuché decirme cuando yo llegaba a la puerta, la miré un segundo y la vi con la mirada perdida y vidriosa, sus mejillas ruborizadas y un temblor en sus labios. Saber que estaba a punto de llorar, me destrozaba tanto como a ella. Y sin soportarlo más, di un portazo y me marché corriendo a mi celda; Ese era y es mi refugio…

Avicarlos
03/10/2012, 05:00
No hay para menos, despedirse de un portazo en lugar de con un beso a quien se ama, es un contrasentido. Lógico que necesitara a una siquiatra que la apaciguara.
Nada: Al próximo encuentro, le pide perdón, le da dos besos con intereses y un buen manoseo si hay correspondencia. ¡Ala!. Con lo buena que debe estar la hermanita..... jajajaja

Saludos de Avicarlos.

Neftis
03/10/2012, 07:52
Bueno ya por fin, se van aclarando las cosas. Es una situación imagino que muy dificil para las dos.

Veremos cómo llegan con el tiempo a manejar la situación.

Muy bueno el relato y por supuesto fuera de lo común.

AnaLauraM
04/10/2012, 03:07
_ Es fuerte lo que me cuentas María… Entiendo que te sientas así…- Le dije con mi expresión más empática. Ella lloraba frente a mí y sus manos temblaban. Se veía como una criatura desamparada, como un pollito mojado, totalmente desprotegido. _ ¿Cómo siguieron las cosas luego de ese día?
_ Nazarena casi no me dirigió la palabra después de ese día. Yo tampoco lo hice… Trataba de evitarla de todas las formas posibles…
_ ¿Qué más?
_ Empecé a temer que ella le contara a la madre lo que yo le había dicho… Esa sería una buena razón para que me expulsaran, creo…
_ ¿Por qué creías que ella le había contado lo sucedido a la madre cuando ella misma te dijo que eso no saldría de ustedes?
_ Porque un día me miró de una forma extraña. Cómo sintiéndose culpable pero a la vez culpándome. Era de esas miradas de despedida… Luego, durante la cena, la madre se acercó a mí para preguntarme como me encontraba. Me dijo que me había notado extraña y yo en ese momento relacioné todo… Ya podía escuchar el “Tendrás que irte María” y no lo podía concebir… ¡Esta es mi casa! No soporté la idea y ya no recuerdo más… Me desperté luego en mi celda…
_ ¿En ese momento te desmallaste?
_ Sí…
_ ¿Ahora qué piensas? ¿Crees que la madre lo sabe?
_ Sé que no lo sabe… Nazarena me dio a entender algo así como que nadie lo sabía el día que hablamos y nos reconciliamos…
_ ¿Cómo fue ese encuentro?
_ Ella me buscó por mi celda, yo estaba llorando como niño de pecho… Me dijo que lo sentía. Pero no pude dejar que me pidiera perdón; Entonces le dije que en realidad era yo la que había estado mal. Que había confundido las cosas y lamentaba lo sucedido.
_ ¿Ella que te dijo?
_ Que ella también se había puesto mal. Pero que le parecía que lo mejor era tratar de olvidar todo y hacer de cuenta que nada había sucedido. Que volvamos a ser como antes.
_ ¿Y cómo tomas eso?
_ Bien, creo… También me parece lo mejor…
_ ¿Qué hiciste cuando te dijo eso?
_ Nada, la abracé y lloré en su pecho. Me sentía una niña ********. Una púber que había confundido las cosas…
_ ¿Confundiste las cosas?
_ Sí, creo que sí…
_ ¿No estás enamorada de ella?
_ No, creo que no. Creo que fue todo una confusión…
_ Piensa en esto que me acabas de decir… ¿Cómo es posible que te hayas sentido tan enamorada de ella y de repente, ya no te suceda nada? Seguiremos trabajando en esto la próxima semana. Se nos acabó el tiempo…

once
04/10/2012, 04:57
UFF,y cuándo el ángel domina el yo no se convierte en demonio?tengo la manía de verlo siempre todo al revés,claro que el decorado no ayuda,demasiadas paredes!las puertas dicen si,no,si,no ,gracias!!!yo quiero que se.... ,ull!!el próximo capítulo promete!!!!Saluditos Analaura.

Avicarlos
04/10/2012, 05:02
Esta psicóloga está hurgando la llaga de la pobre María. ¿Será sádica?. jajaja

Un abrazo AnaLauraM, de Avicarlos.

AnaLauraM
04/10/2012, 08:49
UFF,y cuándo el ángel domina el yo no se convierte en demonio?tengo la manía de verlo siempre todo al revés,claro que el decorado no ayuda,demasiadas paredes!las puertas dicen si,no,si,no ,gracias!!!yo quiero que se.... ,ull!!el próximo capítulo promete!!!!Saluditos Analaura.

Bueno once, cuando el ángel (Superyó) domina, la persona entra en un círculo de muchísima represión. Porque el yo sólo estaría trabajando o sólo estaría intercediendo entre el superyó y la realidad exterior; Olvidando al ello, que es de donde nacen las pulsiones. En ese caso, existiría algo muy angustiante que permanece inconsciente. Esto del yo, del superyó y ello, es pura energía. Para mantener algo reprimido la persona necesita investir de energía una pulsión y enviarla al inconciente, pero a sí mismo esa pulsión que permanece inconsciente, será cargada de energía por el ellos, y permanecerá buscando otra pulsión para contrainvestirse e intentar resurgir consciente.
Por otro lado, la persona tampoco puede ser puro ello (diablillo), pura pulsión; No es sano que todas las pulsiones (de vida y de muerte= resurjan conscientes sin angustiar al yo, en ese caso estaríamos hablando de una psicosis...
Lo ideal es que exista un equilibrio... Que el yo interceda entre el superyó, el ellos y la realidad externa...

Un abrazo once y gracias por leer!!

once
04/10/2012, 10:43
Waowww!!! Creo que lo he entendido!!pero solo creo, jejeje!!o lo quiero creer!!!¡bueno me lo voy a pensar,necesito una puerta!!11.

Neftis
04/10/2012, 12:19
Waowww!!! Creo que lo he entendido!!pero solo creo, jejeje!!o lo quiero creer!!!¡bueno me lo voy a pensar,necesito una puerta!!11.

Si once yo tambien necesito no, una puerta, sino dos, para poder huir si es necesario.
Es muy complicada la mente humana. Y en este caso en concreto, me da la sensación de un rio que se sale de cauce.

Estoy intrigada en saber cómo se va a resolver. Desde luego te felicito porque es un relato excelente.

AnaLauraM
05/10/2012, 03:33
Capítulo V

El tiempo pasó, y renovó todo dejando un ambiente muy ameno. Las cosas, habían retomado el curso que tomaron desde un principio y a simple vista, no se encontraba inconveniente.
María, había progresado en su análisis. Al fin, había podido aceptar su inclinación sexual, a pesar de no ejercerla; Logró entender que era algo que iba más allá de lo que nos gustara o no, de lo que quisiéramos o no. Supo entender que no era una enfermedad ni un problema psicológico, sino solo una opción inconsciente. Y a partir de entonces, se fue sintiendo más libre, más liviana porque se iba despojando de culpas.
Nadie más, fuera de mí, sabía de esto. Ella no se atrevía a contárselo a las demás hermanas, consideraba, además, que era un acto innecesario y que traería tensiones nuevamente. La Iglesia no estaba preparada para escuchar que una de sus hijas era lesbiana. Nazarena, aparentemente pudo olvidar el tan catastrófico suceso de aquella tarde en la biblioteca y su relación con María no variaba de aquella que habían establecido mucho tiempo antes.
Yo, de vez en cuando hablaba con la superiora y le contaba de los progresos de María. Le contaba, sobretodo, cuan desinhibida la veía considerándolo como algo totalmente bueno, trataba de no dar más información que la explícita a pesar de que ella me presionase un poco para que le contara más…
Esta tarde de Viernes, cómo todas las demás, llegué puntual al convento. María, ya había preparado el lugar para recibirme. Últimamente hacíamos terapia en una casita contigua al convento, donde solían hospedarse los frailes y cómo la misma María me contó, ella también se había hospedado allí cuando hacía discernimiento. Todo ese cambio, no fue por otra cosa más que por mi enardecido vicio… Entre las sesiones, a veces, tan fuertes, y el ambiente a inmaculado me producían deseos casi incontrolables de fumar, los cuáles pude contener durante algunas sesiones, hasta que el cigarrillo decidió por mí…
_ ¿Cómo estás?
_ Bien, bastante bien…
_ ¿Cómo siguen las cosas?
_ Bien, dentro de todo… Aunque noto un poco extraña a Nazarena…
_ ¿Por qué?
_ No sabría decirte por qué… Pero he notado que no me puede sostener la mirada, a veces pareciera que escapa, casi no me confronta, me habla lo justo y lo necesario… No tomó un carácter hostil, tomo un carácter más indiferente.
_ ¿No será que es algo que vos crees o imaginas?
_ No, porque Naty también se dio cuenta. Y me preguntó si habíamos discutido con Nazarena… Le respondí que no, que no sabía que le sucedía…
_ Bien…
_ ¿Qué piensas de eso?
_ No lo sé. Quizás se acordó de aquella vez… Cuando le dije…
_ Quizás…
_ ¿Qué más has notado en ella?
_ Nada más, creo…
_ ¿Sólo contigo se comporta así o con todas?
_ A veces siento que sólo conmigo… Pero anoche, por ejemplo, me llamó la atención que luego de cenar, se levantara de la mesa antes que todas. Evitando a todas y sin siquiera comentarle nada a la superiora se fue. Supongo que se fue a su celda…
_ ¿Eso que te da a pensar?
_ Que está mal por algo de la comunidad. O hay algo que le quiere esconder a la comunidad. Sin embargo, es más elocuente cuando se esconde y pasa sus días con cara de perro hambriento… Se nota que le pasa algo, se nota mucho…
_ Cómo se te notaba a vos…
_ Sí…
_ ¿Le sucederá lo mismo? ¿A vos qué te parece?
_ ¿Me estás preguntando si… Si creo que ella también tiene problemas con su identidad sexual?
_ Sí.
_ No… No, ella es heterosexual. Estoy segura de eso.
_ ¿Cómo lo sabes?
_ Porque antes de ingresar aquí estuvo de novia con un muchacho durante seis años aproximadamente.
_ ¿Eso la hace heterosexual?
_ Sí…
_ ¿Vos algunas vez estuviste con una mujer?
_ No…
_ Sin embargo, pudimos descubrir que eres homosexual. ¿O no?
_ Sí…
_ ¿Aún así te parece que aquellos con quienes estamos o estuvimos definen por completo e irreversiblemente nuestra identidad sexual?
_ Bueno, quizás en eso tenga razón…
_ ¿Te gustaría que Nazarena fuese homosexual?
_ No lo sé, de todas formas no puedo estar con ella… Es como si se estableciera el tabú del incesto. De una u otra manera somos hermanas…
_ Entiendo… ¿Te angustió lo que te pregunté?
_ No, no me angustio… Sólo me inquietó un poco. Me resulta difícil imaginar que Nazarena pueda ser homosexual, me resulta casi imposible…
_ Está bien… Bueno, te veo muy bien. Espero que sigas así…
_ Gracias.
_ ¿Dejamos aquí?
_ Está bien…
Camino a mi consultorio pensé en Nazarena, pocas veces había interactuado con ella pero me parecía una mujer muy respetable pero a la vez muy jovial pero lo que más me llamaba la atención es que por alguna razón yo sentía que ella también tenía problemas con su definición sexual.
Recordé luego mis pensamientos de juventud, esos que se inclinaban a pensar que los consagrados elegían esa forma de vida por ser homosexuales y no aceptarlo, por alguna frustración o por pura represión. Y me dispuse a dejar de prejuzgar. Recordé lo que le había preguntado a María y por un momento sentí que esas preguntas habían estado fuera de lugar. Quizás ahora ella se hiciese toda una fantasía con Nazarena, mientras Nazarena se encontrara mal por otra cosa… Pero ya no había nada para remediar. A la siguiente semana me enteraría nuevamente del cauce de la historia…

Caracolamarina
05/10/2012, 07:43
Una clase de analísis de las tres formas que se supone tenemos...El Super yo...el yo adulto y el niño.
Interesante el planteo...dedicado a hacer que lo entendamos, a nivel espiritual y consciente.

Las pulsiones, son parte de lo que nuestro ""diablillo interior"" ...nos ""manda "" a veces...y no son fáciles de ""resistir"".

Por eje: La pulsión de los adictos en recuperación...tienen que ser...""resistidas"" pero a veces, querer no es poder...( esto lo dicen varios Drs expertos en el tema. ...) Bue..me fui del tema, Squiusmi..squiusmi..

Un relato que se pone apasionante.

Neftis
05/10/2012, 12:52
Si, es un relato apasionante e inquietante, por el tema que toca.

Muy bien explicado por cierto, felicidades AnaLauraM

AnaLauraM
05/10/2012, 23:02
La vi llegar con una sonrisa enorme, después de unos cuantos meses sin terapia. Me sorprendió la soltura que tenía. Me había esperado en el lugar de costumbre y hasta me pidió una pitada cuando encendí el cigarrillo, aún un poco sorprendida le ofrecí uno completo, a lo que se negó, diciendo que luego le llamarían el atención si le sentían el característico olor del cigarrillo tan impregnado. Se sentó, cruzó la pierna y miró al techo conservando cierta sonrisa pícara...

_ Bueno... Tú dirás. Hace mucho que no hablamos y te veo distinta. Hasta más contenta.... Pero primero que nada ¿Por qué tanto tiempo sin terapia?´
_ Bueno… Pasa que en este tiempo estuvimos preparando las fiestas de los 800 años de la orden y tuvimos un viaje un encuentro con otros consagrados; Para poder hacer ese viaje tuvimos que trabajar el doble o el triple de lo que acostumbramos. Viajamos cuatro hermanas. La madre, Nazarena, Cristina y yo.
_ ¿Cómo te fue?
_ Bien…
_ Imagino que estás contenta por todo eso…
_ Sí, pero no… Hay otra cosa más importante…
_ A ver…
_ Casi un mes después de nuestra última sesión, el ambiente no daba más; Estaba muy denso y por supuesto que resultaba evidente.
Yo, desde hace un tiempo me encargo exclusivamente de la biblioteca, así que paso la mayor parte de mi tiempo allí y salgo sólo para hacer las labores comunes, las oraciones, para comer y descansar. Además es un gran punto de chismerío silencioso por decir de alguna manera, porque una con sólo revisar los libros que llevan las hermanas ya pueden imaginar qué las inquieta…

Yo notaba que Nazarena, a pesar de evitarme, tenía algo para decirme. Son esas sensaciones que uno descubre en las miradas, en los tiempos, en los miles de amagues por decir algo pero que quedan sólo en eso. Me imaginé que cómo ella daba tantas vueltas debía “guardar” algo importante o algo que la avergonzaba o entristecía, no estaba totalmente segura pero podía entrever que iba por ese lado. Un día la encontré husmeando entre los libros y guiada por el sector en qué buscaba ¿Tienes el corazón roto? Le bromeé. Se sonrojó al mismo tiempo que intentó esbozar una sonrisa.
Supe que estaba incómoda y la dejé tranquila un momento, mientras pensaba exactamente en qué le iba a decir o cómo le preguntaría qué le sucedía, para que no me dijera como miles de veces antes que no le sucedía nada. Y consideré que la mejor forma era ser directa, desestructurarla, tomarla de sorpresa.

_ Dime lo que tienes para decirme.-Murmuré cuando anotaba el código del libro en el acta. Se tornó aún más nerviosa y el rostro le estallaba en un rosa que le sentaba precioso.
_ ¿Cómo sigue tu análisis?
_ Bien, hace tiempo que no hablo con la licenciada, pero bien….
_ Y… ¿Y recuerdas lo que me dijiste hace mucho?
_ Sí… ¿Eso te tiene mal?
_ No… Sólo quería preguntarte cómo lo resolviste…
_ ¿Segura que quieres que lo responda?
_ Sí, creo que sí…
_ Bueno… Soy homosexual. Me gustan las mujeres; Eso es definitivo, eso es seguro. Pero a su vez, inhibí la pulsión sexual… O más bien, la sublimé.
_ ¿Qué es sublimar?
_ Es cuando uno se dedica a tareas más altas o sublimes en vez de preocuparse por un amor terreno que nos corresponda… Yo me dediqué mucho más a la oración, a estar aquí y a los demás trabajos ¡y la mejor parte es que me hayan dado mi espacio para pintar!- Le comenté con cierta euforia y un toque de humor, intentando flexibilizar el ambiente. Mientas la miraba fijamente, recordé lo que tú me habías planteado y trataba de descifrar, a pesar de mi negación, si ella tenía una duda respecto a su sexualidad.
_ Pero… ¿Pero tu aún sientes eso?
Su pregunta me dejó atónita. Yo aún seguía sintiendo algo por ella pero no quería asustarla ni que se alejara más. Sin embargo, si le decía que no y ella tuviese otras intenciones, tampoco quería perder una oportunidad si es que existía alguna… Lo pensé un momento. _ No lo sé. Sólo sé que sublimo y todo eso es inconsciente…
_ Porque… Porque yo… Decía quedadamente, cómo si le costase sacar las palabras. Yo seguía mirándola; El corazón me galopaba y trataba de controlarme, necesitaba ser objetiva pero mis sentimientos me jugaban una mala pasada. Luchaba contra ellos cuando de repente sentí que sus dedos rozaron apenas mi mano, levantó la vista y sus ojos brillaban de una forma alucinante, contenía las rebeldes lágrimas pero a su vez, decían mucho más, lo decían de una forma muy clara… Se veía hermosa, más hermosa que nunca. Y luego de pensarlo por un segundo, me acerqué a sus labios, invadí su soledad y la abracé como hace tiempo deseaba hacerlo; Ella lloraba y yo sonreía… A mí no me importaba que ella llorase, al contrario, me emocionaba. Sentía que su llanto no era de angustia.
Un beso, que de a poco se cargaba de pasión, se adornaba con mil caricias y una dulzura inexplicable. Era el momento del no retorno. No importaba lo que luego sucediera, no importaba lo que fuimos, ni los votos ni el hábito. Importaba, sólo que en ese momento la amaba y sentía que ella también me quería.
_ Te quiero. – Le susurré, sellándolo con otro beso.
_ Yo también te quiero.- Me dijo en una mezcla de llanto risa. Sus ojos mojados se contrastaban con su iluminada sonrisa… Y en medio de ese ambiente casi empalagoso, el sonido de una cerradura abriéndose nos advirtió. Y en un instante, Nazarena tomó su libro y se dirigió a la puerta, encontrándose en el camino a María Esther, mientras yo simulaba estar revisando el acta. La hermana me preguntó algo sobre un libro y no estoy segura de lo que le respondí. Sólo podía pensar en Nazarena…

Avicarlos
06/10/2012, 06:27
Uf. Vaya peso se me quitó de encima. Al fin las cosas claras y el chocolate espeso. A partir de ahora todo será camino de rosas, o ¿no?. jajajaja

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
06/10/2012, 08:06
Pues si, por fin están las cartas boca arriba.

Ahora nos queda por saber cómo lo van a solucionar.Imagino no va a ser nada fácil, descubrir sus sentimientos ante toda la comunidad.

AnaLauraM
07/10/2012, 03:40
_ Realmente me sorprendiste María.-Le dije mientras observaba su rostro tan atravesado por el enamoramiento… _No pensé que en tan poco tiempo podrías evolucionar tanto. O te atrevieras a tanto. ¿Te das cuenta del gran paso que diste?
_ Creo que sí…
_ Ahora dime… ¿En qué quedaron con Nazarena?
_ Pues nada, y a la vez todo…
_ ¿Cómo es eso?
_ Aquí, no podemos hacer nada. Pero de todas formas nos las ingeniamos. Yo estoy dispuesta a todo por ella, ella es lo único que me importa. Estoy dispuesta a dejar los hábitos por ella. Sin embargo, creo que ella nunca tendrá el valor de hacerlo. Sobre todo por el peso del ¿Qué dirán?
_ Es muy fuerte lo que me estás diciendo… ¿Por qué entraste tú aquí? Porque respecto a lo que recién me dijiste, me das a entender que tu profesión solemne tanto como la postura de la Iglesia no te importan demasiado…
_ Sí me importan… Pero, es la primera vez que me enamoro así… Y si esto es verdaderamente amor, no voy a dejar que se me escape tan fácilmente de las manos…
_ Está bien… Pero dime… ¿Qué pensaste respecto a esto?
_ ¿En qué sentido?
_ ¿Cómo lo vives? ¿Cómo lo vive ella? ¿Qué harás o qué harán?
_ Yo lo vivo plenamente, ella lo vive ambivalentemente. Por rato se siente espléndida y por rato siente mucha culpa… Y es lógico, la entiendo. La única razón por la que yo no siento culpa es porque tengo la certeza de amarla de una manera muy pura… Pero creo que ella aún tiene que superar el hecho de que no siempre lo más normal o más natural es lo que nos colma verdaderamente, o que nos hace sentir realizados.
_ ¿Te imaginas haciendo el amor con ella?
_ No quiero imaginarlo, quiero vivirlo…
_ Buena respuesta. Pero me refiero a que si crees que llegado el momento, podrás hacerlo o te invadirán las imágenes de que es, o fue tu formadora, u otras cosas, no sé…
_ Sinceramente, no lo sé… No vivo pensando en eso. Me gustaría hacerlo con ella, es verdad y lógico. Sin embargo, no es algo que tenga en mente todo el tiempo. Creo, por otro lado, que si lo tuviese en mente permanentemente la presionaría a ella para que me satisficiera, cuando me imagino que a ella le costará dar ese paso…
_ ¿A ti no te costará?
_ Me niego a admitirlo, pero quizás también me cueste un poco. Quizás por eso no quiero pensarlo demasiado.
_ Claro, es así…
_ Aunque hace unos días. Mientas intentaba dormirme, y digo intentaba porque me resultaba casi imposible sólo podía pensar en ella. Me levanté y caminé en puntas de pié hasta su celda. No sabía si llamar a su celda o hablarla tras la puerta… No era normal que una religiosa se levante a la madrugada a hablar a otra. Di una vuelta, por la zona del patio y me fijé que su ventana estaba abierta, el verano se acercaba. Me asomé a su ventana y suavemente le pregunté si dormía…
Y cuando me estaba resignado e iba a marcharme, una voz me contestó que aún permanecía despierta; Cuando me abrió, me quedé mirándola, ambas nos mirábamos sin hacer ningún movimiento, sin decir nada.
_ Perdón por interrumpir tu sueño.- Atiné a decirle. No sé me ocurría otra cosa, y por alguna razón me sentía nerviosa.
_ No me interrumpiste. Yo tampoco podía dormir…
_ Te amo…
_ Yo también te amo.- Me dijo suavemente, mientras me tomaba las manos. La miré unos segundos, nunca antes había visto su cabello suelto, ni mucho menos despeinado. La besé, mientas la rodeaba con mis brazos.
_ No podemos quedarnos aquí… Tienes dos opciones, o entras o te vas…
_ Prefiero quedarme un momento más…
Nos sentamos en su cama, y hablamos durante gran parte de la noche… Le pregunté cómo se sentía y me contó que cuando estaba conmigo se sentía fantástica. Pero en algunos momentos, cuando se tenía que enfrentar a la realidad monástica se sentía llena de culpa… Le pedí que me diera su opinión respecto a qué haríamos en adelante, le dije que yo estaba dispuesta a todo por ella; que realmente la amaba y ella me contestó que no estaba segura; Si bien tenía la certeza de amarme, no tenía la certeza de querer abandonar aún el convento. Lo cual entendí, lleva toda una vida viviendo aquí y su cargo es importante…
Sin embargo, me preocupaba bastante el hecho de cómo llevaríamos las cosas, pensaba que en algún momento el resto de las hermanas se darían cuenta. Quizás Naty fuese la primera en darse cuenta de ello y realmente, no me gusta la idea que estar ocultando algo para siempre, no me gusta llevar una doble vida…
Nazarena, me dijo también que le diese tiempo para decidirse… Que no iba a dejarme pero necesitaba tiempo para considerar si podría abandonar el convento. Pero que de todas formas, no quería perderme… Eso me sonó a “No dejaré el convento, tú quédate conmigo. Finjamos ser monjas fieles pero no te alejes de mí”.
_ ¿Y qué piensas sobre eso?
_ Que no me conforma.
_ ¿Entonces?
_ La esperaré un tiempo más, luego decidiré yo también.
_Me parece bien.

AnaLauraM
07/10/2012, 15:13
D?ch thu?t Ph?m L? Gia up cho bác, chúc bác bán d?t hÃ*ng.

Conseguí esta traducción: D? Sólo ingreso? Ph T? L M? Gia para su padre ¡c º c ¡c ¡señora nd? T ha * ng.

Aún así, no sé que significa...

Avicarlos
07/10/2012, 15:31
Conseguí esta traducción: D? Sólo ingreso? Ph T? L M? Gia para su padre ¡c º c ¡c ¡señora nd? T ha * ng.

Aún así, no sé que significa...

Un troll. Una gracia difícil de entender. O están en una órbita intelectual muy superior a la de los colegas foreros, o le falta ingenio para seguir una conversación normal. jajajajaja

AnaLauraM
09/10/2012, 03:32
Capítulo VI

No estaba segura si recordar tantas cosas me resultaba bálsamo o infierno. Por lo menos me permitía vivir lo belleza del principio de una relación que ahora se desmoronaba… A veces, creía que si hubiésemos continuado en el convento, ella seguiría empapada de la vida a la que estaba acostumbrada pero a su vez, tendría mi cariño en todo momento… Ahora, quizás se sentía desolada, con una pareja que a menudo la abandonaba por su trabajo y que llevaba un bolso lleno de psicofármacos.
Me pasaba el día pensando en la forma de reconquistarla… Pero al llegar la noche, y compartir la mesa y la cama con ella, me daba cuenta que cada vez estaba más fría y distante. Cada vez más inapetente, cada vez menos libidinosa, cada vez más cansada, cada vez con más reuniones temprano por la mañana…
Esta tarde, como pocas veces, ella se demoraba en llegar y yo comenzaba a preocuparme, sobretodo porque no atendía mis llamadas ni contestaba mis mensajes. Traté de convencerme que estaba en una reunión y preparé la cena. Quería sorprenderla, halagarla; Demostrarle de alguna forma que yo estaba sólo para ella y cuando faltaban tan sólo unos minutos para que todo estuviese listo el timbre sonó. Me llamó la atención, no podía ser ella, pues ella tenía sus llaves.
Abrí, y me encontré con la sorpresa… Era ella.
_ ¿Cómo estás cariño? ¿Qué te sucedió? Te estuve llamando… Le pregunté lo más tiernamente posible mientras intentaba darle un beso.
_ Sí… Recién vi el arsenal de llamadas y mensajes…
_ Te he preparado la cena… Espero que quieras cenar conmigo hoy…
_ Sí, gracias…
_ Dime… ¿Cómo estuvo tu día?
_ Bien, tuve un par de reuniones. Un cúmulo de reprendidas del jefe. Y por la tarde fui a visitar a las hermanas…
_ ¿Sí? ¿Qué es de ellas?
_ Igual que siempre… La madre ya está un poco vieja… Naty es ahora la maestra de novicias…
_ ¡Naty! Naty… naty… ¡Cómo la extraño a veces!
_ Sí, yo también… A todas en realidad…
_ Cariño… ¿Tú extrañas esa vida? Le pregunté con cierto dolor tomándola de la mano y dirigiéndola al living, para poder sentarnos.
_ Un poco…
_ Pero… Dime la verdad… Dime la verdad aunque duela… ¿Te sientes bien conmigo o te arrepentiste de esto?
_ No… No me arrepentí… Tú sabes que te amo. Pero no lo sé, las cosas han cambiado mucho. Tú ya no eres la misma…
_ Nazarena… Mírame… Tú eres lo que más amé en mi vida. Y no creo poder amar a nadie más como te amo a ti…- Tomé su mano y la besé en ella. _Yo… Yo quiero que seas feliz. No me gusta verte triste ni decaída, ni mucho menos asfixiada, por eso, si estas cansada de esta vida o si añoras demasiado la vida que teníamos antes yo te apoyaré. Me dolerá, pero más me duele verte aprisionada…
Me abrazó como hace tiempo no lo hacía y lloró en mi hombro, su llanto y su abrazo me decían que aceptaría lo que le estaba proponiendo y el corazón se me partía, se me desintegraba como arena, pensaba que ese sería el último abrazo y quería vivirlo como el primero, así de intenso, así de romántico, así de indeleble. Y al fin, levantó la cabeza, sus ojos estaban rojos pero tenían un brillo particular, un brillo que no había visto antes. _Te amo.- Me dijo. _ No voy a irme de ti. No voy a dejarte… No puedo dejarte, te amo demasiado…- La abracé nuevamente y esta vez nos perdimos en un beso. No sabía que había provocado el cambio, pero me gustaba que hubiese regresado esa Nazarena apasionada y enamorada de la vida que alguna vez había conocido…

_ Al fin pude contarles a las hermanas de lo nuestro. – Comentó mientras cenábamos. Yo la miré asombrada, nunca me hubiese esperado tal noticia…
_ ¿Qué dijeron?
_ Se sorprendieron… La madre intentó explicarme que quizás era un artilugio del demonio para lograr que dos almas tan bellas se perdieran. Sin embargo, les dije que nos amábamos de verdad. Que no podía entender como un amor tan puro estuviese prohibido o Dios no lo bendijera.-
Por un segundo pensé que alguien me había cambiado a mi novia. Hasta tuve el impulso de preguntar ¿Quién eres y qué hiciste con Nazarena? Pero pensé que el chiste le podría caer mal y romper el bello ambiente que se había creado.
_ A mí también me sorprendes cariño…
_ ¿por qué?
_ Porque no pensé que un día se lo fueses a contar a las hermanas, mucho menos tu solita… Mucho menos, que la enfrentases así a la madre…
_ ¿Sabes cuál fue la mejor parte?
_ ¿Cuál?
_ Al despedirme, Naty se acercó y me dijo… “Ya lo intuía, quizás siempre lo intuí pero nunca le presté atención. Me alegro por ustedes. Sé que lo de ustedes es un amor verdaderamente puro, como los hay pocos… Sigan adelante y dile a María que por estos lados no mordemos”
Me reí de su ocurrencia, casi podía ver los gestos de Naty mientras Nazarena me contaba. Era verdad, hacía años que no las visitaba. Luego de marcharme, nunca tuve el valor de regresar…
_ Ahora entiendo…
_ ¿Ahora entiendes qué?
_ Recordé una vez que Naty me miraba de una forma extraña… Supongo que ya intuía lo que nos pasaba… O más bien, lo que a mí me pasaba contigo porque en ese entonces aún no te había dicho nada…


A pesar de la hora el calor no descendía, un viento cálido entró por la ventana de la habitación y decidí cerrarla y poner en marcha el aire acondicionado, mientras miraba a través del vidrio la ciudad que cada día parecía más grande, más llena de gente, más iluminada y sobretodo más ruidoso. Miré el hotel del frente, recordé que la segunda vez que había visitado la ciudad me había alojado allí, tendría unos dieciséis o diecisiete años, ya habían pasado unos quince años de eso y hace más de cinco años que habían abandonado el convento.

_ ¿Estás cansada?
_ No, ¿Por qué? Le respondí sin darme vuelta.
_ Porque yo aún tengo energía… Me respondió con la inconfundible voz de gato que fingía cuando estaba dispuesta a amar… La vi parada a la orilla de la cama, semidesnuda cubierta de una bata azul traslúcida, con el cabello suelto y mirándome intensamente… _ ¿Te quedarás allí parada, tan sólo mirándome?- Me dijo irónicamente. Y ya no pude atar por más tiempo, mis deseos de devorarla.
Tenía un perfume nuevo, un aroma exótico pero encantador; Ella era toda encantadora y al hacer el amor, sus dulces palabras y gemidos eran capaces de llevarme a otro mundo, a un estado divino. Besaba su cuerpo, mientras ella descansaba sobre la cama y me susurraba mil delicias que me provocaban ternura y excitación, la amaba suavemente, despacio, disfrutando cada segundo que parecía eterno hasta que juntas logramos abrazar el universo en nuestros cuerpos cansados, pero jamás agotados de amor…

Avicarlos
09/10/2012, 05:32
Parece esto un final feliz, AnaLauraM, o ¿me equivoco?.

Un abrazo de Avicarlos.

Neftis
09/10/2012, 07:06
Me ha gustado sobre todo la manera tan delicada que has descrito, la pasión entre ellas dos.

Por lo demás también estoy a la espera de ver cómo continuará esta relación.

AnaLauraM
10/10/2012, 10:12
No, avicarlos, este no es el final... Aún falta bastante relato, falta (según mi punto de vista) la mejor parte, o más bien, la parte de la historia que apostará a mucho más...

Saludos a todos, gracias por leer hasta aquí. Y sigan leyendo, que yo seguiré escribiendo!! :p

Nómada
10/10/2012, 10:41
saludos, normalmente el trabajo no me da tiempo de disfrutar las cosas agradables de la vida, un rato de música, leer un buen libro o compartir con la familia y viajar, eso último me gusta mucho, pero te has ganado otro lector, de verdad describes las imágenes de tal forma que las puedo percibir como un a película y tratar de imaginar en que termina

AnaLauraM
14/10/2012, 05:20
Al fin, la universidad me soltó del cuello jaja. Ahora continuaré con este relato. Saludos a todos!

--- Mensaje agregado ---

_ Me alegra que las cosas se arreglaran, María…
_ Yo también…
_ ¿Y cómo será tu proceder a partir de ahora?
_ Supongo que equilibraré… Supongo que el arte pasará a ser un pasatiempo. Y mi trabajo, será mi trabajo no mi forma de vida…
_ Tenemos un trabajo complicado…
_ Es verdad… Es inevitable que abrace nuestras vidas…
_ Sí…
_ He estado pensando en pedirle matrimonio a Nazarena…
_ ¿Cómo te hace sentir eso?
_ Bien, supongo. Sé que ella es lo único que quiero para mi vida y que no quiero perderla nunca… Espero que lo acepte…
_ ¿Tienes miedo?
_ Temo que se asuste… Pero por otro lado, lo que me dijo el otro día me anima a desafiar mis miedos y luchar contra todo por ella. El hecho de que les haya contado a las monjas, por ejemplo, habla de que al fin está asumiendo lo que es, lo que siente, lo que tiene…
_ Sí, es así… Pero aquí estamos hablando de ti…
_ Lo sé… En definitiva, temo que ella no acepte mi propuesta, temo ahogarla. Pero a la vez, creo que mis distancias marcan sus distancias, creo que ella quiere que esté sólo para ella y eso me parece fantástico…
_ ¿Segura?
_ Sí, totalmente… Es verdad que también amo las cosas que hago. Pero nunca he amado a nada ni a nadie como la amo a ella. Si ella se va, me muero, natural o producido pero me muero…
_ Entiendo… Eres Narcisista, melancólica…
_ Sí…
_ ¿Quieres que hablemos sobre eso?
_ No, quiero que hablemos sobre un paciente que me está dando problemas…
_ A ver…
_ Es obsesivo, tiene personalidad límite y está haciendo una transferencia muy fuerte. Hace varias sesiones que el único tema del que puede hablar es de que está enamorado de mí…
_ ¿Qué más?
_ Creo que ha averiguado muchas cosas de mí. Por ejemplo, donde vivo, cual es mi coche, los horarios de ingreso y salida de casa o del consultorio…
_ ¿Por qué lo supones?
_ El otro día, regresaba de hacer unas compras y lo vi rondando por el vecindario. Días después, cuando salí a correr por el parque lo encontré allí, estaba sentado en un banco, en una de las partes más solitarias del parque; En ese momento me dio miedo…
_ ¿Qué hiciste?
_ Seguí corriendo…
_ ¿Sabe que lo viste?
_ Supongo que sí, a pesar de que no le haya dicho nada en ese momento… El otro día, cuando Nazarena no regresaba yo empecé a preocuparme; Pensé fugazmente que quizás él la hubiese perseguido o le hubiese hecho algo… Luego, cuando llegó me volvió el alma al cuerpo… Y esa misma noche, cuando miraba por la ventana trataba de buscar si él aún rondaba o ya se había marchado…
_ ¿La noche en que se reconciliaron con Nazarena?
_ Sí…
_ Te da problemas sólo por el acoso o también te da problemas en el análisis…
_ No podemos avanzar en el análisis porque la terapia para él ha dejado de ser una sesión de análisis y ha pasado a ser una especie de cita… Intenta seducirme, me hace regalos, me envía flores, hasta ha intentando besarme… He pensado en derivarlo a un psiquiatra…
_ ¿Por qué no lo haces?
_ Porque los psiquiatras que conozco intervienen directamente con la internación, aunque sea por un tiempo breve…
_ ¿Y?
_ Y yo no estoy de acuerdo con la internación en todos los casos. Creo que este hombre estaría bien con la correspondiente medicación.
_ ¿Te gusta?
_ ¿Perdón?
_ ¿Él te gusta?
_ No, en lo absoluto. ¿Por qué?
_ Porque estás poniendo muchas trabas al sugerir que lo derives a otro profesional…
_ Temo que si lo derivo su obsesión cobre mucha más fuerza…
_ Estará medicado, ¿no?
_ Supuestamente. Pero necesito saber su evolución. Necesito que retire la transferencia…
_ Ajam…
_ ¿Qué estás pensando?
_ Continúa…
_ No puedo deshacerme de un paciente como si se tratase de un envase descartable… No está en mis códigos. Puedo derivarlo, pero también ha de continuar el análisis conmigo… Sólo espero que podamos lograr que retire esa transferencia tan extrema que nos mantiene empantanados…
_ Bueno María… No tenemos más tiempo. Durante la semana te llamo.
_ Perfecto, hasta luego.

La noche había caído sin hacerse notar, de a poco los autos iban abandonando el centro de la ciudad y las luces de las farolas formaban caminos y figuras… Subió al ascensor y se apoyó en las paredes luego de indicar el piso. Los zapatos le estrangulaban los pies y el abrigo le resultaba como abrazar un oso en pleno verano, esa mañana había tenido aspecto de mañana fría, pero esa sensación se retiró al poco tiempo dejando a todo el mundo con el abrigo de sobra.
Entró al departamento y todo se encontraba en penumbras, sólo se escuchaba el tv encendido. Colgó el abrigo en el perchero, pensando en que Nazarena no había preparado nada para cenar y ella moría de hambre… Abrió la puerta de la habitación y para su sorpresa no había nadie, sólo ropa tendida sobre la cama, empezó a asustarse cuando la puerta del baño se abrió y nazarena apareció envuelta por una toalla.
_ ¿Qué te parece si hoy salimos a cenar cariño?
_ ¿Lo dices en serio?
_ Si mi vida… ¿O prefieres otra cosa? Le dijo mientras la abrazaba por la cintura y besaba su cuello.
_ Estoy muy cansada, los pies me matan… Pero si quieres, deja que me duche y salimos. ¿Te parece?
_ Está bien cariño, pero no te tardes. He reservado una mesa en tu restaurante favorito…
_ ¿De veras?
_ Por supuesto…
_ Eres un amor de persona…

Llegaron y un mozo vestido de negro y rojo les indicó una mesa apartada. Una cortina de Charlie Parker le daba un toque sensual al maravilloso lugar de luces bajas, lámparas extravagantes y platos exóticos…
_Summertime… ¿Sabes que me sugiere?
_ Dime…
_ Hacerte el amor por cada segundo de esta hermosa noche… Le susurró escabulléndose entre sus cabellos perfumados.
Nazarena sonrió y su mirada pícara se volvió hacia ella… _Guarda energías para la vuelta a casa, cariño…
_Está bien, si tu lo dices… Reprimiré mis pulsiones por un momento, pero tan sólo por un momento…
Ambas rieron mientras se sentaban y abrían la carta para elegir algún plato.
_Mira.- Le dijo Nazarena señalando por la ventana.
_ ¿Qué?
_ Esa carriola…
_ ¿Qué tiene?
_ ¡Pues un bebé! ¿Qué más puede tener?
_Ah…
_ ¿No te enternece?
_ Sí, quizás…
_ A veces quiero uno…
_ ¿Qué quieres un bebé?
_ Sí, a veces me dan deseos de ser madre…
_ Quizás un perro pueda suplir esa necesidad…
_ ¿¡Pero qué dices maría!?
_ Perdóname… Es que a mí me resulta un poco temeroso…
_ ¿Por qué?
_ No lo sé… Supongo que no tuve la mejor experiencia como hija y temo repetir los errores de mi madre…
_ Pero no es seguro que pase eso… Además tú estudiaste… Tú sabes cómo tratar…
_ Sé cómo tratar a mis pacientes, mi inconsciente es mucho más difícil… Sin embargo, si quieres un bebé…
_ No te preocupes… Dije que a veces deseo tener uno, no que estoy desesperada por se madre.
_ Está bien, de todas formas lo pensaré.
_ Gracias…
_ Te amo.
_ Y yo a ti.
_ Qué pena que no soy hombre, ¿no?
_ ¿Por qué?
_ Porque en ese caso, sin querer, esta noche podríamos hacer un bebé… Dijo riendo y levantando la copa para beber un sorbo de vino…
_ Eres muy ocurrente… Pero si fueses hombre, quizás no me atrajeras tanto…
_ Buen punto…
La cena había estado fantástica y tras varias copas de vino los escrúpulos se fueron retirando y ambas salieron del local tomadas de la mano. Disfrutando de la brisa fresca del sur y a pesar de tener el coche estacionado a pocos pasos, decidieron caminar. La luna estaba hermosa, poco más grande de lo común, poca gente caminaba por las calles a esas horas, en una esquina de la plaza una bandita de jóvenes tocaba viejas canciones de rock…
_ Me recuerda a mis tiempos de universidad… Así me comportaba…
_ Sí, lo recuerdo… Aunque no estás tan distinta. Sigues vistiendo ese look tan particular.
_ Pero antes tenía una estilo hippie cariño. Ahora es un estilo más bohemio, más psicobolche…
_ Sí, claro…
_ Esta es nuestra primera vez… Le dijo soltando su mano para abrazarla…
_ ¿Nuestra primera vez?
_Sí cariño. Nunca antes caminamos así por las calles, en público…
_ Es verdad… Pero estoy ebria, mañana me arrepentiré…
_ No, no te arrepentirás…
_ ¿Por qué?
_ Porque siento que soy la mujer más afortunada del mundo al tenerte conmigo…
_ Estás loca…
_ Sí, lo estoy… Dijo sonriendo, mientas observaba sus ojos y sus labios. Esos labios de carmín que al mostrar una sonrisa formaban dos hoyuelos en los extremos, esos labios irresistibles que le pedían un beso de su boca… Y así fue. Un beso lleno de pasión y carente de prejuicios selló esa caminata que era signo, quizás, de un nuevo camino…

Neftis
14/10/2012, 15:22
Sencillamente me maravilla la manera como describes los sentimientos.

Las escenas apasionadas, que dicho sea de paso nunca imaginé en personas del mismo sexo, lo haces con extremada dulzura.

Es algo para recapacitar sobre este asunto. Te felicito.

AnaLauraM
15/10/2012, 04:47
Para una persona como María, pocas cosas le resultaban inversiones, sobre todo aquello que tenía que ver con lo económico, y lo que estaba involucrado con esto siempre traía discusiones entre Nazarena y ella. Un peso mal gastado o miles de pesos mal gastados; Un vestido, un adorno de más; Marcas que no dicen nada ni que garantizan calidad, un montón de accesorios innecesarios y una larga de lista de cosas que para María indicaban que Nazarena no era una buena administradora del dinero, aunque esta también tenía razón cuando decía que María no se fijaba en los precios al comprar un pincel, una espátula o un pomo de óleo, que si ella tuviese que comprarlos se retiraría infartada de la tienda, mientras que María se sentía como si los gastos no la hubiesen tocado. Pero a esto, la artista plástica, siempre decía que era una inversión. Que no se comparaba lo que costaba un pincel con lo que luego la pintura le remuneraba, sobre todo si era puesta en exposición y de allí admirada por algún posible comprador con billetera amplia.

Ese día era uno de esos que con la excusa de buscar materiales nuevos, María se había abalanzado a las calles de la ciudad, buscando algo que a Nazarena la sorprendiese; Ahora no le importaban los precios, siempre que pudiese pagarlo, le importaba conseguir algo que combinara con su estilo, con su sencillez, pero que a la vez, resultara extravagante y se distinguiera a la distancia que esa era una mujer por la cual valía la pena apalear al bolsillo. Entre estos pensamientos, se detuvo en la vidriera de una tienda, era la quinta o sexta que visitaba, ya había perdido la cuenta; La había dejado para último momento porque sabía que si en las anteriores no encontraba lo que buscaba, seguramente en esta lo encontraría. Era la joyería con mayor prestigio de la ciudad y del país y aunque los costos solían ser elevados se decidió a entrar. La atención era impecable, sobretodo porque al instante los empleados la reconocieron y dejaron unas cuantas cosas de lado para atenderla preferencialmente.

_ He leído algunos de sus libros. Y visité una de sus exposiciones artísticas, quise saludarla pero la vi rodeada de gente y no me animé acercarme… Quiero decirle, que le tengo una gran admiración.
_ Muchas gracias… Pero no te dirijas con tanto respeto, que soy igual a ti con la diferencia de que tengo la suerte o la desgracia de que bastante gente me conoce… Dijo riendo mientas se acercaba a las vitrinas.
_ Si quiere puedo ayudarle a encontrar lo que busca…
_ Sí, estoy pensando en un anillo importante, lo suficientemente valorado como también lo suficientemente discreto…
_ Un poco difícil… Pero venga por aquí… ¿Es para una dama o para un caballero?
_ Es para una dama… Mi novia. Pienso pedirle matrimonio.
_ ¡Dichosa de ella!
_ O de mí… Pero volvamos a lo del anillo…
_ Mire, aquí tenemos oro, oro blanco y diamantes…
_ ¿Y una combinación de los tres?
_ Creo que nos ha quedado algo… Espéreme un momento.

El simpático muchacho de corbatín, zapatos lustrosos y cabello ordenado se escabulló por una puerta al parecer blindada, luego de numerar un código que le permitiría el acceso. A los pocos minutos regresó y me indicó que lo siguiera, en el camino me comentó que pocas personas podían acceder y entre ellas algunos artistas de renombre y clientes de la casa; Le respondí que no me lograba ubicar en ninguna de esas opciones, pero que igualmente le agradecía.
Me llevó hasta otra vitrina, de donde sacó un ejemplar bellísimo.
_ Oro 18k con detalles en oro blanco e incrustaciones. Dos diamantes y dos rubíes intercalados.
_ Es precioso… ¡Es perfecto!
_ Me alegra que le haya gustado. Es el único que nos ha quedado de ese estilo. Sino tenemos también otros más cargados, o lo que ha visto en la parte de adelante que son un poco más sencillos…
_ No, no… Me quedo con esto… Y nota que me decido antes de preguntar el precio…- Dije riéndome un tanto nerviosa y tratándome de olvidar de la elevada sumo que seguramente me costaría. Pero era mi día de suerte, el muchacho me hizo un descuento aunque eso no aplacó mucho la llamarada de dinero que “invertí” ese día… Y aún faltaba organizar la cena, algún obsequio durante el día, una que otra sorpresa… Me retiré del local saludando cordialmente, dando gracias y elogiando por la buena atención y por seguridad regresé a casa, debía guardar el poderoso objetivo de robo, afortunadamente Nazarena no estaba y me apresuré en salir no quería que ella llegase y me encontrara en actitud sospechosa… En el camino llamé a Valentino, el restaurante del mejor hotel de la ciudad, había ido un par de veces allí por conferencias y reuniones, reservé una mesa y pregunté sobre la posibilidad de la exclusividad de un mozo, y resultó posible, aunque por un costo más alto. Luego, pasé por una florería y encargué que enviaran un ramo de rosas blancas a su oficina.

Luego regresé a casa, rogando que Beatriz, nuestra ama de llaves estuviese esperándome y así fue. Le pedí que esperase que nosotras nos retiráramos, a eso de las 20 o21hs para llegar y acomodar nuestra habitación, que colocara las sábanas de seda que yo había comprado en una fugaz visita a china; que colocase un par de rosas en un florero de cristal sobre la mesa de noche y que moviera la mesita que estaba en el pasillo que dirigía hacia mi consultorio hacia la habitación, que colocara una carpeta sobre ella para apoyar la hielera con la botella de champagne y dos de las copas de cristal que guardábamos en una vitrina y que habían sido herencia de mi abuela… Por último que perfumara todo, abriera la persiana americana y la cubriese con la cortina traslúcida, esa cortina me resultaba genial pues uno podía admirar la bella noche desde la habitación pero de afuero no se podía invadir en la intimidad. Y antes de retirarse pusiera en marcha el aire acondicionado.

La despedí asegurándole que le enviaría un mensaje apenas Nazarena y yo nos hubiésemos retirado del departamento. Estaba todo listo, el cansancio me consumía, me desplomé en el sofá miré el reloj y era casi el medio día. Nazarena llegaría en poco tiempo y yo no había preparado el almuerzo…. Tomé el teléfono y disqué a una taberna cercana que siempre nos salvaba en momentos como este. En pocos minutos, un rico plato estaría llamando a la puerta…

AnaLauraM
15/04/2013, 03:09
Vamos por más. (Admito, que me había desacostumbrado a escribir pero tengo la suerte de estar en un círculo que me martilla la cabeza para que lo haga) A ver cómo sigue que la historia se teje sola! Un abrazo amigos foreros!!! :D


_Buenas tardes. ¿Lic Berkcosky?
_Si. Ella habla.
_ Soy la novia de María, ella… no sé que le pasa. Está hablando sola, y en posición fetal en un rincón de la casa, no me reconoce, me tiene miedo, llora, grita…
_ Esperame. Ya voy por tu casa. Vos tranquilizate y no la fuerces, dejala que se quede donde está.

Había dejado el prozac por ese orgullo psicoanalítico de que a veces la psiquiatría no resulta. Años antes había tenido malas experiencias con una psiquiatra homofóbica que le recetaba prozac para disminuir su libido e intentar que le dejaran de gustar las mujeres, pero obviamente no le dio resultado así que volvió con la dra y licenciada Berkcosky apenas ella regresó a Argentina después de especializarse en una universidad de parís.

Nunca antes había tenido un brote psicótico, en sus épocas de estudiante hubiese sido bastante razonable; pero en cambio, la oportunidad llegaba ahora…
La dra firmó una orden de internación en un hospital general, le dio la dosis de prozac que necesitaba y para la mañana siguiente ya se encontraba mejor, pero no recordaba lo que había pasado el día anterior.
Su celular estaba lleno de mensajes y llamadas perdidas.
Beatriz, había llegado a la hora acordada sin esperar el mensaje de su patrona y había acomodado todo tal cuál ella se lo había dicho, llegó de nuevo al medio día, se tardó al propósito y se asombró al encontrar todo tal cual lo había dejado. El aire encendido, la cama sin usar, el hielo derretido, el champagne caliente. Se preocupó y llamó varias veces a María antes de llamar a Nazarena.
Acomodó las cosas como los días corrientes, procurando ocultar cada detalle de la sorpresa y rogando al cielo que la patrona se mejorase. En un primer momento al descubrir que esas dos mujeres se acostaban juntas sintió mucho rechazo pero luego empezó a encariñarse con ellas, a descubrir que eran buenas personas y terminó como siendo de la familia, ya llevaba años trabajando allí y le había dado mucha alegría que María le contara que pensaba pedirle matrimonio a Nazarena.
“No me importa que digan los curas, si ustedes se quieren, tienen que estar juntas para siempre.” Solía decirles cuando presentía alguna duda.

Llegó al hospital y se enterneció al ver a Nazarena acariciando la cara de María que dormía hace horas.
_ Es una rebelde, dejó la medicación.
_ Pero… ¡Pero la dejó millones de veces patrona!
_ Pero esta vez le salió mal.
_ Los nervios, capaz…
_ ¿Nervios?
_ Si siempre está nerviosa… ¿No tenía que preparar una exposición nueva?
_ Si, pero no es tan importante como otras exposiciones que preparó antes…
_ Beatriz… ¿Vos sabes algo que yo no sepa?
_ No patroncita, nada…
_ ¡Segura?
_ Si, si. Sino se lo diría. ¿Que piensa usted, que ella le oculta algo? ¡Si es más buena que el pan!
_ Si, es más buena que el pan. Pero a veces tiene sus deslices.
_ ¿Qué quiere decir con eso?
_Que a veces también se equivoca. A veces toma de más. A veces me da miedo que consuma…
_ ¡Pero no señora! Yo nunca le encontré nada raro y mire que hace años que estoy con ustedes y conozco todos los rincones…
_ Eso espero Beatriz…
_ ¿Qué le dijeron los doctores?
_ Que va a estar unos días aquí. Le van a hacer unos exámenes neurológicos. Pero la analista de ella cree que saldrá todo bien, pero quiere asegurarse y esperar a que recupere la lucidez. Hay cosas de las que no se acuerda… Cuando la encontré no me reconocía y parece que tenía una crisis…
_ ¿Cuándo se puso malita?
_ Yo la encontré cuando llegué del trabajo, después del medio día…
_ ¡Por Dios santo! Yo estuve con ella hasta un rato antes, me dejó irme temprano, la noté cansada…


El olor a comida invadía los pasillos, el calor se hacía presente, el lamento de los pacientes aumentaba. Afuera se escuchaba una mujer llorando a gritos…
_Un niño lastimado y una madre exagerada. Dijo la Dra berkcosky haciendo una mueca a María, que estaba sentada en su cama, con Nazarena dormida en su vientre.
_ Mirá, por eso la amo… No se fue en ningún momento, a pesar de que nuestra empleada se ofreció a cuidarme…
_ ¿Qué pasó María?
_ Tuve un sueño…
_ ¿Un sueño?
_ Sí, el mismo de la otra vez… ¿Te acordas?
_ Sí María. Pero esta vez actuaste tu sueño…
_ No sé…
_ ¿Te acordas que pasó ayer?
_ Sí, preparé unas cosas.
_ ¿Que cosas?
_ Unas cosas, dijo señalando a Nazarena y poniendo un anillo imaginario en su dedo angular…
_ ¡Ah si! Ya recordé…
_ Tenía todo listo… Gasté mucho dinero en todo…
_ ¿Que pensas?
_ No sé por qué me pasó esto ahora…
_ Dejaste la medicación. ¿Te suena?
_ Si, pero otras veces también la había dejado y nunca me pasó nada…
_Creo que asumiste demasiadas cosas juntas. El otro día ella les contó a las monjas de lo suyo, ¿no?
_ Sí…
_ A la vez una de ellas le dijo te diga que vayas a visitarlas. ¿No?
_ Sí…
_ Y vos ahora tenías pensado eso que me dijiste…
_ Sí…
_ ¿Te acordás que cuando ibas a dar los votos también te sentías terrible?
_ Si, pero era porque la quería a ella…
_ Y ahora a quien más queres… Porque ahora la tenés a ella, sin embargo…
_ ¿Qué insinuas?
_ Que mientras sublimas estás perfecta… Pero no está bueno vivir sublimando…
_ No entiendo…
_ Quizás no estás lista… Quizás no estás lista para dejar tu mundo artístico y laboral por ella. O mejor dicho, no estás lista para separar las cosas o llamarlas por lo que son… Tu gran amor sigue siendo el arte María ¿Y donde queda ella? ¿En el lugar de amante?
_ No sé…
_ Te casaste con el arte, ahora sientes que le sos infiel… ¿Qué me dijiste cuando llegué?
_ Que la amo porque no se movió a pesar de todo…
_ Te aguanta tus locuras desde hace años. Y se animó a dar un gran paso por vos…
Sé que trabajaste para dar el gran paso, pero aún no podes darlo y ese no poder es más fuerte que vos. Vamos a tener que seguir trabajando en eso…
_ Sí, tenés razón.
_ Voy a avisar a los médicos de guardia que ya estás bien. Ellos te van a dar el alta. Nos vemos durante la semana… cuidá esa mujer que tenes y cuidate vos también.
_ Gracias, ¡nos vemos!
_ ¿Así que me sos infiel con el arte, no? ¿Quien es ese tal arte que me quiere quitar a la mujer de mi vida?
_ ¡Hola mi amor! ¡¿Así que te hacías la dormida?! Voy a tener que ponerte en penitencia por escuchar charlas privadas.
_ ¿Ah si? ¿Y que vas a hacer?
_ Te voy a hacer todo lo que quiera -Dijo riendo y acercándose a su boca- ¡Quiero vacaciones! Pedí unos días en tu trabajo y nos vamos al lugar que vos quieras…
_ ¿A donde yo quiera?
_ Sí mi vida…
_ ¡A Roma!
_ A Roma iremos, entonces…
_ ¿Me estás hablando en serio?
_ ¡Si, mi amor! Obvio que sí! Necesito vacaciones, necesito estar con vos…
_ No sé, me gustaría ir a la playa…
_ Creo que a mí también…

_Lacrosze?
_ Si, soy yo.
_ Le vamos a dar el alta. Haga reposo por unos días, aquí le hago un certificado para que presente en el trabajo. Y bueno, siga las indicaciones de la dra Berkcosky, cuídese y no se olvide de tomar los medicamentos.
_ Lo haré doctor, gracias.

Avicarlos
15/04/2013, 05:59
Menos mal que podemos disfrutar de tu regreso AnaLauraM. Creí que nos dejabas por motivos desconocidos, como tant@s forer@s llevamos extraviados.
El tema inició intrigante y así continúa. Excelente. Y que buenos diálogos entre dos féminas. Tienes ventaja en eso, al serlo tu también. Ten por cierto que si yo quisiera imitarlo, los lectores a la legua notarían su falsedad.

Espero pues que nos sigas regalando con tu relato.

Un abrazo de Avicarlos.

Caracolamarina
15/04/2013, 10:13
AnaLauraM...Ya me parecía, que tendrías que volver con el relato...No podía ser que nos dejaras....""""a medias"""
El amor...y todas sus connotaciones, nos mantienen intrigados...Las ""luchas ""del inconsciente....Esas, que a veces nos dejan la cabeza...confusa...Muy buenos diálogos. Excelente tu forma de narrar.
Saludos y seguimos leyendo.