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Davidmor
26/02/2012, 10:51
“No sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio.” (1 TESALONICENSES 5:6.)

POMPEYA y Herculano, situadas al pie del monte Vesubio, eran dos prósperas ciudades romanas del siglo primero de la era común, que se habían convertido en lugares de recreo para los romanos acaudalados. Sus teatros tenían capacidad para más de mil espectadores, y había en Pompeya un anfiteatro tan grande que cabía en él casi toda su población. Los arqueólogos han encontrado en esta urbe 118 tabernas, algunas de las cuales servían de casas de juego o prostíbulos. Los murales y otros restos arqueológicos son testigos mudos de la inmoralidad y el materialismo reinantes en la zona.

El 24 de agosto del año 79 E.C., el Vesubio entró en erupción. Los vulcanólogos opinan que la primera explosión, que hizo llover diminutas piedras pómez sobre ambas ciudades, no impidió que los habitantes escaparan, como, de hecho, muchos hicieron. Optaron por quedarse, sin embargo, quienes subestimaron el peligro que corrían o sencillamente pasaron por alto las advertencias. Entonces, cerca de la medianoche, una avalancha ardiente de gases tóxicos, piedras pómez y lodo volcánico se precipitó sobre Herculano, lo que acabó con los que permanecieron en la ciudad. Al amanecer, una avalancha semejante arrasó Pompeya. ¡Qué tragedia! Todo por pasar por alto las advertencias.

El fin del sistema de cosas judío

El terrible final de Pompeya y Herculano fue superado con creces por la catastrófica destrucción de Jerusalén, ejecutada nueve años antes por la mano del hombre. Se dice que el asedio de la ciudad, calificado de “uno de los más espantosos sitios de la historia”, causó la muerte a más de un millón de judíos. Sin embargo, tal como el desastre de Pompeya y Herculano, la devastación de Jerusalén no ocurrió sin previo aviso.

Cuando Jesucristo predijo la destrucción de la ciudad, mencionó acontecimientos que la precederían, situaciones inquietantes como guerras, escasez de alimentos, terremotos y desórdenes. A pesar de los falsos profetas, las buenas nuevas del Reino de Dios se predicarían por toda la Tierra (Mateo 24:4-7, 11-14). Aunque las palabras de Jesús tienen un cumplimiento mayor en la actualidad, también se cumplieron en menor escala en aquel entonces. Por ejemplo, la historia hace referencia a una gran hambre en Judea (Hechos 11:28 ). Y Josefo, historiador judío, informa de que un terremoto sacudió Jerusalén poco antes de su destrucción. Conforme se aproximaba el fin de Jerusalén, se sucedieron las revueltas, las luchas entre las facciones políticas judías y las masacres en ciudades con una población mixta de judíos y gentiles. No obstante, se estaban predicando las buenas nuevas del Reino ‘en toda la creación que estaba bajo el cielo’ (Colosenses 1:23).

Finalmente, los judíos se alzaron contra Roma en el año 66 E.C. Cuando Cestio Galo sitió Jerusalén con su ejército, los seguidores de Jesús recordaron las palabras de su Maestro: “Cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de Jerusalén retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella” (Lucas 21:20, 21). Había llegado la hora de abandonar Jerusalén, pero ¿cómo? De forma inesperada, Cestio Galo retiró sus tropas, lo que permitió que los cristianos de Jerusalén y Judea obedecieran las palabras de Jesús y huyeran a las montañas (Mateo 24:15, 16).

Cuatro años después, para el tiempo de la Pascua, las legiones romanas volvieron, esta vez capitaneadas por el general Tito, quien estaba decidido a aplastar la rebelión judía. Su ejército rodeó Jerusalén y construyó “una fortificación de estacas puntiagudas”, imposibilitando así que alguien escapara (Lucas 19:43, 44). Pese a la amenaza de guerra, judíos de todas partes del Imperio romano habían acudido en gran número para celebrar la Pascua. Los desventurados visitantes quedaron atrapados. Constituyeron, según Josefo, la mayoría de los muertos del sitio romano. Cuando, por fin, cayó Jerusalén, había perecido alrededor de una séptima parte de los judíos del imperio. La destrucción de la ciudad y su templo puso punto final al estado judío y su sistema religioso basado en la Ley mosaica (Marcos 13:1, 2).

En el año 70 E.C., los cristianos de origen judío habrían terminado muertos o esclavizados, como todos los demás que estaban en Jerusalén. Pero, según las pruebas históricas, hicieron caso de la advertencia que había dado Jesús treinta y siete años antes. Abandonaron la ciudad y no regresaron.

Advertencias apostólicas oportunas

En la actualidad, una destrucción de mayor alcance se avecina, la cual significará el fin del entero sistema de cosas. Seis años antes de la desolación de Jerusalén, el apóstol Pedro dio un urgente y oportuno consejo que resulta especialmente aplicable a los cristianos de nuestros tiempos: ¡estén vigilantes! Pedro vio la necesidad de que los cristianos despertaran “sus facultades de raciocinio claro” para que no pasaran por alto el “mandamiento del Señor”, Jesucristo (2 Pedro 3:1, 2). Al exhortarlos a ser vigilantes, es probable que Pedro tuviera presentes las palabras que Jesús les había dicho a él y al resto de los apóstoles unos días antes de morir: “Sigan mirando, manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo señalado” (Marcos 13:33).

Hoy día hay quienes se burlan diciendo: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” (2 Pedro 3:3, 4). Al parecer, tales personas opinan que en realidad nada ha cambiado desde la creación del mundo; que todo sigue igual que siempre. Ese modo de pensar escéptico es peligroso, pues las dudas pueden corroer nuestro sentido de la urgencia, lo que nos encaminaría a volvernos autocomplacientes (Lucas 21:34). Además, como destaca Pedro, los burlones olvidan el Diluvio de los días de Noé, que acabó con un sistema de cosas mundial. En aquel entonces, todo cambió (Génesis 6:13, 17; 2 Pedro 3:5, 6).

Pedro ayuda a sus lectores a cultivar paciencia recordándoles por qué no actúa Dios inmediatamente en muchas ocasiones. En primer lugar, argumenta: “Un día es para con Jehová como mil años, y mil años como un día” (2 Pedro 3:8 ). Dado que Jehová es eterno, está en posición de tomar en cuenta todos los detalles y elegir el momento más oportuno para actuar. Acto seguido, el apóstol señala que Jehová desea que gente de todas partes se arrepienta. La paciencia de Dios se traduce en salvación para muchas personas que morirían si él actuara de forma precipitada (1 Timoteo 2:3, 4; 2 Pedro 3:9). Sin embargo, el hecho de que Dios sea paciente no quiere decir que nunca actuará. “El día de Jehová vendrá como ladrón”, afirma Pedro (2 Pedro 3:10).

Es de interés el paralelo que traza Pedro. Al ladrón no se le atrapa con facilidad; sin embargo, un vigilante que se queda despierto toda la noche tiene más posibilidades de descubrirlo que otro que se duerme de vez en cuando. ¿Cómo puede un vigilante mantenerse despierto? Para ello, es mucho mejor andar de un lado a otro que quedarse sentado toda la noche. Así mismo, el que estemos activos en sentido espiritual nos ayudará a los cristianos a permanecer despiertos; de ahí que Pedro nos exhorte a mantenernos ocupados en “actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa” (2 Pedro 3:11). Actuar así contribuirá a que sigamos “teniendo muy presente la presencia del día de Jehová”. El vocablo griego traducido “teniendo muy presente” se vierte literalmente “acelerando” (2 Pedro 3:12, nota). Es cierto, no podemos alterar el horario de Jehová. Su día vendrá a la hora que él ha fijado, pero el lapso de tiempo desde ahora hasta que llegue ese momento pasará mucho más rápido si estamos ocupados en su servicio (1 Corintios 15:58 ).

Por lo tanto, se anima a todo el que piense que el día de Jehová se tarda a que acepte el consejo de Pedro de esperar con paciencia el tiempo señalado de Jehová. Es más, tenemos la oportunidad de aprovechar con sensatez el tiempo extra que nos conceda la paciencia divina. Podemos, por ejemplo, seguir cultivando cualidades cristianas esenciales y predicando las buenas nuevas a muchas más personas, a las que de otro modo habría sido imposible llegar. Si nos quedamos despiertos, Jehová nos hallará “inmaculados y sin tacha y en paz” al final de este sistema de cosas (2 Pedro 3:14, 15). ¡Qué magnífico privilegio!

Pablo también habla en la primera carta a los Tesalonicenses de la necesidad de quedarse despiertos. Aconseja: “No sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio” (1 Tesalonicenses 5:2, 6). ¡Qué vital es atender este consejo en nuestros días, cuando estamos tan cerca ya de la destrucción del sistema de cosas mundial! Los adoradores de Jehová vivimos en un mundo plagado de apatía espiritual, lo cual puede afectarnos. Por esta razón, Pablo aconseja: “Mantengamos nuestro juicio y llevemos puesta la coraza de la fe y el amor, y como yelmo la esperanza de la salvación” (1 Tesalonicenses 5:8 ). Ser constantes en el estudio de la Palabra de Dios y relacionarnos regularmente con nuestros hermanos en las reuniones nos ayudará a seguir el consejo de Pablo y no perder el sentido de la urgencia (Mateo 16:1-3).

Davidmor
26/02/2012, 10:55
Millones de personas siguen vigilantes

¿Hay mucha gente hoy día que esté alerta, prestando atención al estímulo inspirado? Sí. Durante el año de servicio 2002 dieron prueba de estar espiritualmente despiertos un máximo de 6.304.645 publicadores —un 3,1% de aumento sobre el 2001—, pues dedicaron 1.202.381.302 horas a hablar del Reino de Dios al prójimo. Para ellos, esta no es una obra que se deja a la casualidad, sino que constituye el centro de su vida. Eduardo y Noemí, de El Salvador, son un ejemplo de la actitud de muchos de ellos.

Hace unos años, Eduardo y Noemí prestaron atención a las siguientes palabras de Pablo: “La escena de este mundo está cambiando” (1 Corintios 7:31). De modo que simplificaron su vida y emprendieron el servicio de precursor de tiempo completo. Con los años recibieron muchas bendiciones, incluso participaron en la obra de circuito y de distrito. Pese a que han afrontado problemas serios, están convencidos de que tomaron la decisión correcta cuando renunciaron a la comodidad material por el servicio de tiempo completo. Muchos de los 29.269 publicadores, entre ellos 2.454 precursores, de El Salvador han manifestado un espíritu abnegado similar, una de las razones por las que este país tiene un 2% de incremento sobre la cantidad de publicadores del año pasado.

En Côte d’Ivoire (Costa de Marfil), un cristiano que manifestaba la misma actitud escribió a la sucursal de aquel país: “Soy siervo ministerial, pero no puedo decirles a los hermanos que emprendan el precursorado si no les doy un buen ejemplo en cuanto a ello. Así que he renunciado a un empleo bien pagado y ahora trabajo por mi cuenta, lo que me permite dedicar más tiempo al ministerio”. Este joven se unió a los 983 precursores que sirven en este país, que contaba el año pasado con 6.701 publicadores, un aumento del 5%.

En Bélgica, la intolerancia, el prejuicio y la discriminación siguen causando problemas a los 24.961 publicadores del Reino. Con todo, son celosos y no se dejan intimidar. Cuando una Testigo de 16 años oyó en una clase de Ética que se tildaba a los testigos de Jehová de secta, pidió permiso para exponer el otro lado del asunto. A fin de explicar la verdadera identidad de los Testigos, se valió de la videocinta Los testigos de Jehová... la organización tras el nombre y del folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen? La información tuvo muy buena acogida, y a la semana siguiente los estudiantes hicieron un examen basado por completo en la religión cristiana de los testigos de Jehová.

La mayoría de los cristianos han de afrontar problemas serios en estos últimos días; aun así, tratan de no distraerse. A pesar de las conocidas dificultades económicas que sufre la Argentina, se informó un nuevo máximo de 126.709 Testigos el año pasado. En Mozambique abunda la pobreza; sin embargo, 37.563 participaron en la obra de predicar, un crecimiento del 4%. No es nada fácil vivir en Albania; con todo, en este país hubo un excelente aumento del 12%, y se alcanzó un máximo de 2.708 publicadores. Es obvio que las situaciones difíciles no estorban el fluir del espíritu de Jehová cuando sus siervos ponen en primer lugar los intereses del Reino (Mateo 6:33).

El promedio mensual de 5.309.289 estudios bíblicos en todo el mundo indica que todavía quedan muchas personas mansas como ovejas que tienen sed de la verdad bíblica. Del nuevo máximo de 15.597.746 personas que asistieron a la Conmemoración, la mayoría de ellas no están activas en el servicio de Dios. Deseamos, pues, que sigan aumentando en conocimiento, y que su amor a Jehová y a la hermandad continúe creciendo. Es emocionante ver cómo sigue produciendo fruto la “gran muchedumbre” de “otras ovejas”, mientras sirven al Creador “día y noche en su templo” junto con sus hermanos ungidos por espíritu (Revelación [Apocalipsis] 7:9, 15; Juan 10:16).

Aprendamos de Lot

Naturalmente, hasta los siervos fieles de Dios pueden perder momentáneamente el sentido de la urgencia. Pensemos en Lot, el sobrino de Abrahán. Dos ángeles lo visitaron y le dijeron que Dios iba a destruir Sodoma y Gomorra. Las noticias no le vinieron de sorpresa, pues le “angustiaba sumamente la entrega de la gente desafiadora de ley a la conducta relajada” (2 Pedro 2:7). No obstante, cuando los dos ángeles fueron a acompañarlos a él y a su familia a salir de Sodoma, él “siguió demorándose”. Los ángeles casi tuvieron que sacarlos a rastras de la ciudad. Más adelante, la esposa de Lot pasó por alto la advertencia de los ángeles de no mirar hacia atrás, y su desobediente actitud le costó cara (Génesis 19:14-17, 26). “Acuérdense de la esposa de Lot”, advirtió Jesús (Lucas 17:32).

La catástrofe de Pompeya y Herculano y los acontecimientos que rodearon la destrucción de Jerusalén, así como los ejemplos de Lot y del Diluvio de los días de Noé, ilustran la importancia de tomar en serio las advertencias. Los siervos de Jehová reconocemos la señal del tiempo del fin y nos hemos separado de la religión falsa (Mateo 24:3; Revelación 18:4). Es preciso que, como los cristianos del siglo primero, ‘tengamos muy presente la presencia del día de Jehová’ (2 Pedro 3:12). Sí, ¡ahora más que nunca, debemos quedarnos despiertos! ¿Qué medidas podemos adoptar, y qué cualidades hemos de cultivar para ello? Estas cuestiones se abordarán en el próximo artículo.

[Notas]

No es probable que la Jerusalén del siglo primero contara con más de 120.000 habitantes. Eusebio calcula que 300.000 residentes de la provincia de Judea viajaron a la capital para celebrar la Pascua del año 70 E.C. De modo que el resto de las víctimas mortales debían proceder de otras partes del imperio.
Está claro que desde el punto de vista de Jehová, la Ley mosaica quedó anulada por el nuevo pacto en el año 33 E.C. (Efesios 2:15).

Davidmor
26/02/2012, 10:57
¿Cómo responderíamos?
• ¿Qué suceso permitió que los cristianos de origen judío escaparan de la destrucción de Jerusalén?
• ¿Cómo nos ayudan los consejos en las cartas de los apóstoles Pedro y Pablo a mantenernos despiertos?
• ¿Quiénes dan prueba de que están completamente despiertos?
• ¿Qué lección aprendemos del relato de Lot y su esposa?

[Preguntas del estudio]

 1, 2. a) ¿Qué tipo de ciudades eran Pompeya y Herculano? b) ¿Qué advertencia pasaron por alto muchos habitantes de estas ciudades, y en qué resultó?

 3. ¿Qué similitud hallamos entre la destrucción de Jerusalén y la de Pompeya y Herculano?

4. ¿Qué señal profética dio Jesús para advertir a sus seguidores de que se acercaba el fin de un sistema de cosas, y qué cumplimiento inicial tuvo
en el siglo primero?

 5, 6. a) ¿Qué palabras proféticas de Jesús se cumplieron en el año 66 E.C.? b) ¿Por qué hubo tantos muertos cuando cayó Jerusalén en el año 70 E.C.?

 7. ¿Por qué sobrevivieron a la destrucción de Jerusalén los cristianos fieles?
 8. ¿Qué necesidad vio Pedro, y qué palabras de Jesús probablemente tuvo presentes?
 9. a) ¿Qué peligrosa actitud adoptarían algunos? b) ¿Por qué es especialmente peligroso un modo de pensar escéptico?
10. ¿Con qué palabras alienta Pedro a quienes pudieran impacientarse?
11. ¿Qué nos ayudará a permanecer despiertos en sentido espiritual, y cómo ‘acelerará’ esto, por decirlo así, el día de Jehová?
12. ¿Cómo podemos beneficiarnos individualmente de la paciencia de Jehová?
13. ¿Qué palabras de Pablo a los cristianos de Tesalónica son particularmente adecuadas hoy día?
14. ¿Qué nos indica que muchas personas siguen hoy día el consejo de Pedro de estar despiertos?
15. ¿Qué experiencia de El Salvador indica que hay muchos cristianos espiritualmente despiertos?
16. ¿Qué actitud manifestó un hermano joven de Côte d’Ivoire (Costa de Marfil)?
17. ¿Cómo demostró una joven Testigo que no la intimidaba el prejuicio?
18. ¿Qué prueba hay de que ni los publicadores de la Argentina ni los de Mozambique perdieron el objetivo de servir a Jehová debido a los problemas económicos?
19. a) ¿Qué prueba que todavía quedan muchas personas mansas como ovejas que tienen sed de la verdad bíblica? b) ¿Qué otros detalles del informe anual demuestran que los siervos de Jehová están espiritualmente despiertos? (Véase la tabla de las páginas 12-15.)
20. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Lot y su esposa?
21. ¿Por qué es vital, ahora más que nunca, que nos quedemos despiertos?

[Tabla de las páginas 12 a 15]
INFORME MUNDIAL DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ. AÑO DE SERVICIO 2002
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

[Ilustración de la página 9]

En el año 66 E.C., la comunidad cristiana de Jerusalén prestó atención a la advertencia de Jesús

[Ilustraciones de la página 10]
Estar activos ayuda a los cristianos a permanecer despiertos