Neftis
23/08/2012, 14:50
-Ya había llegado el buen tiempo, ahora tocaba sacar la ropa de verano. Este hecho le hacía ilusión. Luego cuando intentara ponérsela, ya vendría el desencanto al comprobar que durante el invierno había engordado.
-Fue hasta la báscula del baño y comprobó que su peso era más o menos el mismo de siempre. Y en cambio las faldas y los pantalones no le abrochaban. Comprobar este detalle, de alguna manera la puso de mal humor. Lo poco que había engordado, se había acumulado todo en el mismo lugar, precisamente allí donde la cremallera o los botones deberían coincidir.
-Aguantó la respiración, y consiguió juntar las dos partes de la tela, pero la verdad era tan engorroso tener que estar escondiendo barriga, y sin respirar casi, que no sin gran pesar decidió que debería comprarse algo de ropa nueva. Antes lo hacía por capricho, ahora era por necesidad, ya que si no era así, no tenía nada de ropa veraniega que le fuera a la medida.
-Cuando salió de los grandes almacenes, se sintió un poco mejor, todo estaba de rebajas, y lo que se había comprado le quedaba bien.
-Le quedaba por resolver el pequeño detalle de aceptar que a cada año transcurrido, tenía que añadir un kilo de más. Una vez superado esto, se sentía bien, y para darse más ánimos se decía a ella misma, que en las pasarelas, las modelos que desfilaban parecían espárragos, que sus piernas tan largas y huesudas no eran bonitas. Trató de encontrarles todos lo defectos del mundo.
-En el fondo se sintió bien con su figura y era eso lo que importaba.
-Lo demás, no tenía sentido.-
Las vacaciones a punto de empezar ya pondrían todo lo bueno que tenía aquella estación, con sus calores, con sus horchatas y sin descuidar los helados. Por supuesto que caería otro kilo de más, pero en cuanto llegara la normalidad ya se preocuparía un poco de hacer régimen.-
-Fue hasta la báscula del baño y comprobó que su peso era más o menos el mismo de siempre. Y en cambio las faldas y los pantalones no le abrochaban. Comprobar este detalle, de alguna manera la puso de mal humor. Lo poco que había engordado, se había acumulado todo en el mismo lugar, precisamente allí donde la cremallera o los botones deberían coincidir.
-Aguantó la respiración, y consiguió juntar las dos partes de la tela, pero la verdad era tan engorroso tener que estar escondiendo barriga, y sin respirar casi, que no sin gran pesar decidió que debería comprarse algo de ropa nueva. Antes lo hacía por capricho, ahora era por necesidad, ya que si no era así, no tenía nada de ropa veraniega que le fuera a la medida.
-Cuando salió de los grandes almacenes, se sintió un poco mejor, todo estaba de rebajas, y lo que se había comprado le quedaba bien.
-Le quedaba por resolver el pequeño detalle de aceptar que a cada año transcurrido, tenía que añadir un kilo de más. Una vez superado esto, se sentía bien, y para darse más ánimos se decía a ella misma, que en las pasarelas, las modelos que desfilaban parecían espárragos, que sus piernas tan largas y huesudas no eran bonitas. Trató de encontrarles todos lo defectos del mundo.
-En el fondo se sintió bien con su figura y era eso lo que importaba.
-Lo demás, no tenía sentido.-
Las vacaciones a punto de empezar ya pondrían todo lo bueno que tenía aquella estación, con sus calores, con sus horchatas y sin descuidar los helados. Por supuesto que caería otro kilo de más, pero en cuanto llegara la normalidad ya se preocuparía un poco de hacer régimen.-