Titiana
20/08/2012, 06:52
Larry Bird, uno de los jugadores que ayudó a engrandecer el baloncesto y a cambiar la NBA, anunciaba su adiós a las canchas hace ahora 20 años. Una despedida que aún hoy duele en los aficionados de los Celtics. Los Juegos de Barcelona fueron su último regalo.
Larry Joe Bird (Indiana, 1956) es uno de los iconos de la NBA. Uno de los jugadores que ayudó a engrandecer el juego y la Liga estadounidense hasta convertirla en un fenómeno mundial. Una figura dentro y fuera del parquet que lo ganó todo sin ser fuerte, sin poder saltar y sin poder correr, pero que lo hacía todo bien. Un hombre cuyo tesón y talento pudieron con cualquier escollo en su camino y que hizo de su rivalidad, y posterior amistad, con Magic Johnson la piedra sobre la que se construirá la leyenda de la NBA como la mejor Liga del mundo.
No disponible
Bird llegó a la NBA en 1979 y pronto conquistó el corazón de sus amados Boston Celtics. La franquicia lucía orgullosa sus 13 títulos en el techo del viejo Garden, pero quería más y pronto la afición se dio cuenta de que aquel joven rubio y desgarbado era el hombre que iba a devolver la gloria perdida a las vitrinas de Boston.
Tras 13 años su palmarés habla por sí mismo y sólo hace falta enumerarlo para darse cuenta de la dimensión de un jugador único. Tres títulos de la NBA, dos veces MVP de las Finales, tres veces MVP de la NBA, 12 veces 'all star', nueve veces integrante del equipo ideal de la NBA, Rookie del año, tres veces ganador del concurso de triples de la NBA, dos veces incluido en el mejor quinteto defensivo de la Liga... Y como colofón, la medalla de oro en los Juegos de Barcelona como parte de un equipo irrepetible, el Dream Team.
El torneo olímpico fue su última exhibición. Su espalda había conseguido lo que ni Magic, ni Jordan, ni ningún otro rival habían logrado: abatir al 'Pájaro'. Los afortunados que vivieron en las gradas del Olímpico de Badalona las gestas del equipo estadounidense guardan en su retina la imagen de Bird tumbado al lado del banquillo haciendo ejercicios de estiramiento para mitigar los dolores. Sin embargo, Bird aún tuvo tiempo de promediar 8,4 puntos y 3,8 rebotes en los ocho partidos que disputó en Barcelona.
Pocos días después de regresar a Indiana con el oro colgado del cuello, Bird anunció lo que era irremediable. Era el 18 de agosto de 1992, hace ahora 20 años. Tras 13 temporadas al máximo nivel (promedió 24,3 puntos; 10 rebotes; 6,3 asistencias y 1,7 robos por partido en los 897 partidos que disputó), el chico de Indiana que revolucionó el baloncesto decía adiós para siempre a las tablas del viejo Garden y al resto de canchas de la NBA. Su vuelo tocaba a su fin.
Pero más que por sus números o sus trofeos, Bird pasaría a la historia del baloncesto por su rivalidad con Magic Johnson. Un enfrentamiento que venía de su época universitaria y que adquirió dimensiones legendarias cuando uno recaló en Boston y el otro en California (en los Lakers, la segunda franquicia con más títulos). Era el escenario soñado para la NBA en su afán por cambiar la imagen de la Liga y expandir la marca por todo el mundo.
De la mano de Magic y Bird y de la rivalidad existente entre ambos (fuera de la cancha eran grandes amigos), la NBA vivió una época dorada. Quizás la de mayor esplendor. Un tiempo que terminó ese 18 de agosto de 1992, cuando el jugador de los Celtics anunció su retirada y que había comenzado con el prematuro adiós de Magic apenas unos meses antes. Eso sí, los dos jugadores, conscientes de su responsabilidad, dejaron la Liga en buenas manos y pasaron el testigo a un Michael Jordan que elevó el juego hasta límites insospechados hasta entonces.
Meses después de que Larry Bird anunciase su retirada, los Celtics le dieron el homenaje que se merecía. Con un Boston Garden abarrotado, la franquicia de Massachusetts colgaba el mítico dorsal 33 en el techo del viejo pabellón. Era la mejor forma de honrar a un símbolo. Y como maestro de ceremonias nadie mejor que su archienemigo, Magic Johnson. "Larry. sólo me has mentido en una ocasión. Me dijiste que habría otro Larry Bird. Larry, nunca volverá a haber otro Larry Bird", fueron las palabras de Magic en aquella ceremonia.
El base de los Lakers apenas podía contener las lágrimas cuando escuchó a su gran amigo despedirse. "Lo siento, pero me voy", fueron las palabras con las que Bird se despidió del baloncesto en activo hace ahora 20 años.
Fuente： http://ar.tieba.com/pb/index?tid=1046
Larry Joe Bird (Indiana, 1956) es uno de los iconos de la NBA. Uno de los jugadores que ayudó a engrandecer el juego y la Liga estadounidense hasta convertirla en un fenómeno mundial. Una figura dentro y fuera del parquet que lo ganó todo sin ser fuerte, sin poder saltar y sin poder correr, pero que lo hacía todo bien. Un hombre cuyo tesón y talento pudieron con cualquier escollo en su camino y que hizo de su rivalidad, y posterior amistad, con Magic Johnson la piedra sobre la que se construirá la leyenda de la NBA como la mejor Liga del mundo.
No disponible
Bird llegó a la NBA en 1979 y pronto conquistó el corazón de sus amados Boston Celtics. La franquicia lucía orgullosa sus 13 títulos en el techo del viejo Garden, pero quería más y pronto la afición se dio cuenta de que aquel joven rubio y desgarbado era el hombre que iba a devolver la gloria perdida a las vitrinas de Boston.
Tras 13 años su palmarés habla por sí mismo y sólo hace falta enumerarlo para darse cuenta de la dimensión de un jugador único. Tres títulos de la NBA, dos veces MVP de las Finales, tres veces MVP de la NBA, 12 veces 'all star', nueve veces integrante del equipo ideal de la NBA, Rookie del año, tres veces ganador del concurso de triples de la NBA, dos veces incluido en el mejor quinteto defensivo de la Liga... Y como colofón, la medalla de oro en los Juegos de Barcelona como parte de un equipo irrepetible, el Dream Team.
El torneo olímpico fue su última exhibición. Su espalda había conseguido lo que ni Magic, ni Jordan, ni ningún otro rival habían logrado: abatir al 'Pájaro'. Los afortunados que vivieron en las gradas del Olímpico de Badalona las gestas del equipo estadounidense guardan en su retina la imagen de Bird tumbado al lado del banquillo haciendo ejercicios de estiramiento para mitigar los dolores. Sin embargo, Bird aún tuvo tiempo de promediar 8,4 puntos y 3,8 rebotes en los ocho partidos que disputó en Barcelona.
Pocos días después de regresar a Indiana con el oro colgado del cuello, Bird anunció lo que era irremediable. Era el 18 de agosto de 1992, hace ahora 20 años. Tras 13 temporadas al máximo nivel (promedió 24,3 puntos; 10 rebotes; 6,3 asistencias y 1,7 robos por partido en los 897 partidos que disputó), el chico de Indiana que revolucionó el baloncesto decía adiós para siempre a las tablas del viejo Garden y al resto de canchas de la NBA. Su vuelo tocaba a su fin.
Pero más que por sus números o sus trofeos, Bird pasaría a la historia del baloncesto por su rivalidad con Magic Johnson. Un enfrentamiento que venía de su época universitaria y que adquirió dimensiones legendarias cuando uno recaló en Boston y el otro en California (en los Lakers, la segunda franquicia con más títulos). Era el escenario soñado para la NBA en su afán por cambiar la imagen de la Liga y expandir la marca por todo el mundo.
De la mano de Magic y Bird y de la rivalidad existente entre ambos (fuera de la cancha eran grandes amigos), la NBA vivió una época dorada. Quizás la de mayor esplendor. Un tiempo que terminó ese 18 de agosto de 1992, cuando el jugador de los Celtics anunció su retirada y que había comenzado con el prematuro adiós de Magic apenas unos meses antes. Eso sí, los dos jugadores, conscientes de su responsabilidad, dejaron la Liga en buenas manos y pasaron el testigo a un Michael Jordan que elevó el juego hasta límites insospechados hasta entonces.
Meses después de que Larry Bird anunciase su retirada, los Celtics le dieron el homenaje que se merecía. Con un Boston Garden abarrotado, la franquicia de Massachusetts colgaba el mítico dorsal 33 en el techo del viejo pabellón. Era la mejor forma de honrar a un símbolo. Y como maestro de ceremonias nadie mejor que su archienemigo, Magic Johnson. "Larry. sólo me has mentido en una ocasión. Me dijiste que habría otro Larry Bird. Larry, nunca volverá a haber otro Larry Bird", fueron las palabras de Magic en aquella ceremonia.
El base de los Lakers apenas podía contener las lágrimas cuando escuchó a su gran amigo despedirse. "Lo siento, pero me voy", fueron las palabras con las que Bird se despidió del baloncesto en activo hace ahora 20 años.
Fuente： http://ar.tieba.com/pb/index?tid=1046