Neftis
24/07/2012, 05:01
HE VUELTO A CONSEGUIR EL ORDENADOR, NO ME DA TIEMPO A LEER Y COMENTAR, PERO APROVECHO PARA SUBIR ESTE RELATO.
Mi amiga y yo estábamos hablando de mil cosas a la vez como hacíamos siempre que nos veíamos después de un tiempo desconectadas. Cuando de improviso me dijo “He ido a la Clínica X, - famosa por sus intervenciones oculares en el mundo entero---
Me la quedé mirando sorprendida y le pregunté si tenía algún problema con la vista. Me respondió que no, que había ido para hacer donación de sus ojos cuando ella falleciera. Ya había avisado a toda su familia para que lo tuvieran en cuenta cuando llegara este momento.--
Recuerdo que le contesté que si los veía en otra cara que no fuera la suya, los reconocería de inmediato por su belleza tan fuera de lo común, eran de un color mezcla de miel y de hoja tierna verde, parecían tener chispas doradas. Ella era consciente de aquel embrujo que explotaba al máximo, cuidando sus pestañas, que no dudaba en mover como si abanicaran. Tenía un encanto especial. Nos reímos cuando le dije que los reconocería en cualquier rostro.--
Y ahora con el paso de los años, cuando veo unos ojos que me los recuerdan por ese color indefinido, siempre me viene a la memoria la mirada especial de mi amiga ya fallecida, y me quedo con las ganas de preguntarle a esa desconocida, si los ojos son suyos o debidos a un trasplante. No lo hago por prudencia.--
Me gustaría algún día poder pensar, que de alguna manera seguíamos juntas aunque solo fuera debido a ese pequeño vínculo. Sus ojos.
Mi amiga y yo estábamos hablando de mil cosas a la vez como hacíamos siempre que nos veíamos después de un tiempo desconectadas. Cuando de improviso me dijo “He ido a la Clínica X, - famosa por sus intervenciones oculares en el mundo entero---
Me la quedé mirando sorprendida y le pregunté si tenía algún problema con la vista. Me respondió que no, que había ido para hacer donación de sus ojos cuando ella falleciera. Ya había avisado a toda su familia para que lo tuvieran en cuenta cuando llegara este momento.--
Recuerdo que le contesté que si los veía en otra cara que no fuera la suya, los reconocería de inmediato por su belleza tan fuera de lo común, eran de un color mezcla de miel y de hoja tierna verde, parecían tener chispas doradas. Ella era consciente de aquel embrujo que explotaba al máximo, cuidando sus pestañas, que no dudaba en mover como si abanicaran. Tenía un encanto especial. Nos reímos cuando le dije que los reconocería en cualquier rostro.--
Y ahora con el paso de los años, cuando veo unos ojos que me los recuerdan por ese color indefinido, siempre me viene a la memoria la mirada especial de mi amiga ya fallecida, y me quedo con las ganas de preguntarle a esa desconocida, si los ojos son suyos o debidos a un trasplante. No lo hago por prudencia.--
Me gustaría algún día poder pensar, que de alguna manera seguíamos juntas aunque solo fuera debido a ese pequeño vínculo. Sus ojos.