Eburnea
18/08/2012, 07:47
!Cuánto debo agradecer a Julia Benavent (profesora de Filología Italiana en la universidad de Valencia - España- ) la traducción literal de las actas del proceso de la Inquisición contra Giordano Bruno y el prólogo en el que, brevemente, nos resume su vida. No realiza interpretación alguna, presenta el material auténtico (traducido).
Bruno nació en Nápoles en 1548 y murió quemado en Roma en 1600. Astrónomo, filósofo, religioso y poeta, su curriculum es muy extenso. Entró en la orden de los Dominicos a los 17 años. Firme defensor del heliocentrismo y de la infinitud del universo, asi como crítico con muchos aspectos de la religión ( no aceptaba imágenes, por ej.) fue acusado de desviación religiosa y en 1575 abandonó la orden, huyó a Roma y finalmente abandonó los hábitos.
Estuvo preso y las acusaciones de un amigo y las de Fray Celestino de Verona, respecto a supuestas conversaciones escuchadas en la cárcel, unido a su negativa aretractarse hicieron que fuera entregado al brazo secular por Clemente VII. El Cardenal Ballarmino, triste protagonista en el posterior juicio contra Galileo, fue quien le mostró las ocho proposiciones acusatorias, de las cuales Bruno no se retractó. Estaban relacionadas con los principios expuestos anteriormente y su concepto de la Trinidad ( que a tantos llevó a la hoguera).
Bruno no sólo no se retractó, sino que no ocultó que era conocedor de la falta de conocimientos de la mayorçía del clero, parte del cuál le juzgaba. Llegó a llamarles "asnos". Pero fue más lejos: Defendió y reclamó el sexo natural y libre para el clero. La represión a la que se le sometía, para él era pecado.
Tampoco aceptó la superioridad de la Teología sobre la Filosofía . Se le aplicaron dos agravantes: 1.- le gustaba mucho pensar. 2.- Su excelente memoria, que, al ser tan prodigiosa se consideró producto diabólico.
Las declaraciones de G. Bruno en su proceso rezuman tanta lógica y modernidad que parecen dichas por un defensor de los Derechos Humanos de hoy en día. Su actitud fue dignísima y valiente hasta el final. Dijo al tribunal: " Tembláis más vosotros al dictar la sentencia que yo al oirla". Volvió a reiterar la ignorancia de los acusadores, que se esconden en argumentos abstrusos, incomprensibles ,como forma de ocultar su escasa preparación. Asimismo los llamó despóticos.
Podríamos decir que es pionero de la Ilustración. Su semilla ética dice ni más ni menos: "Podríamos todos vivir en paz si cada uno no hiciera a los demás lo que no le gusta que le hagan a él". Por ciero, este fue un alegato más de la acusación.
Finalmente fue conducido el 16 de febrero de 1600 a campo de Fiori. Trancribo literalmente:
"JUSTICIA DE UN HEREJE QUEMADO VIVO
Jueves, día 16 del corriente.
A las 2 de la noche fue comunicado a la Compañía que por la mañana se debía hacer justicia a un impenitente: y por eso a las 6 horas de la mañana reunidos los frailes confortantes y el capellan de Sta. Úrsula, y dirigiéndose a la cárcel de Torre de Nona, entraron en nuestra capilla y después de rezar, nos entregaron el suscrito condenado a muerte, es decir:
Giordano del quondam Giovanni Bruni, fraile apóstata di Regno, hereje impenitente. El qual fue exhortado con toda caridad por nuestros hermanos, y mandados a llamar dos padres de Sto. Domingo, dos jesuitas, uno de Chiesa Nova y uno de san Jerónimo, quienes con mucho afecto y doctrina le mostraron su error, estuvo hasta el fin en su maldita obstinación, dando vueltas con su intelecto y su cerebro, con mil errores y vanidades. Y tanto perseveró en su obstinación, que fue conducido por los ministros de justicia a Campo di Fiori, y allí se le desnudó y fue atado a un palo y quemado vivo, acompañado siempre por nuestra Compañía que cantaba letanías, y los confortantes lo atendían hasta el último momento para que abandonara su obstinación, con la que al fin acabó su miserable e infeliz vida"
.................................................. .......................................
Hoy, La plaza de Campo di Fiori en Roma es lugar de reunión de jóvenes y un lugar de vidilla y ambiente. En el centro de la plaza se alza la estatua de un fraile encapuchado y una inscripción " Roma a Giordano Bruno". Casi nadie repara en ella, los jóvenes toman helados en la escalinata del monumento y probablemente muchos no se habrán preguntado quién es ese fraile con vestimenta tan oscura. Pero ahí está en el centro de la plaza, impertérrito ante el paso del tiempo. De vez en cuando alguien deposita un pequeño ramo de flores.
Bruno nació en Nápoles en 1548 y murió quemado en Roma en 1600. Astrónomo, filósofo, religioso y poeta, su curriculum es muy extenso. Entró en la orden de los Dominicos a los 17 años. Firme defensor del heliocentrismo y de la infinitud del universo, asi como crítico con muchos aspectos de la religión ( no aceptaba imágenes, por ej.) fue acusado de desviación religiosa y en 1575 abandonó la orden, huyó a Roma y finalmente abandonó los hábitos.
Estuvo preso y las acusaciones de un amigo y las de Fray Celestino de Verona, respecto a supuestas conversaciones escuchadas en la cárcel, unido a su negativa aretractarse hicieron que fuera entregado al brazo secular por Clemente VII. El Cardenal Ballarmino, triste protagonista en el posterior juicio contra Galileo, fue quien le mostró las ocho proposiciones acusatorias, de las cuales Bruno no se retractó. Estaban relacionadas con los principios expuestos anteriormente y su concepto de la Trinidad ( que a tantos llevó a la hoguera).
Bruno no sólo no se retractó, sino que no ocultó que era conocedor de la falta de conocimientos de la mayorçía del clero, parte del cuál le juzgaba. Llegó a llamarles "asnos". Pero fue más lejos: Defendió y reclamó el sexo natural y libre para el clero. La represión a la que se le sometía, para él era pecado.
Tampoco aceptó la superioridad de la Teología sobre la Filosofía . Se le aplicaron dos agravantes: 1.- le gustaba mucho pensar. 2.- Su excelente memoria, que, al ser tan prodigiosa se consideró producto diabólico.
Las declaraciones de G. Bruno en su proceso rezuman tanta lógica y modernidad que parecen dichas por un defensor de los Derechos Humanos de hoy en día. Su actitud fue dignísima y valiente hasta el final. Dijo al tribunal: " Tembláis más vosotros al dictar la sentencia que yo al oirla". Volvió a reiterar la ignorancia de los acusadores, que se esconden en argumentos abstrusos, incomprensibles ,como forma de ocultar su escasa preparación. Asimismo los llamó despóticos.
Podríamos decir que es pionero de la Ilustración. Su semilla ética dice ni más ni menos: "Podríamos todos vivir en paz si cada uno no hiciera a los demás lo que no le gusta que le hagan a él". Por ciero, este fue un alegato más de la acusación.
Finalmente fue conducido el 16 de febrero de 1600 a campo de Fiori. Trancribo literalmente:
"JUSTICIA DE UN HEREJE QUEMADO VIVO
Jueves, día 16 del corriente.
A las 2 de la noche fue comunicado a la Compañía que por la mañana se debía hacer justicia a un impenitente: y por eso a las 6 horas de la mañana reunidos los frailes confortantes y el capellan de Sta. Úrsula, y dirigiéndose a la cárcel de Torre de Nona, entraron en nuestra capilla y después de rezar, nos entregaron el suscrito condenado a muerte, es decir:
Giordano del quondam Giovanni Bruni, fraile apóstata di Regno, hereje impenitente. El qual fue exhortado con toda caridad por nuestros hermanos, y mandados a llamar dos padres de Sto. Domingo, dos jesuitas, uno de Chiesa Nova y uno de san Jerónimo, quienes con mucho afecto y doctrina le mostraron su error, estuvo hasta el fin en su maldita obstinación, dando vueltas con su intelecto y su cerebro, con mil errores y vanidades. Y tanto perseveró en su obstinación, que fue conducido por los ministros de justicia a Campo di Fiori, y allí se le desnudó y fue atado a un palo y quemado vivo, acompañado siempre por nuestra Compañía que cantaba letanías, y los confortantes lo atendían hasta el último momento para que abandonara su obstinación, con la que al fin acabó su miserable e infeliz vida"
.................................................. .......................................
Hoy, La plaza de Campo di Fiori en Roma es lugar de reunión de jóvenes y un lugar de vidilla y ambiente. En el centro de la plaza se alza la estatua de un fraile encapuchado y una inscripción " Roma a Giordano Bruno". Casi nadie repara en ella, los jóvenes toman helados en la escalinata del monumento y probablemente muchos no se habrán preguntado quién es ese fraile con vestimenta tan oscura. Pero ahí está en el centro de la plaza, impertérrito ante el paso del tiempo. De vez en cuando alguien deposita un pequeño ramo de flores.