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Ver la versión completa : La celebración de cumpleaños... ¿cómo empezó la práctica?



Davidmor
26/12/2011, 20:08
RECIENTEMENTE un personaje público celebró su cumpleaños número 70... solo que él no lo llamó así. Dijo jocosamente: “Es el 31 aniversario de mi cumpleaños de 39 años de edad.”

No toda persona ve los cumpleaños desde el mismo punto de vista. Puede que Juanito espere con anhelo el día que trae consigo una torta con velas y muchos regalos. En cambio, puede que mamá no quiera nada que le recuerde su edad.
Algunas personas hasta rehúsan celebrar su cumpleaños por razones de conciencia. ¿Le parece extraño eso? Realmente, si usted hubiera sido miembro de la iglesia cristiana primitiva, usted hubiera rehusado celebrar su cumpleaños.

“La celebración del aniversario del nacimiento de una persona era usual entre los antiguos, pero era algo que originalmente los cristianos desaprobaban,” señala William S. Walsh en su libro Curiosities of Popular Customs. El historiador Walsh pasa a citar escritos sobre este tema del tiempo de los cristianos primitivos, y dice: “Así Orígenes, en una homilía acerca de Levítico xii 2, asegura a sus oyentes que ‘no se relata que ninguna de las personas santas haya celebrado una fiesta o hecho un banquete en su cumpleaños, o que haya festejado el día en que su hijo o su hija nació. Pero los pecadores se regocijan y hacen festividades en esos días.’”

¿A qué se debió la aversión de los cristianos primitivos a los cumpleaños? Se debió en parte a los judíos. “No se menciona en la
Biblia ningún caso en que los judíos mismos hayan celebrado cumpleaños,” indica M’Clintock and Strong’s Cyclopaedia, y agrega: “De hecho, por lo menos los judíos de tiempos posteriores consideraban las celebraciones de cumpleaños como parte de la adoración idolátrica.”

Los cumpleaños y la astrología

Por supuesto, los cristianos primitivos tenían sus propias razones para no celebrar los cumpleaños. En aquel entonces las celebraciones de cumpleaños estaban estrechamente enlazadas con la religión pagana, pero aquellos enlaces no son tan obvios hoy. “En su contenido, la costumbre de celebrar el día de nacimiento está relacionado con . . . ciertos principios religiosos primitivos,” señala la Encyclopaedia of Religion and Ethics. ¿Cuáles principios?

Por ejemplo, el espiritismo. “Los griegos creían que toda persona tenía un espíritu protector o daemon que estaba presente el día de su nacimiento y que cuidaba de ella durante su vida. Este espíritu tenía una relación mística con el dios en cuyo día de cumpleaños la persona nacía. Los romanos también aceptaban esta idea. Ellos llamaban a este espíritu el genius. Esta idea ha seguido como creencia humana y se refleja en la idea del ángel custodio, el hada madrina y el santo patrón.”—The Lore of Birthdays, Ralph and Adelin Linton.

Otra razón por la cual los cristianos primitivos evitaban la celebración de cumpleaños se debía a la relación de ésta con la astrología. “El guardar registros de los cumpleaños era importante en tiempos antiguos principalmente porque una fecha de nacimiento era esencial para hacer un horóscopo,” dicen los Linton. Los cristianos primitivos asociaban la astrología con las religiones orientales, el estoicismo romano y el pensar tergiversado de los gnósticos. ¡Los cristianos no querían tener nada que ver con eso!

La actitud de la iglesia cambia

Con el tiempo el parecer de la iglesia nominal respecto a los cumpleaños cambió. ¿Por qué? Porque la actitud en conjunto de la iglesia para con el mundo romano cambió, no inesperadamente, cuando cesó la persecución bajo el emperador Constantino. La cristiandad nominal, ya corrupta y muy alejada de la versión apostólica, llegó a ser la religión oficial del estado. ¿Entonces qué le pasó a la hostilidad que desplegaba antes a cualquier cosa pagana?

Cuando la iglesia “salió de la tormenta de la persecución a la luz del favor imperial,” escribió el clérigo Henry J. Vandyke del siglo diecinueve, “pasó del concepto inferior de una iglesia salvada del mundo, al concepto más elevado de un mundo que tenía que ser salvado mediante el ministerio de la iglesia.”

¿En qué resultó tal razonamiento no bíblico? “Entonces fue que, abriendo su corazón a la humanidad de la religión, comenzó a acercarse a la humanidad de Jesús, y a buscar con interés ávido el día de Su nacimiento, para que pudiera santificarlo.” Si se podía celebrar el cumpleaños de Jesús, ¿qué había en cuanto a otros cumpleaños? William Walsh hace el enlace y dice: “Con la celebración de la Natividad de Cristo se volvió a la celebración de los natalicios de los simples mortales.”

¿Importa hoy en día?

Todo esto pasó hace muchos centenares de años. ¿Por qué debería afectar a las celebraciones de cumpleaños hoy? Pues, si los cristianos del primer siglo no celebraban sus propios cumpleaños ni el de Jesús, ¿por qué no deberían seguir aquel ejemplo los cristianos sinceros de hoy?

‘Pero, ¿no es eso adoptar una posición extremada, hasta fanática?,’ tal vez pregunten algunos. ‘Al fin y al cabo, ¿qué hay de malo en hacer una fiesta de cumpleaños? Nada del espiritismo o de la astrología está envuelto en estas celebraciones hoy.’

Es interesante que mucho de lo que se da por sentado hoy en las celebraciones de cumpleaños conserva el sabor de antiguos ritos religiosos. “La costumbre de las tortas con las velas encendidas comenzó con los griegos,” dicen los Linton. “Filocoro [historiador griego de la antigüedad] escribe que en el sexto día de cada mes, el día del cumpleaños de Artemis, diosa [de fertilidad] de la luna y de la caza, se ponían sobre los altares del templo de esta diosa tortas redondas como la luna hechas de miel que tenían cirios encendidos.”

¿Qué significado tienen las velas? “La creencia folklórica es que las velas de cumpleaños están dotadas de magia especial para conceder los deseos . . . los cirios encendidos y los fuegos relacionados con sus sacrificios han tenido un significado místico especial desde el tiempo en que el hombre comenzó a erigir altares a sus dioses. Así que, las velas de cumpleaños rinden honra y tributo a la criatura que celebra su cumpleaños y le traen buena suerte,” indica la misma fuente de información.

¿Qué hay en cuanto al saludo tradicional de “feliz cumpleaños”? El libro The Lore of Birthdays dice: “Los saludos de cumpleaños y los deseos para felicidad son una parte intrínseca de esta fiesta. . . . originalmente la idea estaba arraigada en la magia. La brujería se emplea principalmente para hacer hechizos para bien o para mal. Uno está más expuesto a tales hechizos en su día de cumpleaños, puesto que en ese tiempo los espíritus personales de uno están alrededor. . . . Los saludos de cumpleaños tienen poder para bien o para mal porque en este día uno está más cerca del mundo de los espíritus.”—Página 20.

¿Significa eso que los cristianos no pueden tener nada que ver con costumbre alguna que haya tenido su origen en ritos de la religión falsa? No. Es posible que una gran cantidad de prácticas comunes hayan tenido tales orígenes. Pero, cuando los rasgos de la costumbre, según se han transmitido a la práctica de ella en el día moderno, están opuestos a principios bíblicos, entonces los cristianos verdaderos por razón de conciencia tienen que rehusar participar de esta costumbre.

Glorificación de uno mismo

Los Linton señalan que los cumpleaños difieren de otras fiestas porque son ocasiones “en que todos los regalos y los buenos deseos son para uno mismo. La torta de cumpleaños, espléndida con su capa azucarada de colores y velas luminosas da tributo a la persona. Otras fiestas elevan el corazón, pero los cumpleaños enardecen el ego.”

¿Es buena idea el que los cristianos tomen parte en celebraciones que “enardecen el ego”? Cuando Jesús habló con los fariseos orgullosos, advirtió que “el que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.” (Mateo 23:12) El ‘enardecer el ego’ demasiado pudiera resultar en el ser humillado a manos de Dios. “No nos hagamos egotistas,” amonestó el apóstol Pablo.—Gálatas 5:26.

‘Pero, ¿por qué criticar una pequeñez como los cumpleaños?,’ quizás protesten algunos. Porque los cristianos creen que el principio bíblico de que “la persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho” aplica en este caso.—Lucas 16:10.

Además, aunque una fiesta de cumpleaños tal vez sea ‘una pequeñez,’ encierra un principio grande. La iglesia del cuarto siglo comenzó a aceptar la celebración de cumpleaños solo después de haber hecho un cambio grande en su modo de pensar. Como se mencionó en la página 17, el clérigo Vandyke se refirió al principio expresado en las Escrituras de que la iglesia cristiana ‘no es parte del mundo,’ como un “concepto inferior.” Pero, los cristianos que basan su creencia en la Biblia, ¡no pueden aceptar tal opinión!

Las Escrituras en ninguna parte autorizan a la iglesia a rechazar la declaración de Jesús de que “ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo.” (Juan 15:19) ¿De dónde consiguió la iglesia la autoridad para rechazar las palabras de Jesús como un “concepto inferior” y seguir como “concepto más elevado” el que ella proclama de que la iglesia debería llegar a ser parte del mundo a fin de salvarlo?

La carta bíblica de Santiago declara enfáticamente: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.” (Santiago 4:4) ¿Suena eso como si la iglesia puede salvar al mundo por medio de hacerse parte de él, y de adoptar sus ritos?

Davidmor
26/12/2011, 20:10
Algo mejor

Aunque el nacimiento de un infante es un acontecimiento gozoso, la Biblia lo pone en perspectiva con este comentario interesante: “Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace.” (Eclesiastés 7:1) ¿Cómo puede ser eso?

Al tiempo de haber nacido, todos hemos heredado la imperfección y el pecado de nuestros antepasados, Adán y Eva. Nacemos fuera del favor de Dios con la perspectiva de una vida corta, llena de dificultades, y después la muerte.—Job 14:1-4; Romanos 5:12.

A pesar de que todos nacemos bajo la ira de Dios, por decirlo así, la situación no es desesperada. El escritor bíblico Juan lo expresa de esta manera: “El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.”—Juan 3:36.

Así que, desde el punto de vista de Dios, la vida imperfecta que recibimos cuando nacemos no es realmente vida. ¡Es por eso que un buen “nombre” con Dios es tan importante! Si se ha pasado la vida haciendo tal “nombre,” entonces, al final de una vida tan útil, verdaderamente se puede decir que ‘el día de la muerte es mejor que el día en que uno nació.’ Dicha persona tiene la esperanza segura de volver a vivir gracias a la resurrección. (Isaías 26:19) ¿No sería mejor esforzarse por tener una buena relación con Dios y regocijarse en ésta en vez de celebrar una fecha de nacimiento? Después de todo, desde el punto de vista de él, no somos más que una “neblina que aparece por un poco de tiempo y luego desaparece.”—Santiago 4:14.

“Ellos no celebran . . .”

Recientemente, cuando un testigo de Jehová habló con una familia, se le dijo que al lado de ellos vivían otros Testigos. ¿Cómo sabía la familia que ellos eran Testigos? Un jovencito respondió al instante: “¡Ellos no celebran!”

“Es cierto que los testigos de Jehová no celebran cumpleaños u otras fiestas,” concordó el Testigo, “pero ¿sabían ustedes que en otras ocasiones sí nos juntamos en reuniones sociales y nos divertimos?”

El muchachito abrió más los ojos. “¿De veras?,” preguntó.

Los testigos de Jehová no usan sotanas negras santurronas ni cilicios. El que ellos rehúsen celebrar los cumpleaños se deriva de un deseo sincero de agradar a Dios. Ellos no pueden dejar de reconocer, así como lo han reconocido cristianos desde el tiempo de Orígenes, que la Biblia menciona solo dos celebraciones de cumpleaños, a saber, la de un Faraón de Egipto y la de Herodes
Antipas, gobernante romano, de los cuales ninguno de los dos fue siervo de Dios. También es de importancia notar que en el caso de ambas celebraciones hubo una ejecución.—Génesis 40:20-22; Mateo 14:6-11.

Sin embargo, los testigos de Jehová disfrutan de la vida. Les gusta participar entre ellos de ratos saludables de esparcimiento. Juntos se deleitan en la esperanza de vida eterna que viene bajo el reino de Dios. (Mateo 6:9, 10; Revelación 21:3, 4) Creen que se aproxima el tiempo en que los bebés ya no nacerán en un mundo lleno de aflicción y dolor. Entonces, toda persona que nazca podrá confiadamente esperar vivir tanto tiempo que el guardar cuenta de los cumpleaños será inútil. Mientras tanto, el amor sincero de los Testigos a la vida, como también su amor a Dios, hace que deseen agradarle a él aun en ‘pequeñeces’ como ésta que está relacionada con su actitud para con las celebraciones que todavía tienen elementos fundamentales de la religión falsa.