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Ver la versión completa : El punto de vista bíblico ¿Está bien que los cristianos bailen?



Davidmor
01/12/2011, 20:43
“NO LO soporto. Tengo que salir”, le susurró un joven a su esposa mientras, abochornado, se levantaba a tomar el fresco de la noche.
Este matrimonio se hallaba en una reunión social, invitado por unos amigos que decidieron presentar un espectáculo con tres bailarinas. Dado que a los demás presentes no parecía incomodarles, ¿acaso era este joven hipersensible? ¿No se trataba únicamente de artistas que exteriorizaban sus emociones y gozaban de la libertad del baile? Ante todo, nos conviene ver el baile desde una óptica cristiana.

El baile como forma de comunicarse

Los gestos y movimientos son una forma de comunicación personal. Así, muchos viajeros descubren que ciertos movimientos, que para ellos son inocentes, tienen una connotación distinta —a veces mala— en el país que visitan. Un ex misionero que estuvo en las islas Salomón, Malaysia y Papua Nueva Guinea dijo: “En algunas zonas, ciertos movimientos corporales constituyen insinuaciones eróticas. Por citar un ejemplo, se considera impúdico que un hombre pase por encima de las piernas de una mujer que esté sentada en el suelo, o si es un hombre el que está sentado, que pase una mujer frente a él. En este contexto, ambas acciones llevan una clara carga sexual”. Tengamos o no conciencia de ello, nuestros movimientos transmiten un mensaje. No es de extrañar que el baile haya sido una forma de comunicación en toda época.

El baile expresa la entera gama de emociones: de la alegría y la euforia festivas a la solemnidad religiosa o tradicional. (2 Samuel 6:14-17; Salmo 149:1, 3.) “El bailarín se comunica con el público de dos formas: mediante las emociones que se traslucen en el cuerpo y el semblante, y por el intrincado lenguaje mímico-gestual.” (The New Encyclopædia Britannica.) En algunos bailes el lenguaje es bastante claro, pero en otros lo comprenden solo unos cuantos iniciados. Por ejemplo, en el ballet clásico, la mano sobre el corazón simboliza el amor, mientras que el señalamiento del dedo anular de la mano izquierda, el matrimonio. En la ópera china caminar en círculo es viajar, y dar vueltas con un látigo, ir a caballo; si una bandera atraviesa el escenario, representa tormenta si es negra, y brisa si es de color azul claro. Así pues, el cuerpo se comunica mediante los movimientos y gestos del baile. Pero ¿transmite siempre un buen mensaje?

Bailes decorosos e indecorosos

El baile puede ser un entretenido ejercicio físico que expresa de forma limpia y franca el gozo de vivir o el agradecimiento por la bondad de Jehová. (Éxodo 15:20; Jueces 11:34.) Algunos bailes de grupo y danzas tradicionales pueden ser placenteros. En la parábola del hijo pródigo, Jesús aludió a un grupo que bailaba, probablemente una compañía de danzarines contratada para la fiesta. (Lucas 15:25.) Si bien es patente que la Biblia no condena el baile por sí mismo, nos insta a no despertar malos pensamientos y deseos. Visto desde este ángulo, hay bailes inmodestos y hasta peligrosos para la espiritualidad. (Colosenses 3:5.) Siempre ha habido bailes de marcado erotismo que incitan al mal. (Compárese con Mateo 14:3-11.)

Nuestro Adversario, Satanás, sabe que los movimientos del baile, aunados a los pensamientos impuros, son una poderosa arma a su disposición. (Compárese con Santiago 1:14, 15.) Conoce bien cuánta sensualidad encierra un cuerpo en movimiento y cómo desata pensamientos eróticos. El apóstol Pablo nos previene de que Satanás está totalmente decidido a seducirnos para que nuestras mentes “sean corrompidas y alejadas de la sinceridad y castidad que se deben al Cristo”. (2 Corintios 11:3.) Imagínese qué contento estaría el Diablo si a causa de observar un baile indecoroso, o participar en él, acabáramos sumiéndonos en un mar de pensamientos inmorales. Pero le satisfaría mucho más que diéramos rienda suelta a nuestros deseos y nos enredáramos en conducta impropia. En el pasado ya utilizó para ese fin el movimiento y el baile. (Compárese con Éxodo 32:6, 17-19.)

Qué determina si es decoroso o no

Así pues, no es tanto cuestión de que el baile sea en grupo, en parejas o suelto. Será perjudicial si, con independencia de lo que sientan los demás, origina en uno pensamientos impuros. Hay quien alega que muchos bailes modernos ni siquiera exigen contacto físico, pero ¿estriba el asunto en que la pareja se toque? La Encyclopædia Britannica resume así este punto: “El resultado final es el mismo: el placer físico de bailar y de convertir a la pareja en objeto del deseo, sea que se la abrace o se la observe de forma semiconsciente”. ¿Es prudente ‘convertir en objeto del deseo’ a quien no es cónyuge de uno? No, pues Jesús dijo que “todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. (Mateo 5:28.)

Cada persona ha de decidir si va a bailar o no. Conviene reflexionar en los siguiente aspectos a fin de tomar una decisión prudente. ¿Qué finalidad persigue el baile en cuestión? ¿Qué fama tiene? ¿Qué acentúan los movimientos corporales? ¿Qué pensamientos y emociones desatan en mí? ¿Qué deseos excitan en mi pareja o en los espectadores? Sin lugar a dudas, es propio que, como el joven esposo de la introducción, hagamos caso a nuestra conciencia, sin importar cómo reaccionen los demás.

La Biblia indica que el Creador desea que disfrutemos de los dones de la belleza, el ritmo y la gracilidad; sí, que gocemos de ellos, pero teniendo muy presente que cuando bailamos nuestro cuerpo se expresa. Recordemos siempre las pautas que expuso el apóstol Pablo en Filipenses 4:8: “Cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas”.