Neftis
24/06/2012, 13:52
Parecía no darse cuenta de nada de lo que le rodeaba, de tan metido que vivía en sus propios asuntos.
-Al principio ella pensó que era así debido a su agotador trabajo mientras estuvo trabajando para la empresa, demasiadas horas al volante conduciendo diario por las carreteras. De una ciudad a otra. En eso consistía su labor.
-Buscar clientes. Les tenía que convencer que su material era el mejor. Muchas horas de charla, no siempre en un despacho.
-En alguna ocasión se ultimaban los detalles mientras degustaban una cena en un lugar de moda
.-Así era la vida.-Llegó el tan deseado y temido momento en el que decían todos, tocaba el turno del descanso. Le llegó la jubilación. Deseada y temida en partes iguales..Tan sólo unos meses estuvo inactivo. Se buscó la manera de encauzar sus pensamientos en algo productivo. Y fue cuando las redes sociales, tan en boga, le atraparon por completo, tanto que parecía vivir en una urna, donde nadie más tenía acceso. Nada de lo que le rodeaba en su casa parecía tener importancia para aquel hombre, que sin darse cuenta se metió por completo en esas amistades virtuales.
-Lo más importante era sin duda tener que responder los mails que le llegaban.
-Se pasaba horas mirando concienzudamente, esos Power Point que sus amigos invisibles le mandaban. Con la mirada siempre fija en la pantalla. Lo demás quedaba en su vida como si lo hubieran borrado, pasando a un segundo término.-
O sea la casa, la familia, - la poca que quedaba en el hogar – no tenía ningún interés para aquel hombre. Se justificaba diciendo, que tocaba por fin el momento de dar rienda suelta a su verdadera personalidad. Esa que durante años mantuvo arrinconada, para dejar salir tan sólo la que le podía proporcionar clientes nuevos para la empresa.
-Obtuvo por fin según él, el momento de la revancha. Hacer aquello que le gustaba sin la necesidad de ganar dinero para mantener a la familia.
-.Ya podía pensar y exponer en las redes virtuales, lo que de verdad sentía. Se jactaba de ello, sin darse cuenta que había colocado su EGO por encima de todo.
-Su pareja le miraba entre conmovida… y harta por tener que soportar aquel encumbramiento que él mismo y sin permiso de nadie se había construido.
-Al principio ella pensó que era así debido a su agotador trabajo mientras estuvo trabajando para la empresa, demasiadas horas al volante conduciendo diario por las carreteras. De una ciudad a otra. En eso consistía su labor.
-Buscar clientes. Les tenía que convencer que su material era el mejor. Muchas horas de charla, no siempre en un despacho.
-En alguna ocasión se ultimaban los detalles mientras degustaban una cena en un lugar de moda
.-Así era la vida.-Llegó el tan deseado y temido momento en el que decían todos, tocaba el turno del descanso. Le llegó la jubilación. Deseada y temida en partes iguales..Tan sólo unos meses estuvo inactivo. Se buscó la manera de encauzar sus pensamientos en algo productivo. Y fue cuando las redes sociales, tan en boga, le atraparon por completo, tanto que parecía vivir en una urna, donde nadie más tenía acceso. Nada de lo que le rodeaba en su casa parecía tener importancia para aquel hombre, que sin darse cuenta se metió por completo en esas amistades virtuales.
-Lo más importante era sin duda tener que responder los mails que le llegaban.
-Se pasaba horas mirando concienzudamente, esos Power Point que sus amigos invisibles le mandaban. Con la mirada siempre fija en la pantalla. Lo demás quedaba en su vida como si lo hubieran borrado, pasando a un segundo término.-
O sea la casa, la familia, - la poca que quedaba en el hogar – no tenía ningún interés para aquel hombre. Se justificaba diciendo, que tocaba por fin el momento de dar rienda suelta a su verdadera personalidad. Esa que durante años mantuvo arrinconada, para dejar salir tan sólo la que le podía proporcionar clientes nuevos para la empresa.
-Obtuvo por fin según él, el momento de la revancha. Hacer aquello que le gustaba sin la necesidad de ganar dinero para mantener a la familia.
-.Ya podía pensar y exponer en las redes virtuales, lo que de verdad sentía. Se jactaba de ello, sin darse cuenta que había colocado su EGO por encima de todo.
-Su pareja le miraba entre conmovida… y harta por tener que soportar aquel encumbramiento que él mismo y sin permiso de nadie se había construido.