Eburnea
09/07/2012, 18:50
!Qué tarde es!.
Cae la noche, lentamente
sobre el alma.
Tímidos rayos de luz
oblicuos, transparentes,
nítidos y cortantes
son cristal desgajados.
!Qué tarde es!.
Aquellos espejos
devuelven
una nube gris;
no diviso el fondo.
!Qué tarde es!.
la sinfonía gloriosa
es melodía suave.
La trompeta
es flauta dulce,
a mi guitarra le falta una cuerda
y la música tiene sueño.
!Qué tarde es!.
siempre tarde para el calor.
las alas plegadas
se protegen;
no hay nido
y hace frío.
Todo es azul, quieto, en silencio.
El páramo es inmenso,
gélido, nítido.
La vista se pierde
en el horizonte.
¿Es tarde?...
Me dices: Quizás es pronto.
Dudo y te desvaneces.
Extiendo mi mano
y sólo hay nieve;
no la toco,
no dejo huella,
sólo miro,
la contemplo y sueño:
!Es tan bella!
Alma Ebúrnea
Cae la noche, lentamente
sobre el alma.
Tímidos rayos de luz
oblicuos, transparentes,
nítidos y cortantes
son cristal desgajados.
!Qué tarde es!.
Aquellos espejos
devuelven
una nube gris;
no diviso el fondo.
!Qué tarde es!.
la sinfonía gloriosa
es melodía suave.
La trompeta
es flauta dulce,
a mi guitarra le falta una cuerda
y la música tiene sueño.
!Qué tarde es!.
siempre tarde para el calor.
las alas plegadas
se protegen;
no hay nido
y hace frío.
Todo es azul, quieto, en silencio.
El páramo es inmenso,
gélido, nítido.
La vista se pierde
en el horizonte.
¿Es tarde?...
Me dices: Quizás es pronto.
Dudo y te desvaneces.
Extiendo mi mano
y sólo hay nieve;
no la toco,
no dejo huella,
sólo miro,
la contemplo y sueño:
!Es tan bella!
Alma Ebúrnea