Neftis
10/04/2012, 07:43
SU PRIMER EMPLEO
Iba con prisas porque temía llegar tarde a la entrevista. Se miró al espejo y quedó complacida por la imagen que le devolvía, segura de sí misma se dijo que conseguiría el empleo. Sabía que estaba capacitada y eso le daba mucha confianza, y aunque la gente dijera que el aspecto físico no debería influir en si era o no aceptada, ella estaba convencida de todo lo contrario.
La primera impresión era fundamental.Sólo lamentaba que al tener que ir en su pequeña motocicleta, tendría que llevar el casco obligatorio, y eso dejaría su pelo en un estado nada bonito. Pero bueno esto lo supliría con creces su capacidad para desempeñar el trabajo ofrecido. Azafata de una Agencia de viajes Tener que estar en contacto con personas que querían viajar, era algo que le apetecía enormemente.
Y sin duda saber idiomas, era fundamental. Estaba segura de conseguir la plaza.La motocicleta la trasladaba rápidamente por el asfalto. Era una suerte, ya que de esta manera iba sorteando a los vehículos de cuatro ruedas.Pero en cuestión de segundos todo se le vino abajo.
El automóvil que iba delante, frenó de golpe. Y aunque ella estaba con todos los sentidos puestos en la conducción, no pudo evitar el choque. Nada serio, pero perdió el control y acabó en el suelo.Un hombre joven salió del vehículo, para saber cómo estaba. Le explicó que no tuvo más remedio que frenar bruscamente, porque una persona mayor cruzaba en aquellos momentos por el paso cebra.
Ella mientras, se aseguraba de no tener nada roto. Pero miraba consternada su ropa. Había quedado en un estado deplorable. Pero lo peor no fue eso, lo peor pudo constatar que su motocicleta, no arrancaba. Y sintió deseos de echarse a llorar allí mismo. Maldijo en voz baja la situación, porque ya imaginaba llegaría tarde a la cita, tirando al traste conseguir el empleo.
Luego si la aceptaban por sus conocimientos, ya vendrían las explicaciones, de su ropa maltrecha.
El automovilista, captó enseguida su rabia, y se ofreció a llevarla donde tuviera que ir, ya que se daba cuenta que el accidente aunque de forma involuntaria lo había provocado él.
Y ella pensó que el mundo aún no estaba perdido por completo, aún quedaban buenas personas, capaces de ayudar al prójimoEra su primera oportunidad en la vida, de poder valerse por si misma sin depender como hasta ahora de sus padres.
Aceptó de buen grado que aquel desconocido la llevara hasta donde estaba citada.En el trayecto no tuvo inconveniente en explicarle al desconocido, que iba en busca de su primer trabajo, con una remuneración aceptable.Quedaron en encontrarse horas más tarde, para poder tramitar el papeleo y dar el parte a las Compañías aseguradoras.
En aquellos momentos lo más importante para ella, era llegar puntual a la entrevista.Luego ya vendría todo lo demás… sin excluir tratar más a fondo a quien acababa de conocer gracias al pequeño accidente. Le gustó el detalle que se brindara a llevarla hasta el lugar de la entrevista.
¡¡¡La mente femenina suele trabajar así de deprisa!!!
Iba con prisas porque temía llegar tarde a la entrevista. Se miró al espejo y quedó complacida por la imagen que le devolvía, segura de sí misma se dijo que conseguiría el empleo. Sabía que estaba capacitada y eso le daba mucha confianza, y aunque la gente dijera que el aspecto físico no debería influir en si era o no aceptada, ella estaba convencida de todo lo contrario.
La primera impresión era fundamental.Sólo lamentaba que al tener que ir en su pequeña motocicleta, tendría que llevar el casco obligatorio, y eso dejaría su pelo en un estado nada bonito. Pero bueno esto lo supliría con creces su capacidad para desempeñar el trabajo ofrecido. Azafata de una Agencia de viajes Tener que estar en contacto con personas que querían viajar, era algo que le apetecía enormemente.
Y sin duda saber idiomas, era fundamental. Estaba segura de conseguir la plaza.La motocicleta la trasladaba rápidamente por el asfalto. Era una suerte, ya que de esta manera iba sorteando a los vehículos de cuatro ruedas.Pero en cuestión de segundos todo se le vino abajo.
El automóvil que iba delante, frenó de golpe. Y aunque ella estaba con todos los sentidos puestos en la conducción, no pudo evitar el choque. Nada serio, pero perdió el control y acabó en el suelo.Un hombre joven salió del vehículo, para saber cómo estaba. Le explicó que no tuvo más remedio que frenar bruscamente, porque una persona mayor cruzaba en aquellos momentos por el paso cebra.
Ella mientras, se aseguraba de no tener nada roto. Pero miraba consternada su ropa. Había quedado en un estado deplorable. Pero lo peor no fue eso, lo peor pudo constatar que su motocicleta, no arrancaba. Y sintió deseos de echarse a llorar allí mismo. Maldijo en voz baja la situación, porque ya imaginaba llegaría tarde a la cita, tirando al traste conseguir el empleo.
Luego si la aceptaban por sus conocimientos, ya vendrían las explicaciones, de su ropa maltrecha.
El automovilista, captó enseguida su rabia, y se ofreció a llevarla donde tuviera que ir, ya que se daba cuenta que el accidente aunque de forma involuntaria lo había provocado él.
Y ella pensó que el mundo aún no estaba perdido por completo, aún quedaban buenas personas, capaces de ayudar al prójimoEra su primera oportunidad en la vida, de poder valerse por si misma sin depender como hasta ahora de sus padres.
Aceptó de buen grado que aquel desconocido la llevara hasta donde estaba citada.En el trayecto no tuvo inconveniente en explicarle al desconocido, que iba en busca de su primer trabajo, con una remuneración aceptable.Quedaron en encontrarse horas más tarde, para poder tramitar el papeleo y dar el parte a las Compañías aseguradoras.
En aquellos momentos lo más importante para ella, era llegar puntual a la entrevista.Luego ya vendría todo lo demás… sin excluir tratar más a fondo a quien acababa de conocer gracias al pequeño accidente. Le gustó el detalle que se brindara a llevarla hasta el lugar de la entrevista.
¡¡¡La mente femenina suele trabajar así de deprisa!!!