rebelderenegado
25/01/2012, 04:43
Europa en guerra con Irán
Pepe Escobar
Asia Times Online
Nunca nadie ha perdido dinero apostando a la insensatez de los políticos de la Unión Europea (UE). Y si comercias con petróleo, alégrate –muriéndose de risa: cómo era de esperar, los ministros de exteriores de la UE, siguiendo dócilmente al gobierno de Barack Obama– han dado luz verde a un embargo total del petróleo iraní.
El embargo se aplica no solo a nuevos contratos sino también a contratos existentes – que vencerán el 1 de julio, e incluso se imponen sanciones adicionales contra el banco central de Irán y las exportaciones petroquímicas a la UE. Siempre es crucial recordar que el embargo – una declaración de facto de guerra económica europea– fue propuesto enérgicamente en primer lugar por el neo-napoleónico “liberador” de Libia, el presidente de Francia Nicolas Sarkozy. La excusa oficial para la guerra económica son “serias y crecientes preocupaciones por el programa nuclear iraní”.
No sirvió de nada que Moscú haya advertido a los países de la UE que dejen de actuar como simples peones de Washington, disparándose una vez más en sus pies vestidos por Ferragamo. Los rusos saben todo lo que hay que saber sobre cómo este embargo puede ser horriblemente contraproducente.
La UE defiende su estrategia –o guerra económica– como la única manera de evitar “el caos en Medio Oriente”. Sin embargo, la guerra económica puede terminar por provocar la guerra hecha y derecha que teóricamente trata de prevenir; ¡Hablando de una serie de consecuencias imprevistas que están al acecho!
Y eso nos lleva directamente al drama del Estrecho de Ormuz. Teherán ha dicho repetidamente que cerrará Ormuz solo –y debemos repetir– solo si se bloquean las exportaciones de petróleo de Irán. Esa medida representaría un golpe mortal a la economía iraní –totalmente dependiente de las exportaciones de petróleo– para no hablar del régimen controlado por el Supremo Líder Ayatolá Ali Jamenei. El cambio de régimen es el verdadero plan de Washington y sus mascotas europeas (Vea “El mito de ‘Irán aislado”, Rebelión, 20 de enero de 2012) – pero eso no puede ser aclarado a la opinión pública mundial.
Las huellas de mis lágrimas
De los cinco principales importadores de petróleo iraní, cuatro están en Asia; dos miembros del BRICS (China e India), más los aliados de EE.UU. Japón y Corea del Sur. Se puede argumentar imparcialmente que todos estos importadores culparían severamente a los estadounidenses/europeos por sus provocaciones (de hecho, algunos ya lo están haciendo) si Irán considerara el bloqueo –o la activación de una serie de minas– en el Estrecho de Ormuz.
La UE, por su parte, importa unos 600.000 barriles de petróleo por día de Irán; es aproximadamente un 25% de las exportaciones diarias de petróleo de Irán de 2,6 millones de barriles. El principal importador en la UE es Italia. Otros importadores clave son España y Grecia. Todos estos países del Club Med, para decirlo cuidadosamente, están actualmente enzarzados en profundos líos económicos.
La UE insiste en su discurso político en su así llamado enfoque de “doble pista” hacia Irán. Dejando de lado el discurso, la doble pista se traduce en la práctica como “callaos, ceded ante nuestras naciones, dejad de enriquecer uranio y sentaos a la mesa a negociar según nuestras condiciones”.
Por lo tanto cuando la jefa de política exterior de la UE –la estupendamente inocua Catherine Ashton– discursea sobre la “validez del enfoque de doble pista”, los diplomáticos serios en todo el mundo en desarrollo solo pueden interpretarlo como lo que es: un chiste. No es exactamente un incentivo para que Irán renueve sus negociaciones nucleares con el grupo de los “Seis de Irán” (los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Rusia, China, más Alemania).
Mientras tanto, el Señor de las mascotas europeas –el gobierno de Obama– aplica toda clase de presiones sobre las potencias asiáticas para que dejen de comprar petróleo iraní. Para todas ellas –incluidas Japón y Corea del Sur– seguirá siendo lo mismo: necesitan petróleo de Irán aún más que Occidente.
Incluso BP –el súper contaminador del Golfo de México– ha solicitado al gobierno de Obama una exención de las sanciones. Todo tiene que ver con el capítulo crucial del Ductistán – el desarrollo del inmenso yacimiento de gas Sha Deniz II en Azerbaiyán.
No hay forma de que Europa se pueda beneficiar del gas del Mar Caspio sin una masiva inversión de 22.000 millones de dólares para desarrollar Shah Deniz II – en el cual Irán tiene una participación de 10%. Shah Deniz II sería esencial para abastecer el gasoducto Nabucco – si llega a ser construido. Nabucco soslaya a Rusia, aliado estratégico de Irán – que casualmente mantiene una influencia oculta sobre el suministro de gas de Europa, como los propios europeos nunca cesan de lamentar en Bruselas.
Si Irán lo bloquea, el acuerdo muere. Por lo tanto tenemos una situación post surrealista en la que Gran Petróleo de Gran Bretaña –a través de BP– implora a EE.UU. que lo exima de las sanciones, de otra manera la seguridad energética de Europa estaría en peligro. También sucede que Gran Bretaña es un implacable enemigo del régimen de Teherán, pero todavía se basa en Irán para que “salve” Europa de las garras de Gazprom. Es algo imposible de inventar.
La City nunca duerme
El nombre del juego en Irán será siempre el cambio de régimen porque el perenne sueño húmedo de Washington y sus mascotas europeas es apoderarse de la fabulosa riqueza de petróleo (12,7% de las reservas globales) y de gas. Y el hecho es que esa riqueza ya está beneficiando a la Red de Seguridad Energética Asiática – y no a Occidente.
Los inmensos yacimientos de Azadegan del Norte y del Sur –26 millones de barriles– son explotados por –quién iba a ser– China; la Corporación Nacional de Petróleo de China está desarrollando ambos, invirtiendo 8.400 millones de dólares en los próximos 10 años. En cuanto al campo Yadavaran, está siendo desarrollado por la Corporación de Petróleo y Química de China; en cuatro años, producirá casi 200.000 barriles por día. Y todo esto sin mencionar el mayor yacimiento de gas del mundo –South Pars– del cual Irán posee una gran parte, junto a Qatar.
Y luego tenemos el crucial frente del petrodólar. Dominique Strauss-Kahn (DSK), poco antes de ser obligado a renunciar como director general del Fondo Monetario Internacional por un escándalo sexual, insistía en el fin del dólar estadounidense como moneda mundial de reserva, proponiendo en su lugar los derechos especiales de giro del FMI – la moneda virtual del FMI incluyendo al dólar estadounidense, el euro, la libra, el yen y el yuan.
Bueno, ya está ocurriendo, por otros caminos. Un memorando a un eje Washington/Bruselas que no hace sus deberes: China e India ya están soslayando las sanciones de EE.UU./UE contra Irán.
Tres miembros del BRICS (Rusia, India y China), más Japón e Irán –una poderosa mezcla de los mayores productores y consumidores de energía – ya comercian, o están a punto de hacerlo, en sus propias monedas. Rusia e Irán acaban de comenzar a comerciar en riales y rublos. Todas estas potencias tienen acuerdos bilaterales – que inexorablemente se orientan a ser multilaterales; y eso se traduce en que el dólar estadounidense comienza a desvanecerse lentamente como moneda de reserva global, con todas las consecuencias sísmicas que esto implica.
Es como si un mundo atónito estuviera observando un suicidio ritual en cámara lenta cometido por Occidente dominado por Washington.
También existe la auspiciosa naranja en el queque de este Año del Dragón – la próxima bolsa de divisas negociando en yuan en la City de Londres. Beijing la quiere – y la City la quiere como nunca. Teherán ya vende petróleo en yuan a Beijing. Pensad en Irán utilizando la bolsa de divisas de la City para usar su yuan y así mantener acceso a todos los mercados globales – no importa la avalancha de sanciones/embargo de EE.UU./UE.
Obviamente, los actores de la City saben que una bolsa de yuan “de libre comercio” en Londres puede resultar en una ventaja para Irán; pero a diferencia de esos idiotas en Bruselas, por lo menos los embaucadores de la City saben que los negocios son los negocios.
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007)
Traducción: Germán Leyens
Pepe Escobar
Asia Times Online
Nunca nadie ha perdido dinero apostando a la insensatez de los políticos de la Unión Europea (UE). Y si comercias con petróleo, alégrate –muriéndose de risa: cómo era de esperar, los ministros de exteriores de la UE, siguiendo dócilmente al gobierno de Barack Obama– han dado luz verde a un embargo total del petróleo iraní.
El embargo se aplica no solo a nuevos contratos sino también a contratos existentes – que vencerán el 1 de julio, e incluso se imponen sanciones adicionales contra el banco central de Irán y las exportaciones petroquímicas a la UE. Siempre es crucial recordar que el embargo – una declaración de facto de guerra económica europea– fue propuesto enérgicamente en primer lugar por el neo-napoleónico “liberador” de Libia, el presidente de Francia Nicolas Sarkozy. La excusa oficial para la guerra económica son “serias y crecientes preocupaciones por el programa nuclear iraní”.
No sirvió de nada que Moscú haya advertido a los países de la UE que dejen de actuar como simples peones de Washington, disparándose una vez más en sus pies vestidos por Ferragamo. Los rusos saben todo lo que hay que saber sobre cómo este embargo puede ser horriblemente contraproducente.
La UE defiende su estrategia –o guerra económica– como la única manera de evitar “el caos en Medio Oriente”. Sin embargo, la guerra económica puede terminar por provocar la guerra hecha y derecha que teóricamente trata de prevenir; ¡Hablando de una serie de consecuencias imprevistas que están al acecho!
Y eso nos lleva directamente al drama del Estrecho de Ormuz. Teherán ha dicho repetidamente que cerrará Ormuz solo –y debemos repetir– solo si se bloquean las exportaciones de petróleo de Irán. Esa medida representaría un golpe mortal a la economía iraní –totalmente dependiente de las exportaciones de petróleo– para no hablar del régimen controlado por el Supremo Líder Ayatolá Ali Jamenei. El cambio de régimen es el verdadero plan de Washington y sus mascotas europeas (Vea “El mito de ‘Irán aislado”, Rebelión, 20 de enero de 2012) – pero eso no puede ser aclarado a la opinión pública mundial.
Las huellas de mis lágrimas
De los cinco principales importadores de petróleo iraní, cuatro están en Asia; dos miembros del BRICS (China e India), más los aliados de EE.UU. Japón y Corea del Sur. Se puede argumentar imparcialmente que todos estos importadores culparían severamente a los estadounidenses/europeos por sus provocaciones (de hecho, algunos ya lo están haciendo) si Irán considerara el bloqueo –o la activación de una serie de minas– en el Estrecho de Ormuz.
La UE, por su parte, importa unos 600.000 barriles de petróleo por día de Irán; es aproximadamente un 25% de las exportaciones diarias de petróleo de Irán de 2,6 millones de barriles. El principal importador en la UE es Italia. Otros importadores clave son España y Grecia. Todos estos países del Club Med, para decirlo cuidadosamente, están actualmente enzarzados en profundos líos económicos.
La UE insiste en su discurso político en su así llamado enfoque de “doble pista” hacia Irán. Dejando de lado el discurso, la doble pista se traduce en la práctica como “callaos, ceded ante nuestras naciones, dejad de enriquecer uranio y sentaos a la mesa a negociar según nuestras condiciones”.
Por lo tanto cuando la jefa de política exterior de la UE –la estupendamente inocua Catherine Ashton– discursea sobre la “validez del enfoque de doble pista”, los diplomáticos serios en todo el mundo en desarrollo solo pueden interpretarlo como lo que es: un chiste. No es exactamente un incentivo para que Irán renueve sus negociaciones nucleares con el grupo de los “Seis de Irán” (los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Rusia, China, más Alemania).
Mientras tanto, el Señor de las mascotas europeas –el gobierno de Obama– aplica toda clase de presiones sobre las potencias asiáticas para que dejen de comprar petróleo iraní. Para todas ellas –incluidas Japón y Corea del Sur– seguirá siendo lo mismo: necesitan petróleo de Irán aún más que Occidente.
Incluso BP –el súper contaminador del Golfo de México– ha solicitado al gobierno de Obama una exención de las sanciones. Todo tiene que ver con el capítulo crucial del Ductistán – el desarrollo del inmenso yacimiento de gas Sha Deniz II en Azerbaiyán.
No hay forma de que Europa se pueda beneficiar del gas del Mar Caspio sin una masiva inversión de 22.000 millones de dólares para desarrollar Shah Deniz II – en el cual Irán tiene una participación de 10%. Shah Deniz II sería esencial para abastecer el gasoducto Nabucco – si llega a ser construido. Nabucco soslaya a Rusia, aliado estratégico de Irán – que casualmente mantiene una influencia oculta sobre el suministro de gas de Europa, como los propios europeos nunca cesan de lamentar en Bruselas.
Si Irán lo bloquea, el acuerdo muere. Por lo tanto tenemos una situación post surrealista en la que Gran Petróleo de Gran Bretaña –a través de BP– implora a EE.UU. que lo exima de las sanciones, de otra manera la seguridad energética de Europa estaría en peligro. También sucede que Gran Bretaña es un implacable enemigo del régimen de Teherán, pero todavía se basa en Irán para que “salve” Europa de las garras de Gazprom. Es algo imposible de inventar.
La City nunca duerme
El nombre del juego en Irán será siempre el cambio de régimen porque el perenne sueño húmedo de Washington y sus mascotas europeas es apoderarse de la fabulosa riqueza de petróleo (12,7% de las reservas globales) y de gas. Y el hecho es que esa riqueza ya está beneficiando a la Red de Seguridad Energética Asiática – y no a Occidente.
Los inmensos yacimientos de Azadegan del Norte y del Sur –26 millones de barriles– son explotados por –quién iba a ser– China; la Corporación Nacional de Petróleo de China está desarrollando ambos, invirtiendo 8.400 millones de dólares en los próximos 10 años. En cuanto al campo Yadavaran, está siendo desarrollado por la Corporación de Petróleo y Química de China; en cuatro años, producirá casi 200.000 barriles por día. Y todo esto sin mencionar el mayor yacimiento de gas del mundo –South Pars– del cual Irán posee una gran parte, junto a Qatar.
Y luego tenemos el crucial frente del petrodólar. Dominique Strauss-Kahn (DSK), poco antes de ser obligado a renunciar como director general del Fondo Monetario Internacional por un escándalo sexual, insistía en el fin del dólar estadounidense como moneda mundial de reserva, proponiendo en su lugar los derechos especiales de giro del FMI – la moneda virtual del FMI incluyendo al dólar estadounidense, el euro, la libra, el yen y el yuan.
Bueno, ya está ocurriendo, por otros caminos. Un memorando a un eje Washington/Bruselas que no hace sus deberes: China e India ya están soslayando las sanciones de EE.UU./UE contra Irán.
Tres miembros del BRICS (Rusia, India y China), más Japón e Irán –una poderosa mezcla de los mayores productores y consumidores de energía – ya comercian, o están a punto de hacerlo, en sus propias monedas. Rusia e Irán acaban de comenzar a comerciar en riales y rublos. Todas estas potencias tienen acuerdos bilaterales – que inexorablemente se orientan a ser multilaterales; y eso se traduce en que el dólar estadounidense comienza a desvanecerse lentamente como moneda de reserva global, con todas las consecuencias sísmicas que esto implica.
Es como si un mundo atónito estuviera observando un suicidio ritual en cámara lenta cometido por Occidente dominado por Washington.
También existe la auspiciosa naranja en el queque de este Año del Dragón – la próxima bolsa de divisas negociando en yuan en la City de Londres. Beijing la quiere – y la City la quiere como nunca. Teherán ya vende petróleo en yuan a Beijing. Pensad en Irán utilizando la bolsa de divisas de la City para usar su yuan y así mantener acceso a todos los mercados globales – no importa la avalancha de sanciones/embargo de EE.UU./UE.
Obviamente, los actores de la City saben que una bolsa de yuan “de libre comercio” en Londres puede resultar en una ventaja para Irán; pero a diferencia de esos idiotas en Bruselas, por lo menos los embaucadores de la City saben que los negocios son los negocios.
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007)
Traducción: Germán Leyens